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Chapter 23 - ¡Olimpo!

HESTIA

Hoy es el día, finalmente después de un buen tiempo voy a ver a Percy, sinceramente no me creí lo que Tyson me dijo. Puedo entender que lo proteja, pero también sé que si Percy no quiere hablar es porque las cosas van mal o está teniendo problemas que no quiere que sepa, porque él no se atrevería a ocultarme algo o mentirme. No podía dejar de sentir un poco de pena por Piper, pero sabía que cualquiera que fuere el problema, ha sido lo suficientemente fuerte como para alejar a Percy de Piper, era demasiado obvio que gustaban el uno del otro, pero que todavía no habían podido superar esa etapa de vergüenza y timidez como si fueran niños de jardín. Lo cual era gracioso y tierno, pero esta vez llego demasiado lejos como para distanciarlos.

Tyson demostró que, aunque seguía siendo el mismo ciclope de buen corazón también había aprendido a hacerse respetar y aunque no abuso de sus poderes para intimidar a los dioses si le basto su voz y un apretón de cuello para tener a los dioses a raya, yo sabía que no se sobrepasaría, ni tampoco dañaría a las cazadoras de Artemisa o a ella misma, pero también sabía que debía haber una razón para ir contra ella específicamente. Yo sabía que Tyson había tenido un amorío con Ella la arpía, una chica realmente agradable, aunque un poco extraña. Y también sabía que ella murió en brazos de Tyson, aunque nunca se habló de eso. Tyson me dijo que no vendría al Olimpo a recibir a los chicos, sino que los esperaría en el campamento, así que simplemente me dedique a esperar que aparecieran.

La sala del consejo era un Caos como siempre, todos peleando y anteponiendo sus egos e intereses propios. Afrodita coqueteando con Ares a vista y paciencia de Hefesto que no se daba por aludido mientras bosquejaba en una hoja alguna clase de nuevo artilugio para su forja. Atenea como siempre leyendo, su arrogancia y prepotencia se podía sentir en el aire a kilómetros. Apolo y Artemisa discutiendo como de costumbre. Hermes navegando en su Smartphone, Deméter sentada aburrida, mientras Hera hablaba acaloradamente con Zeus y no hacía falta saber de lo que hablaban… su infidelidad… lo mismo de siempre. Poseidón jugueteaba con su tridente, mientras que Hades miraba aburridamente todo el desorden de una típica reunión del consejo.

En ese momento la habitación empezó a temblar lentamente y fue en aumento hasta que la oscuridad se apodero de todo el lugar, y un silencio sepulcral invadió la sala. Se materializo la imagen Caos, que apareció en el centro de la sala. Todo automáticamente inclinamos nuestros cuerpos en una reverencia temerosa. Caos no nos impido inclinarnos, supongo que había estado escuchando la discusión.

—Que gusto verlo de nuevo olímpicos —dijo con un toque de sarcasmo en sus palabras. Era casi automática la reacción indignada de Zeus y Ares, increíble la insensatez que pueden demostrar algunos, aun sabiendo que están ante alguien superior, pero supongo que la sabiduría de Atenea le sirvió para algo.

—Señor Caos… bienvenido ¿a qué debemos su visita? —pregunto de manera delicada, pero yo sabía que se estaba tragando su maldito orgullo.

—Como lo prometí, la ayuda está en camino —entonces empecé a sentirme ansiosa, de saber que Percy estaba cerca y que podría tenerlo cerca mío nuevamente. Sonreí tímidamente y Caos me devolvió la sonrisa amablemente, no podía actuar con normalidad porque eso levantaría sospechas, nadie sabía que yo se los planes Caos desde el principio. —Es momento de presentarle a los capitanes de mi ejército —entonces 4 figuras pasaron por el portal que Caos había dejado abierto.

ZOE

Finalmente cruzamos el portal y aparecimos en el centro de la sala de tronos. Todos con nuestras sudaderas que impedían que nuestras identidades fueran reveladas, lo cual hacia todo más misterioso. Yo empecé a buscar a alguien con la mirada, pero no lo encontré, lo cual no fue una buena señal para mí. Supongo que debe estar en el campamento ocupado o sin deseos de verme… porque seguramente si tiene ganas de ver a los demás.

—Estos son los 4 capitanes de mi ejército, ustedes ya conocen a Tyson —sonrió descaradamente Caos, no quiero ni pensar en cómo fue el encuentro entre Tyson y los dioses, más aún Poseidón quien lo condeno al tártaro. —En primer lugar y con mucho agrado, Silena Beauregard hija de Afrodita —me pareció increíble ver a Afrodita llorar y arruinar su maquillaje por una de sus hijas, era sabido que tanto Piper como Silena gozaban del favor y el cariño de la diosa a diferencia de sus otras hijas que no tenían ese nivel de afecto —Está encargada del grupo de sigilo y asesinatos, son especialistas en el uso de dagas y cuchillos, armas cortas y espadas, ha sido bendecida y entrenada por Hemera, primordial del día.

Silena se sacó la capucha e hizo una pequeña reverencia ante su madre, quien se levantó de su trono y corrió a abrazar a Silena, ella estaba también con lágrimas en los ojos, Silena y Beck estaban muy contento con poder regresar. Los dioses miraron con agrado el encuentro entre madre e hija, lo cual parecía algo curioso ya que esperaba una actitud un poco más soberbia.

—Hefesto sé que estarás contento con esto —Hefesto se levantó de su asiento y empezó a aproximarse hacia nosotros —No podía traer a Silena sin traer a su novio Charles Beckendorf… su equipo son guerreros fuertes y hábiles en el combate con espadas y hachas, tiene como símbolo de poder su fuerza y ha sido bendecido por Aether el primordial de la luz —la cara de Hefesto era de orgullo, siempre había dado el lugar a sus hijos para desarrollarse.

Beck se sacó la capucha, Hefesto se acercó a su hijo y lo abrazo fuerte durante un largo rato, lo cual lo hizo un poco impactante, ya que el dios de la forja no era demasiado expresivo. Beck hizo su camino hacia el trono de su padre sentándose a sus pies. Silena hizo lo mismo con Afrodita quien tenía un brillo especial y feliz en sus ojos.

—Artemisa sé que esto te producirá gran alegría, le presento a alguien sacada de las constelaciones —para ese momento mi pulso era inestable y sentía que mi corazón se salía de mi pecho, todo era demasiado pronto, Artemisa me miraba con dedicación como tratando de averiguar quién era. Me saqué la capucha antes de que Caos hablara y vi la cara de sorpresa de Artemisa, para luego ser reemplazada por una sonrisa de alegría. —Zoe Nightshade bendecida y entrenada por Hydros primordial y especialista en el uso del arco y la flecha además de esgrima, su escuadrón son una versión mejorada de las cazadoras —la cara de Artemisa se volvió oscura al insinuar que a su caza le faltaba algo o que no era totalmente efectivas —No solo manejan el uso del arco y la flecha con una precisión superior a la de vuestra caza Artemisa, sino también son igual de buenos en el combate cuerpo a cuerpo con espadas —la cara de Artemisa se hablando un poco. Suspire y me acerque a Artemisa quien me abrazo fuertemente.

—Ahora todo volverá a ser como antes —esas palabras me pesaron en el corazón, pero no dije nada, solo me quedé allí abrazándola durante un rato.

—Es un gusto estar de vuelta Artemisa —me arrepentí luego de decirlo, pero su rostro hizo una pequeña mueca. Algo que habíamos aprendido es que somos superiores a los dioses y son ellos los que tienen que tratarnos con respeto y no al revés.

—Y, por último —Thalia se adelantó Caos y se presentó ella sola.

—Soy capitán del ejército Caos. Sky es mi alias. Bendecida y entrenada por Urano, mi símbolo de poder es el rayo y mis armas favoritas son el escudo y la lanza, aunque todos manejamos con igual destreza la espada. Mi escuadrón es encargado de las formaciones de batalla, tanto el estilo romano como griego —dijo ella y luego se unió a nosotros con tranquilidad, no sin antes darle una mirada a Artemisa. Los demás dioses no es que pusieron cara feliz por el misterio, pero nadie se atrevía a decir algo al respecto.

—¡Un momento! —dijo Zeus levantándose con su rayo en mano, instintivamente Thalia golpeo su anillo y su espada apareció y luego lo agito para que se transformara en rayo, claramente se veía que el rayo de Thalia era más poderoso que el de Zeus. Hasta el mismo se dio cuenta que no tenía la oportunidad de ganar ante el despliegue de poder Zeus. Nosotros hemos sido entrenados para luchar contra primordiales, no somos invencibles, pero con el entrenamiento que hicimos tendríamos que ser capaces de poder vencerlos, o por lo menos de luchar de igual a igual.

—¿Algún problema? —pregunto graciosamente Thalia mientras que los dioses miraban admirados el despliegue de poder y la forma en que se dirigía hacia el rey de los dioses. Zeus se echó atrás y no hizo ningún movimiento. Thalia guardo su rayo, haciendo que la situación se calmara. Caos sonrió triunfalmente. Y todos nosotros teníamos esa misma sonrisa en nuestros rostros.

—Bueno… ellos son mis capitanes y junto con Tyson son parte de mi ejército. Ellos se encargarán de entrenar en este año a vuestros hijos e hijas y compactarlos de tal manera que tengamos la menor cantidad de muertes posible —dijo Caos cercándose al centro de la sala. —Ahora mis campeones y comandantes de mi ejército —en ese momento aparecieron Piper y Percy. Esto iba a estar más interesante aún.

PERCY

Solté la mano de Piper cuando ya estábamos en visibles a todos los dioses. También sé que mostrar alguna clase de afecto la pone en peligro porque sabrán por donde golpearme y yo no quiero eso. No es que no crea que Piper pueda defenderse sola, pero yo no quería que tuviera que vivir peleando, yo quería pelear para que ella no tuviera que hacerlo, vencer para que ella no tenga que ensuciar sus manos. Vi a mamá sonreír cuando solté la mano de Piper. Me acerque al trono de mamá y me arrodille completamente, sentía vergüenza y un poco de temor por todo el tiempo que me había ausentado y no le había dicho nada, pude ver que todos me miraban con un signo de interrogación en sus rostros y en busca de alguna explicación. Hestia se levantó y se me acerco tendiéndome la mano para que me levantara, me había arrodillado en símbolo de respeto y buscando su perdón. Tome su mano para ponerme de pie, podía ver en su mirada rastros de felicidad, pero también de preocupación. Supongo que tendríamos una larga charla sobre todo el tiempo que me ausenté.

—¿¡Que pasa aquí!? —pregunto un poco alterado Zeus, me estaba dando motivos para descargar un poco de energía violenta sobre él —¿¡Qué relación tienes con este hombre y porque lleva tu símbolo en el pecho!? —grito un poco enfurecido el rey de los dioses poniéndose de pie.

No tenía tiempo para perder con estos dioses. Puse a mamá detrás mío porque no quería que nada le pasara, mi mamá no era precisamente una diosa guerrera y no me perdonaría que la insolencia de un estúpido rey de los dioses la dañara. Piper se puso a mi costado, pero le hice una seña para que no interviniera, así que finalmente luego de mirarnos fijamente se alejó.

—Ella es la única diosa que se merece mi respeto y mi relación con ella no es de tu incumbencia —los ojos de todos los dioses casi se salen de su órbita cuando escucharon lo que dije. Algunos con rabia, como Zeus y Ares y otros con un asombro. Poseidón y Ares se me acercaron peligrosamente, hice una señal a Piper para que protegiera a mamá. Desenvaine mi espada ligeramente como para enseñar que estaba preparado. Vi como Apolo y Artemisa tensaban sus arcos, me giré ligeramente hacia ella y le di una mirada mordaz.

—Creo que Tyson ya hablo contigo, así que yo que tu bajaría ese arco —la cara de Zoe fue de asombro y entonces supe que había cometido un error al mencionar eso. Artemisa se estremeció un poco y luego bajo lentamente su arco, aunque tiritaba de rabia, no quería amenazarla, pero era necesario ya que me estaban obligando a defenderme, Apolo siguió su ejemplo. Ares y Poseidón mantenían sus armas.

—No se equivoquen, puede que se lleven una gran sorpresa —dijo Hestia en tono provocador, todos giraron sus rostros para mirar a Hestia quien se mantenía apacible y tranquila. Caos por otra parte miraba con los brazos cruzados, él sabía que yo tenía cuentas pendientes y el me prometió que podría saldar esas cuentas así que no intervino en ningún momento.

—¿Crees que te tenemos miedo? —pregunto Poseidón acercándose peligrosamente, lo cual me hizo ponerme más en guardia aún. Thalia se puso a mi lado, pero la aleje a pesar de que insistía en quedarse conmigo, esta era mi pelea.

—Pruébame Poseidón, por favor, pruébame —dije venenosamente, pero fue Ares quien arremetió contra mi blandiendo sus espada, saque la espada que Tyson me había regalado que era de hierro estigio y bloquee con facilidad su ataque y rápidamente le devolví el ataque de manera certera apuntando contra su pierna de apoyo haciendo una herida profunda, Ares grito desesperadamente, ya que mantuve mi espada dentro de su muslo, mientras que canalice energía caótica a través de la espada, lo cual aumento su agonía, era como escuchar a un hombre siendo quemado vivo.

Todos estaban temerosos y aun mi madre se horrorizo por los gritos de Ares. No pude aguantar ver su rostro de padecimiento, así que pare y saque finalmente la espada no sin retorcerla en su interior, lo cual hizo que Ares se desmayara por el dolor. La cara de Zeus y de Hera era de una rabia incontenible, pero después de ver lo que le hice a Ares no creí que se atreverían a hacer algo, aunque tenía la esperanza que me dieran motivos para descargar mi ira sobre ellos. Enfunde mi espada lentamente por si a alguien se le ocurría hacer algún otro movimiento.

—Silena por favor atiende a Ares —Silena se acercó a Ares y empezó a revisar la herida, ante la atenta mirada de Apolo que asumo yo veía su orgullo herido de que una semidiosa tuviera mejores poderes de curación que él —Creo que ha sido suficiente… Yo soy campeón Caos, además de co comandante de sus ejércitos, bendecido por Caos, Pontus, Ananké y por Chronos primordiales de los mares, destino y tiempo. Pueden llamarme Aetos (αετός / águila) —me parece que cause el impacto que quería porque Zeus estaba reventando de rabia. Supongo que no le gusto que usara como nombre el animal que es su símbolo —¿Hay algún problema con mi nombre Zeus? —quería que me diera una razón para partirle la cara, solo negó amargamente, pero su rostro era ira pura.

—Supongo que tu rostro seguirá siendo un misterio —dijo Atenea con cierto desdén hacia mi persona, decidí seguirle el juego.

—Vaya… veo que no eres tan estúpida como pensaba —estaba probando sus límites y con esa afirmación lo logre porque Atenea me lanzo su jabalina con todas sus fuerzas, automáticamente, casi por instinto me gire y desplegué mis alas, sentí el golpe de su lanza impactar contra mi espalda, iba con tanta fuerza que me empujó hacia adelante y tuve que hincar una de mis piernas para frenar. Piper se me acercó a comprobar si estaba bien, le apreté ligeramente la mano para que supiera que estaba bien. Me giré con las alas extendidas, le hice una seña a Zoe, quien desplego su arco y lanzo una de esas flechas de energía marina directo al abdomen de Atenea, quien fue a parar contra su trono, mientras de su vientre salía icor y su rostro denotaba que la herida dolía. Artemisa miro a Zoe con asombro y un poco de desaprobación, no es como si esperara que una de sus cazadoras siguiera las órdenes de un hombre.

—¡Basta, esto es suficiente! —gritó Hera exaltada.

—Solo fue una broma —respondí burlescamente, mientras me hacía para atrás, para que Piper pudiera presentarse.

PIPER

La manera en que Percy contestaba ya daba un panorama de lo que sería el encuentro con los dioses, no sería un día de campo, pero tampoco llegaría a la matanza.

—Yo soy campeona de Caos y co comandante de sus ejércitos, bendecida por Thalassa y Caos primordial del mar, y algunas cosas más… Pueden llamarme Thyra (protectora) —no quería entrar en detalles aun porque quería mantener mi identidad a salvo. Me gire hacia Atenea que yacía en su trono siendo atendida por Apolo ya que se trataba de una flecha de energía manejable para Apolo. —Si Atenea… mi identidad también será un misterio —la cara de Atenea se endureció más aun, pero supongo que no tenía ganas de ser atravesada por otra flecha.

—Ahora… los campistas entrenaran con nosotros, queremos evitarle la muerte al mayor número posible —dijo Percy mientras se paseaba por la sala del trono con detenimiento.

Todos los dioses lo miraban reprimiendo sus propios impulsos por atacarlo. Ares ya estaba repuesto en su trono, apretaba las manos con furia contra Percy, Atenea por su parte apretaba las vendas que Apolo le había colocado en el abdomen empapado de néctar.

—Y si ustedes quieren unirse al entrenamiento serán bienvenidos —no pude evitar sonreír ante la provocación de Percy, Hestia por su parte no estaba tan feliz que digamos. Ella sabía que Percy había sufrido mucho, pero también tenía fe en que Percy haría lo correcto y no caería en lo mismo que los dioses, pero Percy necesitaba saciar su hambre de venganza. Y Hestia podía entender eso, pero no la hacía del todo feliz.

—Será un placer —dijo Hefesto contento, supongo que al ver que Tyson uso los dones de Leo lo hizo sentirse más suelto con nosotros, aunque desconocía nuestra identidad. Todos lo miraron extrañados por la naturalidad con que Hefesto acepto nuestra oferta.

—¿Que? ¡Ellos son los únicos que han valorado las virtudes de mis hijos! —grito un poco indignado Hefesto mientras que todos nosotros le hicimos una pequeña reverencia. Sonrió como nunca lo había visto, siempre había sido un dios muy serio y ensimismado en sus proyectos.

—Bueno Olímpicos, eso es todo… fue mejor de lo que esperaba, ahora presten atención… la guerra empezara de acá a un año aproximadamente, entrenen duro, respeten a mis guerreros y tal vez salven vuestros preciados tronos —todos escuchaban atentos las palabras Caos quien se dirigía directamente a Zeus. Luego se giró hacia nosotros. Y miro a Percy y a mí, quienes estábamos juntos para ese entonces —Por favor no los destruyan… los necesitaran para vencer a los titanes y gigantes —asentimos, dijo no destruir, lo que le paso a Ares no entra en ese rubro. Luego Caos se despidió de nosotros y hablo a nuestras mentes un último mensaje —Cuiden sus espaldas, no será lo último que los dioses planeen contra ustedes —luego abrió un portal y desapareció a través de él.

—Bueno… parece que ahora estamos solo nosotros y ustedes —dije con un poco de gracia en mis palabras, como para romper el hielo y la tensa calma que había en el ambiente.

—¿Que sigue ahora? —pregunto mi madre… Afrodita, quien tenía a Silena a los pies de su trono, sentí una punzada en mi corazón, sabía que ella había lamentado grandemente mi perdida, tanto que había puesto una maldición sobre Jason… Pero todavía no es tiempo de revelar mi identidad. Lo hare cuando Percy lo haga, estamos juntos en esto. Thalia por su parte solo lo hace para darle una sorpresa a Nico… ojalá resista la sorpresa.

—Dentro de una hora iremos hacia el campamento. Esperamos que estén allí para presentarnos —dije abriendo un portal e invitando a los hicos a pasar, uno a uno fue pasando no sin antes despedirse de sus padres y Artemisa en el caso de Zoe, pero la cara de Zoe se veía perturbada, como si estuviera pensando en lo que quiso decir Percy cuando dijo que Tyson ya le había hablado y Artemisa bajo su arco. Supongo que pronto nos enteraremos de que fue lo que sucedió. Llegamos al lago y todos teníamos preguntas en la cabeza. Pero creo que Zoe fue la primera en descargar su ansiedad.

—Percy ¿cómo es eso de que Tyson amenazo a Artemisa? —Percy tenía cara de preocupación, creo que acababa de cometer una indiscreción del tamaño de una casa. Percy se sentó en un tronco y nos invitó a hacer lo mismo.

—Cuando Tyson vino… Artemisa lo hizo enfadar y a eso súmale que las cosas contigo no están bien justamente por el tema de las cazadoras —Percy suspiro, mientras que la cara de Zoe decayó notablemente y se notaba que estaba entre furiosa y triste —Pues Tyson la amenazo de que si ella o sus cazadoras tocaban a algún muchacho él se encargaría de aleccionarla —Zoe tenía una mirada un poco perdida, parece que los problemas entre ellos solo están por agravarse.

—¿Y cómo sabes eso? —preguntó Thalia. Percy trago amargamente, mientras que todos esperábamos su respuesta. Me miro por un momento y le sonreí, no era momento para guardar cosas, no después de lo que Caos dijo que los dioses intentarían algo contra nosotros por haber herido su orgullo. Suspiró hondamente y tomo la mano de Zoe. No puedo negar que no sentí envidia y hasta un ligero ataque de celos, pero me sobrepuse. Aunque no podía percibir los sentimientos de Percy si sabía que estaban allí, en algún lugar.

—Lo primero que debes saber es que si no dije nada fue porque lo prometí —Zoe asintió lentamente, quería saber más sobre lo que Tyson hizo —Verán, Tyson trajo el sistema de comunicación y hemos estado comunicados durante este año, el necesitaba alguien con quien hablar y bueno... yo soy bueno escuchando —dijo Percy casi con dificultad, todos sabían que había algo mal entre los dos, pero no creí que fuera a reconocerlo públicamente. Thalia le dio un golpe en el hombro. —El punto es que cuando presentaron a Tyson, Artemisa lo hostigo… justo Artemisa y bueno Tyson descargo su mal humor sobre ella —Zoe estaba pensativa y con los ojos llorosos.

—Pero no era necesario… —se confesó delante de nosotros. Thalia se acercó y la abrazo mientras Zoe se desahogaba con lágrimas de dolor. Silena casi que también estaba llorando por la escena que estábamos presenciando.

—Tyson ha sufrido mucho y como todos tenemos maneras diferentes...—dijo Percy pensativamente, mientras que vi cómo se estremecía, pero se controlaba para no quebrarse —Deben prometer que nunca comentaran lo que les diga… sobre todo tu Zoe —todos asentimos y Zoe también asintió con lágrimas en los ojos —No mintió cuando dijo que nunca hubo una ciclopina… —los ojos de Zoe se abrieron ampliamente, como si supiera lo que está por venir —Seguramente saben que Ella y el estuvieron saliendo por un tiempo.

—¡Quien es Ella! —grito agitada Zoe quien no podía mantener la rabia que estaba experimentando. Thalia la tomo del hombro y la sentó violentamente, lo cual hizo que el rostro de Zoe fuera de asombro y el nuestro de un poco de preocupación.

—Ella era la arpía más noble que alguna vez conocí —dijo Percy dando énfasis en "era" con pesar en sus palabras, podía casi sentir lo que estaba por venir. Thalia asintió dando su aprobación a las palabras de Percy, mientras que Zoe, Lena y Beck estaban atento a lo que Percy estaba por decir.

—Tyson nunca me hablo de ella —dijo Zoe un poco más calmada, pero se notaba que se sentía un poco decepcionada.

—Un día mientras salían a pasear fueron atacados por un grupo de arpías que querían llevarse a Ella, pero Tyson no lo permitió y luchó, cuando estaban por escapar en el agua una arpía hirió a Ella en la espalda, la herida fue mortal —Percy tenía lágrimas en sus ojos y Zoe bajo la cabeza avergonzada por la escena de celos que había hecho —Ella murió en los brazos de Tyson en el fondo del lago, no pudo hacer nada para salvarla… tiempo después de eso Poseidón lo envió al Tártaro por recriminarle lo que hizo conmigo —para ese momento todos teníamos una mirada sombría.

—Lo siento —dijo Zoe con culpabilidad en el tono de su voz. Percy se le acerco y puso su mano en su hombro.

—Está bien… es algo muy doloroso para el… es por eso que tal vez reacciono así contigo —Zoe se puso a llorar desconsoladamente sus lágrimas fueron contagiosas, porque todos teníamos lágrimas en los ojos —Lo bueno es que todavía tienes la opción de elegirlo a él antes que a las cazadoras —dijo Percy de manera sugestiva y esperanzadora. Zoe asintió rápidamente.

—Ahora… nadie debe saber nuestras identidades ¿OK? Los dioses no están en los mejores términos, así que debemos cuidarnos las espaldas —dije yo cambiando de tema y su postura se volvió seria, porque ya era hora de encaminarnos hacia el campamento. Podía verlo frotar su pulsera y eso no era algo que me entusiasmara.

—Lo mío solo será temporal, porque quiero sorprender a Nico —dijo Thalia esbozando una sonrisa macabra. Sin duda eran tal para cual.

—Yo esperare el momento preciso —dijo Percy con tranquilidad.

—Me uno a tu idea —dije yo con naturalidad, pero Silena me guiñaba un ojo de manera sugestiva.

—Por último, ni una palabra sobre mi relación con Hestia, Zeus esta tan loco que podría usar eso en mi contra. Suficiente con las molestias que tuvo hoy —dijo Percy frotándose la cabeza. —Además… Poseidón, Mark, Annabeth y Jason son míos… no les hagáis nada yo me encargare de ellos —su sonrisa se había desvanecido por una seriedad sepulcral.

—¡Pero Percy! —dije protestando, me dio una mirada que no podía ignorar, entendía a lo que se refería.

—Piper y yo nos encargaremos de entrenar a los líderes de cabaña y los pretores romanos… ustedes se dividirán al resto de los semidioses junto con Tyson. También entrenaremos a los dioses que se presenten al entrenamiento, pueden herirlos, pero sin abusar —dijo Percy con una sonrisa sádica, todos hicimos un gesto de victoria, todos de alguna forma teníamos algo contra los dioses —Creo que eso sería todo —dijo Percy mientras que abría un portal para que pasaran todos. Al final solo quedamos él y yo.

—No tomes ningún riesgo innecesario —me dijo poniendo su mano en mi hombro, sentí que su pulsera vibraba con más intensidad. Lo mire de manera desconcertada. —Tranquila, está bajo control —aparto la mirada hacía su pulsera que no paraba de vibrar. Podía ver una mueca de dolor en su rostro. Solté su hombro con delicadeza, creo que tendría que acostumbrarme a solo disfrutar de su presencia sin buscar mi propia satisfacción en el contacto físico o largas charlas y otras cosas que antes si podíamos compartir.

—Si vas a encargarte de Jason… yo me encargare de Annabeth —dije luego abrí un portal y le sonreí, negó con la cabeza. Cuando cruzamos nos encontramos con algo no tan agradable.

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