PERCY
Hoy es el día en que tengo que regresar, han sido 3 largos años, entrenando y entrenando con Chronos. Fue un poco más sencillo adaptarme al ritmo de entrenamiento porque ya venía de 10 años de entrenamiento intenso y meticuloso con Pontus y Caos, también Ananké, al menos el tiempo que tuvimos, porque no quiso volver a entrenarme mientras tuviera puesta la pulsera que me dio Aether. Mi habilidad con la espada no tiene rival, aun con los propios primordiales he logrado vencer en más de una oportunidad a Pontus, Chronos y a Aether que son en cuestión de esgrima lo mejor de lo mejor. Solamente Caos ha sido a quien no me he atrevido a desafiar amistosamente.
Estos 3 años han sido sobre todo entrenamiento para dominar el dominio de Chronos: El tiempo. No fue sencillo al comienzo requería mi mayor concentración y demasiada energía, tanta que a veces quedaba dormido como 2-3 días. La bendición de Chronos hizo que mi energía se maximizara a nivel primordial, yo no podía entrenar a mi máximo nivel con los chicos, pero si lo hice con en el palacio de Chronos. El manejo de la espada también me favoreció y tuve que acostumbrarme a usar dos espadas en combate, ya que Chronos bendijo la espada que Tyson me regalo. La que rescatamos de la forja en el tártaro, que estaba hecha de hierro Estigio. Con la bendición de Chronos sobre la espada ahora brillaba en una luz dorada ligera que me permitiría enfrentarme a los primordiales.
Mis habilidades para manejar lo relacionado con el tiempo fueron mejorando, al comienzo me costaba ralentizar o viajar a través del tiempo, porque han de saber que no se pude detener, eso haría un desastre sobre todo lo conocido, lo que se puede hacer es hacer que vaya de manera más lenta de lo convencional, y también hacerlo durante mucho tiempo en gran magnitud puede tener efectos desastrosos, cuando se trata de una sola persona el efecto es notablemente menos impactante sobre la naturaleza. Chronos me enseño no solo a dominar el tiempo y sus variables sino también a luchar contra el poder de dicho dominio, así que estaba preparando en caso tuviera que enfrentarme al titán del tiempo. Fue en este tiempo que pude investigar sobre Nix, Érebo y sus fuerzas, usando del control del tiempo, revisando el pasado, siendo un espectador pasivo, eso y otras cosas más relacionadas con el asesinato de mis padres.
También me dedique a aprender a volar... Si lo se… suena tan increíble que parece que no fuera real, pero si hay algo que Chronos me dijo fue que si es que debo usar mis poderes para ralentizar el tiempo necesitaría algo más rápido que mis piernas para realizar alguna acción o cambiar el curso de alguna batalla, así que las alas me servirían para poder transportarme de manera más eficiente y cómoda sin necesidad de consumir mis energías corriendo. Mis alas son de oro blanco, que parece que fuera plata cuando esta pulido y brilla como el sol, casi uno puede ver su reflejo de manera definida. Mis alas estaban formadas de láminas superpuestas que a la vez puedo usarlas como dagas que se disparan, el único inconveniente es que luego debo esperar un lapso de tiempo para que se repongan, pero solo es para casos extremos de autodefensa así que espero nunca quedarme sin ellas. Increíblemente a lo que pensaba son increíblemente ligeras.
Mi armadura fue un regalo de mamá que Caos me entrego, fue hecha por Beck, pero el diseño y la funcionalidad fueron idea de Hestia. Era similar a la primar armadura, pero esta era de una mezcla de hierro estigio y plata caótica, así que tenía una mezcla de colores de negro con plata brillante lo cual lo hacía tan elegante que me daba pena usarla para pelear. Tenía grabado el símbolo de mamá y Caos en el pecho de manera sobresaliente en altorrelieve y en la parte de atrás estaban los símbolos de Pontus y Chronos repartidos de manera equitativa, en las hombreras estaban escritas los nombres de mis capitanes en un hombro y el de Piper en el otro todo con sus nombres clave. De solo ver esa hombrera vienen a mi mente miles de recuerdos. También llevo la sudadera nueva que me envió mamá, que hace que mi rostro parezca una sombra, para mantener mi identidad oculta. Vainas en los brazos, en el costado de mi pecho para tener cuchillos y dagas de múltiples usos. La coraza en la parte trasera tiene la rendija para poder desplegar mis alas. No uso casco porque me parece demasiado incómodo. Y por su puesto una vaina para mi espada, la de Peleo, la que me dio Tyson tiene un encanto para tenerlo en un anillo de plata que llevo en el dedo medio.
No puedo creer que hayan pasado 3 años, fue tan rápido, todavía siento que fue ayer que me despedía del grupo y me trasladaba al palacio de Chronos. Todavía puedo percibir el ambiente tenso de mi partida, todavía siento que las cosas no fueron como debían. Los últimos 10 años antes de venir aquí decidí que no dejaría de usar la pulsera que me dio Aether porque no quería exponerme a más episodios, quería concentrarme en entrenar y maximizar mi potencial al tope con un solo propósito: pelear para ganar. Aun así, podía ver la cara de los chicos que me miraban con un poco de resignación y otro poco, desaprobación, pero era necesario, ninguno de ellos sabía lo que Fobos hacía en mi mente con la herida que me había dejado. Silena lo intento, una y otra y otra vez junto con Hemera, toda clase de medicamentos y emplastes, pero ninguno funcionó favorablemente, pero deje que lo intentará porque necesitaba intentarlo y mejorar sus habilidades, vaya que lo hizo, pero no conmigo. Eso y que necesitaba reconciliarme con Hemera y que su relación con Aether volviera a la normalidad. Pero aun así Ananké no dio su brazo a torcer.
El día antes de mi partida fue uno de esos días en que me sentía confiado y decidí probar mi punto, me sentía con la suficiente entereza emocional como para no usar mi pulsera y recordarle a Piper que debía irme por 3 años, que debía volver a abandonarlos, pero solo por un tiempo. Fue un error.
Todavía produce desazón y dolor, también había días en que no podía entrenar porque estaba completamente agotado luego de una noche de pesadillas sin fin, a veces gritaba en las noches aterrado, Chronos no podía ayudarme con la herida de Fobos, pero si me recomendó deshacerme del artilugio de Aether de manera rápida, cuanto antes mejor porque al estar en un entrenamiento relacionado con el tiempo, los efectos de represión, bloqueo de mis reacciones emocionales podían ser expuestos a una carga adicional, pero a veces era al que simplemente me libraba del temor y me permitía descansar. Ananké y Aether ya me habían advertido sobre los efectos de dicha pulsera y yo mejor que nadie se cómo se ha tornado en una maldición. Mamá estuvo de acuerdo conmigo en que me quitara de vez en cuando la pulsera, sobre todo cuando podía sentirme seguro. Hoy es día para regresar, pero todavía no sé cómo actuar cuando me encuentre con ella… no después de lo que pasó.
||||—||||—||||—||||
—FLASHBACK—
Camine rumbo a la arena de Thalassa donde Piper debería estar entrenando, me dijo que pasara a buscarla, me pareció una buena oportunidad para decirle que me iba mañana, no sé cómo lo iba a tomar, pero al menos intentaría ser lo más sensible posible. Llegue silbando una de mis canciones favoritas vi a Thalassa y Piper sentadas conversando... me acerque e hice una reverencia a Thalassa, quien me contesto alegremente. Ella y Pontus han sido de gran ayuda no solo a nivel de entrenamiento sino también dándonos consejos.
Luego de despedirnos nos fuimos caminando. Sigilosamente tome su mano y nos flasheo hasta mi arena de entrenamiento personal. Debo decir que estaba orgulloso de su avance, claramente habíamos dejado atrás nuestros serios problemas de concentración, por lo que mejoramos mucho en usar nuestros poderes. Le pude enseñar los movimientos que tenía ya entrenados y podía darle los paso para que pudiera aprenderlo sin todas las pruebas destructivas que yo realice. Ella corrió desde donde estaba y se lanzó sobre mí con fuerza, nos caímos al suelo estábamos tan cerca que sentía su aliento que inundaba mi boca haciendo cerrar los ojos de tanta sensación, las cosas estaban empezando a salirse de control, no podía controlar lo que estaba pasando en mí, lo que mi corazón palpitaba con cada flujo de aire caliente que me rosaba mis labios, saque fortaleza mental de donde no había, y ya podía sentir el caliente liquido rojo empapar mi vendaje lenta y dolorosamente, pero mi mente estaba en blanco.
—Espero que no me odies por lo que voy a hacer —empecé a preocuparme por lo que Piper pensaba hacer. La herida se abría lenta y dolorosamente, Piper empezó a acercarse peligrosamente a mis labios y cerrando la distancia que había entre ellos. Sus labios empezaban a rosar los mis con delicadeza su aliento acelerado e intenso se cernía sobre mi boca haciendo que mi ritmo de respiración fuera inestable y desordenado. El dolor ya no era soportable, sentía que el vendaje ya no podría contener el flujo de sangre, debía irme. Cuando tome consciencia de la situación mi cabeza empezó a explotar, el corto silencio mental que había tenido y disfrutado se esfumó y volvía la oscuridad y las imágenes y las sensaciones de dolor insoportables.
—Lo siento… yo debo irme… —me levante abruptamente haciendo que Piper rodara a mi costado. Chasquee los dedos y me dirigí hacia mi habitación, donde tome un poco de néctar para calmar un poco el dolor, saque de uno de mis bolsillos la pulsera que Aether me dio y me la coloque, luego con mi último esfuerzo me tire en la cama. Caí desplomado de dolor, me explotaba la cabeza. Fue un alivio ver que Tyson no estaba. Supongo que estaba con Zoe.
Al día siguiente.
Muy temprano Caos me mando a llamar, diciendo que era momento de partir así que empacara lo necesario y me despidiera. Me despedí de Tyson y le pedí que se mantuviera a salvo y entrenara duro. No fue muy difícil despedirme de él, ya que él tenía a Zoe y entendía que yo debía irme. Luego pase a despedirme de Silena y Beck nos dimos un abrazo con Beck y Silena me miraba con un poco de recelo, supongo que Piper le conto lo que paso. No podía culparla eran amigas inseparables además de hermanas. Thalia, eso sí que fue difícil, argumentar por qué tenía que irme y hablar durante un buen rato. Finalmente me acerqué a la puerta de la habitación de Piper, toqué la puerta y luego de un rato que nadie salió a recibirme decidí arriesgarme y entrar.
—¿Piper? —pregunte en voz baja, ya que en la cama no había nadie. Vi la silueta de una cabeza sobresaliendo de uno de los bordes de la cama, seguramente se había quedado dormida. —Piper —dije en voz alta para que me escuchara, lentamente empezó a despertarse, se levantó sin darme la cara, solamente la espalda. Ok está enojada y mucho. No podía culparla, pero tampoco quería exponerme.
—¿Qué quieres? —pregunto fríamente.
—Yo… —dije lentamente pero no pude seguir porque ella se giró y me miro con sus ojos desafiantes y llenos de determinación, se veían hinchados y rojos, no me atreví a preguntar el porqué.
—Si has venido a disculparte… no hace falta, ya estoy acostumbrada. —esto va peor de lo que pensé que podría ir.
—Piper no… —no quería que esto terminará asi y mucho menos antes de irme por un largo tiempo.
—¡Basta Percy! todos estos años he tenido paciencia con tus cambios de personalidad —me sentía culpable por haberle hecho pasar por todo eso, pero no podía desenfocarme de lo que tenía que hacer —A que le tienes tanto miedo ¿Ah? —su pregunta me pego directo al corazón y me estremeció el hecho de que yo pudiera abrirme con ella.
—Piper, no espero que entiendas… eso es algo para lo que no estoy preparado, lo siento —le dije sinceramente, no quería lastimarla, pero ella estaba logrando mermar la poca fortaleza que me quedaba. Sentí que la pulsera empezó a vibrar ligeramente.
—Cobarde… eso es lo que eres… por un momento pensé que eras diferente —ella lloraba de amargura, lloraba porque había perdido la paciencia conmigo, y no podía culparla. Sentí que mi corazón se iba encogiendo a medida que sus palabras retumbaban en mi mente.
—Será mejor que me vaya —si seguía quedándome solo empeoraría las cosas y no podría con ello.
—Si… es lo mejor —dijo ella escupiendo bronca y rabia en sus palabras. Yo solo podía pedir que estos años que restan sean tranquilos, al menos para mí, todo parece haber terminado entre nosotros. Si es que alguna vez hubo algo.
—Adiós Piper —estaba frustrado, pero no podía decir que me sorprendía, vivía huyendo de todo esto durante todos estos años, luego me flasheo hasta la sala de tronos donde está Caos y Chronos esperándome. Intento contener las lágrimas para que no salgan, no quiero ser débil, no ahora que empieza una nueva clase de entrenamiento.
—FIN DE FLASHBACK—
||||—||||—||||—||||
Me despedí de Chronos, quien me dio unos consejos finales y me entrego una pequeña esfera dorada con unos grabados negros en lenguaje caótico, necesitaría una lupa para leer eso. Guarde esa perla con sumo cuidado, me dijo que me serviría en el momento de mayor necesidad, así que, debía usarla con sabiduría. Chronos me flasheo a la sala del trono de Caos, me sentía como en casa, pero todavía tenía sensaciones extrañas de mi último periodo hace tres años, las lágrimas que no querían salir, la desazón de las palabras de Piper, que aun retumban en mi mente.
Como no encontré Caos decidí dejar mis cosas en mi habitación, tal vez pasar tiempo con Tyson y despejarme antes de volver a encontrarme con Thalia, Zoe, Silena, Beck y Piper. Entre en mi habitación y se veía casi igual, pero con algunas cosas que no deberían estar aquí, la armadura blanca de Piper, eso sí me pareció curioso. En ese momento vi a la persona que no quería ver, tengo que ser sincero, primero quería encontrarme con Tyson, no quería un momento incomodo, ni tristeza ni malos recuerdos. Mi pulsera empezó a vibrar, eso no era bueno, durante 3 años no hice uso a diario de ella, ya que estaba aislado y concentrado en el entrenamiento, solo en algunos días tuve que preocuparme por ponérmela cuando los días eran demasiado malos.
—Piper… —dije susurrando para llamar su atención, al parecer no se había percatado de mí. No me sorprendía, estaba con mi armadura negra y mi capucha.
—Percy…. —ella dijo casi con dificultad, se veía realmente hermosa con el cabello suelto. Me distraje.
—¿Piper? —me concentre y recordé porque estábamos aquí, porque estamos así y mi tono ya no sonaba tan amable —¿Qué haces aquí? —pregunte directamente, no tenia deseos de encarar nuestro último desacuerdo…
—Hola… yo estaba arreglando un poco la habitación —salude con la mano de manera exagerada, deje mis cosas y me di la media vuelta, no estaba preparado para tener más tiempo a solas con ella con el estado de ánimo asi —Espera, Percy —me detuve, pero no me di vuelta. Sentía que mi corazón revivía ese momento en que ella simplemente me llamo cobarde. Yo creí que ella entendía que yo estoy afrontando nada menos que una herida hecha por Fobos —Han pasado 3 años, no quieres que hablemos ¿por favor? —mil pensamientos pasaron por mi mente, mil respuestas diferentes, no quería quedarme, no quería. Me giré y me quedé de pie donde estaba, vi que Piper enviaba un mensaje, me costó mucho siquiera mirarla, porque sentía que yo podía explotar. Hasta cierto punto me sentí agradecido que fuera ella quien no se contuviera más porque haría las cosas más sencillas para mí —Para que no interrumpan —dijo tímidamente, quería sonreír ante sus palabras, quería decirle que todo estaba bien, pero no podía, no podía mentirle. Sus palabras aún estaban en mi mente en cada noche de pesadillas y cada vez que mi herida sangraba.
—¿Qué tal el entrenamiento? —preguntó un poco entusiasmada.
—Bien, fue productivo —dije a secas, su rostro se puso pálido por mis reacciones. Hubo un silencio demasiado prolongado para mi gusto,
—¿Será que podrás perdonarme? —preguntó ella en voz baja, casi inaudible.
—No hay nada que perdonar… —dije seriamente, supongo que no creería a mis palabras. Una pequeña sonrisa salió de su rostro. Yo no podía estar enfadado con ella, solo dolido y lastimado, pero no podía dejar que las cosas se deslizaran nuevamente y todo se volviera a repetir y discutir nuevamente por lo mismo. Era mejor asi.
—Debo irme, necesito ver a Caos —era verdad, quería reportarme y ponerme al día con las cosas.
—¿Pasa algo malo? —Ella pregunto rápidamente, casi disponiéndose a ponerse su armadura para venir conmigo.
—No… todo está bien, solo quiero reportarme y ponerme al día —dije con naturalidad.
—Oh… yo pensé que podríamos hablar un rato, así te pongo al día —sonaba decepcionada.
—No, creo que sea buena idea, nos vemos en el entrenamiento —le respondí en seco y luego me di media vuelta para irme, casi cuando estaba en la puerta.
—Percy… —me gire para verla, sus ojos estaban ligeramente hinchados y una lagrima caía lentamente por su mejilla, me hubiera gustado poder decirle que todo estaba bien, pero que hubiera sido demasiado para mí —Me alegro que hayas vuelto… yo te extrañe mucho, más de lo que imaginas —asentí lentamente y luego salí de su habitación sin decir nada, poco a poco las aguas se irán calmando.
Llegue a la sala de tronos, e invoque Caos, quien apareció a los pocos segundos junto con Ananké. Sonreí tímidamente, había pasado un largo tiempo, saludé haciendo una pequeña reverencia.
—Parece que Chronos te echó a perder nuevamente... no hace falta las reverencias —dijo Ananké con un tono un poco frío, por lo menos ya sabía que las cosas estaban aún incomodas entre nosotros, mientras Caos sonreí cruzando los brazos.
—¿Que me perdí? —pregunté entusiasmado, tenía tantas ganas de hacer algo más que entrenar.
—Bueno en general nada... pero tengo una misión adelantada en la tierra —me tensé en gran manera, sabía que el tiempo se acercaba así que de una forma u otra de estar preparado —Necesitamos que alguien vaya a preparar los alojamientos para el ejército en el campamento mestizo —sonaba como una misión sin mayores repercusiones —Solo serán 4 meses —eso sonaba aún más tentador. Tal vez podía tomar esa misión y despejar un poco la cabeza, encontrarme con mis amigos. —Veamos quien se ofrece —dijo Caos mientras envió una llamada al equipo. A los pocos minutos aparecieron todos.
—¡Hey chicos! —los salude. Tyson fue el primero en acercarse y darme uno de sus abrazos rompe huesos. Se veía un poco atribulado, pero no era tiempo de hacer preguntas.
—Pensé que nunca vendrías... —su voz no era la misma y esa me preocupaba
—Bueno aquí estoy grandote... me alegro de estar en casa —luego se acercó Beck y Silena y nos saludamos como de costumbre. Luego Zoe, quien me dio un tímido abrazo, entonces adivine que el malestar de Tyson se debía a ella. Bueno supongo que necesitan tiempo para resolver sus problemas. Y finalmente se acercó Thalia, quien me dio un pequeño golpe en el brazo y luego me abrazo.
—Ya te estaba extrañando desconocido, tenemos que practicar esa barrera de protección —bueno ella tiene un punto tal vez no debería postularme para esa labor, pero de todas maneras no creo que nadie más se postule, así que no pierdo nada intentando. Mire de reojo a Piper, pero ella y yo ya habíamos tenido nuestro "momento" de saludos… así que no era necesario volver a repetirlo.
—Bueno… veo que ya están todos, necesito un voluntario —todos levantamos la mano menos Tyson, se veía sombrío y descolocado —Primero escuchen la propuesta —todos bajamos la mano con decepción, yo sabía de qué se trataba —Primero… Percy descartado, al igual que Piper, Beck y Silena, vuestras responsabilidades y regeneración duran hasta que sea hora de volver, dentro de un año —todos empezamos a gemir eso era muy injusto, yo quería un poco de respiro, quería hacer algo diferente. —Solo quedan 3… bueno la misión es simple, preparar alojamiento y todo lo necesario para que el ejército llegue al campamento mestizo —todo se quedaron pensativos, mientras yo los observaba con detenimiento, me acerque a Ananké porque me hizo una seña con la mano.
—Luego que termine esto quiero hablar contigo —asentí rápidamente y luego me quede al lado de Ananké para ver lo que pasaba. Zoe no levanto la mano, se veía perturbada, Silena miró a Thalia detenidamente y hablaron con los ojos. Finalmente, Tyson se mantenía con la mirada baja y en silencio. Dio un paso adelante, se detuvo por un momento como dudando y miré a Zoe quien incrédulamente lo miraba como levantaba la mano.
—Yo lo hare, después de todo soy un ciclope construir es parte de mi naturaleza, seguro puedo reclutar a los ciclopes que tiene Hestia para que me den una mano junto con Leo —cuando escuché el nombre de mi me puse un poco ansioso. Hace unos años que no hablábamos, ella deberá estar muy preocupada y tal vez enfadada por esto.
—Bien pensado, ve a empacar tus cosas, nos vamos enseguida. Los dioses tienen que saber que uno de mis capitanes llega —Tyson salió corriendo sin mirar atrás, mientras que casi estoy seguro que vi a Zoe limpiándose una lagrima. Luego cada uno empezó a ir para su lado hasta que solo me quede yo con Ananké y Caos. me sentía un tanto nervioso, sentía que no iba a ser una conversación amena.
—Me voy Percy, volveré al lugar donde debo estar, tal vez no volvamos a vernos en un buen tiempo —eso sí me puso nervioso, Ananké era la única que lograría ayudarme con mi problema llamado Fobos, si ella se iba quien podría ayudarme. Negué con la cabeza rápidamente y me puse tenso y nervioso —Pero antes de irme quiero darte mi bendición, tal vez no te sirva para el combate, pero cuando estés listo te ayudara —la mire con curiosidad, no entendía a qué se refería —Te estoy dando el poder de moldear el destino y puedes hablar a la mente de cualquiera —empezó a hablar en lenguaje caótico y sentí que por un momento el ruido se silenció en mi mentí, sentí que el zumbido cesaba y tenía paz, paz aunque sea por unos momentos para poder escuchar su voz dentro mío, donde me entregaba la potestad de decidir mi camino, los destinos no decidirían el rumbo de mi vida. Una luz empezó a brillar en su mano luego apareció una bola de cuerdas de cuatro colores: dorado, negro, marrón rojizo y blanco. Me entrego la bola y luego me dio un beso en la mejilla —Sabrás cuando es tiempo de tomar una decisión para usarlo —me susurró en la oreja. Tantos Chronos como ella me habían dicho lo mismo, que sabría cuando utilizarlo, pero no entendía nada sobre eso.
—Gracias, yo de verdad aprecio esto —le susurré con agradecimiento mientras guardaba la bola de hilos en un compartimento de mi armadura junto a la esfera dorada de Chronos.
—No te equivoques, sigo en desacuerdo con eso —dijo señalando mi pulsera con una mirada fría —Pero sigo viendo la luz en tu interior a pesar de todo el fango que te ha rodeado estos años —sabía de qué hablaba, yo también lo odiaba, pero ni siquiera podía imaginar el dolor que tendría que experimentar a diario si no la usara. Eso es lo que nadie parecía entender.
—Lo siento, también detesto sentirme asi —tenía que ser sincero, no era la mejor solución, pero Hemera y Silena ya habían tratado de todo.
—Tal vez solo necesitas a la persona correcta —dijo Caos sumido en sus pensamientos, tal vez, tenía razón, nunca me sentí cómodo con nadie, no con mamá, Grover o Annabeth. Me estremecí un poco al pensar en mamá y al pronunciar el nombre de mi ex novia en mi cabeza.
—Ta vez se eso —luego desapareció en una nube blanca.
—Te necesito concentrado en este último tiempo para que entrenen con sus poderes en nivel primordial —bueno eso significa que saben cómo potenciar sus poderes y usarlos sin límites. En ese momento llego Tyson. Su rostro obviamente estaba perturbado, pero no quise hacerle demasiadas preguntas.
—Hey grandullón ¿así que te vas? —me miro con determinación, pero sin dejar de lado su parte sensible y tierna.
—Sí creo que es una buena oportunidad para mí —dijo convencido, no podía meterme en su vida, ahora él tenía que tomar sus propias decisiones. Me dio un ligero abrazo.
—Estaremos en contacto —le dije animándolo un poco. Necesito saber que estaba pasando con él. —Si Hestia pregunta por mí... solo dile que estoy bien —rápidamente se apartó y me miro con recelo, pero asintió.
—Hora de irnos… Percy, quedas a cargo —dijo Caos abriendo un portal para que él y Ty se trasladaran al Olimpo supongo. Bueno un año más antes de que llegue el momento de mi venganza… haber como lo llevamos…
PIPER
El encuentro con Percy había sido muy duro para mí. Sentía que me había puesto una barrera infranqueable. Con su boca me dijo que no había nada de lo que disculparse, pero había puesto una distancia entre nosotros y eso me dolió. No podía culparlo porque en parte fue mi culpa, no sé qué me habría picado para poder explotar con el de esa manera antes de que se fuera a su entrenamiento con Chronos. Solo estaba tan frustrada y me sentí rechazada y por eso simplemente ya no pude soportarlo.
Cuando Caos lanzo la misión y no podía ir ni Percy ni yo sentí un poco de alivio porque al menos tendríamos tiempo para poder tantear las cosas y saber en qué terreno nos encontrábamos.
Pero lo que si me sorprendió fue ver la mano de Tyson ofreciéndose para irse del palacio de Caos. Rápidamente mi mirada se dirigió a Zoe, quien estaba al borde de soltar una lágrima. Pero ya no había nada que hacer, ya estaba todo acordado.
—Yo lo hare… después de todo soy un ciclope construir es parte de mi… —Tyson levanto la mano mientras se acercaba para que lo vieran, la cara de Zoe era una mezcla de ira y decepción. Solo cerró sus ojos para no reaccionar.
—Ve a empacar tus cosas, nos vamos enseguida… los dioses tienen que saber que uno de mis guerreros llega —Tyson salió corriendo sin mirar atrás, Zoe dejo ver una lagrima que rápidamente se secó. Luego ya no había sentido quedarnos en la sala del trono así que cada uno salió hacia su destino. Solo Percy se quedó en la sala con Ananké. En las afueras me encontré con Silena y Thalia.
—Qué crees que haya pasado con esos dos —preguntó Thalia un poco perturbada.
—No lo sé… pero obviamente no es nada bueno, dejemos que se calme un poco y luego hablaremos, de todas formas, no hay nada que podamos hacer para que Tyson se quede —dije mientras que Silena y Thalia asintieron. Luego cada una se fue por su camino y yo por el mío rumbo de nuevo a mi habitación para pensar en cómo solucionar mi grave error. Aún tenía los ojos rojos y las mejillas marcadas por las lágrimas.
ZOE
Decir que estaba decepcionada era poco, no podía creer que Tyson simplemente huyera porque se sentía mal. Me sentía dolida, pero también sabía que él debe sentirse igual. Salí de la habitación siguiéndolo, porque no quería que se fuera, no quería que me dejara, al menos no después de lo que había pasado, si las cosas estuvieran bien no tendría problema de que se fuera porque sabría que volveríamos a estar juntos… pero ahora si se va, tal vez ya nada sea lo mismo. Llegue a su habitación y justo él iba saliendo con su maletín de mano. Me vio y bajo la mirada descaradamente.
—Tyson —intente hablar, pero paso por mi lado ignorándome, eso me dolió mucho, él siempre había sido tan considerado, tan amable y tierno. Debe haberle dolido mucho lo que paso para no querer ni siquiera detenerse a hablar conmigo. No podía rendirme, no podía dejar que se fuera así. Empezó a dirigirse a la forja, donde seguramente buscaría algunas herramientas que le servirían para la misión que le habían encomendado —Tyson por favor —se giró rápidamente y suspiro.
—Zoe, tengo prisa, Caos espera —dijo con seriedad. Uno de los rasgos tanto de Percy como de Tyson es que cuando aman a alguien lo hacen entera y plenamente, pero cuando ese alguien los lastima también muestran su lado frio y seco.
—Lo se… yo quería —no me dejo seguir cuando levanto la mirada, fría y dura.
—Está bien Zoe no hay nada que explicar, yo solo estoy haciendo las cosas más fáciles para ti y para mí también —su voz sonaba entrecortada, como si quisiera quebrarse, pero seguramente luchaba contra ese impulso.
—Pero yo —quería hablar, pero él no me dejo.
—Tú no sabes lo que quieres ahora mismo, lo que pasamos fue… —dudó en decir lo que le parecía.
—Hermoso —dije con entusiasmo porque quería que las cosas volvieran a ser como siempre.
—Si… tal vez… pero también no fue honesto—sus palabras fueron como una daga en mi corazón, sentía que Tyson retorcía la daga dentro de mí y lo hacía con tanto gusto.
—¿No fue honesto? fue verdadero cada te quiero fue real, cada beso fue un poco de mí que yo te entregaba —dije casi suplicando porque no quería perderlo. Su rostro aún permanecía serio y dolido.
—Lo mío también fue real y me alegro de haberme enterado que aún no estás del todo segura de lo que quieres… así no tengo que perder mi tiempo —para ese momento yo estaba llorando.
Estaba tan dolido que no pensaba en que sus palabras me estaban destrozando el corazón. Entonces hizo algo que no creí que podría llegar a hacer… se sacó el pequeño dije que yo le había regalado hace varios años, el mismo dije que él me devolvió el día que Percy y Piper nos encontraron en una posición comprometedora. Se acercó lentamente y me lo entrego. Yo cerré mis ojos lo cual hizo que más lágrimas corrieran por mis mejillas tan pesadamente. Tome su mano mientras me entregaba el dije teniendo la esperanza de que esto no estuviera sucediendo.
—No… por favor eso no —dije casi suplicando, él no me miro a los ojos, pero pude ver que también había lágrimas en sus mejillas.
—Ahora sabes cómo se siente —eso fue lo último que dijo antes de que me desplome llorando al suelo. Lo último que vi fue que dejo una carta encima cerca de mí y luego salió corriendo.
"Zoe
Pensé que al estar conmigo tenías claro que ya no tenías nada que ver con las cazadoras. No puedo expresarte lo duro que es para mí. Pero es hora que me vaya. Espero que en algún momento decidas que hacer… y espero que seas feliz con tu decisión. Será bueno para ti y para mí no estar cerca.
Tyson"
Eso fue todo lo que puso… no sabía si sonreír o llorar, no sabía si me estaba haciendo a un lado de su vida o si conservaba la esperanza de que pudiéramos volver a estarlo. Solo sé que me quede en la forja abrazando esa carta como si fuera mi vida la que se fuera en ese abrazo.
TYSON
—Estaremos en contacto —me dijo Percy amablemente y yo solo asentí, supongo que estaremos haciendo videoconferencias para estar en contacto y ver cómo quieren algunos diseños de vivienda para los capitanes y comandantes.
—Hora de irnos… Percy… quedas a cargo —dijo Caos abriendo un portal, en ese momento cambien mi apariencia no sin antes dar las gracias a Aether por el regalo, así no era necesario tener una capucha todo el tiempo —¿Así es más fácil? —preguntó Caos, pero no sabía a qué se enfocaba su pregunta, solo asentí no quería hablar de nada, solo quería llegar al campamento y ponerme a trabajar —Necesito que estés calmado, no reacciones a menos que sea completamente necesario —sus palabras fueron como un eco en mi mente, no tenía ganas de prestar atención. Estaba agobiado.
Finalmente terminamos de cruzar el umbral y aparecimos en medio de una reunión del consejo. Me pregunto si Caos planea aparecer justo cuando están todos reunidos o simplemente es la casualidad de la vida… no lo sé… pero en fin aquí estamos. Todos los dioses se pusieron de pie ante la intromisión misteriosa de dos figuras en su salón de tronos. Artemisa tenso su arco al igual que Apolo. Ares tenía su espada en mano, Atenea su jabalina, Hermes saco rápidamente su espada, Hefesto tenía un hacha en la mano. Hades solo observaba, pero sus ataques podían ser en un abrir y cerrar de ojos, Zeus tenía su rayo en la mano que crepitaba, pero al lado de lo que Thalia podía hacer el rayo de Zeus era un foquito y finalmente Poseidón, quien tenía su tridente empuñado con las dos manos.
—¡Quien se atreve a interrumpir esta sesión del consejo! —grito airadamente Zeus, suspiré de frustración, veo que no han cambiado para nada, eso hará que las cosas sean muy tensas cuando los demás vengan. Sobre todo, con Percy… él tiene muchas cuentas pendientes con varios dioses.
—¡Calma! —gritó Caos en medio de toda la penumbra de nuestra aparición. Su voz retumbo en toda la sala haciendo que los dioses se estremecieran y retrocedieran de sus posiciones de ataque —No tengo tiempo para discusiones —la sala se aclaró y nuestras figuras fueron totalmente visibles. Todos se quedaron mirándome, sobre todo Afrodita, maldije internamente, recordando la apariencia que tenía y me di cuenta que había sido una mala decisión. Afrodita se empezó a acerca temerariamente y con intenciones de seducción.
—Detente Afrodita… o yo te detendré —dije con toda firmeza, haciendo que Afrodita se detuviera ante mis palabras tranquilas pero llenas de determinación, no iba a reparar en esfuerzos para alejarla de mi lado. Mire a Caos quien me dio una sonrisa de aprobación.
—Les presento a uno de los capitanes de mi ejercito —me sorprendió lo que dijo Caos, yo sé que soy parte del equipo de Beck, pero al rango de capitán sino más bien el segundo al mando, pero sobre ello lo había dicho minutos antes cuando pidió un voluntario —Él se encarga de todo lo relacionado con la organización y provisión de mi ejército —Zeus se acercó lentamente, aun con su rayo en mano, detrás de él venía Poseidón y Atenea —Se encargara en estos 4 meses de preparar un pequeño cuartel para mis tropas —dijo Caos con firmeza. Zeus me miro por un momento, al igual que Atenea.
—Y tienes nombre… —estaba empezando a molestarme, su arrogancia y falta de respeto no por mi exactamente sino por Caos que estaba a mi costado empezaban a enfurecerme.
—Mi guerrero decidirá si quiere decirle su nombre o no —sonreí burlescamente por la acción Caos casi que me estaba mandando al frente. Mire detenidamente. Y encontré a Hestia que me miraba con atención, ligeramente le sonreí. Entonces se levantó a preguntar alguien a quien no quería ni siquiera escuchar y mucho menos ver.
—Entonces muchacho ¿tienes un nombre? —me giré concentrando mi mirada en dicha diosa de ojos plateados y postura prepotente quien creía que estaba hablando con un similar, en ese momento me creí todo lo que Caos dijo que éramos, que nosotros estábamos a un nivel primordial y que los dioses eran pan comido para nosotros, estaba tan fuera de mí que no pensé demasiado, no tenía tiempo para eso. La mire fijamente sin parpadear. La tensión iba en aumento. Quería darle una lección para que se quedara callada y aprendiera humildad, pero decidí darle la oportunidad de replantear su pregunta.
—Te voy a dar la oportunidad de reformular tu pregunta... y hacerla con respeto —dije lenta y pausadamente con todo el veneno que podía ponerles a mis palabras. Artemisa abrió sus ojos hirviendo enojo ya que supuse nadie alguna vez se atrevió a hablarle así.
—¡Como te atreves! —no dejé que Zeus terminara sus palabras cuando yo ya tenía mi mano en su cuello. Y lo apretaba fuerte haciendo que su respiración fuera pausada y pesada. Artemisa tenso su arco en dirección a mí, y Poseidón y Atenea tenían sus armas listas para atacar.
—¡Mi nombre es Tyson, he sido bendecido por el señor Aether y soy guerrero Caos! —grité con tanta furia que empecé a brillar haciendo retroceder a Atenea y a Poseidón —Y segundo ustedes no tienen ni merecen mi respeto —la única que no parecía estar asustada era Hestia.
—Tyson... —Hefesto hablo desde su asiento él no se levantó —¿Como el Tyson hermano de Percy que fue enviado al tártaro por su noble padre Poseidón? —solté a Zeus haciendo retroceder y asentí.
—El mismo... —aplaudí y mi apariencia cambio a la de siempre. La cara de Poseidón no tenía precio. Sonreí sádicamente. El resto tomo sus asientos lentamente.
—No puede ser... tu... —Poseidón dijo dando un paso atrás.
—Si... yo —dije con amargura, a todo esto, Caos solo observaba atentamente lo que estaba pasando —Ahora no tengo tiempo para perder explicando porque sigo vivo a pesar de tus esfuerzos por desaparecerme, pero ya tendremos tiempo, mucho tiempo —le dije amenazadoramente, intento acercarse, pero no le deje, envié una barrera de energía que le impido pasar, por más que se esforzó.
—Harían bien en recordar que tanto mis capitanes como mis dos campeones están por encima de ustedes, ellos han sido entrenados para combatir contra primordiales... así que a Tyson le mostraran respeto —fue lo último que Caos dijo antes de abrir un portal y meterse en él. Suspire, ahora estaba solo.
—Solo necesito un par de cosas... Hefesto, necesito a Leo para que me ayude con algunas construcciones —Hefesto asintió cortésmente —Segundo no quiero verlos cerca mío... menos a ti Poseidón, no me prueben... soy capaz de desvanecerlos si es necesario —todos se quedaron helados con mi declaración. Solo pude sonreír ante el efecto creado —Y por último... —me gire y me dirigí lentamente hacia Artemisa —No quiero ver a ninguna de tus cazadoras molestando a algún muchacho porque si eso pasa vendré sobre ti y tu grupito de engreídas y les daré la paliza ¡que nadie se ha atrevido a darles! —la última parte se la grite en la cara, su rostro era pálido y aterrado. Apolo ni se atrevió a intervenir, los demás solo miraban asombrados. Luego empecé a caminar hacia la puerta.
—Tyson —era la voz dulce de Lady Hestia, pero yo no quería levantar sospechas o que empezaran a atacarla a ella. No me gire, pero espere que ella sintiera que lo hacía para no perjudicarla.
—Sabes dónde encontrarme Lady Hestia —dije con tranquilidad saludando con la mano y luego salí por las puertas y chasquee los dedos para ir al lago, ese sería mi lugar de retiro en estos 4 meses.