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Chapter 19 - DUELO DE POTENCIAS

FUEGO VS TIERRA

Dr. Fabián

(Saliendo de la cámara de recuperación)

-¿Estás listo?

Silueta verde

-Mmm... me siento diferente.

Dr. Fabián

-Lo estás. Ve al laboratorio, es desde ahí donde han estado recolectando y liberando radiación los cuerpos de esos chicos...

(Mira el calendario)

Silueta verde

-Pero, ¿por qué me despiertas después de varios días? No he peleado con nadie como para necesitar recuperación...

Dr. Fabián

-Solo te mejoré.

Ah, y por cierto... en el laboratorio estará Ryan, un chico que aún está desarrollando su poder. Ten cuidado.

Silueta verde

-Está bien, iré... ¿Y dónde están los otros? ¿Por qué no han despertado?

Dr. Fabián

-Esta vez irás solo. Solo necesito que, con tu fuerza, cubras el laboratorio con tierra y lo reduzcas a escombros. Así eliminaremos cualquier prueba y posible foco de contaminación.

Lleva este frasco. Después de destruirlo, actívalo. Liberará una onda que limpiará la zona dentro de su alcance.

La oscuridad se ha adueñado de Velkan, y aunque los robots siguen atentos a cualquier anomalía... no ven lo que está por llegar.

Karla, Stiven y Clarence llegaron tarde a su rutina nocturna. Habían salido a buscar pistas sobre el Proyecto R... pero no encontraron nada.

Karla

-Qué desastre... solo perdimos el tiempo.

Stiven

-Sí... espero que esta noche aparezca ese ser que irradia esa fuerte energía celeste.

Clarence

-Mejor empecemos nuestras rutinas. Ya estamos llegando tarde.

Karla

(Se detiene de pronto)

-¿Qué es eso allá arriba?

Stiven

(Mira hacia el cielo)

-¡Pero... pero si eso es un destello de luz verde! ¿Qué es?

Clarence

-¡Miren allá! Va muy rápido, ¡cruza el cielo como un rayo!

Karla

-¡Es otro ser! ¡Tenemos que ir tras él!

Stiven

-¡Muévanse, vamos! ¡No lo vamos a perder!

El destello de luz verde, trazado por la silueta verde, era completamente visible para Karla, Stiven y Clarence... pero no para los robots, drones ni los oficiales que patrullaban como si nada. Solo ellos tres podían ver el rastro que dejaba aquella presencia.

En lo alto de un edificio, un robot patrullero divisó movimiento inusual.

ROBOT

-Alerta de movimiento. Karla, Clarence y Stiven se movilizan. Trayectoria no corresponde a su rutina de vigilancia normal.

Desde la sala de control en Cresthaven, los operadores reaccionaron de inmediato. Le dieron la orden al robot de seguirlos discretamente, y al mismo tiempo, enviaron una alerta urgente a los dos mayores: uno en Cresthaven, el otro en Redmire. A pesar de la hora, ambos fueron llamados con premura.

Mientras tanto, en el cielo, la silueta verde percibió algo.

Silueta Verde

-Ya no me siguen por el cielo...

(Mira hacia abajo con calma)

-Mmm... ya los vi. Vienen por el suelo. Interesante...

Karla

-¡Rápido, estamos cerca!

Clarence

-¿A dónde se dirige?

Stiven

-No lo alcanzaremos si seguimos corriendo. Mejor veamos hacia dónde va.

Karla

-Entonces hay que bajar y seguirlo por el bosque. Con cuidado.

Los tres comienzan a correr en silencio, manteniéndose ocultos tras los árboles, siempre detrás de la estela que deja la silueta verde.

Mientras tanto, los mayores de Cresthaven y Redmire ya están despiertos y atentos. Se muestran curiosamente animados. Desde la distancia, observan cómo el robot sigue de cerca a los chicos, cada paso registrado, cada movimiento bajo vigilancia.

El laboratorio está cerca. Lo que está a punto de pasar... puede cambiarlo todo.

Silueta Verde

-Ahí está el laboratorio...

Baja y camina hasta la entrada, observando que la puerta está completamente destrozada. Sin dudar, se deja caer por la abertura hacia el interior del laboratorio subterráneo. Solo se escucha el eco de su cuerpo al aterrizar con fuerza.

Ryan

(Despertando alarmado)

-¿Qué... qué sucede?

Silueta Verde

-Así que tú eres Ryan...

Ryan

-¿Quién eres tú? ¿Acaso eres uno de mis ex compañeros...?

(Piensa rápidamente: Moisés, Sofía, Lilian, Carlos...).

-No... ellos no emiten luz verde...

(Mirándolo con atención)

-Dime quién eres y qué haces aquí.

Silueta Verde

-Solo vengo a decirte que salgas. Voy a destruir este laboratorio, y más te vale no interponerte o verás el verdadero poder de la energía.

Afuera, Karla, Clarence y Stiven llegan al borde de la estructura destruida.

Karla

-¡Allá abajo! ¡Ese es el lugar donde Ryan desapareció!

Stiven

-Tengan cuidado... podría estar esperándonos.

(Camina lentamente, atento a cualquier señal)

Mientras tanto, el robot que los seguía transmite todo en tiempo real a la sala de control de Cresthaven y Redmire.

Mayor de Cresthaven

(Mirando la pantalla con expresión seria)

-¿Cómo es posible que estén allí? Ese laboratorio es confidencial... propiedad del Dr. Fabián.

Sala de control

-¡Increíble! Están registrando todo...

(Miran el monitor térmico)

-Y observen... ¡hay dos señales de calor activas dentro del laboratorio!

Mayor de Redmire

(Lanza una botella de agua al suelo con furia. Todos en la sala se sobresaltan)

-¡¿Cómo es posible que solo un robot esté en persecución?!

(Golpea la mesa)

-¿Dónde están los demás?

-Y lo más importante... ¡¿cómo entraron al bosque sin ser detectados?!

-¡Hay cámaras, drones, oficiales! ¡No deberían haber logrado pasar!

(Mira fijamente la pantalla, muy alterado)

Ryan

(Con molestia, aún adormilado)

-Solo vete de aquí... llévate algo si quieres, pero hazlo rápido.

Silueta Verde

(Caminando con calma)

-¿Qué parte no entiendes? No vine a robar... vine a destruir este laboratorio y purificarlo por completo.

(Da un paso al frente, con la voz más firme)

-Empieza a salir... antes de que te hunda junto con todo esto.

Ryan

(Frunciendo el ceño, irritado)

-Ya me hartaste. No tengo tiempo para tus discursos...

(Tensa los puños)

-¡Necesito dormir, y tú me estás interrumpiendo!

Sin más palabras, Ryan se lanza con un golpe directo al rostro de la silueta.

Silueta Verde

(Esboza una sonrisa confiada)

-Hmm... interesante.

Con un movimiento ágil, esquiva el golpe, gira sobre sí mismo y responde con un contraataque brutal. El impacto lanza a Ryan por los aires, atravesando la puerta rota y estrellándose contra los árboles del exterior.

Karla, Clarence y Stiven

(Ven el cuerpo salir disparado)

-¡¿Qué fue eso?!

(Karla da un paso al frente, con los ojos muy abiertos)

-Vamos... tenemos que acercarnos.

Silueta Verde

(Mira alrededor, alza las manos hacia el cielo)

-Muy bien... hora de terminar con esto.

Desde sus manos se extienden raíces hechas de tierra compacta, gruesas y vivas, que se enredan y destruyen los restos del laboratorio. El suelo tiembla mientras los escombros se derrumban bajo la fuerza de la naturaleza manipulada por la silueta.

Ryan

(Se pone en pie lentamente, furioso. Su piel comienza a brillar con un tono rojizo cada vez más intenso con cada paso que da)

-Ah... ¡ahora sí me hiciste enojar!

Desde la distancia, Karla, Stiven y Clarence ven cómo una luz rojiza atraviesa las sombras del bosque.

Karla

-¿Eso es Ryan...? ¡Está brillando...!

Stiven

-¿Qué clase de energía es esa?

Clarence

-No lo sé... pero no parece normal.

El robot, aún observando desde su punto alto, transmite todo a los mayores. La voz metálica resuena:

Robot

-Iniciando transmisión...

-Confirmado: combate activo en zona no autorizada.

-Comenzó la batalla.

Ryan

(Respira agitado mientras observa cómo el suelo se mueve como si una serpiente de tierra girara sobre el lugar del laboratorio, aplastándolo una y otra vez)

-¿Qué rayos...? ¿Acaso ese loco se mató también?

De repente, la Silueta Verde emerge desde una ola de tierra, elevándose con calma. Con su otra mano, sostiene un pequeño instrumento cilíndrico brillante que coloca en el centro de los restos. El dispositivo se activa con una tenue luz.

Silueta Verde

(Volvendo la mirada hacia Ryan)

-¿Estás listo...? ¿O vas a huir, pequeña llama?

Ryan

(Sus ojos ahora completamente encendidos en rojo)

-Te mostraré el verdadero calor que soy capaz de liberar...

Silueta Verde

(Con una sonrisa desafiante)

-Veamos de qué estás hecho, llama ardiente...

(Extiende su brazo con firmeza)

-¡Atrápalo!

Del suelo brotan dos enormes manos formadas por vegetación densa y raíces gruesas. Se elevan a gran velocidad y caen con fuerza sobre Ryan, intentando aplastarlo.

Pero... antes de que siquiera lo toquen, las manos se consumen por el calor que emana de su cuerpo. Las llamas ni siquiera las dejan acercarse. La vegetación se carboniza en segundos.

Ryan

(Avanza lentamente entre el humo, sonriendo con arrogancia)

-¿Eso era todo? Qué decepción...

(Levanta su brazo)

-Mira esto.

Con un rugido, lanza una gigantesca llamarada directo hacia la silueta. El fuego se extiende como una ola furiosa, iluminando todo el bosque.

Silueta Verde

(Pone ambas manos al frente, intentando frenar el ataque)

-¡Tsk! ¿Qué clase de energía es esta?

La intensidad del calor lo obliga a retroceder. La tierra a su alrededor empieza a secarse, a quebrarse. Pero justo cuando parece que será alcanzado...

Clava sus pies en el suelo, toma una gran bocanada de aire y grita:

-¡Tierra, dame tu fuerza!

Del suelo brota una muralla de minerales y raíces, compacta y poderosa, que logra contener el fuego. La llamarada se extingue tras un choque brutal con esta defensa natural.

Karla

(Observando todo con asombro)

-¡Increíble...! ¡Ni siquiera esa llamarada fue suficiente para vencerlo!

Stiven

-Están a otro nivel... esto no es entrenamiento, esto es guerra real.

Clarence

(Mirando a ambos lados con nerviosismo)

-¿Y si entramos? ¡No me quiero quedar aquí parado mirando como si fuera un espectador!

Karla

-Si entramos, debemos tener cuidado. Están jugando con energías que nunca habíamos visto.

Stiven

-Entonces, vamos. No podemos quedarnos al margen. Si Ryan cae, nadie más podrá detenerlo...

La tensión aumenta. El robot sigue transmitiendo todo en tiempo real, y los mayores de Cresthaven y Redmire observan desde la sala de control, con expresiones de incredulidad y preocupación. La batalla apenas está comenzando, y ambos combatientes aún no han mostrado todo su poder.

Ryan

(Avanza con decisión, con los puños envueltos en llamas)

-¡Ahora sí, te mostraré lo que es calor real!

Lanza un golpe directo al torso de la Silueta Verde. El impacto es potente, pero sorprendentemente, no lo mueve ni un centímetro.

Silueta Verde

(Sonríe levemente)

-¿Eso era todo?

Con un giro ágil, lanza un contraataque directo al rostro de Ryan. El golpe es fuerte y lo hace retroceder unos metros entre chispas y hojas quemadas.

Pero en esos metros... Ryan recupera el equilibrio y usa el impulso para correr de nuevo hacia su oponente, con furia renovada.

Al mismo tiempo, la Silueta Verde también se lanza hacia él con velocidad, levantando polvo y energía vegetal tras cada paso. El suelo tiembla a cada impacto mientras ambos comienzan un feroz intercambio de golpes, moviéndose como destellos en la oscuridad del bosque.

Karla

(Aunque impresionada, da un paso adelante con decisión)

-¡Ya basta, no podemos quedarnos sin hacer nada!

Stiven

(Asiente)

-Es hora de intervenir.

Clarence

(Va tras ellos)

-Vamos, tenemos que parar esto antes de que se destruyan.

Los tres saltan al aire, activando su energía, y comienzan a volar rápidamente hacia la zona donde Ryan y la Silueta Verde pelean con furia.

Pero entonces...

¡Un destello celeste atraviesa el cielo a una velocidad increíble!

La Silueta Celeste aparece de la nada, cruzando entre Karla, Stiven y Clarence como un rayo de luz. En un instante, llega justo al centro del combate, entre los dos oponentes.

La energía que emana de su cuerpo es suave pero intensa, como un remolino de calma en medio del caos.

Silueta Celeste

(Firme, con voz serena pero poderosa)

-¡Basta!

(Sus ojos brillan con luz intensa)

-No quiero a nadie peleando esta noche.

Los tres se quedan inmóviles por un instante, sorprendidos por su presencia. El campo de batalla queda en un silencio absoluto, solo interrumpido por el eco del viento.

El robot, desde una torre cercana, capta el evento en tiempo real. En la pantalla, se muestran las lecturas de energía:

Roja: Inestable y explosiva.

Verde: Terrestre, firme y envolvente.

Celeste: Neutral, absorbente... armoniosa.

Pero algo más sorprende al robot:

La energía celeste no rechaza ni combate las otras dos... las acepta, como si pudiera convivir con ambas. A diferencia de la verde y la roja, que al enfrentarse, solo buscan dominarse una a la otra.

Ryan

(Aún en guardia, confundido)

-¿Tú otra vez...?

(En su mente)

No puede ser... ¿quién es este ser? ¿Por qué su presencia calma mis llamas...?

Silueta Celeste

(Mira a la Silueta Verde con calma, pero con firmeza)

-Ya es suficiente... Vete.

La Silueta Verde lo observa unos segundos. No dice palabra, pero sus ojos brillan con cierta incomodidad. Sabe que no es momento de discutir con él.

Silueta Verde

(Da media vuelta)

-Hmp... esto no ha terminado.

(Se hunde de nuevo en la tierra entre raíces y polvo, desapareciendo como si nunca hubiera estado allí.)

Ryan

(Sigue mirando el lugar donde su oponente se fue, sus llamas se apagan lentamente. Aún respira agitado.)

Unos segundos después, siente pasos suaves detrás de él. Voltea ligeramente y ve a Karla, Stiven y Clarence acercarse con rostros entre preocupados y aliviados.

Karla

(Con una sonrisa nerviosa)

-Vaya, Ryan... Pensamos que esta vez sí habías perdido.

Stiven

-Lo que dijiste... parece que era verdad.

Clarence

(Con tono serio)

-Esa energía verde... era poderosa. Nunca habíamos visto algo así.

Ryan

(Sus ojos se endurecen. Baja los brazos lentamente, pero su mirada está llena de enojo contenido. Da unos pasos hacia ellos.)

-¿Ahora sí me creen?

(Silencio por unos segundos)

-¿Ahora sí aparecen? ¿Después de semanas?

Karla

(Con culpa)

-Ryan, nosotros...

Ryan

(Levanta la voz, interrumpiéndola)

-¡Me dejaron ahí!

(Señala el suelo, el bosque, todo a su alrededor)

-En ese maldito laboratorio... solo... mientras todo esto se salía de control.

Stiven

(Trata de calmarlo)

-No sabíamos lo que estaba pasando. Pensamos que ibas a estar bien, que solo necesitabas tiempo...

Ryan

(Cierra los puños, su cuerpo vuelve a emitir calor)

-¿Tiempo? ¿Sabes lo que encontré en ese lugar mientras ustedes "pensaban"? ¡Cosas que nadie debería ver! ¡Verdades que... que cambian todo!

Clarence

-Ryan, no vinimos a pelear contigo...

Ryan

(Da un paso atrás, suspira con furia contenida)

-Entonces no se pongan en mi camino. No necesito disculpas... necesito respuestas. Y las voy a conseguir, con o sin ustedes.

(Silencio pesado entre los cuatro. La energía de Ryan se calma poco a poco, pero sus ojos siguen ardiendo de determinación.)

A lo lejos, el robot aún graba y transmite. Desde la base de Cresthaven, los mayores observan todo... y toman notas

Ryan

(Con voz firme, mirando a los tres frente a él)

-¿Así que van a pelear ahora? ¿Después de todo lo que pasó... quieren enfrentarse a mí?

Karla, Stiven y Clarence

(Empiezan a brillar con un aura creciente. Cada uno desprende una energía distinta: Karla una luz dorada, Stiven un tono azul profundo y Clarence una energía verde eléctrico.)

Stiven

-No estamos aquí para discutir más, Ryan. Si es necesario, vamos a detenerte.

Clarence

-No eres el único que ha cambiado.

Karla

-Tal vez esta pelea sea necesaria... para que entiendas que no estás solo en esto.

Ryan

(Lanza una mirada encendida. Su cuerpo comienza a cubrirse de fuego una vez más)

-Entonces vengan.

Justo cuando los cuatro están por desatar sus poderes, una ráfaga de viento gélido atraviesa el lugar. Una figura se interpone entre ellos con una velocidad imposible de seguir. La Silueta Celeste aparece en el centro del círculo de energía.

Sin decir palabra, comienza a girar lentamente, su cuerpo emitiendo una luz suave pero poderosa. Cada giro genera una onda que absorbe la energía de los cuatro combatientes. Uno a uno, sus auras se debilitan, sus ojos se cierran y sus cuerpos caen suavemente al suelo... inconscientes.

La Silueta Celeste, con movimientos fluidos y silenciosos, se acerca a Karla, Stiven y Clarence. Los toma con facilidad y desaparece en un destello de luz, llevándolos al lugar donde se encuentra el robot que ha estado transmitiendo todo.

En la transmisión en vivo, aparece la Silueta Verde, ya sabiendo lo que ocurre. Se cruza de brazos y mira directamente a la cámara como si hablara con los mismos altos mandos.

Silueta Verde

-Aquí están sus peones... por ahora.

(Señala los cuerpos de Karla, Stiven y Clarence)

-Llévenselos. Solo les falta... energía.

En la base de Cresthaven y Redmire, los mayores observan en silencio. Algunos se levantan de sus asientos, otros murmuran confundidos. El ambiente está tenso, nadie sabe exactamente qué decir.

Mayor de Redmire

(Muy serio, mientras observa el final de la grabación)

-¿Qué... es esa cosa?

Mayor de Cresthaven

-No lo sé... pero ahora tenemos más preguntas que respuestas.

De pronto, la cámara capta el último movimiento: la Silueta Celeste regresa al lugar de la batalla, toma a Ryan entre sus brazos sin esfuerzo alguno, y con un destello celeste, desaparecen los dos del campo.

Transmisión: señal perdida.

FIN DEL CAPÍTULO

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