WebNovels

Chapter 21 - capitulo 21

Aquí tienes el Capítulo 21:

---

Capítulo 21: 4 de octubre de 2012

El zumbido constante del avión no me molestaba. Al contrario. Era un sonido limpio, uniforme, que ayudaba a acallar todo lo demás. Las conversaciones apagadas, el murmullo de los motores, incluso mis propios pensamientos. A esa altitud, el mundo parecía distante.

Cerré los ojos unos segundos. No dormía, solo... respiraba.

Cuando los volví a abrir, lo hice con intención. Porque ahora estaba solo. Porque no había mejor momento.

"Sistema, abrir panel."

La frase se formó con claridad en mi mente, sin necesidad de hablar. Y ante mí, como si el aire se curvara, apareció.

Una interfaz translúcida, flotando en mi visión sin estorbar. Líneas limpias, letras claras. Todo en español. Como si supiera perfectamente quién era y cómo debía comunicarse conmigo.

---

[Sistema del Jugador] – Activado

Nombre: Luka Vuković

Edad: 15 años

Estado: Jugador del Real Madrid Juvenil C

Habilidades activas:

Resistencia Mejorada (Lv.1)

Regeneración Acelerada (Lv.1)

Aura de Atractivo (Activo Permanente)

Descripción del Aura:

Toda mujer con la que mantengas una relación íntima desarrollará una mayor belleza, seguridad y deseo por ti. El cambio es natural, progresivo e irreversible. También te perciben como más atractivo a nivel instintivo.

---

Debajo había pestañas: Misiones, Inventario, Estadísticas, Registro, Recompensas...

Pasé por encima de ellas con la mirada. El sistema respondía sin problemas, mostrándome cada sección al enfocarme unos segundos. La interfaz era minimalista, pero eficiente. La pestaña de "Misiones" aún estaba vacía, aunque marcaba: Misiones disponibles: 1 (próxima actualización al llegar a Madrid).

No sentí euforia, ni miedo. Solo una calma sólida. Un paso más. La herramienta que no tenía en mi vida pasada. Y que esta vez, pensaba usar bien.

Apagué el panel con solo pensarlo. Desapareció sin ruido.

Miré por la ventanilla. El sol se filtraba entre las nubes, y ya se veía tierra abajo. España. Madrid. El centro del mundo, para lo que me proponía.

Yo ya había vivido. Ahora iba a conquistar.

---

El aterrizaje fue suave. Recogí mi pequeña mochila y salí entre los últimos. En el aeropuerto, entre turistas despistados y ejecutivos apurados, vi a un hombre con americana gris claro y el logo del Real Madrid bordado en el pecho. Sostenía un cartel que decía: "Luka Vuković".

Me acerqué. Tenía poco más de cuarenta, pelo oscuro bien peinado, expresión seria pero no desagradable.

—¿Tú eres Luka? —preguntó en español, con voz neutra.

Asentí.

—Bienvenido a Madrid. Soy Alberto, del club. Me encargaré de tu traslado a Valdebebas. ¿El vuelo fue bien?

—Sí, gracias —respondí en un español claro pero medido. No tenía problemas con el idioma.

Mientras caminábamos al coche, noté cómo me observaba de reojo. No con desconfianza, sino con una curiosidad profesional. En el camino, me señaló algunos puntos de referencia: la salida hacia el centro, la zona de IFEMA, el estadio de Valdebebas.

—¿Es tu primera vez en España?

—Sí. Pero ya me había informado.

—Eso está bien. Vas a encontrar mucha competencia, Luka. Pero si el club te eligió, es por algo. Confía en eso.

Solo asentí. No hacía falta decir más.

El trayecto duró unos 25 minutos. Al llegar a Valdebebas, el aire cambió. Más limpio. Más frío también. Moderno, blanco, abierto. La Ciudad Deportiva del Real Madrid se abría ante mí como un templo. Y yo, un nuevo iniciado.

Pasamos junto a los campos de entrenamiento y un par de edificios auxiliares. El coche se detuvo frente a una residencia. Alberto bajó conmigo y me entregó una pequeña carpeta.

—Aquí está tu plan de adaptación, los horarios, y un mapa del complejo. Hoy puedes descansar. Mañana, presentación formal y primer entrenamiento.

—Entendido.

—Luka —añadió antes de irse—. Este es el Real Madrid. Pero eso no significa que estés donde quieres. Significa que estás donde empieza lo difícil.

Lo miré directo a los ojos.

—Entonces estoy donde debo estar.

Alberto sonrió apenas, dio media vuelta y se fue.

Yo me quedé ahí, solo, con la mochila al hombro y la carpeta en la mano. Detrás de mí, el edificio blanco reflejaba la última luz de la tarde.

Adelante, el futuro.

---

More Chapters