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Sendero de Oscuridad: Del Abismo a la Luz

Palacios_Ng
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Synopsis
Venganza, dulce venganza. No existe sentimiento más bonito que descargar toda tu furia y rabia con aquellos que te han dañado y pisoteado. La sonrisa que se coloca en tu rostro solo de imaginar tal situación no tiene precio. Esto es un concepto que Caleb tiene muy claro en la mente, y no dejará que nada ni nadie se interponga en su camino para conseguir tal preciado tesoro; aún si deba adentrarse en las peores fauces de la humanidad para lograr su objetivo. Sin embargo, la vida no le pondrá nada fácil alcanzar su meta, deberá realizar un viaje de aprendizaje y descubrimiento. Donde no debe permitir que aquellos pensamientos a los que llamamos “conciencia” se apoderen de él. ¿Podrá Caleb alcanzar su tan preciado objetivo de venganza?
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Chapter 1 - Destrucción

Estaba junto a mi caballo cabalgando a través de la llanura dirigiéndonos hacia nuestro destino, el pueblo Katyibai. La grama verde junto a la brisa agradable creaba un hermoso ambiente tranquilo y refrescante. 

Avanzaba por el camino con la mente en blanco, disfrutando del tiempo que quedaba para llegar a la aldea. No tardé mucho en divisar campos que se utilizaban para la agricultura y a varios granjeros trabajando para la cosecha de este año.

No muy lejos de las tierras de cultivo se encontraba el pueblo con muchos ciudadanos prósperos en las calles.

Entré a la pequeña urbe por la puerta principal, los guardias de la puerta me dieron la bienvenida y me dejaron pasar.

Seguí mi rutina habitual al llegar a un pueblo: buscar la tienda de armas y revisar qué productos puedo llevarme.

-¡Bienvenido viajero!, ¿qué puedo ofrecerte?, en esta tienda vendemos las armas de mayor calidad que podrás encontrar -escuché apenas entré al local-.

Revisé cuidadosamente el establecimiento y el arsenal que ofrecía. Una espada me llamó la atención, demostraba buen filo y era de muy alta calidad. Era lo que me faltaba para completar mi armamento, puesto que el antiguo estoque que poseía se había roto y me había quedado con tan solo mi arco y cuchillo.

Mi viejo sable sucumbió a los maltratos de mi uso después de unos largos diez años.

-¡Te maldigo padre!, ni siquiera la espada que robé de ti ha sido lo suficientemente útil –pensé con ira-.

-¡Parece que te has decidido por la espada Etherius, buena elección amigo, podrás comprar esta espada a tan solo 200,000 B (Binis)! -propuso el vendedor sacándome de mis pensamientos-.

Agarré la Etherius del estante, me acerqué al mostrador donde estaba el vendedor y abalancé mi mano izquierda contra su cuello, apretándolo fuertemente.

Antes de que pudiera intentar decir una palabra o defenderse, le atravesé el pecho con la espada. La sangre me salpicó en la ropa y cara mientras oía sus quejidos desvanecerse lentamente.

Dejé caer aquel peso muerto al piso y observé sus ojos perder poco a poco todo rastro de vida.

-¡Wao! Esta espada es increíble -pronuncié en voz baja-. ¡Corta a las personas como mantequilla!

La felicidad fue ahogada por el enojo al mirar hacia abajo y darme cuenta de que mi ropa estaba manchada de sangre.

-Tch... otra vez tendré que limpiar la sangre de mi ropa, estoy empezando a cansarme de ello.

Salí sonriente de la tienda con mi nueva arma, era hora de probarla.

Extendí mis manos, reuní un poco de poder mágico, y formé una "bola de fuego" que fue disparada hacia la casa que estaba al frente. Seguidamente, arrojé más bolas de fuego en distintas direcciones, ocasionando un incendio que se extendió rápidamente por todo el lugar.

Las personas comenzaron a gritar y a correr hacia todos lados, ocasionando que los guardias se alertaran y vinieran a ver lo que acontecía.

Recuerdo sus caras de terror cuando me vieron masacrando a los civiles con la nueva arma que había adquirido.

Asesinaba a todas las personas que veía: no importaba si eran niños, ancianos o mujeres; no tenía piedad con ninguno.

- ¡Alto ahí!, ¡¿qué crees que estás haciendo?! –exclamó un recluta con cara furiosa y asustada-.

Apretó los dientes y tomó una bocanada de aire antes de tontamente abalanzarse contra mí con una espada corta, esquivé su predecible ataque y acabé con él atravesando su cerebro con mi Etherius.

El resto de los guardias se quedaron atónitos antes de intentar atacarme, los esquivé a todos saltando muy alto y con una "bola de fuego" los quemé hasta que quedaron en cenizas.

El pueblo ardía mientras asesinaba a sus habitantes y soldados sin parar.

Después de unas cuantas horas, todo lo que se lograba escuchar era el sonido del fuego consumiendo el lugar y el silencio sepulcral.

¡Había cumplido mi objetivo, mi carnicería había terminado!

Estaba largándome de la ciudad cuando divisé una casa a las afueras, la última edificación en pie. Entré en ella para ver a una mujer de mediana edad y a un niño que asumí era su hijo.

Observé sus ojos aterrados por mi presencia, ellos sabían que sería su final.

Tensé mi brazo y levanté mi espada mientras mostraba la sonrisa más maquiavélica que podrías imaginar en un villano.

Impulsé la hoja hacía abajo con toda mi fuerza para cortar por la mitad al niño, pero la madre se interpuso y cubrió al pequeño con su cuerpo para protegerlo.

Antes de que la hoja pudiera alcanzarles, mi brazo se detuvo por completo.

Quedé atónito con los ojos abiertos mirando a la madre abrazando al niño y protegiéndolo con la espalda, de pronto un dolor agudo en la cabeza me inundó.