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Chapter 13 - Necesito una solución

CAOS

Regrese con Ananké a mi palacio después de asegurarnos que Percy estaba estable y que hubimos recogido el armamento "especial". Había muchas joyas entre lo que los ciclopes tenían cargado.

—Ese muchacho ha soportado muchas cosas, no estoy segura si podrá con todo esto y hasta podría ser peligroso —dijo Ananké un poco preocupada y tenía razón, la vida de un semidiós ya era desagradable de por si como para añadirle un padrastro violento, la muerte de su madre y padrastro, además la traición de su novia y el destierro, sin hablar de los horrores que había tenido que pasar en su vida como semidiós, en las misiones, el tártaro, el dolor, la presión, las lesiones.

—Si... demasiado para una sola persona —murmuré pensando en que hacer para ayudarle a vencer las secuelas del ataque de Fobos. La carga emocional que tendría que cargar con su herida, eran cosas que no podría superar solo, luego estaba Piper.

—Sabes, creo que me uniré a ustedes en su entrenamiento —resolvió Ananké mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho. —Tal vez no puedo enseñarle sobre lucha y espadas, pero puedo ayudar a su mente y emociones... lo hará fuerte y con suerte podremos encaminarlo —no podía estar más de acuerdo, necesita ser invulnerable para poder enfrentarse a sus enemigos, porque tarde o temprano tendría que enfrentarse nuevamente a Fobos. Pero también necesita gente en quien confiar no puede llevar todo el peso el mismo.

—Me parece bien... creo que tú tienes que empezar el entrenamiento con él, luego entraremos nosotros —le dije, así yo podría unirme a Thalassa para entrenar a Piper, ella tendrá con mi bendición el encanto vocal más poderoso, así como también los poderes acuáticos con la bendición de Thalassa, entre otros poderes más, solo Percy tendrá la bendición de Chronos.

—Iré a verlo mañana, podemos entrenar mientras duerme —asentí y luego ella se fue.

Así que me dirigí hacia la habitación de Piper, es necesario darle mi bendición para que pueda resistir el entrenamiento. Además de desbloquear su conexión con el mar así podrá usar los poderes de Thalassa. Llegue a su habitación y toque la puerta, obviamente podría transportarme directamente hacia el interior, pero era mejor así.

—Caos —me saludo mientras me hacía una seña con la mano para entrar.

—¿Recibiste el regalo de Percy? —se volvió para enseñarme el bolígrafo. Sabía que la conexión con los poderes marinos hacía de ella una espada perfecta para ella, por lo que era mejor que la tuviera ella a Percy.

—Mañana empieza tu entrenamiento. Tú eres comandante de mis ejércitos, tus entrenamientos son el doble de rigurosos y agotadores, pero no estarás sola, me uniré a Thalassa en tu entrenamiento —la vi sonreír con un poco de temor mientras ordenaba su habitación. Se sentía como la habitación de una casa. Tal vez en un futuro podrían llamar a este lugar su hogar, pero no era algo que me correspondiera decidir. Me había jurado a mí mismo no poner una carga más pesada de la que pudieran soportar.

—Entonces... ¿Percy? —sabía que preguntaría por él. Me daba un poco de pena tener que ocultarle las cosas, pero no me correspondía decirlo.

—El estará entrenando esta semana con Ananké, ella es la primordial del destino, así que su trabajo lo realizara bajo los efectos del sueño, él está dormido ahora mismo —le dije media verdad, pero era el deseo de Percy. Ella suspiro de alivio. Lo cual era bueno, porque no quería que estuviera desconcentrada en su entrenamiento.

—Ahora necesito que te recuestes en cama, puede ser un poco traumático —Piper se dirigió a su cama y se acostó, entonces extendí mi mano sobre su cabeza y empecé a recitar unas palabras en lenguaje primordial y ella empezó a brillar en un aura negra al igual que Percy, las sombras salieron de entre mi túnica y la rodearon, para luego envolverla completamente, además de incorporarse un aura marrón rojizo y una nube rosa intensa. Al comienzo su aura natural se resistía a la fusión y dominio de mi poder, pero después de unos minutos se calmó la fusión y luego mi aura tomo el completo control. Entonces empezó a tomar un poco más de tamaño y su cabello ahora tenía un brillo particular, y tenía un tono rojizo que lo hacía sumamente llamativo. Mañana sería la comidilla entre los capitanes. Sonreí porque esta clase de cosas hacían que los días fueran divertidos.

THALIA

Al día siguiente Zoe y yo nos despertamos temprano, casi con sueño, nos habíamos quedado hablando toda la noche sobre las cosas que habían pasado en la caza mientras ella no estaba. Me contó sobre como Caos la rescato de las estrellas y como había estado viviendo con Urano todo el tiempo para que no se no se notara su ausencia en el cielo, así que prácticamente no habíamos tenido mucho tiempo de dormir. Salimos por el corredor donde nos encontramos los demás. Y caminamos rumbo a la arena donde Piper nos dijo que debíamos presentarnos. Ella vestía su armadura blanca y lucia sumamente hermosa, más alta y su figura más definida, su cabello tenía un tono rojizo que simplemente era increíble. Por los dioses, era más hermosa que Afrodita y lo mejor era que su tono de piel era un hermoso bronceado que hacía aún más bonita su apariencia. Silena y yo nos quedamos simplemente impactadas, mientras Beck sonreía y Zoe meneaba la mano delante de nosotras.

—¿Piper que te paso? —ella se sonrojo, mientras nosotros nos reímos de su reacción.

—Ayer recibí Caos me dio sus poderes y esto fue lo que me paso —dijo un poco temerosa. Piper jamás se había preocupado por lucir hermosa, pero aun así era hermosa. Nadie dijo nada en nuestro camino a la arena, porque Piper simplemente estaba muriendo de vergüenza.

Llegamos a la arena, era inmensa, allí nos encontramos con batallones de soldados, formados solemnemente y en el estrado estaba Caos, con otras personas entre las que reconocí a Aether.

—Acérquense —dijo Caos haciendo señas con la mano. Todos nos acercamos y nos disponíamos a hacer una reverencia.

—No es necesario, ustedes son héroes que se han ganado nuestro respeto —no pudimos evitar sonreír ante las palabras Caos.

—Ahora, soldados ¡le presento a los oficiales! —grito con voz marcial, llamando la atención de todos los soldados. —¡Primer batallón! Charles Beckendorf hijo de Hefesto, ustedes serán los encargados de la primera línea de batalla, la fortaleza física será vuestra insignia, así como el uso de hachas y espadas —Caos presento a Beck delante de todos, su batallón vitoreo ruidosamente a su nuevo capitán.

—¡Silena Beauregard hija de Afrodita en el segundo batallón! las dagas y espadas cortas, así como los cuchillos de caza serán vuestra arma insignia, ustedes estarán detrás del grupo de Charles Beckendorf para brindar apoyo en batalla. Silena saludo a su batallón con la mano y con una sonrisa. Su batallón aplaudió a su capitán.

—¡Zoe Nightshade en el tercer batallón! ella ya es conocida por ustedes, así que ella se encargara de los arqueros… básicamente una compañía similar a las cazadoras de Artemisa. Vuestra arma insignia es el arco y la flecha, así como los cuchillos de caza. Zoe se bajó del estrado y se dirigió hacia su batallón los cuales le daban la mano y gritaban ruidosamente.

—Thalia Grace —finalmente yo no pude evitar sentir nerviosismo a pesar de que he estado dirigiendo a las cazadoras, no puedo evitar sentirme como una novata en este grupo nuevo. —Hija de Zeus y cazadora de Artemisa al igual que Zoe ¡Cuarto batallón! La falange —wooo eso sí que esta bueno. —vuestras armas serán el escudo y la lanza… —los soldados de mi batallón empezaron a gritar de manera ruidosa, tanto que hacían temblar el recinto… fue emocionante.

HESTIA

La noche fue larga. Me tranquilizo el hecho de que Percy estaba tranquilo, ya no estaba afiebrado ni temblando, ni su cuerpo estaba tensado. Por momento gruñía en la noche, pero sin llegar a temblar violentamente o despertarse gritando. Así que solo me dedique a observarlo mientras dormía. Prendí una fogata para que el ambiente se mantuviera caliente. También me encargue del hermano de Percy, quien si necesitaba un poco de ayuda ya que tenía herida y raspones en su cuerpo. Con un poco de néctar pude solucionar el problema.

Era de madrugada, mientras que yo estaba parada en la puerta de la tienda observando el reflejo de la luna sobre la laguna cuando sentí un balbuceo, no me asuste porque sabía que nadie podría estar aquí, más que nosotros.

—Mamá... Tyson —era Percy, no podía ver una sonrisa, tampoco la esperaba, pero si pude percibir el temor en sus movimientos y pánico en sus ojos marrones intensos, no pude evitar sonreír ligeramente, me acerque a su cama y extendí mi brazo para darle un abrazo, el cual el me devolvió de manera intensa como si se le fuera la vida, yo solo le susurraba cosas tranquilizantes, estaba todo vendado en el otro brazo como cuando lo había atendido cuando casi muere por ataque de los monstruos, no podía decirle nada, solo estaba dejando que él se desahogue. Podía sentir que su mano me apretaba la espalda con fuerza y sentí sus lágrimas cayendo y tocando mi mejilla. Mientras lo tenía en mis brazos le hable sobre que Tyson estaba bien y que estaba aquí descansando a salvo.

De lo poco que pude hablar con Caos supe que Percy había pasado por toda clase de horrores con su padrastro, la forma en como contorsionaba su cuerpo me dejo más que claro que había sido abusado física y psicológicamente y que había un agujero en su corazón y mente con respecto a esa parte de su vida, nunca había hurgado demasiado en ello porque tenía un respeto por su pasado ya que sabía que no había sido fácil, pero después de anoche me odie a mí misma por no haber investigado más y no haberlo dejado tanto tiempo solo siendo perseguido, pasando hambre.

—Fue… horrible… —dijo mientras temblaba de horror, no pude evitar sentir también un poco de terror de saber todas las cosas que le habían pasado. Y sentía el pecho que se me encogía, nadie merecía ser maltratado y odiado, el padrastro de Percy sin duda era un ser despreciable y no quiero ni pensar en cómo tendría que haber sido la vida para Sally y de cómo Percy en su nobleza no quería que ella cargará con la culpa y el dolor de los horrores que le hizo vivir a él.

—¿Quieres hablar un poco de eso? —le pregunte haciéndole señas para intentar sentarse, pero fue inútil porque aún estaba débil y la herida que tenía lo tenía un tanto inmovilizado. El lloraba, solo lloraba, nos quedamos un rato largo mientras terminaba de exprimir su corazón con lágrimas. También estaba llorando sin atreverme ni siquiera intervenir en su momento de deshago.

Empezó a contarme sobre la misión de juntar a los capitanes para el ejército de Caos. Cuando me dio los nombres me dio una gran satisfacción de escucharlo, ya que conocía a Beck el hijo de Hefesto, era un buen muchacho que había ido de misión con Percy donde entrego su vida. Cuando escuché de Thalia sentí un alivio total porque no podía pensar en darle más malas noticias a Percy. Tuve que confesarle que lo sabía pero que no pude decirle nada, entendió que no podía decírmelo luego de todo lo que había pasado. También me conto porque había ido al tártaro y de cómo había perdido la noción del tiempo, le dije que habían pasado 6 días desde que se había ido de aquí al reino de Caos. Me conto sobre cómo se había enterado de que Tyson estaba allí y que simplemente no podía abandonarlo para que se pudriera. No me atrevía a decirle nada, porque era lo que se tenía que hacer, pero también me confeso que cuanto más tiempo estaba allí, menos podía dormir y las pesadillas que tanto le habían costado superar de su primera experiencia allí habían vuelto. Luego me conto en qué condiciones había encontrado a los ciclopes y lo que estaba haciendo y como tenían encadenado a Tyson y estaba en un estado deplorable.

Luego me conto de su encuentro con Fobos, fue demasiado breve y corto y de lo que tuvo que hacer para salir de allí con Tyson y diez ciclopes. Era una locura, podrían haber muerto en el camino al lago, era lo más descabellado que alguna vez escuché. Pero había funcionado y eso era lo que le importaba a Percy. También le dije que Caos había preparado una tienda para ellos para que descansaran y se recuperaran.

—Lo bueno es que ya paso —las lágrimas habían cesado, pero aun podía ver su respiración agitada y sus manos apretadas como si delante de sus ojos siguieran los momentos de dolor —Percy, antes que tus recuerdos se detuvieran pronunciaste el nombre de Piper ¿qué paso con ella? —se tensó automáticamente y pude ver que su camiseta se llenó de sangre, lo cual me preocupo demasiado y automáticamente quise revisar su herida, pero el tomo mi mano con delicadeza y la aparto. Supongo que tiene que ver con lo que dijo Caos sobre los miedos que están latentes en su mente, la herida se abriría ante el recuerdo de esos horrores. Pude ver su cara de represión del dolor, era un chico muy fuerte, más de lo que quisiera que fuera.

—No creo que haya nada que puedas hacer por esto —su mirada se notaba cansada, como si apenas pudiera mantenerse en pie, me gustaría que pudiera descansar un poco más.

—Percy, al menos déjame cambiarte el vendaje —el asintió mientras caminábamos hacia la tienda con algo de dificultad, aun podía ver sus facciones de dolor mientras avanzábamos.

—Creo que esto nunca desaparecerá —dijo con desesperanza, solo pude mirarlo con tristeza y preocupación y traté de invitarlo a hablar sobre lo que aún faltaba conocer

—Sobre Piper...

—No estoy listo para hablar de eso aun —me dijo con una sonrisa dolorosa. Sus ojos ya no brillaban como antes cuando le hable sobre Piper. Debe ser algo doloroso como para que le quite la alegría de los ojos.

—Debes saber que Caos te dio su bendición así que en cuanto estés listo debes presentarte en su palacio, pero creo que aun puedes descansar un poco más —le dije un poco con pesar, quería que se quedara un poco más, un par de días para recuperarse, pero también sabía que era necesario que empezara su entrenamiento. —También dejo esta medicina para que la tomes —cuando la bebió hizo una mueca de asco, pero que medicina efectiva no sabe horrible.

—Con razón siento que mi poder ha aumentado notablemente, y siento que tengo algunos conocimientos que antes no estaban allí, aunque me siento agotado —dijo con una media sonrisa, mientras me extendía la mano, la cual tome. —Necesito comer algo —dijo casi sonriendo, era un desastre su aspecto, pero aun podía ver que se esforzaba por sonar alegre, era una fachada que me dolía.

—¡Pues claro que sí!... Vamos, para que puedas descansar, solo te pido que te quedes un par de días para que te recuperes lo suficiente como para usar tus nuevas habilidades —dije con un poco de pena, le ayude con mucho cuidado a levantarse, el dolor estaba allí, pero lo resistió, y se giró hacia donde Tyson aun dormía. Percy lo miró fijamente. —No te preocupes, estas a salvo —Percy susurró y me miro con pena apretando un poco los puños.

Tomamos nuestro desayuno en tranquilidad mientras él me contaba más a fondo sobre lo que vio en el tártaro con respecto a la misión, así como también las cosas que estaban por venir. Si Fobos está del lado de Nix y Érebo entonces no serán los únicos de su lado, varios dioses menores también se revelarán. Pero yo no podía dar la información que Percy me estaba dando, era confidencial. Seria traicionar su confianza en mí.

Pasaron casi 2 días y Percy ya se sentía mejor, se podía mantener en pie con normalidad y dar paseos por el lago, pero aun sentía que había algo que lo mantenía retraído. Decidí no preguntarle sobre ello porque seguramente era algo que no quería hablar. Ya casi se acercaba el tiempo en que se tendría que ir. Tyson por otra parte seguía en un estado de inconsciencia, pero era normal, porque necesitaba descansar, llevaba poco más de un año esclavizado en el tártaro.

Luego del desayuno, mientras que las primeras luces se asomaban, él se puso pie y fue donde su hermano, donde susurro unas palabras y luego vino a mi lado.

—Es hora que me vaya —dijo con incomodidad. —Te prometo que te veré pronto mamá, lamento haber arruinado tu regalo —bajo la cabeza, un poco avergonzado señalando su armadura que tenía manchas de sangre y el agujero que la espada de Fobos había dejado.

—No te preocupes solo me da una excusa para poder darte otro regalo aún mejor —le dije mientras levantaba su mentón para que me mirara a los ojos, sus ojos ahora eran de un marrón más claro y tenían pintan negras.

—Nos vemos mamá —me dijo mientras me daba un beso suave en las mejillas.

—Nos vemos Percy, por favor cuídate —le dije mientras le frotaba una mejilla con delicadeza.

—Lo hare —y luego chasqueo los dedos y desapareció en una nueve de color negro. Luego de eso me quede pensando en él y Piper, y de cómo varias cosas van a cambiar en este tiempo debido a lo que sucedió en el tártaro con Fobos. Tenía el presentimiento que tenían un largo camino por recorrer antes de que sus corazones se encontraran.

—Solo espero que puedas ser paciente con el —dije, luego revise el estado de Tyson y al ver que estaba plácidamente dormido, me retire a mi palacio, con mis pensamientos en Percy.

PERCY

Cuando me nombró a Piper, mi cerebro entro en corto nuevamente y sentí como que todo se desordenaba dentro mío. Vi con asombro como mi vendaje empezó a llenarse de sangre, ella quiso revisar la herida, pero no se lo permití, tomé su mano con delicadeza y la aparte, pero como era de esperar no retrocedió y me ofreció vendarme y no pude negarme, aunque sospechaba que era inútil, esto era algo que estaba más allá del poder de los dioses.

Sabía que tendría que volver a enfrentarme a esto tarde o temprano, y la sola idea de dormir o estar solo me aterraba un poco, por lo que mi mente se perdió un poco en ello, necesitaba reponer energías y enfocarme en lo importante: entrenar. Tyson seguía dormido, pero no se veía como si estuviera teniendo un mal sueño, sino más bien como un descanso. No dejaría a mi hermano a merced de Poseidón de nuevo.

Aunque no he escuchado la versión de Tyson de como llego allí, estoy casi seguro que Poseidón tiene algo que ver en todo esto de los ciclopes que están siendo arrojados al tártaro. Estaba completamente seguro. Luego de desayunar acordamos que me quedaría algunos días para poder recuperarme, por lo que solo me concentre en ello y aunque no se lo conté a Hestia mi mente no estaba bien, sentía un remolino de emociones que me bombardeaban todo el tiempo y a veces sentía agujas en los ojos de tan presión, pero me domine lo suficiente como para que no tuviera que preocuparse por ello.

Luego de casi 2 días ya podía levantarme por las mañanas sin ayuda, la herida no había cambiado, cuando me abordaban los pensamientos y las imágenes que pasaban a mil por hora sangraba y eso hacía que tuviera que usar mucha de mi energía en mantener mi mente enfocado para no sangrar. Me acerque a Tyson y lo vi su recuperación iba avanzando, no me imagino cuanto tiempo debió vivir en la esclavitud con esos desgraciados, supuse que mamá se habría también encargado de curarle.

—No voy a dejarte Tyson, ahora yo cuidaré de ti —le susurré a pesar de que no sabía si podía escucharme o no.

Tuvimos un momento especial de despedida, pude notar que la mirada de Hestia se mantenía sobre mi herida y me dolía que eso tuviera que seguir siendo una preocupación. Pero era momento de partir hacia lo que me esperaba que era lo más importante ahora. Aparecí en la sala de tronos, pero no había nadie más que un par de guardias, quienes no me recibieron de la manera más cordial, pero no los puedo culpar.

—¿Quién eres? ¿Y qué quieres? —dijeron con sus lanzas apuntando hacia mí. Levante mis manos

—Tranquilos, yo soy Percy Jackson, hijo de Hestia —dije levantando las manos, entonces empecé a brillar en un aura negra brillante e hice aparecer una llama de fuego en mi mano que los hizo retroceder.

—Perdón mi señor, no le reconocimos —dijeron haciendo reverencia, pero les hice un gesto de que se levantarán

—No hay problema… solo Percy y no hace falta inclinarse ¿sí? —le dije de manera más informal. Ellos asintieron y sonrieron de manera más relajada. —¿Dónde está todo el mundo?

—Podrás encontrarlos en la arena, hoy están presentando a los oficiales del ejército —¡maldición! Dije para mis adentros falto yo, no voy a perderme la presentación de mis amigos.

—Gracias —le dije mientras salí corriendo en cámara lenta hacia la arena. Se escuchaban vítores y celebración, supongo que ya se dio la presentación, pero no está de más entrar y ver cómo va la cosa.

—Ahora es momento de presentar a los comandantes —Ufff llegue justo a tiempo, la parte donde nos presentan tanto a mi como a Piper, entonces mis ojos la ven, y no puedo evitar sentir un poco de dolor en la herida. Así que desvió mi mirada que se esconde tras mi pelo desordenado.

—Creo que falto yo —dije con un poco de simpatía, todos se voltearon a verme.

—¿Quién eres tú? —preguntaron algunos soldados que rodeaban a Caos, mis amigos me miraron con alegría, no pude evitar sonreír ante la escena.

—Soy Percy Jackson, hijo de Hestia —entonces un silencio invadió la sala. Entonces mis amigos corrieron hacia mi menos Piper, que me miraba desde lejos con los brazos cruzados, no podía culparla por estar molesta conmigo, no le había dicho dónde iba y luego estuve más de 7 días fuera.

—¡Percy! ¿Dónde demonios estabas? —pregunto Thalia media moleta mientras me abrazaba fuertemente, sentí un ligero crujido dentro mío, definitivamente necesitaba más descanso. No podía estar más feliz de ver a mi prima. No podía soportar la idea de que por un momento estuviera muerta. Decidí guardarme las bromas para después.

—Misión importante, pero ya estoy aquí —dije con una sonrisa en el rostro. Mientras que vi a Zoe sonriendo con simpatía levantando el pulgar.

—Me alegro de verte Percy —dijo con marcialidad, todavía tenía la esencia de las cazadoras dentro suyo.

—También me alegro de verte Zoe —le dije dándole un pequeño golpe en el hombro, mientras que todos reíamos.

—Silena, Beck —ambos asintieron dándome una sonrisa amable, mientras que le di un abrazo a Beck.

—Lo importante es que estamos nuevamente reunidos, ha pasado mucho tiempo —les sonreí mientras que avanzamos hacia la plataforma. Donde salude Caos y a los que estaban junto a él. Traté de buscar con la mirada a Piper, pero simplemente no pude por ella me evitaba.

—Percy me alegro que puedas estar aquí, contaba con que te tomarías unos días —dijo Caos con precaución. Le respondí con una sonrisa a medias como dando a entender que aún no estaba del todo bien a lo cual asintió cerrando los ojos. —Bueno como decía, hora de presentar a los comandantes —dijo mientras le hacía una seña a Piper para que se adelantara. Ella se giró para mirarme mis ojos se cruzaron con los suyos, le sonreí de manera amable, para tantear el terreno, pero no pude averiguar mucho.

—Piper McLean, hija de Afrodita —todos saludaron colocando su brazo cruzado en su pecho. Piper levanto la mano para saludar, mientras que yo no podía dejar de mirarla, su cabello se mecía en su espalda de manera hipnótica se veía más largo y tenía un tono rojizo muy elegante. Se veía tan alta como yo y su cuerpo se veía como el de una diosa. Incluso más bella que la misma Afrodita. Fui sacado de mi pensamiento por el codazo de Thalia que me hizo señas para que prestara atención.

—Ahora el comandante, junto con Piper es Percy Jackson, hijo de Hestia —todos estallaron en vítores durante un buen rato hasta que se terminó la fiesta, yo les saludaba con la mano, agradecido por el recibimiento, pero tuve que usar la mano contraria a la herida para no hacer un espectáculo de mi salud.

—Bueno ahora id a entrenar soldados, yo necesito hablar con los capitanes y comandantes —todo el mundo se fue retirando mientras que algunos se acercaban para saludarnos, hasta para pedir autógrafos, era súper embarazoso. Finalmente quedamos solo nosotros con Caos y sus acompañantes.

—Bueno primero que nada les presento a los primordiales —dijo con naturalidad, todos nos quedamos helados, no sabíamos si inclinarnos o no.

—Un placer —dije casi de casualidad, empezaron a reír y nosotros nos relajamos un poco. Uno por uno se fue presentando, al final estábamos asombrados por el despliegue de poder.

—Ahora tengo algunas noticias —todos miramos a un Caos mirándome con detenimiento, disimuladamente negué con la cabeza —Me he enterado que Fobos está peleando por Nix y Érebo y eso nos deja ante un problema, su ataque puede ser letal para cualquiera de ustedes, por ese motivo vuestro último entrenamiento será con Ananké, ella se encargará de vuestra fortaleza mental. Todos asintieron con miradas preocupadas, menos yo que ya me había enfrentado a eso, pero aún no había logrado vencer por completo —Ahora cada uno ya sabe con quién debe entrenar, ustedes tendrán armas especiales, que serán preparadas por Tyson, el hermano de Percy, quien también trabajara con nosotros, en breve estará aquí —no pude evitar sonreír, Tyson ya no estaría solo. Todos sonrieron también, aunque no pudieron evitar sentir un poco de curiosidad de porque Tyson se nos uniría. —Empezad el entrenamiento, Piper y Percy se quedan —dijo Caos despidiendo a todos, los primordiales empezaron a brillar con los chicos.

—Ahora, ustedes dos han recibido poderes que ni siquiera imaginan, así que nada de experimentos, no quiero un desastre en las instalaciones —nos reprendió con anticipación Caos seriamente y nosotros asentimos, Piper ni me miraba, me ignoraba, pensé que estaría feliz de que hubiera vuelto.

—Vamos Percy es hora de empezar, iremos a mi palacio —dijo Ananké acercándose de manera amistosa, de costado vi la cara de desconcierto de Piper.

—¿Que… te vas nuevamente? —no pude responder porque Ananké se adelantó por mí. Pero la cara de Piper era de decepción total.

—Percy debe empezar su entrenamiento primero conmigo, solo serán un par de días para comenzar, luego volverá —dijo mientras me dio espacio para que me despidiera. Piper estaba con la cabeza gacha, como si estuviera avergonzada. Me acerqué para poder hablar, pero no pude ella me lanzó un pequeño puñete en el abrazo. Se sentía increíble saber que aun estábamos cerca.

—Estaba preocupado por ti. Hestia no me perdonaría si algo te pasara —dijo con tristeza. No pude evitar sentirme un poco animado

—Si claro… —dije casi sin ánimo, ella me dio una sonrisa descarada —Creo que debo irme, cuida a los chicos por mi ¿sí? —asintió con la cabeza, me acerqué y le di un ligero toqué con el hombro como ya se había hecho habitual. Pero no pude decir nada más porque sentí un intenso dolor en el pecho que me hizo tropezar, me llevé la mano a la herida y pude sentir humedad en el vendaje. Mi cabeza me dolía de manera intensa. Me gire para que Piper no viera la sangre en mi ropa, pero Caos y Ananké si se dieron cuenta. Y Ananké me cubrió porque se acercó y me dio un golpe en la cabeza.

—Vaya que eres torpe cuando hay una mujer de por medio —quise reírme, pero no podía, pero le di una sonrisa dolorosa.

—¿Estas bien Percy? —pregunto Piper un poco preocupada, trague saliva para sonar lo más seguro y convincente posible. Mire a Ananké para que me ayudara. Al parecer entendió el mensaje

—Si estoy bien —dije sin convicción.

—Hora de irnos, volveremos pronto —y luego desaparecimos en un humor blanco intenso. Necesito hacer algo con esto, no puedo estar todo el tiempo dependiendo de esta clase de sucesos que simplemente harán imposible que me pueda acercar a cualquiera que estalle cosas en mi mente.

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