La tensión en la casa de Goku era palpable. Milk, con los brazos cruzados y una expresión de desconfianza en el rostro, no me quitaba los ojos de encima. Krilin y el Maestro Roshi, aunque curiosos, también mantenían una distancia prudente. Solo Gohan, con su inocencia, me miraba con una mezcla de asombro y timidez, sus ojos grandes y negros reflejando el poder latente que yo sabía que poseía.
"Así que... ¿eres el hermano de Goku?", dijo Milk, finalmente rompiendo el silencio con una voz que denotaba su escepticismo. "Y vienes de otro planeta. ¿Cómo se supone que vamos a confiar en ti?"
"Milk, por favor", intervino Goku, aunque su propia convicción no era del todo firme. "Dijo que nos ayudará a entrenar para Freezer."
"No es cuestión de confianza ciega, señora", respondí con calma, dirigiéndome a Milk. "Es cuestión de supervivencia. Lo que viene es mucho más grande de lo que pueden imaginar. Mis intenciones se demostrarán con mis acciones."
Piccolo, que se había mantenido al margen, finalmente habló. "Demuéstralo entonces, Saiyajin. ¿Qué tipo de 'entrenamiento' tienes en mente?"
Era el momento de actuar. Necesitaba demostrar mi valía sin revelar demasiado mi conocimiento del futuro.
"Primero, necesitamos entender las limitaciones de sus cuerpos. La Tierra carece de la gravedad brutal que fortalece a los Saiyajin desde el nacimiento. Por eso, su desarrollo es lento. Eso cambiará."
Miré a Goku y Piccolo. "Kakarotto, tu estilo de lucha es instintivo, basado en la velocidad y la fuerza bruta. Namekiano, tu poder es más concentrado, pero ambos carecen de una comprensión fundamental del Ki avanzado. No solo cómo usarlo, sino cómo moldearlo, cómo sentirlo en otros."
"¿Moldearlo?", preguntó Goku, interesado. "Yo uso el Ki para volar y para el Kamehameha."
"Eso es básico", expliqué. "Necesitan aprender a sentir el Ki con una precisión milimétrica, a esconderlo para no ser detectados y a concentrarlo para ataques más potentes sin desperdiciar energía. Y más importante, a mantener una forma base de Ki constante en todo momento, incluso al dormir." Esto último era crucial para evitar que los enemigos futuros los detectaran tan fácilmente.
"En cuanto al entrenamiento físico", continué, "lo primero es aumentar su resistencia muscular y ósea. Sus cuerpos son fuertes para la Tierra, pero frágiles para los rigores del espacio. Necesitamos aumentar la densidad de sus huesos y la resistencia de sus músculos."
Krilin levantó una ceja. "¿Cómo vamos a hacer eso?"
"Con pesos. Pero no los pesos que usan aquí. Necesitamos algo mucho más significativo. Y gravedad artificial." Era una mentira conveniente. No tenía un generador de gravedad artificial, pero podía simularla con entrenamiento y la promesa de futuras instalaciones. "Deberán buscar en los avances tecnológicos de este planeta la forma de crear trajes o herramientas que incrementen su peso corporal de forma drástica durante el entrenamiento."
Esto era para que empezaran a investigar la tecnología de la Corporación Cápsula, algo que eventualmente les sería útil.
Luego, me giré hacia Gohan, que se encogía un poco detrás de Milk. "Y tú, Gohan. Tu entrenamiento será diferente. Tu poder es una explosión emocional. Necesitamos que aprendas a controlarlo, a dirigirlo. No solo en momentos de ira, sino a voluntad. Tus sentidos Saiyajin son agudos, pero aún no los comprendes. Te enseñaré a canalizar tu Ki sin depender de ataques de furia, a concentrarlo en ráfagas cortas y potentes."
Milk intervino con firmeza. "¡Mi Gohan no va a pelear! Él tiene que estudiar. ¡Va a ser un gran erudito!"
"Señora, el conocimiento es vital, pero ¿de qué sirve si el planeta es destruido?", le confronté suavemente. "No le pido que se convierta en un guerrero de tiempo completo. Le pido que aprenda a defenderse, a controlar un poder que ya posee y que podría salvar su vida y la de todos si lo aprende a usar. Será un entrenamiento enfocado en el control, no en la agresión gratuita."
Goku, viendo la lógica, asintió. "Milk, tiene razón. Gohan tiene ese poder. Tiene que aprender a usarlo."
Piccolo, con su pragmatismo, me interrumpió. "Todo eso suena bien en teoría, Saiyajin. Pero, ¿cómo vas a enseñarnos todo eso sin saber si eres de fiar? ¿Y cómo vas a lidiar con tu propio poder mientras 'nos entrenas'?"
"Mi entrenamiento es diferente. Mi Ki es Saiyajin puro, ya está a un nivel que ustedes no han alcanzado. No les haré daño", respondí. "Y en cuanto a mi fiabilidad... Observen. Mañana al amanecer, comenzaremos. Les daré el primer ejercicio de Ki y les mostraré la base de la detección de Ki. Si no lo dominan, mi método no funciona. Si lo dominan, habrán dado el primer paso para proteger este planeta."
Era una prueba. Si podía enseñarles algo que consideraran valioso, la desconfianza disminuiría. Mi primer objetivo era la detección de Ki, algo fundamental que Goku y compañía aprenderían más adelante de Kaiosama o en Namek. Si podía adelantarlo, les daría una ventaja significativa.
La noche cayó con la promesa de un nuevo amanecer y un entrenamiento que cambiaría el curso de la historia de la Tierra. El "nuevo Raditz" estaba a punto de desatar su conocimiento del futuro, gota a gota, para moldear a los guerreros Z en una fuerza capaz de enfrentar no solo a Nappa y Vegeta, sino a amenazas mucho más grandes que los esperaban en el vasto y peligroso universo.