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Chapter 16 - Es suficiente para mi

PIPER

—¿Piper que estás haciendo? —me sobresalte al escuchar esa pregunta. No me había dado cuenta que sigilosamente había entrado en la sala del trono, lo cual tenía sentido, porque su habitación estaba al costado. Me miró fijamente por un momento analizándome, y luego su mirada se fijó en la pantalla, donde aún estaba la imagen de Jason que convenientemente miraba hacia la "cámara" como si supiera que es observado.

—Yo… yo… solo… —Rápidamente cerré la conexión, no pude terminar la frase porque mi corazón palpitaba a ritmo acelerado, las lágrimas se detuvieron de golpe y mis manos temblaban involuntariamente por la sorpresa de la presencia de Percy, no puedo decir que se veía molesto, pero si había un toque de confusión en su mirada, seguido de un poco de decepción. Eso me dolió mucho. Baje la mirada con vergüenza. Como si me sintiera indigna de mirarlo, cuando intente levantarla, él corría rumbo a su habitación, mientras se agarraba el hombro para inmovilizarlo junto a su cuerpo.

—¡Percy… Percy espera! —grité, pero mi voz no fue escuchada, solamente escuche el duro golpe de la puerta que se cerraba delante de mí, me acerque a la puerta intentando entrar, pero fue inútil, estaba cerrada, pero revise mi mano y tenía sangre que se había pegado en la cerradura —Percy por favor déjame entrar —dije casi rogando, no quería que sufriera y menos por mi culpa. Entonces decidí usar un poco de encanto vocal, me sentía mal por usarlo con él, pero no tenía otra opción ya que no quería dejar las cosas así. Me sentía una zorra, yo sé que tengo sentimientos por Percy, pero por otro lado no puedo dejar ir mi pasada vida y aun me vienen recuerdos que no puedo controlar y que no sé cómo interpretarlos. Me concentre y puse toda mi energía en mi encanto vocal —Percy abre la puerta —parece que no funciono, pero si me debilite tanto que caí al suelo y empecé a ver borroso. Lo último que recuerdo fue que todo se volvió oscuro.

PERCY

Entre en silencio casi con pereza, solo quería entrar a mi cuarto y echarme en la cama, 9 días es mucho tiempo, pero nada comparado con los 15 años que tendré que estar aquí, aunque francamente no quiero volver, pero lo hago porque mis amigos nos necesitaran y debemos ayudarle. Finalmente estuve lo suficientemente adentro como para ver a Piper quien miraba la pantalla que Caos tiene cerca de su trono, desde donde monitorea todo lo que pasa en el universo. Lo interesante de este sistema es que no establece una conexión con el sitio que se está observando sino solo es un observador pasivo.

Ella estaba sollozando, así que eso me preocupo un poco, se notaba aún frágil, tan sola, no me gustaba verla así, así que en silencio me asome más para poder ver qué es lo que la tenía así. Hasta que finalmente vi la causa de su estado. Me entro rabia, pero decidí controlarla como Ananké me había enseñado, pero lo que no pude evitar fue sentir que la herida se empezaba a abrir lenta y dolorosamente. Me sentía indignado, confundido y decepcionado, pero a la vez dolido. No podía entender como aun podía siquiera pensar en ese tipejo. No éramos nada, solo amigos, pero no podía evitar sentir un poco de celos.

Salí corriendo del lugar porque sentía que la sangre empezaba a fluir con libertad manchando todo mi atuendo. Corrí, pero sentía un gran dolor debido al movimiento que hacía para correr, así que sostuve mi brazo con mi otra mano para que no se moviera mientras corría. Ella gritaba, pero yo no quería escuchar nada, solo quería estar solo y calmarme para que esto se curara de una vez por todas. Cerré la puerta, tire mis cosas al suelo y me lance sobre la cama, ni siquiera preste atención a lo que me rodeaba, ni a la decoración, ni a las cosas que tenía. Solo cerré mis ojos con fuerza por un momento. Ella rogaba desde afuera, lamentaba que todo haya sucedido así, pero yo no podía permanecer cerca de ella, menos cuando sucedían estas cosas, porque mi herida me dejaba fuera de combate y con un dolor inmenso. Así que solo me quede allí en silencio. Sentí que algo me ordenaba a levantarme y abrir esa puerta, era más fuerte que yo, entonces supe lo que estaba haciendo, estaba usando su encanto vocal sobre mí, eso me molesto aún más, como se atreve a usarlo. Me concentre sobremanera, al haber estado entrenando con Ananké, mi fortaleza mental se hizo más sólida y resistente. Así que con mucha fuerza de voluntad no deje que el encanto vocal de Piper me afectara.

Sentí un golpe afuera y decidí que podía asomarme a ver qué pasaba, era Piper que estaba tirada en el suelo, le levanté con fuerza sintiendo mucho dolor y la llevé hasta mi habitación, no tenía otra opción. Sabía lo que tenía, simplemente estaba agotada por usar su encanto vocal conmigo, así que la tendí en la cama para que pudiera descansar, luego la arrope, para que no pasara frio. Todo esto estaba produciéndome mucho dolor y sentía que mi cabeza entraba en un cortocircuito de pensamientos y recuerdos dolorosos. Necesitaba que Ananké me ayudara a poder reprimir esto en caso no pueda controlarlo.

—Aquí podrás descansar —dije mientras yo salí de mi habitación mientras me limpiaba la herida lo mejor posible y me ponía una nueva camiseta, me dirigí a la sala del trono. Ahora estaban Caos y mi hermano Tyson. No pude evitar sonreír, sabiendo que ahora Tyson estaría aquí conmigo.

—Percy... Tyson se quedará contigo, si estás de acuerdo —dijo Caos

—¡Claro! Ya está todo preparado —dije animado, no tendría que estar solo —Solamente esperemos un rato para que te acomodes —dije un poco tímido, Caos me miro de manera curiosa —Ummm… Piper está dormida en mi habitación… se desmayó —dije rápidamente para que no entendieran de manera errónea.

—¿Que has hecho Percy? —pregunto inocentemente mi hermano, esa era una de las cosas reconfortantes de Tyson, no es malicioso, y tampoco tiene maldad en su corazón.

—Yo… nada —pero parece que no fui convincente porque Caos me levanto una ceja en señal de interrogación. —Ella intento usar su encanto vocal conmigo y fue demasiado para ella, así que se desmayó por eso —Caos asintió y luego nos dejó para entrar en la habitación mientras que yo me quede con Tyson.

—Vamos Tyson, quiero mostrarte el lugar, luego vendremos por aquí. Tyson me siguió y nos dirigimos por el pasadizo rumbo a un par de habitaciones. Toque en la habitación que decía Zoe y Thalia y trague profundo porque sabía lo que me esperaba con Thalia, Tyson se rio un poco de mi actitud.

—Tú también tendrías temor si vieras como se pone —Tyson empezó a soltar una risa que retumbaba en todo el pasillo. La puerta se abrió. Era Thalia, su rostro era como una tormenta cuando me vio, era como si la ira del mundo fuera a descargarse sobre mí. Trague saliva y su rostro se dirigió hacia Tyson, ¡entonces se suavizo ¡Tyson es mi salvación!

—¡Tyson! —dijo Thalia mientras se abalanzo a abrazarlo no sin antes darme una mirada mortal Tyson se rió un poco y abrazo a Thalia

—¡Thalia! yo también me alegro de verte! —no sabía si Caos le había hablado de la situación de porque estaba aquí.

—¡Genial! Os dejo para que se pongan al día —dije mientras me alejaba con una sonrisa de victoria y alivio en mi rostro. Casi me parecía escuchar en el viento —¡Percy Jackson vuelve aquí! —Pero yo estaba demasiado lejos para prestar atención.

Era momento para volver a mi habitación y ver cómo iban las cosas, aspiré hondo antes de ingresar, mi mente estaba un poco despejada, pero no tranquila. Por una extraña razón aun sentía que Piper estaba ligada Jason. Me producía una revoltura de estómago y la ira se acumulaba a pasos agigantados, podía sentir mis auras acrecentarse, luego recordé que no puedo dejar que la ira me domine, así que me calme y respire hondamente. Entre a mi habitación, donde Caos estaba parado mirando a Piper que aun descansaba en la cama, me vio y me hizo un gesto para que me acercara.

—Ella solo necesita descansar, su encanto vocal debió ser muy fuerte para que la dejara en ese estado —me dijo inquisitivamente.

—Si lo fue, me costó mucho luchar contra el —dije con honestidad. Caos sonrió mientras se aproximaba a la puerta.

—Es mejor que solucionen las cosas, tu entrenamiento podría poner las cosas más difíciles entre ustedes —dijo medio pensativo. —Entrenar con Chronos dura 3 años, deberás ir a su palacio para ello... no hay otra forma —¡Oh dioses no! Más tiempo de soledad... Piper... Los chicos.

—Está bien... veré como puedo resolverlo —suspire mientras que la puerta se cerraba con delicadeza.

Me senté en el borde de la cama, la pulsera vibraba de manera constante mientras miraba a Piper, dormía apaciblemente, mientras que yo movía lentamente el hombro de Piper para que pudiera despertar, quería hablar con ella. Pero no sabía que decir ni como decirlo, tal vez simplemente debo decirle la verdad… o algo que le haga entender que mis sentimientos por ella no se han ido.

—Piper —susurre y ella luchaba con abrir sus ojos. —Piper, despierta —trate de ser un poco más convincente. Deje salir un poco mi lado cariñoso, aunque por dentro todavía era consciente de lo que había visto… Jason… ese tipo sí que hacía que mi sangre hirviera a temperaturas incalculables. Así que le acaricie un poco el cabello para despertarla.

—Percy —susurró sin siquiera abrir los ojos. Hasta que finalmente los abrió, se veían temerosos y llenos de sinceridad. Suspire silenciosamente, esto puede que sea un poco jocoso.

—¿Te sientes mejor? —pregunte cortésmente, como queriendo iniciar torpemente la conversación, ya que parecía que había una barrera entre nosotros, ella dudo un momento entre si responder o callar, sus labios temblaban ligeramente. Me quede en silencio esperando que se tranquilizara, no podía exceder mis límites a menos que quiera tener que volver a salir por el dolor, pero si acaricie su pelo mientras que ella dejaba de llorar, fue un momento un poco tenso, me sentía un poco culpable porque ella había tenido que usar su encanto vocal para tratar de llegar a mí. —No deberías usar tu encanto vocal conmigo —dije con la mayor convicción, estupendo allí vamos con un poco de orgullo como para mejorar las cosas. Me miro un poco herida, pero a la vez temerosa ya que ahora le tocaba hablar a ella.

—Percy, no fue lo que parecía —dijo sollozando como si sintiera que me hubiera traicionado. Asentí con la cabeza para que continuar con lo que estaba diciendo. —Yo estaba preocupada porque tú no regresabas… —empezó a calmarse y yo empecé a sentirme avergonzado e inseguro.

Realmente no me había dado cuenta de las cosas que Piper había hecho en mi vida, para comenzar me salvo la vida, porque hubiera muerto en ese lago si no fuera porque ella me salvo. Segundo me cuido, mientras nadie más lo hizo, vino conmigo dejando todo, aunque para ella todavía hay cosas por las que estar en el mundo. Mi corazón aún estaba débil como para tratar de contener una emoción tan grande como la que yo quería sentir con Piper, pero sé que voy a estar preparado algún día para entregárselo, si es que ella aún me quiere ese día.

—Empecé a buscarte en la pantalla, pero al parecer ese sitio también es inaccesible… empecé a ver los campamentos —mi cara cambio rotundamente por el recuerdo del campamento y de lo que allí me había sucedido. Ella lo noto porque no continuo por un momento —Y fue por eso que viste lo que viste —ella me estaba dando explicaciones como si fuera mi novia, y eso no era necesario, pero me hacía sentir bien.

—Está bien… ya pasó, en realidad no tengo porque enojarme por ello—dije torpemente, no quería arruinar la conversación con mis divagaciones sobre lo que vi, su explicación era suficiente para mí. —Quería saber cómo estabas —ella suspiro pesadamente —No quiero que las cosas estén torpes entre nosotros —se animó un poco ¿de verdad puede ser tan difícil hablar con claridad y fluidez cuando estoy con ella?

—¿Porque no quieres que las cosas estén mal? —pregunto ella, como para hacerme más difícil las cosas. Suspire y tome fuerzas. Con delicadeza tome su mano, ella temblaba, no sé si de frio o de emoción, así que hice algo curioso, me encendí en llamas para poder calentarla, sabía que no le haría daño, porque ella era campeón de Hestia, así que era inmune al fuego de Hestia. —Gracias —susurro ella, mientras que yo le devolví una sonrisa amable.

—Tú sabes que prácticamente soy un desastre —ella asintió —Estoy dañado, Piper —confesé con pesar, aun me dolían ciertas cosas con respecto a Annabeth, sin hablar de todo lo que recientemente me había tocado vivir, solamente que mi entrenamiento con Ananké me había ayudado a mantenerlo a raya y fortalecerme para que no sea un punto débil en mí.

—Lo… se —dijo ella tímidamente, mientras frotaba su pulgar en mi mano con delicadeza enviando por mi cuerpo un escalofrió que me hizo estremecer en lo más profundo. Nadie había logrado bajar mis defensas como ella lo hacía, y no debía esforzarse mucho. —Lo se… y está bien… todavía estas sanando y sé que no será fácil —dijo ella en tono comprensivo, demonios, eso me mata de ella.

—Yo… aun no puedo ser todo lo que esperas, no estoy listo, aun... —dije suspirando cuando me di cuenta que había usado la palabra aún… sentía que mis mejillas se sonrojaban, que mi cuerpo entero estaba lleno de sangre que se bombeaba a velocidades inhumanas. Piper tenía una sonrisa de su rostro y de cómo estaba disfrutando todo esto.

—Percy Jackson... —dijo ella divertidamente mientras fingida una cara de asombro gracioso y se llevaba la mano a la boca. Lo había hecho por mí, para que no me sintiera estúpidamente avergonzado.

Ella se acercó lentamente a mí, me puse nervioso por lo que estaba por hacer. Y beso mi mejilla con delicadeza, pero prolongadamente, haciendo que el calor de sus labios calentara mis mejillas profusamente. Se sentía como tener en la mejilla una braza de fuego. Y su olor a vainilla y canela era inconfundible, e intenso. Mi ser podía empezar a diferenciar sus auras, era como que mi sistema se estaba afinando poco a poco y podía reconocer el poderío que Piper encerraba, realmente era muy poderosa, y si fui capaz de vencer su encanto vocal, fue por la pulsera y por el entrenamiento de Ananké.

—Gracias —le dije mientras ella sonreía, e intentaba levantarse, pero no logro hacerlo porque aún estaba muy débil y porque yo no se lo permití. —¿Qué crees que haces? —dije un poco disgustado.

—Voy a mi habitación… —dijo tímidamente.

—Ni hablar… te quedas aquí, al menos por esta noche —dije con determinación, que ella no se opuso y se recostó nuevamente en la cama. Le acomode un par de almohadones en la cabecera, mientras que le quitaba las botas de los pies para que pudiera estar más cómoda. —Tienes los pies fríos —ella se encogió de brazos, así que empecé a frotar sus pies, ella empezó a retorcerse con gracia.

—¡Para Percy! —gritaba de manera ahogada. Yo no pude evitar reírme, de la expresión de su cara, pero no por eso dejé de hacerlo. Era un momento agradable sin duda. Piper se retorcía, mientras que me gritaba que parara. —Percy… por favor —pedía mientras sus pies se retorcían en mis manos. Entonces sentí un pequeño tirón en el hombro, de esto hablaba Ananké cuando me decía que esto podría pasar en cualquier momento en que el terror y las pesadillas quisieran atacarme, automáticamente solté los pies de Piper y me aparte un poco, mientras con un poco de dolor volvía a tapar sus pies con una frazada. Ella me miraba con cuidado y preocupada, como si supiera lo que estaba pasando. —¿Que pasa Percy? —pregunto cautelosamente, sin intención de querer presionarme y agradecí por eso.

—Nada… estoy bien —dije tratando de tranquilizarla mientras pensé en que Ananké tendría que hacer algo por mí, ya que no podría resistir esto para siempre. Necesitaba algo que me ayudara a repeler los ataque y bloquear los estímulos externos que podían ser un detonante.

PIPER

—¿Que pasa Percy? —pregunté con cautela, el no dio ninguna señal, pero se frotaba la muñeca con dedicación, pude notar que nunca había visto lo que tenía en la muñeca. Era una pulsera de oro

—Nada… estoy bien —dijo tratando de sonar tranquilo, pero yo sabía que solo lo hacía para que yo no me preocupara, tal vez era el momento de dejar de encubrirnos cosa.

—No me mientas Percy Jackson… no a mí —le dije casi suplicando. Sus ojos se abrieron como si le hubiera llegado al corazón lo que le dije. —Dime lo que está mal —tenía la ligera sensación de que tenía que ver con su herida en el hombro, así que con cuidado me levante de la cama. Y me senté al borde de la cama junto a él.

—Esta herida… me la hizo Fobos —me dijo con sinceridad mientras se descubría el hombro, entonces la vi, era una cosa impactante, un corte que notablemente no estaba curado y parecía aun fresca y sensible al mínimo parecía que podía abrirse.

Después de mi conversación con Caos había investigado un poco más sobre Fobos y su mortal ataque. Un ataque de Fobos podía ser una tortura eterna, debido a que pocas personas sobrevivieron a uno de esos ataques. ¡Maldito hijo de Ares! Su herida se veía como que se estaba abriendo. No me atreví a tocarlo, porque no quería que mi roce produjera algún dolor. Luego se volvió a cubrir.

—Es una herida que no cierra… —dijo con un poco de frustración. No sabía qué hacer para animarlo, podía ver que sufría por el dolor de la herida, me estaba confiando algo que en manos de alguien imprudente podría ser casi mortal. Sentí un dolor profundo, sabía que la vida de Percy no había sido fácil ya antes de llegar al campamento y las circunstancias en como llego, siempre perseguido, huyendo del peligro, con miedo, luego estaba el tema de la muerte de su madre, que había calado profundamente en él, aunque nunca le vi flaquear, quejarse o venirse abajo, pero sabía que no podía ser fuerte para siempre, que llegaría el momento en que eso que contenía dentro de él se desbocaría.

—¿Qué recuerdos son esos? —pregunte audazmente, mientras que el volteo el rostro y dejo de mirarme por unos minutos.

—Mi padrastro Gabe, la muerte de mamá y Paul, Annabeth, el tártaro, el destierro... tantas cosas —parecía que quería decir algo más, pero no lo dijo, no quería forzarlo a hablar de cosas que no quería, el silencio era su refugio y talvez el último lugar donde podía estar a salvo, entonces resonó una palabra Caos: Confianza, decidí confiar en que si no podía decírmelo era lo mejor —En realidad la herida tal vez nunca sanará, porque siempre habrá algo que hará detonar una que otra cosa —dijo cerrando los ojos con dolor, mientras que yo solo apoye mi cabeza en su hombro, no sabía realmente como hacerlo sentir mejor. Sentí que algo vibraba, era su muñeca, exactamente la pulsera que llevaba puesto. No me atreví a preguntar más, prefería que él me fuera contando lo que podía. —Piper… —me susurró.

—Si Percy… —le dije con ternura, mientras movía un poco mi cabeza para estar más cómoda en su hombro, sentí que se estremeció y luego se tensó.

—Gracias… por estar aquí conmigo, jamás podré agradecerte lo suficiente —me rompió el corazón la sinceridad de sus palabras. Y me entrego Katropis, estaba un poco sucia la vaina, pero se notaba que le había dado uso.

—Siempre estaré contigo —traté de encontrar toda la sinceridad de mi corazón para que pudiera sentirlo y saberlo.

—Y perdóname... porque sé que mientras esta herida este abierta te hará sufrir también —eso me asustaba, que tendría más episodios como entes, donde tendría que estar solo, donde no podría acercarse nadie a ayudarlo.

—Solo prométeme que tu estarás conmigo también —le dije haciéndolo sonreír un poco.

—Siempre… me salvaste la vida —dijo casi suspirando. Eso fue suficiente para mí, no estaba ni cerca de ser una declaración de amor cursi y dramática, pero para mí fue como fuegos artificiales y hormigueo en el estómago. Su "siempre" más las cosas que dijo antes fueron todo lo que necesitaba para ser feliz, hasta que el decidiera seguir adelante. Era suficiente para mí.

PERCY

Luego de hablar con Piper pase toda la noche sin dormir. Piper permaneció en mi habitación y yo simplemente salí a caminar porque sentía dolor en la herida. Ananké me había dicho que en cierta forma tenía que acostumbrarme a esos episodios imposibles de predecir, no quería, no quería vivir en el dolor. Me encontraba perdido en mis pensamientos paseando por la arena de entrenamiento que no me percaté de la presencia de nadie sino hasta que alguien toco mi hombro.

—¿Percy que haces por aquí a esta hora? —era Aether. No había hablado mucho con los demás primordiales, ya que cada uno estaba muy centrado en el entrenamiento de cada uno del equipo. Pero había algo relajante en la presencia de él y Hemera.

—Podría preguntar lo mismo —le respondí en un tono jovial. Él me sonrió ligeramente señalando hacia una parte de la arena.

—Es una buena noche para dar un paseo con aquella dama—estaba Hemera parada jugueteando con su espada, dio un pequeño asentimiento con la cabeza.

—Entonces me iré, no quiero interrumpir, solo estaba tomando aire —dije rápidamente, no quería interrumpirlos. Yo solo necesitaba caminar sin un rumbo fijo.

—No te preocupes, hay espacio para todo —me dijo despreocupadamente mientras su mirada estaba fija en mí. —Te ves cómo alguien que necesita ayuda —le sonreí ligeramente.

—De hecho, sí, tengo un problema —me descubrí el hombro con cuidado, y saqué un poco del vendaje para mostrarle. Necesitaba encontrar la manera de controlar esto sin que tuviera que hablar de ello, me avergonzaba, lo odiaba, detestaba esta parte de mí, esta parte cobarde y llena de secretos. Ya un día me lo había dicho Grover: no siempre puedes ser el héroe de tu propia vida. No sabía que tan real podía ser hasta que Fobos con su ataque me había mostrado mi propia miseria.

—Vaya problema —me dijo haciendo una cara de dolor fingido. —Estuve allí cuando regresaste del tártaro ¿Fobos? —asentí rápidamente mientras me acomodaba el vendaje.

—Fue una situación inesperada —era cierto, no me lo esperaba, si hubiera sabido que esto iba a pasar por lo menos me hubiera llevado un par de soldados de Caos.

—Me imagino que si ¿cómo te ha ido con el entrenamiento de Ananké? —no quería admitirlo, pero me estaba resistiendo con todas mis fuerzas y Ananké lo sabía, por eso nuestro entrenamiento duro tan poco y me dijo que luego volveríamos sobre ello.

—Hemos avanzado, pero no puedo simplemente hablar de todo lo que me ha tocado pasar y los horrores que tenido que experimentar —Aether me escuchaba con atención mientras ponía su mano sobre su mentón en pose pensador.

—Nunca es fácil, puedo entender cómo te sientes —nunca había sido un gran lector, por lo que no sabía la historia de los primordiales como para saber que o quienes hacían que o cual cosa. —Pero, no vas a poder huir de ello para siempre —en eso tenía razón, yo lo sabía, todos lo sabían, pero simplemente no estaba preparado para ello. Había tenido éxito en mi misión de alejarme de mis propios problemas que pensé que ya no estaban más.

—Lo sé, es solo que nunca fui de los que hablan de sus problemas con nadie —Aether sonrió seguramente no era el último de quien escuchaba eso. —Ya no puedo perder tiempo con esto, debo poder entrenar —su rostro se volvió serio, creo que él sabía que estábamos contra el reloj.

—No sé si pueda ayudarte con eso, al menos no sin molestar a algunos —sabía que lo que podía llegar a pedir era algo que podía incomodar a la misma Ananké.

—¿Cómo podría ser? —tenía curiosidad de lo que me podía ofrecer.

—Verás, tenemos algunos artículos especiales que tal vez podrían ayudarte, nos han servido para casos especiales —sonaba tan oscuro cuando dijo especiales que me dio un ligero escalofrío.

—Necesito algo que bloquee mis reacciones a los "detonantes" externos, por ejemplo, hablar sobre la muerte de mis padres, Annabeth, los dioses, el destierro, el tártaro... —el me miró fijamente, como estudiando mi petición. Ni siquiera yo estaba seguro de lo que estaba pidiendo, pero necesito ocultar mis puntos débiles. No podía permitirme estar indefenso.

—¿Sabes lo que estas pidiendo? —me preguntó con un poco de dureza en sus palabras. Me sentí descubierto, avergonzado. No podía dejar que cualquier emoción me dejaran vulnerable debido al ataque de Fobos. —Lo que pides tiene sus riesgos, la negación de los sentimientos trae consecuencias... tus sentimientos por la familia, amigos, negar las cosas que te pasaron buenas o malas y el cómo te afectaron... solo te hará frio e indiferente y traerá amargura, puede que te vuelva fuerte al comienzo... pero te destruirá al final —dijo de manera reflexiva.

—Sino puedo entrenar, simplemente no sirvo para esto —yo sabía que el comprendía esa parte. Caos y el resto no lo entendería y me diría que podía superar esto, pero yo no quería quedarme estancado.

—Comprendo tu dilema, pero aún asi pienso que deberías pensarlo, puede que pierdas más de lo que ganas —sonaba como que él conocía muy bien las consecuencias de lo que le pedía.

—Sé que debo, se lo debo a Caos, a mi familia ellos simplemente fueron eliminados, no puede quedar asi —su mirada se quedó fija en mí, y por un momento pude verme reflejado en él, suspiro al final mientras sentíamos que se acercaba Hemera —Ven a verme mañana al terminar tu entrenamiento, veamos qué podemos hacer —le extendía la mano en agradecimiento y la tomo con algo de duda.

—Gracias señor Aether —negó rápidamente.

—No me lo agradezcas aún, siento que estamos cometiendo un error —yo también, pero si podía dejarme entrenar y poder llevar al equipo y al ejército a la victoria estaba bien para mí.

—También lo siento, pero es necesario —Hemera estaba a un paso de nosotros miró y cerró los ojos, no dije una palabra más.

—Ahora me voy porque no quiero hacer esperar a Hemera —volteó para encontrarse con la mirada afilada de Hemera quien me miro y le di una rápida sonrisa. Cuando se fueron pensé que era mejor volver y tratar de dormir un poco, pero no donde Piper, necesitaba descansar, asi que me dirigí a las habitaciones de uno de los batallones.

—Rayos, debo volver a cambiar estas estúpidas vendas —susurré mientras miraba como la herida estaba abierta. No podía esperar más.

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