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Chapter 6 - Capítulo 6: El Interés Inesperado de Bulma

Los primeros días de entrenamiento fueron una prueba de fuego para mi autoridad y mis métodos. Goku, con su entusiasmo innato por el combate, se adaptó rápidamente a los nuevos conceptos de Ki. Piccolo, a pesar de su escepticismo inicial, no pudo ignorar la efectividad de mis enseñanzas. El hecho de que pudiera detectar sus niveles de energía ocultos, algo que ellos no podían hacer con facilidad, le convenció de que había algo de verdad en mis palabras.

"Concéntrense", instruía mientras estábamos en un campo abierto, lejos de la casa de Goku. "Sientan la energía de los árboles, del viento. No solo la suya, sino la de todo lo que les rodea. Es como una vibración."

Goku, con los ojos cerrados, lo intentaba con fervor. Piccolo, con su naturaleza Namekiana, parecía tener una ventaja natural para percibir la energía vital del planeta. Krilin, aunque más lento, se esforzaba con determinación.

Mientras ellos practicaban la detección de Ki, yo comencé a guiarlos en los ejercicios de resistencia. Los hice cargar con rocas cada vez más grandes, correr con pesos improvisados y realizar movimientos de combate que enfatizaban la fuerza muscular y la resistencia ósea. Era agotador, incluso para mí, mantener el ritmo y la disciplina que exigían.

"Tu plan de los pesos... ¿dónde vamos a conseguir algo así en la Tierra?", preguntó Goku un día, jadeando después de levantar una enorme roca.

"Ahí es donde entra la ingenio de este planeta", respondí, pensando en la Corporación Cápsula. "Necesitamos tecnología avanzada para crear equipos que aumenten la gravedad, o al menos el peso, de forma considerable. Algo que permita llevar el entrenamiento a otro nivel."

Y así, una tarde, me encontré en el patio de la Corporación Cápsula, un lugar que conocía de memoria por mis innumerables horas de ver Dragon Ball. Había venido con Goku, quien insistió en presentarme como "su hermano del espacio". La reacción de la familia Brief fue, como siempre, peculiar. El Dr. Brief me examinaba con la curiosidad de un científico ante un espécimen raro, mientras la Sra. Brief ofrecía té y galletas como si fuera una visita normal.

Pero fue Bulma quien me causó una sorpresa.

Ella salió de su laboratorio, con su bata de científica manchada de aceite y su cabello azul ligeramente despeinado. Al verme, sus ojos se abrieron de par en par. No era una mirada de miedo, ni de desconfianza. Era una mirada de fascinación.

"¡Increíble!", exclamó, rodeándome lentamente, sus ojos escaneando cada detalle de mi armadura Saiyajin, mi Scouter y, particularmente, mi larga cabellera. "¡Un alienígena de verdad! ¡Y mira esa musculatura! ¡Y ese cabello!"

Me sentí incómodo bajo su intensa observación. En mi vida anterior, había admirado a Bulma por su inteligencia y su audacia. Ahora, tenerla examinándome tan de cerca era... diferente.

"Raditz, ella es Bulma", dijo Goku, rascándose la cabeza, ajeno a la particularidad del momento. "Es una genio."

"Mucho gusto", dije, tratando de mantener mi compostura Saiyajin. "Vengo de un planeta donde la tecnología es más... funcional que estética."

Bulma soltó una risita. "¡Oh, eres gracioso! Y tienes una voz tan... profunda." Se acercó aún más, extendiendo una mano hacia mi armadura. "Esta armadura, ¿está hecha de alguna aleación espacial? ¿Podría examinarla? Necesito ver cómo funciona."

Me retiré un paso. "Es de uso militar, diseñada para resistir condiciones extremas. No es para ser... jugueteada."

"¡Oh, vamos, no seas aguafiestas!", insistió, su determinación claramente inquebrantable. "Soy una científica, me interesa la ingeniería avanzada. Y eres el primer Saiyajin que veo, además de Goku. ¡Y eres tan... exótico!"

El "exótico" me hizo levantar una ceja. Definitivamente, no era la reacción que el Raditz original habría esperado. Mientras Goku explicaba la necesidad de "pesos y gravedad" para el entrenamiento, Bulma parecía más interesada en mis características físicas.

"¿Así que necesitas tecnología para aumentar la fuerza?", dijo, su mente ya procesando la información. "¡Podría ayudarte con eso! He estado trabajando en un traje de entrenamiento de alta resistencia. Podríamos adaptarlo. Pero, ¿podrías permitirme tomar algunas... medidas? Para la ciencia, claro." Sus ojos brillaban con una mezcla de curiosidad científica y algo más.

Pude ver que la intención de Bulma era genuinamente ayudar con la tecnología, pero su interés en mí iba más allá de lo puramente científico. Su mirada se detenía en mi cabello, en mi estatura, en la forma en que me movía. El Raditz original probablemente la habría ignorado o amenazado. Yo, con mi conocimiento de su personalidad atrevida y su historial de interés en hombres fuertes y misteriosos (léase, Vegeta), me di cuenta de lo que estaba sucediendo. Bulma, a su manera, se estaba interesando en Raditz.

Este era un desarrollo inesperado. Podría ser una herramienta útil para obtener recursos y tecnología, pero también una complicación. ¿Cómo manejaría el "nuevo Raditz" el interés romántico de Bulma, mientras intentaba salvar el planeta y prepararse para Freezer?

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