WebNovels

Chapter 24 - capitulo 24

Capítulo 24 – 6 de octubre de 2012

El sol ya se había alzado sobre Madrid cuando abrí los ojos en mi nueva habitación en la residencia de Valdebebas. Las paredes aún olían a pintura fresca, y el mobiliario era simple pero moderno. Me sentía lejos de casa, pero en paz. El silencio del amanecer me acompañó mientras me preparaba, lavándome la cara y observando mi reflejo en el espejo con detenimiento.

—Venga, Luka —murmuré en voz baja, con acento español forzado, queriendo practicar y adaptarme cuanto antes—. Hora de ganarte tu lugar.

Salí con tiempo para desayunar en el comedor del complejo. Varios chavales ya estaban allí, y algunos levantaron la vista cuando entré. El ambiente era distinto al del Adriatic. Más competitivo, pero también más... profesional.

Uno de ellos se levantó y se acercó con una sonrisa.

—¡Ey, tú eres el nuevo! Luka, ¿no? Soy Javi Muñoz. Jugamos en el Juvenil A. ¿Te apetece sentarte con nosotros?

—Claro, gracias —respondí, con una sonrisa sincera mientras le seguía.

En la mesa estaban varios de los chicos del equipo. Me presentaron rápidamente: Cristian Benavente, José León, Fran Rodríguez, Jaime Sánchez... Todos con cara de haber visto lo duro que era sobrevivir en una cantera como esta. Pero no había hostilidad, más bien una curiosidad contenida.

—¿De dónde eres? ¿Croacia, no? —preguntó Benavente, con un tono amigable.

—Split —asentí—. Pero llevo años entrenando duro... y viendo vídeos del Madrid. Podría recitaros todos los goles de Raúl y Zidane.

Eso les sacó algunas risas. Se notaba que empezaban a aceptarme, al menos como uno más.

Después del desayuno, tocaba entrenamiento. El míster, Luis Miguel Ramis, nos recibió en el campo con su voz firme.

—Vamos, chavales. Hoy tenemos sesión táctica y rondos. Y tú, Luka, ponte con los interiores. Quiero verte mover la pelota con rapidez.

El entrenamiento fue exigente. Los rondos no daban respiro, y cada pase mal dado era una sentencia a correr. Aun así, sentí que estaba rindiendo bien. Me concentré en lo que siempre me había salvado: primer toque limpio, movilidad constante y visión de juego.

Ramis se me acercó en un descanso.

—Se nota que no eres nuevo en esto. Buen control de balón y buena cabeza. Pero no te relajes, ¿eh? Aquí todos quieren jugar.

—Lo sé, míster —respondí, jadeando pero sin perder la compostura—. Estoy aquí para eso.

El entrenamiento terminó cerca del mediodía. Volvimos a la residencia para ducharnos y comer. Después, algunos se reunieron en la sala común para ver un partido de la Bundesliga en la televisión. Me uní a ellos, y entre comentarios y bromas, noté que empezaba a integrarme poco a poco.

Por la tarde, decidí salir a dar un paseo por los alrededores del complejo, acompañado por Fran Rodríguez. Me mostraba algunas zonas de entrenamiento, los accesos restringidos y también una pequeña zona verde donde a veces los jugadores salían a leer o relajarse.

—¿Y qué tal el viaje? —preguntó de repente.

—Fue tranquilo. Aunque... —vacilé, recordando el sistema— hay muchas cosas en la cabeza.

—Normal. Cambiar de país, otro idioma... otros compañeros. Pero aquí, si eres bueno, te lo ganas. Y tú tienes buena pinta, tío.

—Gracias, Fran. Eso espero.

Esa noche, ya en la habitación, me tomé un momento para abrir el panel del sistema. Desde que apareció, solo había visto por encima sus funciones, pero ahora quería explorarlas un poco más.

[Sistema abierto]

Habilidades activas:

Resistencia física aumentada (deportiva e íntima): Activa

Mejora estética permanente en compañeras íntimas: Activa

Puntos de mejora disponibles: 0

Misiones actuales:

Gana un puesto como titular en el Juvenil A.

Desarrolla relaciones íntimas estables con mujeres influyentes o con potencial.

Recompensas futuras:

Aumento en capacidades técnicas.

Habilidad de inversión automática en negocios.

Influencia mediática en crecimiento.

Cerré el panel, dejando que las luces del pasillo se colaran por debajo de la puerta. No sentía ansiedad ni nervios. Solo una determinación silenciosa. El mundo empezaba a girar a mi favor. Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, empezaba mi conquista.

---

More Chapters