La aparición de Devin Weston no fue una sorpresa agradable, sino una confirmación de la ley no escrita de Los Santos: los viejos problemas nunca mueren, solo se transforman. Michael sintió la picazón de la ira, pero la transformó en fría determinación. No iba a permitir que Weston, el hombre que casi destruye su vida en el guion original, arruinara su cuidadosamente construida existencia.
Michael no dudó. Contactó a Lester. "Weston ha vuelto. Y quiere algo. No sé qué es su 'proyecto', pero implica al gobierno y, sin duda, es tóxico. Necesito que lo rastrees. Cada movimiento, cada llamada, cada contacto. Quiere arrastrarme de nuevo a su mierda, y no lo voy a permitir."
Lester, que ya había anticipado el resurgimiento de Weston, asintió con una mezcla de precaución y entusiasmo. "Weston es una serpiente, Michael. Resurge de cualquier ceniza. Pero es predecible en su codicia. Me pondré a ello. Necesitaré a Franklin para el trabajo de campo."
La estrategia de Michael contra Weston sería una trampa invisible. No un enfrentamiento directo, sino una erosión lenta y sistemática de su influencia y recursos. El objetivo: hacer que Weston se volviera tan tóxico y arriesgado que nadie, ni siquiera el FIB, querría tocarlo.
Fase 1: La Vigilancia Omnipresente (Lester y Franklin)
Lester desplegó una red de vigilancia digital y física sin precedentes sobre Devin Weston. Franklin, utilizando sus habilidades de sigilo y su red de informantes, rastreaba los movimientos de Weston en la ciudad, fotografiando reuniones discretas, grabando conversaciones clave y analizando los patrones de su guardaespaldas.
Descubrieron que Weston, aunque debilitado por sus fracasos anteriores, había comenzado a reconstruir su red, centrándose en el tráfico de información clasificada y la subcontratación de seguridad privada corrupta para gobiernos extranjeros. Su "proyecto" era un esquema para vender secretos militares estadounidenses a potencias rivales, utilizando empresas fantasma como fachada.
"Es peor de lo que pensabas, Michael", informó Lester. "Weston está jugando en una liga peligrosa. Y está intentando establecer contacto con el mismo general corrupto que Dave te ayudó a exponer, aprovechando el vacío de poder. Este tipo es un cáncer."
Fase 2: El Boicot Silencioso (Michael)
Michael, desde su posición en el Diamond Casino, comenzó a usar su influencia legítima para aislar a Weston. Desacreditaba sutilmente a cualquier contacto que Weston intentara establecer en el mundo empresarial de Los Santos, difundiendo rumores de inestabilidad financiera y ética dudosa de las empresas de Weston. Las puertas comenzaron a cerrarse.
Utilizó a sus gerentes de casino para "aconsejar" discretamente a otros negocios de lujo para que evitaran cualquier trato con las empresas de Weston. El mensaje era simple: si haces negocios con Weston, también pierdes la confianza de Michael De Santa y, por extensión, el acceso al próspero ecosistema del Diamond. La élite de Los Santos valoraba su reputación y sus contactos, y Weston se estaba convirtiendo en un paria.
Fase 3: La Sobrecarga de Información (Lester y el FIB)
Con la información recopilada por Lester y Franklin, Michael ideó la etapa final de su plan. No iba a ir directamente al FIB. Iba a sobrecargar sus sistemas con la propia mierda de Weston, pero de una manera que pareciera un fallo de seguridad masivo, no una entrega controlada.
"Lester, tienes todos los datos de Weston", dijo Michael. "Quiero que los filtres. No a la prensa, no a un solo agente. Quiero que los metas en los servidores del FIB, el IRS, el Departamento de Defensa... en todos los lugares donde puedan hacerle daño. Pero hazlo de una manera que parezca un hackeo anónimo. Un ataque a la seguridad, no un informante. Quiero que se ahoguen en la mierda de Weston."
Lester se deleitó con la idea. "Una avalancha de datos. Los harán parecer ineptos si lo ignoran, y lo destrozarán si actúan sobre ello. Perfecto."
Mientras Lester trabajaba, Michael se aseguró de que su vida personal permaneciera blindada. La familia era su santuario. Pasaba más tiempo con Amanda, reavivando su relación, y dedicaba más atención a Tracey y Jimmy, consciente de que Weston buscaría cualquier punto débil. Incluso la extraña dinámica con Trevor se mantuvo, con Michael canalizando la energía destructiva de su amigo hacia proyectos de "renovación" en la mansión, manteniéndolo ocupado y alejado de las calles.
Semanas después, las noticias comenzaron a gotear. No eran titulares explosivos, sino una serie de artículos de investigación en la prensa especializada, informes de auditorías inesperadas y, finalmente, una investigación formal sobre las empresas de Devin Weston. Los rumores eran que Weston había sido objeto de un "ataque informático devastador" que había expuesto sus tratos más oscuros a las autoridades.
Michael recibió una llamada de Dave Norton. La voz de Dave sonaba irritada, pero también había un matiz de respeto. "Michael, parece que alguien ha volcado el camión de la mierda en la oficina de Weston. Una cantidad ingente de datos. Demasiado para ignorar. Parece que tu 'amigo' ha caído de nuevo, y esta vez, no hay red de seguridad."
"¿De verdad, Dave?", respondió Michael con una inocencia fingida. "Qué pena. Algunos empresarios simplemente no saben cómo operar limpiamente. Me alegro de que mi casino esté tan blindado. Te lo he dicho, estoy en la legítima."
Dave gruñó. "Sí, ya veo. Por ahora, Michael, por ahora. Pero una cosa es segura: Devin Weston ha terminado. Para siempre. Y nadie en el gobierno va a derramar una lágrima."
Michael colgó, una sonrisa lenta y satisfecha extendiéndose por su rostro. No había sangre, no había explosiones, no había persecuciones. Solo una operación de inteligencia y presión que había desmantelado a Weston de forma permanente. Había aprendido que el poder real no siempre residía en la violencia, sino en el control. El pasado había sido neutralizado. Y Michael De Santa, el hombre renacido, podía finalmente respirar en Los Santos, construyendo su legado en el Diamond, sin la sombra de sus viejos demonios.