Los bosques occidentales de Talabheim de Talabecland, tan frondosos y numerosos que con el pasar de los tiempos se volvieron una defensa natural de la provincia para proteger la capital del imperio la cual es Reikland y en específico Altdorf, ya que es ahí donde el emperador Karl Franz reside tanto él como su familia, pero su linaje o nombramiento fueron heredados sino ganados con sangre, sudor y gloria llevando al imperio en una época dorada uniendo a los hombres exceptuando bretonia pero aun así entre los dos se consideran grandes aliados contra el extranjero u otras razas.
Dentro de estos bosques, había un sendero hecho de forma artificial para ser un camino corto pero muy proco transitado debido a los peligros del bosque, hogar de bandidos, bestias sin nombre y seres inexplicables o los cambios de ahí, ahora esto fue un camino militar para los condes vampiros.
Un gran ejército de no muertos va hacia Talabheim después de rechazar un ejército del imperio comandado por un capitán, este fue enviado por un general para que haga retroceder la presencia vampírica y su corrupción en la región donde estaba la última ciudad no conquistada de Talabecland, Kemperbad.
Pero lo único que consiguió ganar fue una muerte indolora y una servidumbre perpetua bajo el mando del señor vampiro Velimir Gross quien montaba un dragón zombies, su victoria a la velocidad de un relámpago se debió a tanto a su señora, Isabella con sus dones naturales a la magia nigromántica que no solo aumentó la calidad de su ejército de su esposo Vlad sino de los vampiros bajo el mando de él.
Velimir consiguió la guardia real de los túmulos, sean espadas grandes a dos manos, alabardas con escudos de la altura de su clavícula, espadas y escudos, hachas o incluso dobles armas. Fue un cambio cualitativo manteniendo el cuantitativo, armaduras negras como la noche de aspecto oscuro, cráneos dorados y las rendijas de sus cascos salen una neblina roja al igual que los puntos rojos habían dentro de la cuenca de estos.
Sus huestes espirituales eran cientos, sean guadañas, espadas o lanzas y escudos, a pie, volando oa caballos esqueléticos pero los más peligrosos de ellos eran sus Banshees, mujeres que hacen aquel que escuche sus lamentos teniendo pavor y los que tienen poca voluntad eran asesinados y aquellos que se resistían solo hacia falta que griten estrepitosamente para hacerlos morir de forma dolorosa y horrible.
Sus caballos no eran nada menos que los caballeros sangrientos, pero incluso entre ellos hubo mejoras de calidad, sean en entrenamiento o poder físico o marcial los dragones sangrientos eran mejores que ellos, sean a caballo, pegaso, a pie o incluso en dragones zombies, eran mejores en todo.
Del cielo, había bestias sin nombre excepto de donde vinieron, terrores abisales siendo jineteados por señores vampiros, aunque menores a comparación de Velimir sea en estatus o poder, a pesar de esto seis jinetes de terrores abisales, no eran los únicos monstruos del numeroso ejército.
A lo largo y poco ancho de la marcha no muerta, se vislumbraba al menos diez manadas de Vargheists de cresta roja y morada que brillaban bajo la luz de la luna y quien iluminaba el camino no eran que otro que los carros fantasmales que están hechos de hueso fundido de nigromantes y señores fúnebres, estos estaban saturados en poderes nigrománticos y malignos que irradian magia haciendo que los vientos de magia cerca de ellos se vuelvan incontrolables y erráticos.
Su sola presencia hace que sus aliados no muertos sean bendecidos por magias malignas beneficiosas como mejorar su resistencia a la magia y ataques mágicos, drenar la fuerza vital de los vivos y devolviéndolas a los no muertos como arreglando sus huesos astillados por ataques o simplemente revivirlos.
Estos no eran simples carruajes mágicos voladores malévolos, estos son tirados por los espíritus de caballos que tienen una apariencia esquelética con sus barras hechas jirones, espectros de antiguos guerreros maldecidos para unirse al Motor Mortis para siempre con sus espadas y guadañas y en lo mas alto de este un nigromante que comanda tanto al motor como a los espectros y hacia donde se dirige, y para llegar a este primero había que sobrepasar a las Banshees que lo protejan.
En pocas palabras, este ejército de los muertos era peligroso debido a sus números y calidad sin hablar del propio señor vampiro que lo comanda quien estaba montado en un dragón zombies el cual caminaba enfrente de todo el ejército, él miraba solo el frente debido a que todo lo que tenía detrás suyo eran sus ojos, incluso la simple mosca era considerada enemiga de los condes vampiros.
Exceptuando tal vez, a los ocultistas de Sylvania, hombres que desde hace mucho le dieron su lealtad a los Von Carstein antes que cualquier otro señor o incluso al emperador, estos no tenían el elitismo o variedad del imperio, pero podían usarse como carne de cañón estando vivos o muertos o incluso volviéndose espías del propio Vlad debido a su estado de carne y magia nigromántica fuera de su ser.
Paso por paso este ejercito avanzaba a un ritmo sincronizado sin contar a los monstruos entre ellos, y antes de que pudieran hacer algo, a lo largo del ejercito cientos de explosiones resonaron iluminando el terreno circundante tanto de la explosión como de la tierra siendo prendida fuego.
"¡POR SIGMAR!" se escucha un rugido más fuerte que el de un terrorgheist, y de los dos lados del bosque cientos y cientos de caballeros del sol ardiente cabalgaron contra el ejército no muerto, sus armaduras de tonos dorados desprendían pequeñas llamas que viajaban a lo largo de su armadura.
Sus lanzas y escudos desprendían fuego radiante, e incluso sus caballos que tenían bardas doradas y novias con cuernos con forma de punta de punta eran ardientes, si había algo característico de ellos eran su especialidad, caballería de choque y rompe líneas, el alargado ejército de los muertos fue separado en dos grupos, en los cuales uno tenía más monstruos que otros, y ahí es donde los débiles fueron los primeros en ser objetivos.
El grupo más pequeño tenía horrores de la cripta, la guardia real de los túmulos, huestes de espíritus, caballeros sangrientos y un motor mortis. Estos rápidamente se formaron con precisión, pero fue en vano, a lo lejos dentro de los bosques un grupo de artilleros con sus morteros amatistas, recalibraron su artillería y sin duda abrieron fuego.
Los proyectiles fueron eyectados con fuerza y con precisión fueron directos al corazón de la formación de este grupo más pequeño, pero estos no lanzaron gritos de desesperación o de dolor, con indiferencia fueron a sus extremidades y con el poder motor mortis sus miembros fueron recolocados con precisión a través de chasquidos tronantes.
Pero no fue suficiente, la infantería de proyectil del imperio apenas tuvo que apuntar ya que estos se superponían con otros e incluso sin darías mirar un disparo certero a la cabeza del enemigo, balas tras balas fueron eyectadas de los rifles de estos hombres, sean tiradores de Nuln, los rifles largos de hochland o los arcabuceros del imperio.
Y más lejos de ellos, al ras de los árboles que estaban lejos del camino artificial hecho por el imperio, aparecieron los responsables de romper el ejército en dos, las baterías de cohetes Helstorm de Nuln, estos no solo eran artillería aniquiladora de regimientos enteros de enemigos sino que también poseían dotes mágicos haciendos el doble de peligrosos, si es que sus proyectiles impactan de forma certera.
Sus artilleros durante el camino habían comenzado a reponer los cohetes y cuando tuvieron la vista del enemigo sin pensar dispararon, pero al escuchar un rugido del cielo sus ojos se contrajeron, al mirar arriba vieron lo que menos esperaban en tierras imperiales, un terror abisal uno que tiene que ser creado por nigromante con dotes naturales sea carne, hueso, ligamento y el arte de revivirlos.
Estos sacaron sus espadas cuando vieron que iba directo a ellos, pero no lo harán sin luchar y cuando sintieron su corazón en la garganta, el terror abisal montado por un vampiro de armaduras negras con capa parecida a una membrana de murciélago del tono oscuro, vieron a un grifo imperial de tonos blancos y marrones.
El grifo imperial sin miedo al igual que su jinete chocaron al terror abisal haciendo que caiga a la tierra arrastrándose y dando vueltas con fuerza, y al parecer no fue suficiente ya que al instante se levantaron y con enojo fueron hasta ellos, el hombre del imperio pertenecía a la elite de la elite del imperio.
Su entrenamiento fue exagerado, extenuante, belicoso hasta en lo más mínimo pero su grifo lo paso el doble de peor, estos tenían que sobrevivir entre los suyos quienes eran extremadamente territoriales haciendo que cada segundo sea una lucha por la supervivencia incluso hasta la más pequeña gota de agua.
Los dos fueron elegidos entre si a la vez que lo hacían los hombres y domadores de grifos, con el tiempo su conexión aumenta y esto se aceleraba con los entramientos y enfrentamientos contra otros jinetes grifos imperiales o bestias escondidas en los sitios más recónditos del imperio.
Haciendo que el jinete desarrollara una fuerza inhumana debido al esfuerzo físico de mantenerse a su montura e incluso pelear en el aire era muy común sean choques de bestias o de sus armas, como justo ahora, el terror abisal se acercó de forma peligrosa a ello e Isebrand Koler vio como el jinete vampiro se puso en cuclillas en su silla de montar y sin miedo saltó.
Él iba con una espada larga de color roja y un escudo redondo oscuro de aspecto macabro, pero Isebrand no tuvo miedo y desde antes de que saltara levantó la punta de su alabarda mágica con dirección al plexo solar del vampiro, este al ver esto se volvió en pequeños vampiros y su forma original se formó detrás del caballero imperial.
El hombre sin miedo se dio vuelta a la vez que con la inercia balanceo su alabarda que con el hacha fue directo a las costillas izquierdas del vampiro, este se cubrió con el escudo, pero no sin daño, debido a la fuerza del hombre este se cayó del grifo, pero nuevamente se convirtió en decenas de pequeños murciélagos y volvió volando a su terror abisal.
Y sin decir nada, su compañero de vuelo cayó en picada e Isebrand se agarró con fuerza a su silla de montar mientras preparaba su alabarda, por más que el terror abisal intentó alejarse del grifo su velocidad no fue suficiente, su jinete sin dudar bajó su alabarda y de un solo golpe le cercenó el ala izquierda.
El vampiro y su montura cayeron y esta vez arrastrando la tierra debajo de ellos y antes de que pudieran levantarse sus oídos escuchandoon pasos pesados como si estuvieran saltando o dando pasos alargados. Y lo único que vio el vampiro sin nombre fue una alabarda cercenando su cabeza mientras veía como su bestia abisal era atacada por docenas de los caballeros semigrifos del imperio.
La bestia abisal fue tirada al suelo y mantenida ahí a la vez que su cuerpo era desgarrado por los miembros delanteros de los semigrifos a la vez que las alabardas de sus jinetes penetraban hasta lo más profundo de su ser para acabar con su malvada vida para mantener las tierras del imperio a salvo.
En menos de veinte minutos el grupo pequeño fue exterminado pero el grupo más grande fue solo el comienzo, solo una pequeña parte del ejército se desvió contra este, el resto exterminaron los problemas que serían una molestia, en pocas palabras los espectros y monstruos de este ejército fueron la prioridad máxima del general del imperio quien comandaba la emboscada.
"General Roland, ¿Cuándo quiere que actúe?" preguntó el Archilector quien montaba un caballo de guerra con barda, mientras que el general montaba un grifo imperial. "que tus hombres vayan por la banshee como prioridad, pero deben mantenerse a salvo, si completan la misión deben moverse como apoyo en la línea del frente, los pies imperiales fueron un gran aumento de calidad, pero debemos de preservar todos los que podamos, después de esto iremos a Talabheim para recuperarla, cuando lleguemos seremos refuerzos de los otros que la están reconquistando ahora."
La misión de este general del imperio era detener los refuerzos de la ciudad de Talabheim, quien emboscó. Ahora misma la ciudad que estaba cerca de Hergig de hochland, estaba siendo asediada por al menos otros tres hombres de su mismo rango, todos y cada uno de sus camaradas parecían tan simples de ver que era común, pero estos no eran generales de Reikland sino de todas las confederaciones que hizo Karl Franz.
El emperador es el estadista mas grande que pudo haber parido Reikland, no solo su estatus como príncipe de Altdorf y conde elector de Reikland fueron su base sino que estos fueron sus apoyos para sus estudios, sean teóricos o batallando en el campo de batalla de forma personal junto a sus hombres, de por si es un hombre inteligente y perspicaz que entendió que momentos como este todos deben permanecer unidos pero descubrió que siempre miraran por sus propios intereses hasta que el enemigo del mundo llegue a su puerta y recién en ese momento. piden ayuda militar.
Entonces a través del tiempo, política, comercial y militar comenzó a poner a todos bajo su estandarte comenzando con Reikland, después con Wasteland, Middenland, Talabecland, Stirland, Hocland, Wissenland, Averland y así sucesivamente con cada provincia independiente o aquellas que se declararon independientes del imperio de antaño.
Y ahora esa idea que solo se cumplirían en un sueño de lo más raro y muy específico está dando resultados tanto de forma militar como económica, y si no fuera por los condes vampiros su mente estaría encontrando piezas con que jugar hablando de forma política, y cuando estos tres pilares estén estables es cuando el imperio comenzara a crecer a su máxima velocidad como máquina bien engrasada.
Pero su imperio estaba siendo desafiado y para demostrar que Reikland no solo generales y archilectores o magos de diferentes saberes, sino que grandes señores y señoras lo seguían y sus caminos se cruzaban, como contra el caos o los seres oscuros sean condes vampiros, skavens, pieles verdes, la costa del vampiro, hombres bestias, Norsca, reyes funerarios, los elfos oscuros o el propio caos.
Su autoridad fue violada en sus propias tierras y el infractor pagara, por eso Balthasar Gelt se dirigió personalmente a un ejército para recuperar completamente Stirland y la primera ciudad en ser reconquistada es Wurtbad, él arriba de su pegaso llamado Quicksilver, montura fiel incluso ante las mas temibles bestias y los más números ejércitos.
Detrás de él estaba los mas elitistas de los ejércitos del imperio y enfrente estaba la ciudad, quien arriba de esta había un sinfín de murciélagos gigantes que iban a su dirección, pero estos eran la carne de cañón de la ciudad, quien era comandado por un rey necrófago strigoi.
Estos eran antiguos vampiros hechos y derecho, pero antaño fueron convertidos en esta versión troglodita ocultándose en los lugares más recónditos del mundo, su involución los convertidos en cosas repugnantes y llenos de odio hacia sus hermanos lo cual al amparo de la noche desatan su venganza con ellos al frente con sus ejércitos de no muertos.
"mi señor Balthasar, solo de la orden y esos seres oscuros conocerán la pólvora imperial". Dijo un capitán del imperio arriba de un caballo de guerra con barda y de armamento su espada de su linaje familiar y un escudo de los mejores materiales que hicieron sus herreros personales.
Balthasar Gelt vio arriba de los muros estaba completamente ocupado con la guardia real de los túmulos con arcos largos de aspecto filoso y de colores rojos como la sangre, pero él dio la orden y antes de que pudieran disparar sus flechas, la artillería imperial comenzó a eyectar los proyectiles con la mejor pólvora de la escuela de ingeniería amatista de Nuln.
Sin embargo, eso no significa que utilizarían las mismas herramientas, hoy harían campos de prueba con nuevas artillerías y armas de fuego junto con otras compañías nuevas, como el bombardero, este era el doble de grande que los grandes cañones del imperio y junto con las mejoras de la pólvora del colegio amatista y sus ingenieros y herreros, y sus creadores especulaban que fuera al menos tres veces más poderosos.
Al otro lado de la ciudad, un general del imperio acompaña a Balthasar Gelt, él fue asignado como refuerzo del patriarca de la escuela de la magia, lo cual su lado estaba repleto de cañones hellblaster y Helstorm junto con otra arma experimental, enfrente de esto cañones que estaban disparando sin parar, había cinco grupos de artilleros preparando dos cañones los cuales en sus puntas estaban al rojo vivo.
Todos repitieron lo mismo, todos al cubrirse y ponerse detrás del cañón, este cuando fue accionado disparó dos bolas de fuego y cuando estaban a diez metros del objetivo estos explotaron con fuerza, pero no era un proyectil normal, estos eran una combinación de fuego, aceite y metal, convirtiéndose en pedazos al objetivo y si tenia la mala suerte de estar vivo, este seria quemado vivo por esquirlas al rojo vivo o por las llamas que se pegan a su piel.
Las murallas de Wurtbad recibieron disparos continuos de la artillería imperial en especial las torres de guardia y arriba de estas, quienes la guardia real de los túmulos seguía disparando flechas envenenadas con magia oscura de los nigromantes, pero al final los guardaron y sacaron sus espadas gigantes y con paciencia esperaron las torres de asedio del imperio a que se enganchen a las murallas.
Las torres de asedio hechas de madera oscura con sus vigas reforzadas con metal avanzaban a paso lento debido a la fuerza que tenían que hacer por el peso que cargaban y cuando la compuerta se engancho en la muralla se pudo ver la razón, los pies del imperio con armaduras que cubrían sus cabezas hasta los pies con placas del mejor hierro del imperio y forjado por expertos herreros y su distintivo más identificable fueron las tres plumas rojas y blancas que estaban en la punta de sus cascos.
Los primeros en avanzar fueron los que poseían los mandobles debido a que la guardia real de los túmulos tenía armaduras pesadas pero una vez que tomen posiciones firmes en las murallas, el resto de la infantería subiría por la torre de asedio, por escaleras o por la propia puerta la cual estaban siendo abiertas mediante cañones.
Hombres del imperio gritaron con fuerza y energía cuando saltaban de la compuerta de la torre de asedio y debido a sus números y constante empuje y avance hicieron que docenas de estos esqueletos cayeran de la muralla, poco a poco las fuerzas estaban tomando las murallas.
En las zonas de la puerta, la guardia real de los túmulos rodeaba el lugar con escudos enormes con alabardas negras, y detrás de ellos huestes de espíritus que poseían espadas, hachas, lanzas, tridentes, hoces e incluso luceros del alba y cuando los esqueletos hacen un punto muerto es cuando atacan.
Cuando las puertas fueron derribadas, los primeros en entrar fueron los caballeros de la rosa negra que entraron corriendo, los espectros quienes ya estaban saboreando la sangre de estos hombres del imperio vieron que las nubes oscuras del cielo comenzaron a hacer un remolino de viento de color cobre que comenzó a sobrevolar sobre la guardia real de los túmulos. Sus armaduras negras comenzaron a ponerse de un tono oxidado y con el viento sus armaduras expulsaron polvo.
Los caballeros de la rosa, con armas mágicas fue solo una masacre contra estos esqueletos y huestes espirituosas, los segundos en avanzar fueron una de las tantas armas experimentales mejoradas por el colegio amatista y como decía el general del imperio, cuando avanzaran del punto de las murallas y puertas, el señor al mando de la ciudad enviaría sus bestias.
Los Bergjaegers, portando armas experimentales llamadas trabucos repetidor de gran calibre con una carga de cinco municiones y de una gran potencia de impacto y perforación según las pruebas dentro de la escuela de ingeniería, pero si no funcionaban, cambiarían a sus rifles de repetición de Nuln mientras retrocedían.
Su primer objetivo o más bien este se dirigía a ellos era un grupo de veinte vargheists de cresta roja planeando en su dirección y acomodando sus armas pesadas solo dispararon, este grupo de treinta hombres solo necesitaban una ronda para acabar con el enemigo y ahora sonriendo con desafío, su rol como anti grandes se volvió el doble de peligrosos.
La infantería tomo la zona exterior de la ciudad de Wurtbad con seguridad y ahora comenzó el ataque de los morteros con el objetivo de destruir los regimientos de infantería de los condes vampiros, los grifos reales del imperio quienes eran seis solo esperaban la orden del mago dorado Balthasar Gelt quien miraba el cielo detrás de su mascara dorada.
Y como pensó, Vlad von Carstein quería estabilizar su poder en los territorios conquistados junto con su esposa, de la ciudad vio como había al menos tres bestias abisales montadas por señores vampiros y él junto con los grifos reales del imperio emprendió el vuelo para batallas y no dejar que estos hagan desastrosos cambios en las líneas de infantería.
Balthasar Gelt fiel a su posición y título como mago dorado, solo necesito un día completo para recuperar una ciudad fuertemente custodiada por los condes vampiros, pero no se detuvo al igual que sus hombres quienes sin hacer ningún gesto o reacción inconsciente fueron a la siguiente ciudad llamada Niedling.