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Chapter 21 - : NUEVOS ADVERSARIOS, EL PLAN ESTÁ TERMINADO

Lilian, Sofía y David observaban en silencio cómo el agua corría sobre ellos, atravesando el aire con suavidad. Estaban en medio de una antigua zona del bosque, donde la luz se filtraba apenas entre las hojas, y enfrente... el agua parecía estar a merced de Moisés.

Él tenía las palmas extendidas hacia adelante. Su respiración era profunda, concentrada, mientras el agua que flotaba ante él formaba una especie de esfera suspendida, girando lentamente.

Lilian (asombrada):

-No puede ser... ¿Desde cuándo puede hacer eso?

David (mirando a Moisés):

-Eso no lo vi venir... Su energía se volvió más intensa desde aquella noche.

Sofía (más seria):

-No es solo él... algo está despertando en todos nosotros. ¿No lo sienten?

El agua cayó de golpe cuando Moisés bajó las manos, respirando agitadamente.

Moisés (con la mirada fija en el suelo):

-Están pasando cosas que no entiendo...

Un silencio los envolvió, hasta que un zumbido en el cielo captó su atención. Una pequeña esfera mecánica con el símbolo de Redmire flotaba entre las ramas, grabando.

Lilian (rápido):

-¡Arriba! ¡Nos están espiando!

David lanzó una roca, pero la esfera escapó velozmente por los árboles.

Silueta morada no dijo una sola palabra. Solo observaba el espectáculo que Moisés estaba creando a su alrededor: el agua danzaba con violencia y enormes bloques de hielo caían desde una nube que flotaba sobre ella, convocada por su oponente.

Elevó su cuerpo con calma, esquivando hábilmente varios pedazos de hielo que por poco la alcanzaban. Comenzó a girar sobre sí misma, adoptando una posición encogida, como si preparara su cuerpo para liberar toda su energía.

Mientras tanto, Moisés permanecía consciente, pero aún sin comprender del todo la magnitud de su propio poder. En su mente, solo existía una preocupación: que sus amigos no resultaran heridos.

Lejos de ahí, en la sala de monitoreo de los drones de Cresthaven y Redmire, las imágenes en vivo del enfrentamiento llegaban con nitidez.

-¡Llama de inmediato a los mayores de Cresthaven y Redmire! -ordenó con voz firme el jefe de control y vigilancia-. ¡Tienen que ver esto que está ocurriendo... y asegúrense de que cada segundo quede registrado, no podemos permitir que nada pase desapercibido!

Sofía, Lilián y David, aún ocultos a una distancia prudente, observaban con asombro cada movimiento de los combatientes.

-Increíble... -susurró Sofía, sin apartar la vista-. ¿Cómo es posible que estén peleando a ese nivel?

Silueta morada ya estaba completamente cargada, lista para liberar todo su poder. Esperaba el momento exacto. Los bloques de hielo de Moisés no lograban detenerla; uno a uno se quebraban al aproximarse a su energía.

Moisés, determinado, ascendió rápidamente hacia ella. No podía permitir que desatara esa energía sobre los demás.

Entonces, la silueta morada extendió los brazos hacia lo alto, estirando también las piernas. De su cuerpo brotó una esfera morada, semitransparente, que comenzó a expandirse con rapidez.

El impacto fue devastador.

La onda arrasó con parte del bosque, desintegró el agua de Moisés y desvaneció la nube que él había creado. Moisés, al recibir el golpe de lleno, fue arrojado con violencia al suelo, creando un enorme cráter al caer.

Pero, incluso en medio del impacto, el instinto de proteger a sus amigos prevaleció. Con su último esfuerzo, creó una burbuja de energía que cubrió a Lilián, David y Sofía, salvándolos del daño.

El dron de Redmire y Cresthaven quedó completamente desintegrado por el temible poder que desató la silueta morada.

La destrucción que causó fue tan intensa que no pasó desapercibida por las ciudades cercanas, pues arrasó con casi todo un tramo del bosque, llevándose consigo cientos de árboles.

La esfera de energía que había protegido a Sofía, Lilian y David simplemente desapareció frente a sus ojos, dejándolos expuestos a la devastación.

LILIAN

-¿Pero qué...?

SOFÍA

-¿Qué pasó aquí...?

DAVID (sin palabras, asombrado)

El paisaje frente a ellos había cambiado por completo. Donde antes había más de cien árboles, ahora no quedaba ni uno.

LILIAN

-¿Y Moisés? ¿Dónde está?

Los tres miraron alrededor desesperadamente, y de pronto levantaron la vista al cielo...

Allí estaba: la silueta morada flotando sobre el cráter que ella misma había creado. Su cuerpo aún desprendía chispas y destellos tras la explosión. Sin hablar, comenzó a descender lentamente.

LILIAN

-¡¿Dónde quedó Moisés?!

La silueta morada bajó al cráter. Ahí, entre los escombros y la tierra rasgada, yacía Moisés, herido. La silueta lo tomó con cuidado en sus brazos. Mientras ascendía de nuevo, una débil energía comenzó a salir de su cuerpo, curando lentamente las heridas de Moisés sin que ella lo ordenara conscientemente.

SOFÍA (viendo la escena)

-¡Suéltalo! ¡Déjalo en paz!

LILIAN (furiosa)

-¡Vamos por él!

David y Lilian corrieron hacia la silueta. Pero justo cuando estaban por alcanzarla, esta desapareció frente a ellos... y reapareció en el suelo, fuera del cráter.

SOFÍA

-¡Allá abajo!

David y Lilian no pensaron dos veces: descendieron decididos a rescatar a Moisés de lo que creían era una amenaza. Pero justo antes de llegar, Sofía se adelantó. Con un movimiento rápido, se interpuso entre ellos y la silueta morada, quedando justo en medio.

SOFÍA (gritando)

-¡ALTO!

LILIAN

-¿¡Qué haces!? ¡Apártate!

DAVID

-¡Perdiste el juicio! ¡Ese ser atacó a Moisés!

SOFÍA

-¡Cállense ya! ¿No ven que lo está ayudando?

La silueta morada, aún arrodillada junto a Moisés, alzó la vista hacia el cielo. Luego miró hacia atrás, donde Sofía se mantenía firme defendiendo su posición.

SILUETA MORADA

-Ya les dije... solo quería que se fueran.

-Miren la destrucción que causé... Nada de esto lo quería.

Mientras tanto, en la ciudad de Cresthaven...

El jefe de monitoreo de seguridad e investigación, visiblemente frustrado, golpea con fuerza una de las consolas de control.

Jefe de monitoreo

- ¡Otra vez nos eliminan fácilmente los drones!

Las pantallas solo mostraban líneas distorsionadas y ruido digital. Poco después, entran apresurados los mayores de Redmire y Cresthaven, alertados por la emergencia. Todos dirigen su mirada a los monitores ahora en blanco o sin señal.

Mayor de Redmire

- ¿Qué es esto? ¿Nos llamaste para mostrarnos pantallas vacías?

Mayor de Cresthaven

- ¿Qué sucedió aquí? ¿Dónde está la señal?

Jefe de investigación

- Esperen, no saquen conclusiones todavía...

Comienza a reproducir las últimas grabaciones que el dron logró transmitir antes de la explosión. Las imágenes son inestables, pero se puede distinguir un combate, ráfagas de energía y finalmente una intensa explosión que deja la zona cubierta de humo. Los mayores observan en silencio, reconociendo entre las siluetas a Stiven, Karla, Clarence... y al final, a Ryan antes de ser llevado por alguien desconocido.

En el centro del bosque, donde ocurrió la explosión...

Moisés yacía inconsciente entre las hojas humeantes. David, Sofía y Lilián se acercaban a él, aún algo temerosos, mientras una silueta morada se incorporaba lentamente.

Con un aire misterioso pero tranquilo, la figura se da la vuelta para quedar de frente a ellos. La energía que lo rodea chispea levemente, como si su cuerpo no pudiera contener toda la radiación.

Silueta morada

- Moisés solo necesita descanso... Yo me voy.

(No los mira directamente)

- Pero recuerden esto: si nos volvemos a ver... no estaré en contra de nadie.

- ¡Levanten a Moisés y llévenlo! La energía que solté activó sensores... alguien más viene en camino. Será mejor que cada quien tome una ruta distinta.

Sin decir más, la silueta comienza a elevarse, dejando una estela de energía morada en el aire.

Sofía (gritando)

- ¡Dime quién eres! ¿Por qué nos atacaste?

La figura ya en el aire, gira brevemente su cabeza hacia ella.

Silueta morada

- Ya lo dije. No los ataqué... solo me defendí.

- Mi nombre es Humbra.

- Y esta vez, espero que sí me hagan caso.

Se eleva aún más hasta desaparecer entre los árboles humeantes, mientras su energía sigue dejando una marca en el aire.

Lilian, David, Sofía y Moisés -que aún sigue inconsciente- tienen en mente salir lo más rápido posible de ahí.

LILIAN

Bueno, ya no se nota ni una pista de hacia dónde se fue la silueta.

SOFÍA

Sí... Mejor llevemos a Moisés con nosotros.

DAVID

(mientras sube a Moisés a sus hombros)

Mejor démonos prisa. Si mal no recuerdo, Humbra dijo que alguien se acerca... Vámonos antes de que también lleguen los drones.

LILIAN

Sí, mejor vámonos.

SOFÍA

(Mirando de reojo hacia atrás)

-Sí... Lo mejor será sacar a Moisés de aquí cuanto antes.

DAVID

(Ajustando el peso de Moisés sobre sus hombros)

-Humbrä dijo que alguien se acercaba... Si llegan drones o rastreadores, no tendremos oportunidad. ¡Vámonos ya!

LILIAN

-Entonces volamos. Ya.

Sin perder más tiempo, los tres se impulsan hacia el cielo con energía. El cuerpo de Moisés, aunque aún inconsciente, parecía más estable que antes. Su respiración era rítmica, aunque su expresión mostraba señales de una lucha interna... como si soñara con la batalla que había dejado atrás.

Mientras tanto, al otro extremo del bosque, una figura aterriza con suavidad en el lugar de la explosión. Es la silueta celeste. Su traje metálico emite un tenue brillo azul, y sus ojos recorren el terreno calcinado con precisión casi militar.

SILUETA CELESTE

(Analizando el cráter humeante)

-...Este nivel de energía... está claro que Ryan sobrepasó su límite. Y la silueta verde no lo detuvo.

(Cierra los ojos un instante)

-Cresthaven y Redmire deben estar más cerca de completar el Proyecto R de lo que pensábamos...

Saca de su cinturón un dispositivo cilíndrico, de unos 30 centímetros, y lo incrusta con firmeza en el suelo. En diez segundos, un pulso turquesa se expande por la zona, disipando por completo los restos de radiación que habían quedado tras la batalla. Las hojas secas se levantan por la onda, revelando un suelo casi limpio.

SILUETA CELESTE

(Mirando alrededor con expresión seria)

-Si los drones llegan y detectan esta energía, será un problema. Mejor borrar toda señal.

(Pausa y reflexiona)

-Debo seguir de cerca a Moisés... Ese chico está creciendo demasiado rápido. Y si esa silueta morada vuelve a aparecer, tendré que intervenir.

Eleva la mirada y, con su visión aumentada, distingue en la distancia las luces parpadeantes de varios drones acercándose. También nota un grupo de comunicadores encubiertos que se aproximan con cámaras listas para registrar lo sucedido.

Sin decir una palabra, la silueta celeste se impulsa al aire con velocidad supersónica, desapareciendo entre las nubes justo antes de que los primeros drones lleguen al lugar de los hechos

Los habitantes de Redmire y Cresthaven ya estaban al tanto de la explosión.

Las imágenes se transmitían en vivo desde el lugar del incidente. Cientos de personas se aglomeraban frente a pantallas públicas y teléfonos, siguiendo cada movimiento de los equipos de rescate y drones que sobrevolaban la zona destruida. La tensión era evidente en sus rostros.

Gente murmurando entre sí

-¿Qué fue eso?

-¿Y si llega hasta la ciudad?

-¿Y si no fue un accidente...?

Mientras tanto, en el laboratorio compartido entre ambas ciudades, se celebraba una reunión urgente.

Mayor de Cresthaven (con tono firme):

-Hay que movilizarnos. ¿Cómo va el Proyecto R? Está completo... ¿cierto?

Mayor de Redmire (levantándose):

-Sí... se suponía que ya debía estar listo.

Trabajador a cargo (nervioso, revisando una pantalla):

-Están activos, pero aún falta más entrenamiento. Solo les pido algo de tiempo... todavía no están al cien por ciento.

Mayor de Redmire (suspira):

-Está bien. Eso ya es algo. No quiero perder los edificios... ni la ciudad que tanto nos costó construir.

Mayor de Cresthaven (alza un folder con sellos oficiales):

-Y esto... ¿alguien me explica este archivo que llegó ayer a mi escritorio? Dice que debemos activar otro sistema de seguridad... específicamente para las plantas de energía nuclear.

Todos se miran. Silencio

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