WebNovels

Chapter 5 - Capítulo 5: El Incidente del Tío Ben, Alterado

El aire de la noche era fresco, pero Peter sentía un sudor frío recorrerle la espalda. Hoy era el día. O, más precisamente, la noche. Había estado monitoreando los informes de la policía en línea, cruzando datos de pequeños robos y la ubicación de las casas de empeño cercanas. El patrón era claro, y el destino, inevitablemente, llevaría a un atraco en ese famoso almacén de lucha libre.

Con el pretexto de "estudiar en la biblioteca", Peter se había deslizado de la casa, sus lanzarredes y el traje improvisado ocultos bajo su ropa. Su corazón latía con fuerza, no por miedo, sino por la adrenalina y la inmensa presión de lo que estaba a punto de hacer. Había repasado su plan cientos de veces. No podía detener el atraco por completo, pero sí podía interceptar al ladrón antes de que el Tío Ben se cruzara en su camino.

Se posó en un tejado con vista al almacén, su sentido arácnido vibrando débilmente, como una cuerda de violín tensa. Esperó. Un taxi se detuvo. El Tío Ben y Aunt May salieron, sonrientes, dirigiéndose al evento. Peter sintió un nudo en la garganta. Esto iba a ser por ellos.

Minutos después, la alarma del almacén sonó, un estridente lamento en la noche. El ladrón, un hombre con una gorra y una sudadera con capucha, salió corriendo, un bolso abultado en la mano. Peter lo siguió de cerca, balanceándose entre los edificios, manteniéndose en las sombras.

El ladrón tomó la ruta de escape que Peter había anticipado: un callejón estrecho y oscuro que desembocaba en una calle concurrida. Era su oportunidad. Justo cuando el ladrón doblaba la esquina, Peter se dejó caer desde el tejado, no con una explosión, sino con un aterrizaje silencioso y calculado.

"¡Quieto!" la voz de Peter, distorsionada por su máscara, sonó autoritaria.

El ladrón se giró, sobresaltado. "¡¿Qué demonios—?!"

Antes de que pudiera reaccionar, una ráfaga de telaraña impactó en su mano con el bolso, pegándola firmemente a la pared. Otra ráfaga le inmovilizó los pies. El hombre intentó gritar, pero Peter ya se había movido, desarmándolo y asegurando el botín.

Fue entonces cuando oyó la voz. "¡Oiga, usted! ¡Devuélvale eso!"

La sangre de Peter se heló. Era el Tío Ben. Había escuchado la conmoción y se había acercado. El ladrón, furioso y desesperado, logró liberarse parcialmente una mano y sacó un arma.

El tiempo se ralentizó. Peter vio el cañón del arma, el rostro enojado del ladrón, y al Tío Ben, con una expresión de sorpresa. No había espacio para la duda.

Peter se interpuso. Con una velocidad que ni él sabía que poseía, desvió el brazo del ladrón en el último segundo. El disparo resonó en el callejón, pero no fue un disparo mortal. La bala rozó el hombro del Tío Ben, no en el pecho, no en el punto fatal. Ben se tambaleó, gimiendo de dolor, pero se mantuvo en pie.

El ladrón, conmocionado por la intervención inesperada, se quedó paralizado. Peter no le dio más oportunidades. Otra ráfaga de telaraña envolvió al ladrón por completo, pegándolo a la pared como una mosca atrapada.

"Tío Ben, ¿estás bien?" Peter se acercó, olvidando por un segundo su disfraz.

"Peter... ¿qué...? ¿Eres tú?" Ben, pálido y con una mano en su hombro sangrante, miró a su sobrino, luego al hombre pegado a la pared, y finalmente a la extraña figura enmascarada.

"No, Tío Ben, no soy Peter," dijo rápidamente, forzando un cambio en su voz y alejándose un paso. Sabía que Ben estaba en shock, y su mente buscaría familiaridad. "Solo soy... un amigo. El ladrón está inmovilizado. La policía viene en camino." Peter pudo oír las sirenas a lo lejos.

Se aseguró de que Ben estuviera a salvo, su mano aplicando una ligera presión para detener la hemorragia, antes de que Aunt May apareciera, gritando el nombre de Ben. La vio arrodillarse junto a su esposo, la expresión de alivio y terror mezclados en su rostro. La ambulancia y la policía llegaron en cuestión de segundos.

Peter se desvaneció en las sombras, dejando que la policía se encargara del ladrón inmovilizado y que los paramédicos atendieran a su tío. Desde la cima de un edificio cercano, observó cómo se llevaban a Ben en la ambulancia, consciente. Vivo. La bala le había dado, sí, pero su Tío Ben estaba vivo.

No había sido perfecto. El Tío Ben seguía herido, y el trauma era real. Pero la culpa devastadora que había definido al Spider-Man original, el peso de una muerte que podría haber evitado, no estaba allí. En su lugar, había un alivio inmenso y una determinación renovada. El Tío Ben estaba vivo gracias a su intervención. Su responsabilidad no nacía de la tragedia de la pérdida, sino de la confirmación de su capacidad para proteger.

"Nunca más," susurró Peter bajo su máscara, viendo las luces parpadeantes de la ambulancia alejarse. "Haré esto bien."

More Chapters