Llegó a casa con los pies hinchados por ir y volver de la otra aldea, el cansancio pesándole como una losa. Se tumbó contra la puerta de madera gastada antes de golpearla suavemente con los nudillos.
La puerta se abrió, revelando a Elara, cuyo rostro se iluminó al verlo. "¡Alex! ¿Cómo te fue hoy? Te extrañaba. ¿Sabes lo preocupada que estaba cuando te fuiste?», preguntó mientras lo abrazaba con fuerza, su temblorosa voz de alivio.
«Jejeje... Pechos, suaves y gigantescos», pensó Alex, sonriendo como un pervertido.
*[Disfruté tanto que se me agregaron +4 LP a mis 41 LP, dándome un total de 45 LP.]*
«¿Ya volvio, mamá?». De repente, otra dulce voz surgió a un lado de Elara:
Ella también corrió y abrazó a su hermano, enterrando el rostro en su pecho
«Jejeje... Pechos, suaves y gigantescos. ¡Qué abrazos tan especiales!», pensó Alex, sonriendo como un pervertido
*[Otra carga de +4 LP a mis 45 LP, dándome un total de 49 LP.]*
—Sí, cariño... Tu hermano ha vuelto, dejando fuera el frío del atardecer
—S-sí, mamá —respondió Alex, sacando con orgullo los huevos y las. monedas—. Pero, mamá, mira lo que traje: ¡tres huevos para hoy! Y conseguí dos monedas de plata. Mañana le abono al hijo del alcalde. ¡No voy a permitir que las tome como esclavas!
Esta vez recibió un doble abrazo de Elara y Rina, profundo y lleno de sentimientos ahogados. Las lágrimas brillaban en los ojos de Elara.
*[Otra carga de +8 LP a mis 49 LP, dándome un total de 57 LP.]*
Alex notó una pequeña mesa de madera en medio de la habitación. Allí depositó con cuidado los tres huevos, colocándolos como ofrendas preciosas junto al pan duro que llevaba. El humo de la danza chimeneaba en el aire, envolviendo la estancia en un halo acogedor.
Usó [Ojo Discerniente] hacia ellas. El panel se actualizó:
[Nombre: Rina Ferrrin]
[Nvl. 3]
[Especie: HUMANO]
[Edad: 18]
[MP: 150/150]
[Ocupación: RECOLECTORA (Aprendiz)]
[Estado: Preocupada, Feliz, Comprometida con una ilusión]
[Habilidades: Ninguna notable]
[Nombre: Elara Ferrrín]
[Nvl. 4]
[Especie: HUMANO]
[MP: 150/150]
[Edad: 38]
[Ocupación: Ama de Casa (Maestra)]
[Estado: Preocupada, Esperanza, Lujuria leve]
[Habilidades: Ninguna notable]
Me alegra que sus estados hayan mejorado... Pero me sorprende que se preocupen tanto cada vez que me voy. Son tan hermosas... Las amo demasiado , pensó Alex mientras se acercaba a la mesita y se sentaba en el suelo, los huesos crujiendo de cansancio.
—Aquí tienes —dijo Elara mientras traía tres cuencos de madera humeantes. En cada uno, un huevo recién cocido relucía como oro líquido junto a rebanadas de pan con mantequilla derretida al horno. El aroma a hierbas y grasa caliente inundó la habitación.
—¡Qué emoción! ¡Huevos y pan con mantequilla! ¡Por fin! —exclamó Rina, eufórica, aplaudiendo como una niña.
*[Disfruté tanto que se me agregaron +4 LP a mis 57 LP, dándome un total de 61 LP.]*
Me voy al baño con una moneda de plata y uso mi habilidad.
Activó [Multiplicación Monetaria (E)] .
Siento cómo el maná se me drena. Brilla la moneda de plata y justo encima de ella sale otra. ¡Jajajaja!
Mi río de felicidad. Mañana pagaré 3 monedas de plata y me quedaré con una. ¡Jajaja!
Marcos, no vas a poder quitarme a los que quiero.
Después de bañarme, me acuesto en medio de las dos colchonetas donde también se acuestan Elara y Rina, y dejo que los párpados me lleven al mar de los sueños.
Mañana tendré que ir a trabajar como leñador. No puedo levantar sospechas sobre mis habilidades sin haber tenido un "Despertar".
Me pregunto qué despertaré después de pagar las deudas... Ahorraré para mi Despertar, y principalmente para el de Rina y Elara. ¡Me costará mucho: una moneda de oro y treinta de plata! ¡Diablos! Pero eso es para pensarlo después.
A la mañana siguiente
Esta mañana no me levanto abrazado como ayer. Soy el último en levantarme. Me sorprende que no haya vuelto a hacer cosas pervertidas, pero ya llegará el momento. ¡Jajaja!
Me voy al baño, me baño y salgo.
Rina y Elara me esperan para desayunar. Como soy el proveedor, siempre soy yo a quien tienen que esperar. ¡Qué mala costumbre! Les dije que no lo hicieran, que comieran cuando tuvieran hambre. Les conté que hoy talaría árboles y cazaría más conejos.
Saco de mi inventario otro pedazo de carne de conejo para que prepare Elara.
Pero antes, iba a pagarle a Marcus la deuda, ya que nos quedan nueve días.
Rina decide acompañarme otra vez, pero le digo que me espere; Iré donde Marcus y volveré por ella.
Ella acepta.
En el camino, vuelvo a usar la habilidad. Ya habían pasado 12 horas. Lo mismo que ayer ocurrió hoy. Ahora tengo 4 monedas de plata en total y me quedaré con una.
Me dirijo al centro de la aldea, a la casa más grande, y llamo. Sale Marcus con su orgullo de clase alta.
—Te estaba buscando —dijo.
—Sí, estaba ocupada. Los guardias me avisaron —respondí, riendo sarcásticamente—. ¡Jajaja!
—De igual modo, no podrás pagarme la deuda que adquirió tu madrastra. ¡Van a ser mías! —lo dijo con mirada lujuriosa. Me irrita.
—Aquí tienes tu abono —le di tres monedas de plata.
Se preguntó:
—No pensé que pudieras pagarme ni una moneda sin vender la casa.
Su mirada se tornó frustrada. Pensé que intentaría algo contra mí, pero lo dejaré para después. Me concentraré en hacerme más fuerte.
Luego se burló:
—¡Jajaja! Campesino, no reunirás las otras 9 monedas. ¡Ser leñador no es rentable!
Me quedé callado y le dije: —Las tendrán —y me marché a casa.
Fui por Rina, la carreta, la cesta y el hacha —pronto debería cambiarla por una mejor, pero es lo que hay.