Aclaraciones:
-"Persona Hablando"-
-(Persona Pensando)-
-
[Habilidades o Magia]
(JC: Notas del Autor)
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Empecemos
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Ser poseída por Ifrit salvó mi vida. Eso, nunca podría esperar negarlo. Si me hubieran dejado allí sola, las quemaduras del ataque aéreo me hubieran matado. No importaba qué Leon, el Lord Demonio, pretendiera para mí, tenía que aceptar el hecho de que le debía la vida.
Como Elemental de Fuego de alto rango, Ifrit tenía poderes que estaban muy por encima de todo lo que podría haber imaginado. Él milagrosamente domó la magia que rebosaba dentro de mí, lista para explotar, mientras él se apoderaba de mi cuerpo. Gracias a mi estabilización de antemano, si quieres decirlo de esa manera, logré obtener una Habilidad. La Habilidad Única [Degenerar].
Normalmente, ser absorbido por Ifrit hubiera borrado mi conciencia de la existencia. Fue [Degenerar] quien me protegió. Ifrit puede haber tenido el derecho de gobernar mi cuerpo, pero aún logré retener mi sentido del yo a pesar de la asimilación.
El Lord Demonio siempre me mantuvo cerca de él.
Aunque Ifrit y yo nos habíamos convertido en uno, mi cuerpo todavía era joven e inmaduro. El que me había invocado se alzó sobre mí, incluso sentado en una silla. Ifrit tenía propiedad sobre mi cuerpo, así que había muy poco para ocupar mi tiempo. Todo lo que podía hacer era mirar las cosas que se veían a través de mis ojos. Nunca me cansé, pero los largos períodos de aburrimiento fueron un poco dolorosos de soportar. Sin embargo, lo acepté. Todo era parte de ser asimilado.
Entonces, un día...
-"¡Lord Leon! ¡Tenemos intrusos!"-
Uno de los caballeros al servicio del demonio irrumpió en su oficina.
Yo estaba de pie junto a él, como siempre. No tenía nada más que hacer, y no podía hacer nada de todos modos.
Un caballero con armadura negra, de pie al lado derecho del Demonio, tomó su espada en su mano.
De repente, una misteriosa figura, una especie de mezcla entre pájaro y hombre, entró en la habitación, gruñendo con su áspera voz.
-"Kehhhh-keh-keh-keh! ¡Saludos de König, el Nacido de la Magia! Cuando te venza, Leon, seré un Lord Demonio para siempre ¿Un ex-humano como tú, declarándose un Lord Demonio? ¡Conoce tu lugar, fanático! ¡Estaré feliz de tomar el tuyo una vez que tu cuerpo esté firmemente enterrado en el suelo!"-
Nada de lo que el hombre habló hizo algo para cambiar la expresión facial de Leon.
-"Hmph"- El Caballero de Negro le dijo calmadamente -"Veo que al dejarme, al menos, para protegerte, fue una buena elección. Parece que uno de los rangos y declarantes olfateó este lugar"-
-"Bah"- Respondió el Demonio justo cuando el caballero estaba a punto de desenvainar su espada. -"Otro entrometido de la galería. Muy bien"- . Él me miró. -"Es hora, Ifrit"-
-(¿Qué quiso decir él?)- Estaba confundida.
-"¿Hmm? ¿Qué es, Ifrit?"-
Preguntó, con una mirada inescrutable en su rostro. Mi desconcierto debe haber aparecido en los ojos de mi cuerpo.
-"Ignórame, deberías"-
Dijo el conocido como König, un Nacido de la Magia de alto nivel, a la vez que se giraba, mientras extendía sus brazos como alas y los cruzaba frente a su rostro. Por un momento, pude ver sus manos brillar.
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Ignorando la voz desconocida que retumbaba en mi cabeza, inconscientemente comencé a caminar. Un paso. Dos pasos. Entonces, antes de darme cuenta, estaba detenida al frente del Lord Demonio Leon, cara a cara con König.
-"¿Tienes tanta prisa por morir, mocosa?"- Dijo con voz ronca. Algo sobre esa voz me irritó hasta el núcleo. -"Perecerás de mi mano tarde o temprano. Pero una vez que mate al pretendiente Lord Demonio..."-
Pude ver que las alas extendidas frente a él contenían una cantidad decente de fuerza mágica.
-"¡¡Muere, bastarda!!"-
Antes de que terminara de hablar, disparó una ráfaga de plumas. Podría decir que él las había apuntado directamente hacia mí. Cada una tenía una gran cantidad de fuerza detrás, tocándolas las haría explotar, lo cual parecía un poco doloroso.
En el momento en que se me ocurrió, de repente me invadió una furia violenta, mi cabeza se calentó hasta que pensé que iba a hervir. Creo que fue la ira de Ifrit dentro de mí.
Lo que sucedió después tuvo lugar en un abrir y cerrar de ojos. En un solo momento, todas las plumas se convirtieron en cenizas, y las llamas danzaban alrededor del cuerpo de König. Mirando de cerca, pude ver una columna de fuego, como un látigo, que se extendía desde la palma de mi extendida mano derecha.
-"¡Ah, ahhhh! ¡P-Para! Quema, para, detente-"-
Fuera lo que fuera lo que König intentaba gritar, él nunca logró armar una oración completa. Mis llamas lo consumieron.
Mi corazón se llenó de miedo. Sabía que justo aquí, por mi propia mano, había matado a una persona Nacida de la Magia. Sin embargo, podía sentir que todo mi cuerpo se iluminaba con una sensación de satisfacción extrañamente profunda. Era difícil de explicar, como si acabara de completar algo que estaba destinado a hacer. Sentí como si mi mente perteneciera a otra persona. El terror era insoportable.
Pero... En otro momento, todo se solucionó. La conciencia de Ifrit llenó mi alma de nuevo, embotellando mis ansiedades y mi miedo.
Al final, me impidió volverme loca por dentro. Ayudó a protegerme de la culpa que debería haber sentido al matar. No es que fuera incapaz de esa emoción, Ifrit simplemente ejerció su completo control sobre mí para garantizar que nunca lo sintiera. Para asegurar que yo, su anfitriona, nunca perdiera la cabeza y muriera en él.
Así comenzó mi extraña relación simbiótica con Ifrit, algo que ni quería ni esperaba. Lo mismo sucedió nuevamente, muchas veces, y otra vez, maté a los intrusos por Leon, sin sentir nada.
No me arrepentí. Era joven; todavía no sabía lo correcto de lo incorrecto, y dejé todo a Ifrit. Simplemente actué, sin sentimientos, arrastrada por la voluntad de la criatura para despachar a aquellos en su camino.
Un día, el Lord Demonio me habló.
-"Jeje ¡Jajajaja! Me encanta"- Dijo. -"Me has mostrado tu voluntad, ¿no es así? Has demostrado que puedes sobrevivir. Estoy impresionado"-
Por alguna razón, esta observación no me incomodó en absoluto. De hecho, casi me siento orgullosa.
-"¿Cuál es tu nombre?"-
-"Shizu... e"-
-"¿Shizu-eh? Muy bien. Tu nombre es Shizu ¡Te llamarás a ti misma Shizu desde ahora en adelante!"-
Lo acepté dócilmente.
Yo soy Shizu. No Shizue Izawa. El nombre con el que vivo es Shizu.
Así fue como llegué a quedarme en el castillo del Lord Demonio, sirviendo como su Titán de Llamas, una nacida de la magia de nivel superior. Su asistente cercano.
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Varios años pasaron después de que gané el nombre de Shizu. Después de un tiempo, pude moverme un poco por mi propia voluntad. Estaba perfectamente a gusto con mi simbiosis con Ifrit.
El castillo del Lord Demonio Leon incluía una instalación de entrenamiento.
Allí, el caballero negro servía como instructor, proporcionando orientación para el Titán y los niños no humanos allí, aunque también había algunos adultos. Era un proceso agotador, y aquellos que no pudieran mantener el ritmo a menudo se encontrarían sin nada que comer. Todos luchamos por mantener el ritmo, con todo lo que teníamos.
Fue allí donde aprendí a luchar con una espada, sin tomar prestado el poder de Ifrit. No quería perder a ninguno de mis compañeros estudiantes, y odiaba que me trataran como alguien especial. Eso fue lo que me impulsó a mejorar.
Un día, me hice amiga de una joven chica llamada Pirino, una chica gentil y tranquila, un poco mayor que yo. Estábamos en el bosque, en una cacería como parte de nuestro entrenamiento práctico de batalla, y entablamos una conversación. Pirino siempre iba por su cuenta, lo que me pareció extraño, así que decidí seguirla.
-"¡Fwee!"-
Allí, la vi jugando con un bebé Zorro de Viento. Ella le había estado dando comida, cuidándolo a escondidas. Era un monstruo, una bestia mágica, pero también lindo y aún demasiado pequeño para ir a cazar por sí mismo. Estaba solo, separado de sus padres, pero estaba vivo y próspero.
-"¡Ah...!"- Pirino ocultó el zorro de viento detrás de ella mientras giraba, sorprendida por mi presencia. -"Yo-Yo estaba cuidando esto"- Tartamudeó, dándose cuenta de que lo había visto. -"Simplemente sería malo dejarlo morir... ¡No se lo digas a nadie, ¿okay?!"-
Sus ojos vacilaron de ansiedad. Podría decir que sus objetivos eran nobles. Esta era una pequeña vida en sus manos; ella quería protegerlo. Tal vez estaba celosa de ese Zorro de Viento. Ya no estaba solo, lo sentía, pero yo lo estaba.
-"Bien"- Dije tímidamente. -"Pero... ¿Puedo cuidarlo contigo?"-
Pirino se quedó mirando fijamente por un momento, entonces mostró una sonrisa serena.
-"¡Por supuesto! De hecho, espero que puedas. ¡Mi nombre es Pirino!"-
Le di mi nombre e intercambiamos algunos cumplidos. Ella fue la primera amiga que tenía en mi vida.
-"¿Cómo lo llamaste?"-
Pirino me dio otra mirada ante mí pregunta.
-"¿Nombrarlo? Los monstruos no tienen nombres. Ellos pueden comunicar entre ellos a través de sus mentes"-
-"Pero me sentiría mal si este chico no tuviera un nombre. Hey, ¿está bien si se me ocurre uno?"-
-"¿En serio? Pero dijeron que no podemos nombrar monstruos..."-
-"¿Por favor? Vamos, ¿solo una vez?"-
No entendí del todo qué quería decir Pirino. No importaba lo que tomara, creía que el Zorro de Viento merecía un nombre. Después de unos momentos más, ella asintió a regañadientes, y en otro momento, ambas nos estábamos divirtiendo acerca de encontrar nombres.
En última instancia, nos decidimos por "Pizu", una mezcla de Pirino y Shizu. Parecía simbolizar nuestra nueva amistad, de alguna manera. Era feliz con eso.
-"¡¡Fweee!!"-
Siempre gritaría de alegría cada vez que Pirino o yo usábamos su nombre. Debe haberle gustado lo que elegimos, y disfruté la reacción. Pirino sonreiría también.
-(¡Esto es tan divertido!)-
Había estado tan sola, pero Pirino y Pizu estaban allí para calmar mi corazón.
Vinimos a visitar Pizu en ocasiones regulares.
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Unos días después de que lo nombramos, el Zorro de Viento creció de algo que podíamos mantener en nuestras palmas a una criatura del tamaño de nuestras cabezas. Nos sorprendió, pero teniendo en cuenta lo unido que estaba a nosotras, no nos importó. En todo caso, nos alegramos de que fuera lo suficientemente grande como para cazar por sí mismo. A veces, incluso teníamos un pájaro o liebre salvaje para nosotras cuando visitábamos.
-"¿Crees que podríamos llevarlo al castillo, Shizu? Es realmente inteligente, y tal vez podría ayudar en el lugar..."-
-"¿Huh?"-
Francamente, quería que siguiera siendo nuestro pequeño secreto. Pero ante los ojos suplicantes de Pirino, no pude soportar decirlo. No quería que mi egoísmo la entristeciera.
Había otras criaturas mágicas variadas siendo mantenidas en el castillo. Un Zorro de Viento tan inteligente y amable con las personas, insistió Pirino, podría ser fácilmente reconocido como una bestia sirviente.
Ese fue el comienzo de la tragedia.
-"¡¡Fweeeeee!!"-
Supongo que podrías decir que fue mala suerte que pasáramos por el Lord Demonio Leon en un pasillo del castillo. Pero no fue así. Fue nuestra culpa por suponer que teníamos la fuerza para vigilar cualquier cosa en vida.
-"Corre... ¡Corre, Pizu...!"-
Cruzando a León asustó a Pizu más allá de todo consuelo. Saltó directamente de las manos entrelazadas de Pirino, los pelos del cuello se levantaron a Leon en una muestra de intimidación.
El acto hizo despertar a mi Titán. En el momento en que lo hizo, perdí toda autonomía. Pirino estaba muy cerca, pero sonaba tan lejos. Ifrit no le importó cómo me sentía y arremetió contra el gruñón Pizu. No había nada que detuviera mi cuerpo, sin importar lo mucho que lo forcejeara, mientras agarraba a Pizu y lo incineraba. Con mi propia mano.
Ese no fue el final. Las llamas de mi mano formaron un vórtice blanco y arremolinado que atacó a la chica que había traído a Pizu a León. Sin siquiera un sonido, la convirtió en una pila de cenizas que desapareció en unos momentos. Como si nunca hubiera nadie allí.
La llama elemental, finalmente satisfecha por un trabajo bien hecho, saludó a su maestro Demonio antes de calmarse.
-(... ¿Qué fue eso?)- Me quedé allí en blanco incapaz de analizar mi nueva realidad. -(Mi mano... Mi... Mi cuerpo... ¿Se movió por... Sí mismo? ¿Por qué... La llama...? ¿Lo hice...?)-
Tomó varias horas más darme cuenta de que Ifrit había determinado que no solo Pizu sino también su guardián Pirino eran enemigos del estado. Por mi propia mano, había matado a mi amiga.
Me enfermó. Durante horas seguidas, hasta que nada salió más. Él debería haberme matado, también, mientras estaba en ello. Todo mi cuerpo se llenó de arrepentimiento y tristeza enloquecedora, y entonces, como si nada hubiera sucedido, estaba serena. No se derramaron lágrimas de mis ojos, a pesar de que quería llorar. Ninguna locura se apoderó de mí, a pesar de que quería perderme en ella. Ninguna voz escapó de mi garganta, a pesar de que quería gritar.
-(¿El Titán nacido de la magia también se apoderó de mi mente?)- Mi corazón fue enterrado en un torbellino de terror, y luego al instante, la calma volvió. Ya no era más una persona. No importa cuánto lo quisiera, nunca alcanzaría el tipo de felicidad a la que otros tenían derecho.
Desde ese día en adelante, dejé de llorar. Ya había llorado todas mis lágrimas de todos modos. No quedaba nada para arrojar. Perdí algo demasiado importante para mí ese día.
Y Leon, mi Lord Demonio, simplemente miró con frialdad. Tranquilamente. Nunca castigándome.
¡¡¡CONTINUARÁ!!!
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Notas del Autor
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Les advierto que esta historia se centra mayormente sobre Tensei Shitara Slime Datta Ken y otra novela que posiblemente reconozcan. También les advierto que Rimuru está completamente remplazado por mi propio personaje (Yukimaru). Quedan anuncios.
Aclaraciones:
El personaje o la historia mencionada de un anime, o novela, no me pertenece. Si no a Ichiei Ishibumi (High School DxD), a Fuse, Mitz Vah (Tensei Shitara Slime Datta Ken) y Patora Fuyuhara (Isekai wa Smartphone to Tomo ni)
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Próximos capítulos (Spoilers):
Capítulo 11- Llegando al Reino Enano
Capítulo 12- Problemas y Nueva Habilidad
Capítulo 13- El Maestro Herrero