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Chapter 20 - Capitulo 19:Te senti mas Cerca Hoy

🍽️ Después del almuerzo

Nicole terminó de comer con su madre, quien le había preparado arroz con pollo y jugo de chinola.

La conversación fue tranquila, con risas suaves y alguna que otra pregunta sobre la feria.

Pero en su cabeza ya giraba otra cosa: cómo vestirse.

Subió a su cuarto, cerró la puerta, y se puso a revolver el armario.

Sacó varias prendas, las dejó sobre la cama, y empezó a probarse frente al espejo.

Cada outfit tenía su propio aire:

Blusa blanca con falda negra: elegante, pero muy formal.Vestido celeste con tirantes: dulce, pero algo infantil.Pantalón corto con blusa cute de mangas abullonadas: fresco, coqueto, y un poco atrevido.

Se tomó fotos.

Tres en total.

Y se las mandó a Alex.

📸 La indecisión

—¿Cuál te gusta más? —escribió.

Alex tardó unos minutos.

Cuando respondió, fue con su estilo de siempre:

—Te ves linda con cualquiera 😍

Nicole frunció el ceño.

Se tiró sobre la cama y escribió:

—¡No me digas eso! Elegí uno.

—No quiero parecer desesperada, pero… ¡ayúdame!

Alex respondió rápido esta vez:

—La foto 3.

—La del pantalón corto y la blusa cute.

—Me gusta cómo se te ve.

—Y sí… capaz soy un poquito pervertido 😅

Nicole se rió.

Se sentó de nuevo frente al espejo.

Miró el outfit.

Y escribió:

—Lo sos.

—Pero está bien.

—Me lo voy a poner.

👕 Él también se arregla

Un minuto después, Alex le mandó una foto suya.

Camisa negra, jeans ajustados, y el cabello peinado con más cuidado que de costumbre.

La luz del cuarto le daba un aire serio, pero dulce.

Nicole lo miró.

Y escribió:

—Te ves muy guapo.

—Como para que me dé nervios verte.

Alex solo respondió con un emoji sonrojado.

Y un "Nos vemos allá ❤️".

Nicole se quedó mirando la pantalla.

Y pensó que, por primera vez, no solo quería gustarle.

Quería que él la mirara como si ya la quisiera.

🚌 En la escuela

El patio estaba lleno de estudiantes.

Los profesores organizaban la salida en dos autobuses: uno para los chicos, otro para las chicas.

"Para que haya más tranquilidad", decían.

Nicole se montó con sus amigas.

Buscó con la mirada.

Pero no vio a Alex.

Justo cuando se sentó, su celular vibró.

"Ya estoy en el bus. Te veo allá 😘"

Nicole sonrió.

Se acomodó el cabello.

Y pensó que, aunque no lo tuviera al lado…

Ya lo sentía cerca.

🌄 El camino en autobús

El autobús avanzaba por una carretera rodeada de árboles altos y campos abiertos.

El sol filtraba su luz entre las ramas, creando destellos dorados sobre el vidrio.

Nicole iba sentada junto a Michelle, mientras Hengely se reía con unos audios que escuchaba con un solo auricular.

—¡Miren eso! —dijo Nicole, señalando un lago pequeño que brillaba a lo lejos.

Michelle se asomó por la ventana.

—Parece de película.

Nicole sacó su celular y le tomó una foto.

Luego otra, a un grupo de flores silvestres que crecían junto a la carretera.

Y una más, a un árbol solitario que parecía inclinarse hacia el camino.

—¿Para qué tantas fotos? —preguntó Hengely.

—No sé —respondió Nicole—.

—Capaz para acordarme de que hoy… estoy feliz.

Michelle sonrió.

Y Hengely le revolvió el cabello con cariño.

—Estás rara.

—Pero linda rara.

🎪 Llegada a la feria

El autobús de las chicas llegó primero.

El lugar estaba decorado con banderines, música suave, y el aroma de algodón de azúcar flotando en el aire.

Nicole bajó con su mochila cruzada y el celular en mano.

Miraba a todos lados, pero buscaba a dos personas en especial: Alex y Dan.

—¿Ya llegaron los chicos? —preguntó a una profesora.

—Están por llegar —respondió—.

—En cinco minutos.

Nicole se quedó cerca de la entrada, junto a Michelle y Hengely.

El autobús de los chicos apareció al fondo, y uno a uno empezaron a bajar.

Nicole se estiraba para ver entre ellos.

Hasta que vio a Dan.

—¡Dan! —gritó, levantando la mano.

Dan la vio y se acercó con su estilo despreocupado.

—¡Ey, Nicole! Qué linda estás hoy.

—Gracias —dijo ella, amable—.

—¿Y Alex?

Dan se rascó la cabeza.

—Se sentó hasta atrás.

—Dice que le gusta ver todo desde lejos.

—Pero ya sale… en algún momento.

Nicole se rió.

—Ay, qué dramático.

—Seguro está haciendo una entrada épica.

Michelle se rió también.

—O se quedó dormido.

💙 El abrazo y los lentes

Unos segundos después, Alex bajó del autobús.

Tenía la camisa negra, los jeans ajustados… y unos lentes redondos azules que no llevaba en la foto.

Nicole lo vio.

Y sin pensarlo, corrió hacia él.

Lo abrazó fuerte.

Con los brazos alrededor de su cuello.

Y él la rodeó por la cintura, sonriendo como si el mundo se hubiera detenido.

—Te extrañé —dijo Nicole.

—Yo también —respondió Alex, bajito.

Pero cuando se separaron, Nicole lo miró con atención.

—¿Y esos lentes?

Alex se los acomodó.

—¿No te gustan?

Nicole frunció el ceño.

—Me recuerdan a alguien.

—A Shantell.

—Y no me gusta recordarla.

Alex la miró, sorprendido.

Se quitó los lentes.

Y los guardó en el bolsillo.

—Está bien.

—Me gustan, pero… puedo usarlos otro día.

Nicole bajó la mirada.

Y pensó que, a veces, los gestos pequeños también son pruebas de cariño.

📝 Actividades de bienvenida

Ya todos reunidos, los anfitriones del viaje —dos profesores y una guía externa— se pararon frente al grupo con megáfono en mano.

—Antes de que se vayan a disfrutar la feria —dijo la guía—, tenemos un par de actividades rápidas para romper el hielo.

🎤 Presentación de grupos

Los anfitriones dividieron a los estudiantes en grupos de cinco.

Nicole quedó con Alex, Michelle, Hengely y Dan.

A cada grupo le pidieron que eligiera un nombre y se presentara con una frase creativa frente a todos.

—¿Nombre del grupo? —preguntó la guía.

—Los Imparables —dijo Alex, con una sonrisa.

—¿Frase? —insistió la guía.

Dan se adelantó y dijo:

—Vinimos a romper la rutina… y quizás algún corazón.

Todos se rieron.

Nicole se sonrojó.

Y Michelle le dio un codazo suave.

🎲 Dinámica de "Verdad o Reto"

La guía sacó una caja con tarjetas.

Cada estudiante debía sacar una y elegir entre "verdad" o "reto".

Nicole sacó "verdad":

—¿Cuál fue tu primer beso?

Ella dudó, luego respondió:

—Fue en segundo de secundaria.

—Y no fue tan mágico como esperaba.

Alex sacó "reto":

—Haz una declaración cursi frente al grupo.

Él miró a Nicole y dijo:

—Estoy con la chica más linda de la feria.

—Y si el día termina con un beso… será perfecto.

Nicole se tapó la cara.

Pero sonreía.

🧠 Juego de memoria rápida

Les mostraron una bandeja con 15 objetos distintos: una flor, una llave, una pulsera, una moneda, etc.

Tenían 30 segundos para memorizar todo.

Luego, debían escribir la mayor cantidad posible.

Nicole escribió 12.

Alex, 14.

Michelle, 9.

Dan, 7.

Hengely, 13.

—¡Tenemos cerebritos y despistados! —bromeó la guía.

Dan se defendió:

—Yo solo memoricé lo que me pareció bonito.

—No sabía que había una llave.

🎨 Dibujo a ciegas

Cada grupo recibió una hoja y un marcador.

Uno debía dibujar con los ojos vendados, guiado por los demás.

Nicole dibujó.

Alex la guiaba.

—Más a la izquierda.

—Ahora una curva.

—¡Eso parece un gato!

Cuando terminaron, el dibujo parecía un corazón con orejas.

—Es un gato enamorado —dijo Michelle.

Todos se rieron.

Y Nicole pensó que, aunque no fuera perfecto, había sido divertido.

🎉 Tarde libre

Los anfitriones terminaron las actividades con una sonrisa y un anuncio:

—¡Ahora sí, chicos!

—Tienen la tarde libre para disfrutar la feria.

—Recuerden portarse bien y estar de vuelta a las seis.

Alex no esperó ni un segundo.

Se giró hacia Nicole, le tomó la mano con decisión, y dijo:

—Vamos.

—Quiero pasear contigo.

Nicole se sonrojó.

Sintió el calor en las mejillas y bajó la mirada, pero no soltó su mano.

—Está bien… pero no me hagas correr.

🎠 Paseo entre juegos

Caminaron entre los puestos de comida, los juegos mecánicos, y los sonidos alegres de la feria.

Nicole miraba todo con ojos brillosos.

Hasta que, a lo lejos, vio la rueda de la fortuna.

—¡Alex! ¡Mira eso!

—¡Quiero subirme ya!

Alex la miró y sonrió.

—¿Ya?

—¿No querés dejar lo mejor para el final?

Nicole hizo un pequeño berrinche.

Se cruzó de brazos, infló las mejillas, y lo miró con cara de niña caprichosa.

—¡Pero yo quiero ahora!

Alex se rió.

—Después.

—Prometido.

—Así lo disfrutás más.

Nicole suspiró.

—Está bien… pero me debes una.

🛣️ El camino del autobús

Mientras caminaban, Nicole le preguntó:

—¿Por qué ustedes llegaron más tarde?

Alex se encogió de hombros.

—El chofer dijo que conocía un "atajo".

—Pero era un camino feo, sin paisajes.

—Nada de lo que ustedes vieron.

Nicole se rió.

Una risa suave, sincera, que le salió del pecho.

Alex la miró de reojo.

Y le susurró:

—Sos muy hermosa cuando te reís.

Nicole se sonrojó.

Pero enseguida sacó el celular.

—Mirá las fotos que tomé.

—Este lago, ese árbol… fue como estar en una película.

Alex las miró con atención.

Y dijo, medio en broma:

—Me envidio.

—Quiero que me lleves por ese camino algún día.

Nicole sonrió.

Y pensó que, aunque no lo dijera, le gustaba que él quisiera compartir lo que ella vivía.

🧸 El peluche gigante

Al pasar por un juego de feria, Nicole se detuvo.

Era el clásico de insertar aros en botellas.

Si ganabas, te daban un peluche gigante.

Nicole se quedó mirando un oso enorme, color crema, con un lazo rojo.

Alex la vio.

Y sin preguntar, dijo:

—Te lo voy a conseguir.

Entregó el dinero.

Nicole lo miró con una sonrisa burlona.

—No encestás ni la tercera.

—Te apuesto.

Alex se puso en "modo reto".

Falló las dos primeras a propósito.

Y en la tercera… ¡encestó!

—¡Toma eso! —dijo, levantando los brazos.

Eligió el peluche.

Lo abrazó.

Y se lo entregó a Nicole.

—Es tuyo.

Nicole lo recibió, pero era tan pesado que Alex se ofreció a cargarlo.

—Vamos a dejarlo con los anfitriones.

—Así no te cansa.

Caminaron juntos.

Y en el trayecto, Nicole se acercó y le dio un beso en la mejilla.

—Gracias.

—No solo por el oso.

—Por todo.

Alex se quedó quieto un segundo.

Sonrojado.

Feliz.

—¿Y cómo se va a llamar?

Nicole pensó.

Miró al peluche.

Y dijo:

—Se va a llamar "Valentín".

—Porque me lo diste con cariño.

Alex sonrió.

Y pensó que, aunque no fuera febrero…

Ese día sí se sentía como San Valentín.

🎯 El encuentro casual

Mientras Nicole paseaba con Alex, Hengely caminaba sola por la zona de juegos.

Michelle se había ido a buscar algodón de azúcar, y ella aprovechaba para curiosear.

Fue entonces cuando lo vio.

Carlos, parado cerca del juego de dardos, hablando con dos amigos.

Hengely se acercó con paso firme, pero sin apuro.

—Ey, Carlos —dijo, como si fuera casual.

Carlos la miró.

Sonrió.

—¡Hengely! Qué bueno verte.

—¿Estás sola?

—Por ahora sí.

—¿Querés pasear un rato?

Carlos miró a sus amigos, hizo un gesto de "nos vemos" y se acercó a ella.

—Claro. Vamos.

🍦 Paseo entre juegos

Caminaron juntos por la feria.

Carlos le compró un helado de vainilla sin que ella lo pidiera.

Ella lo aceptó con una sonrisa.

—Gracias —dijo, mirando el helado.

—No hay de qué —respondió él—.

—Es para que no te derritas con este sol.

Pasaron por un juego de espejos deformantes.

Entraron.

Y se rieron al verse con cabezas gigantes y piernas diminutas.

—¡Parecés un personaje de videojuego! —dijo Hengely.

—Y vos una versión chibi —respondió Carlos.

Salieron del juego y se sentaron en una banca cerca de una fuente decorativa.

El ambiente era tranquilo, con música suave de fondo.

🗨️ Charla ligera

—¿Te está gustando la feria? —preguntó Carlos.

—Sí.

—Tiene su encanto.

—¿Ya te subiste a algo?

—Todavía no.

—Estoy esperando que me convenzan.

Carlos se estiró.

—Entonces me toca convencerte.

—Vamos a buscar el juego más loco.

Hengely se rió.

—Solo si no me haces gritar.

Carlos la miró con una sonrisa.

—No prometo nada.

🌅 Un momento aparte

Después de pasear por varios juegos, Hengely y Carlos se alejaron un poco del bullicio.

Caminaron hacia una zona con menos gente, donde había bancos de madera y luces colgantes entre los árboles.

El sol empezaba a bajar.

Y el aire se volvía más fresco.

Carlos se sentó en uno de los bancos.

Hengely dudó un segundo, luego se sentó a su lado.

No muy cerca.

Pero tampoco lejos.

—¿Te está gustando el día? —preguntó él.

—Sí.

—Más de lo que esperaba.

Carlos la miró.

Y no dijo nada por unos segundos.

🫧 Gestos que hablan

Hengely se acomodó el cabello.

Carlos se inclinó un poco hacia ella, como si quisiera decir algo… pero se contuvo.

—¿Qué pasa? —preguntó ella, sin mirarlo directamente.

—Nada.

—Solo que… me gusta estar así.

—Contigo.

—Sin ruido.

Hengely bajó la mirada.

Sonrió apenas.

Carlos se estiró y le tocó la mano.

No la agarró.

Solo la rozó con los dedos, como tanteando si ella lo dejaría.

Ella no se movió.

Y él dejó la mano ahí.

🌙 El silencio compartido

No hablaron por un rato.

Solo miraban las luces colgantes, escuchaban la música lejana, y sentían el aire suave entre los árboles.

Carlos se giró un poco.

—¿Querés que esto se repita?

—Otro día.

—Sin feria.

—Solo vos y yo.

Hengely lo miró.

Y respondió con una sonrisa tranquila.

—Sí.

—Pero no me hagas caminar tanto.

Carlos se rió.

Y esta vez, sí le agarró la mano.

Ella no la soltó.

🤷‍♀️ ¿Dónde está Hengely?

Michelle volvió con su algodón de azúcar en mano, relamiéndose los dedos.

Buscó con la mirada entre los puestos, esperando ver a Hengely donde la había dejado.

Pero no estaba.

Se acercó a los chicos que estaban cerca del juego de dardos —los amigos de Carlos— y preguntó:

—Ey… ¿vieron a Hengely?

Uno de ellos, el de gorra roja, respondió:

—Sí, se fue con Carlos.

—Hace como diez minutos.

—Están paseando por ahí.

Michelle se quedó quieta un momento.

Miró su algodón de azúcar.

Y suspiró.

—Ah… ok.

😄 Bromas para no estar sola

Los chicos notaron su expresión.

Y uno de ellos, el más alto, le dijo:

—¿Querés quedarte con nosotros un rato?

—Estamos viendo quién falla más en los dardos.

El de gorra roja agregó:

—Spoiler: soy yo.

Michelle sonrió, sin querer.

Se acercó.

—Está bien.

—Pero si me aburro, me voy a buscar drama.

—¡Entonces te damos el triple de atención! —dijo el alto, haciendo una reverencia exagerada.

Michelle se rió.

Y pensó que, aunque no era el plan…

no estaba tan mal improvisar compañía.

🎢 Juegos y risas

Después de dejar el peluche con los anfitriones, Nicole y Alex se lanzaron a recorrer la feria.

Se subieron a los carritos chocones, jugaron a lanzar pelotas, y compartieron una bebida de fresa con dos sorbetes.

Nicole se reía con cada golpe en los carritos.

Alex intentaba esquivarla, pero ella lo perseguía como si fuera una misión personal.

—¡Te voy a chocar hasta que me digas que soy la mejor! —gritaba entre risas.

—¡Ya lo sos! ¡Pero no me mates!

👻 El juego de terror

Al pasar por una carpa oscura con luces rojas y sonidos tenebrosos, Nicole se detuvo.

—¿Entramos?

Alex la miró.

—¿Estás segura?

—Obvio.

—No me dan miedo esas cosas.

—Son actores con máscaras.

Alex levantó una ceja.

—Bueno… vamos a ver.

Entraron.

La carpa estaba llena de pasillos estrechos, humo artificial, y gritos grabados que salían de los parlantes.

De vez en cuando, una figura salía de la oscuridad y gritaba cerca.

Nicole caminaba adelante.

Pero a los tres minutos…

Ya estaba pegada a Alex.

—¡Ay, no! ¡Eso se movió!

—¡Alex, no me sueltes!

Alex la abrazó por la cintura.

—Tranquila.

—Estoy acá.

Nicole temblaba.

Cada vez que algo saltaba, ella se escondía en su pecho.

—¡No me gusta esto!

—¡Dije que no me daba miedo, pero sí me da!

Alex se reía bajito.

—Sos valiente por entrar.

—Y más valiente por admitirlo.

Nicole no respondió.

Solo se quedó abrazada a él todo el recorrido.

😮‍💨 Salida triunfal

Al salir de la carpa, Nicole respiró hondo.

—¡Nunca más!

—¡Eso fue horrible!

Alex la miró con ternura.

—Pero estuviste conmigo todo el tiempo.

Nicole lo miró.

Y sonrió.

—Sí.

—Y eso lo hizo menos horrible.

Alex le dio un beso en la frente.

Y ella se sonrojó.

—Ahora sí… quiero la rueda de la fortuna.

🎡 El momento esperado

El sol ya comenzaba a bajar cuando Nicole se detuvo frente a la rueda de la fortuna.

La misma que había visto al llegar.

La misma por la que había hecho berrinche.

—¿Ahora sí? —preguntó, con una sonrisa que mezclaba emoción y ansiedad.

Alex asintió.

—Ahora sí.

—Vamos a dejar lo mejor para el final… ¿te acordás?

Nicole le apretó la mano.

—Me acuerdo.

—Y espero que valga la pena.

Subieron a la cabina.

El operador cerró la puerta.

Y la rueda empezó a girar.

🌇 La vista desde arriba

Desde lo alto, la feria se veía como un mundo de luces pequeñas.

Los gritos de los juegos se volvían lejanos.

El viento les movía el cabello.

Y frente a ellos, el cielo se pintaba de naranja, rosa y violeta.

Nicole apoyó la cabeza en el hombro de Alex.

Él no dijo nada.

Solo le acarició la mano con el pulgar.

—¿Sabés qué? —dijo ella, en voz baja.

—Me siento como en una película.

—¿Y qué papel tengo yo? —preguntó él.

—Sos el que me hace sentir segura.

—El que me hace reír.

—El que me hace pensar que… tal vez no estoy tan sola como creía.

Alex la miró.

Sus ojos brillaban con la luz del atardecer.

—Nicole…

—Yo te amo.

Ella lo miró, sorprendida.

Sus labios se entreabrieron.

Y por un segundo, no supo qué decir.

Pero no hizo falta.

Se inclinó hacia él.

Y lo besó.

Un beso suave.

Lento.

Con los ojos cerrados y el corazón latiendo fuerte.

Cuando se separaron, Nicole sonrió.

—Yo también.

—Te amo, Alex.

La rueda seguía girando.

Pero para ellos, el mundo ya estaba en pausa.

💞 Más juntos que nunca

La rueda de la fortuna se detuvo.

La cabina bajó lentamente, como si no quisiera romper el momento.

Nicole y Alex salieron tomados de la mano, caminando despacio, como si el mundo se hubiera vuelto más suave.

—¿Estás bien? —preguntó él.

—Estoy… feliz —respondió ella—.

—Y un poco temblando todavía.

Alex la abrazó por detrás mientras caminaban.

Nicole apoyó la cabeza en su hombro.

—No quiero que se acabe —susurró.

—Entonces hagamos que dure —respondió él.

⏰ Punto de encuentro

Ya eran las seis.

Los profesores empezaban a reunir a los estudiantes cerca de la entrada.

Nicole y Alex se acercaron, aún con las manos entrelazadas.

Alex fue a buscar el peluche que había dejado con los anfitriones.

Lo cargó con cuidado, y al volver le dijo a Nicole:

—¿Querés que te acompañe a tu casa para llevarlo?

—Es muy grande para que lo lleves sola.

Nicole lo miró con ternura.

Y lo abrazó fuerte.

—Gracias.

—Sos muy lindo.

Alex se sonrojó.

Pero no dijo nada.

🎤 La despedida

Uno de los anfitriones pidió que alguien hiciera una despedida para cerrar el día.

—¿Alguien quiere decir unas palabras?

—Sobre cómo la pasaron, qué les gustó…

Alex levantó la mano.

—Yo puedo.

Nicole se quedó quieta.

Un poco sonrojada.

Sabía que él iba a decir algo que la haría sentir especial.

Alex subió al pequeño escenario improvisado.

Habló con voz clara.

—Hoy fue un día increíble.

—No solo por los juegos, la comida o las risas…

—Sino porque estuve con alguien que me hace sentir que todo vale la pena.

—Gracias a todos.

—Y gracias a ella.

Miró a Nicole.

Y bajó.

Al llegar a su lado, sacó una rosa blanca que había guardado.

La colocó suavemente en su cabello.

Y la besó.

Nicole cerró los ojos.

Y pensó que nunca se había sentido tan elegida.

🚌 Regreso a casa

Todos se montaron en sus respectivos autobuses.

Nicole se sentó junto a la ventana, abrazando el peluche.

Su rostro estaba encendido.

No por el sol.

Sino por todo lo que había pasado.

Hengely también iba sonrojada, mirando por la ventana, recordando su paseo con Carlos.

Michelle, en cambio, se reía con los chicos del autobús, haciendo bromas como si fuera parte del grupo masculino.

—¡Ey, no me excluyan! —decía—.

—Yo también sé hablar de fútbol.

En el autobús de los chicos, Alex se sentó junto a Dan.

—¿Cómo lo pasaste? —preguntó.

—Mal —dijo Dan—.

—Me mojé en ese juego de agua.

—Parecía un trapo.

Alex se rió.

—Te lo merecías por burlarte de mi peinado.

Dan se sacudió el cabello.

—Por cierto… el juego contra el colegio vecino es la próxima semana.

Alex se enderezó.

—¡Verdad!

—Tengo que entrenar más.

Leo, que estaba cerca, se metió en la conversación.

—¿Puedo entrenar con ustedes?

—Me agregaron como Ala Pivot titular.

Dan y Alex se miraron.

—Obvio —dijo Dan.

—Mientras no te pongas a presumir.

—Nunca —respondió Leo, sonriendo.

🧸 De vuelta a casa

Los autobuses llegaron al colegio justo cuando el cielo ya estaba oscuro.

Nicole bajó despacio, abrazando a "Valentín", el peluche gigante que casi no podía cargar.

—Ay, qué pesado eres… —murmuró, tambaleándose un poco.

Al poner un pie en el suelo, vio a Alex esperándola junto al autobús de los chicos.

Él se acercó enseguida y le quitó el peluche de los brazos.

—¡Dame eso! —dijo, con una sonrisa.

Nicole lo miró, confundida.

—¿Y vos? ¿No que venías por el camino feo?

—¿Cómo llegaste tan rápido?

Alex, con una energía que parecía no acabarse, respondió:

—¡El chofer le metió todos los cambios al bus!

—Parecía que íbamos en una nave espacial.

Nicole se rió.

—Deberían chocar por estúpidos.

—¡Ey! No nos quités la emoción.

—Bueno, pero me llevás a mi casa.

—Obvio.

—Y al peluche también.

🚶‍♂️ Caminando juntos

Mientras caminaban por la acera, con el peluche a cuestas, Alex le preguntó:

—¿Cómo lo pasaste hoy?

Nicole pensó un momento.

Miró al cielo.

Y dijo:

—Fue como vivir un sueño.

—Me reí, me asusté, me sentí linda…

—Y estuve con vos.

Alex la miró de reojo.

—Yo también lo sentí.

—Como si estuvieras más cerca.

—Como si… ya no hubiera distancia entre nosotros.

Nicole no respondió.

Solo le apretó la mano.

🏠 En casa

Al llegar, Alex entró con ella.

La madre de Nicole abrió la puerta y se quedó boquiabierta al ver el peluche.

—¿Y eso?

—Un regalo —dijo Alex, sonriendo.

Nicole entró detrás, roja como un tomate.

—¿Qué te pasó a vos? —preguntó su madre, entre risas.

—Nada…

—Es que… me sentí feliz allá.

Alex la miró desde el pasillo, mientras acomodaba el peluche en la esquina del cuarto de Nicole.

Lo dejó bien puesto, como si fuera un guardián.

Luego volvió a la sala.

Se despidió con la mano de la madre de Nicole.

—Gracias por dejarla ir.

—La cuidé, lo prometo.

—Lo sé —respondió ella, con una sonrisa.

Alex se giró hacia Nicole.

Le dio un beso en la mejilla.

Y salió.

📱 La llamada

Esa noche, ya en su cuarto, Nicole se puso el pijama y se recostó en la cama.

El peluche estaba a su lado.

Su celular vibró.

📞 Llamada entrante: Alex 💙

—¿Hola?

—Hola, mi amor.

—¿Estás bien?

—Sí.

—¿Y vos?

—Sí.

—Solo quería escucharte otra vez.

—Aunque te vi todo el día.

Nicole sonrió.

—Yo también quería escucharte.

Hubo un silencio.

Cómodo.

Lleno de cosas que no hacía falta decir.

—¿Sabés qué? —dijo Alex.

—¿Qué?

—Hoy fue el mejor día de mi vida.

Nicole cerró los ojos.

Y respondió:

—El mío también.

"A veces, no sabés que estás viviendo un recuerdo… hasta que se convierte en el que más querés volver a vivir."

"Fin del Capítulo 19"

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