Las palabras de MJ resonaron en la mente de Peter mucho después de que ella se alejara. "La gente normal no está siempre tan jodidamente cansada y llena de secretos..." La acusación, teñida de preocupación, lo había golpeado más fuerte que cualquier golpe del Buitre. Se dio cuenta de que no solo estaba protegiendo a sus seres queridos de los peligros de Spider-Man, sino también alejándolos con la carga de sus secretos.
Esa noche, la patrulla fue diferente. Cada balanceo se sentía pesado, cada aterrizaje, un recordatorio del peso en su pecho. El comunicador de Tony estaba en silencio; por una vez, el genio no tenía una misión. Peter voló sobre Queens, observando las luces parpadeantes, las vidas que se desarrollaban bajo él, y la pequeña ventana iluminada de la habitación de MJ.
No podía seguir así. La verdad estaba saliendo a la luz, y su renuencia a confiar estaba dañando lo que más valoraba.
Regresó a su apartamento, pero no a través de la ventana de su habitación. En su lugar, se dirigió a la ventana de MJ, que daba a un pequeño patio trasero. La luz aún estaba encendida. Se pegó a la pared, su corazón latía con una mezcla de miedo y resolución.
Golpeó suavemente el cristal.
MJ levantó la vista de su libro, sus ojos se abrieron ligeramente al verlo. Se acercó a la ventana, la abrió con cautela y lo miró, una mezcla de sorpresa, incredulidad y una familiar chispa de "ya lo sabía" en su mirada. Peter seguía con su traje de Spider-Man, la máscara cubriendo su rostro, pero la luz de la luna revelaba la tensión en su postura.
"Parker," susurró ella, una nota de ironía en su voz, pero también una punzada de preocupación genuina. "¿Podría preguntar qué haces en mi ventana vestido así?"
Peter sintió un nudo en la garganta. "Necesitaba hablar contigo, MJ."
Ella lo observó por un momento, luego suspiró y se hizo a un lado. "Será mejor que entres antes de que mi abuela te confunda con un mapache gigante y llame a control de animales."
Él se deslizó dentro de la habitación, sintiéndose torpe incluso con sus poderes. El espacio era pequeño, lleno de libros, bocetos y un aroma a incienso y papel viejo. MJ cerró la ventana, pero no encendió más luces. La penumbra añadió a la intimidad de la confesión.
"Quítate la máscara, Peter," dijo ella, su voz suave pero firme. "Si vas a hablar, hazlo como tú."
Peter dudó solo un segundo. Con un suspiro, llevó sus manos a la máscara y se la quitó. El aire fresco en su rostro fue un alivio. Se sentía increíblemente vulnerable, sus ojos cansados y la preocupación claramente visibles para ella.
MJ lo miró fijamente, sus ojos recorriendo su rostro. La sorpresa inicial se desvaneció, reemplazada por una confirmación silenciosa. "Lo sabía," susurró. "Lo sospechaba."
"Lo siento, MJ," comenzó Peter, su voz un poco ronca. "No quería... no quería mentirte. Pero es peligroso. Quería mantenerte a salvo."
Ella asintió lentamente. "Lo entiendo. Pero a veces, Parker, el mayor peligro no es la gente de fuera, sino el aislamiento que te impones a ti mismo. ¿Cuánto tiempo llevas con esto?"
Peter le contó la historia. No todo, no los detalles más oscuros de su vida anterior, pero sí el incidente de la araña, el despertar en este cuerpo, la necesidad de usar sus poderes, la pelea con el Buitre, la llamada de Tony Stark. Habló de la carga, del miedo, de la soledad del secreto. Habló de la culpa que sentía por casi cruzar la línea con Toomes.
MJ lo escuchó en silencio, sus expresiones cambiando de la sorpresa a la comprensión, y finalmente, a una profunda empatía. Cuando terminó, ella se sentó a su lado en la cama, mirándolo con una intensidad que no le permitía desviar la mirada.
"Peter," dijo ella, su mano tocó suavemente su brazo, un gesto raro para ella, que siempre se mantenía a distancia. "No tienes que llevar esto solo. No estoy asustada. Estoy... estoy aquí."
Las palabras, simples pero poderosas, liberaron una oleada de emoción en Peter. La tensión que había llevado durante semanas se disipó un poco. Tener a alguien, a MJ, compartiendo el peso, el secreto, el entendimiento. Era un alivio que no sabía que necesitaba.
Ella lo miró, una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios. "Así que... ¿el tipo de la telaraña es un empollón que no sabe mentir? Esto será divertido." Su tono era el de siempre, pero la calidez en sus ojos era diferente. "Pero en serio, Peter. Cuéntame todo. Y la próxima vez, si vas a enfrentarte a un tipo alado, avísame. Podría tener algunas ideas... o al menos, traerte una pizza."
Peter se rió, una risa genuina que no había sentido en mucho tiempo. La Luna iluminaba su habitación. El mundo exterior seguía siendo un lugar peligroso, pero ahora, en la oscuridad, no estaba solo. El primer hilo de confianza genuina se había tejido entre Spider-Man y MJ.