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Chapter 43 - Capitulo 43

*THYRA*

Después de un mes de viaje, finalmente llegamos al centro del continente. Podía ver a lo lejos una estructura imponente, una fortaleza que se alzaba majestuosa contra el horizonte. Nos detuvimos para observarla, y el consejal, con una sonrisa, me dijo: "Ese lugar nos pertenece a mí y a mi facción. Es una de las varias estructuras que poseemos. Aquí recibirás la atención, protección y orientación que te prometí."

La estructura era masiva, con altas murallas y torres que parecían tocar el cielo. El aire alrededor del complejo vibraba con un poder intenso, una energía palpable que emanaba de las paredes mismas. A medida que nos acercábamos, sentía la presencia de numerosas personas poderosas dentro de la fortaleza. Cada paso hacia adelante aumentaba mi ansiedad, pero también mi determinación.

"Después de un mes de viaje, ya hemos llegado", continuó el consejal. "Aquí podrás recuperar tu fuerza y perfeccionar tus habilidades. Este es un lugar seguro para ti."

Finalmente, nos detuvimos ante la enorme puerta principal. Podía ver a muchas personas detrás de ella, esperándonos. "Al parecer, nos vieron llegar y se prepararon para darnos la bienvenida", dijo el consejal con una sonrisa. "He estado recluido por casi un año, así que esto es un gran evento para ellos."

La puerta se abrió con un estruendo, revelando un camino adoquinado que conducía al interior del complejo. La gente se alineaba a ambos lados del camino, observándonos con curiosidad y respeto. Susurraban entre ellos, y podía sentir sus miradas fijas en mí, evaluándome.

El consejal caminó a mi lado, guiándome hacia adelante. "Recuerda, Thyra, estás aquí bajo mi patrocinio. Nadie te hará daño mientras estés conmigo."

Asentí, tratando de mantener la calma. A medida que avanzábamos, sentía el peso de las miradas sobre mí. Era una sensación extraña, estar en el centro de tanta atención después de tanto tiempo en las sombras.

Finalmente, llegamos a una gran sala de recepciones. El consejal se detuvo y se volvió hacia mí. "Bienvenida, Thyra Auren. Este es tu nuevo hogar mientras te recuperas y entrenas. Aquí, estarás segura y podrás alcanzar tu máximo potencial."

Miré a mi alrededor, observando la magnificencia del lugar. Era un recordatorio de la posición y el poder del consejal y su facción.

Mientras el consejal daba instrucciones a sus subordinados y organizaba mi estancia, no pude evitar sentir una mezcla de emoción y aprehensión. Este lugar representaba una oportunidad para crecer y aprender, pero también traía consigo nuevos desafíos y pruebas.

"Gracias", le dije al consejal. "Por todo. Por tu ayuda y por darme esta oportunidad."

Él sonrió y asintió. "Es un honor tenerte aquí, Thyra. Ahora, comencemos tu recuperación y entrenamiento. Tienes un largo camino por delante, pero estoy seguro de que estás más que preparada para enfrentarlo."

Con esas palabras, supe que estaba en el lugar correcto. Aunque el camino hacia la costa sur y mi regreso mí continente aún estaba lejano, este lugar sería una base desde la cual podría fortalecerme y prepararme para los desafíos futuros.

*****

*CONSEJAL*

La llevé a través de los pasillos de mi residencia, un lugar diseñado para reflejar tanto funcionalidad como majestuosidad. Las paredes estaban adornadas con runas antiguas, trazos de poder que reforzaban la seguridad del lugar y, al mismo tiempo, contaban historias de nuestra facción y su larga historia en este continente. Había un aire solemne, una calma que contrastaba con el caos que ella parecía traer consigo, como si el lugar mismo estuviera evaluándola al igual que yo lo hacía.

Llegamos a los aposentos que le había asignado. Al abrir la puerta, le mostré una habitación espaciosa, decorada de manera sencilla pero elegante, con muebles de madera oscura y un escritorio repleto de pergaminos en blanco, en caso de que quisiera registrar algo. Una gran ventana permitía la entrada de la luz del sol, y desde ahí se podía ver el vasto bosque que rodeaba nuestra base.

"Este será tu espacio mientras estés aquí", le dije, observando cómo examinaba cada rincón con su mirada calculadora, siempre alerta, como si esperara algún tipo de trampa o amenaza. No me sorprendía. Alguien que había sobrevivido a lo que ella había pasado no bajaría la guardia tan fácilmente.

"Gracias", dijo finalmente, su voz contenida pero agradecida. Había algo en su tono que siempre llevaba un toque de desafío, incluso en los momentos de calma.

Antes de que pudiera retirarme, me giré hacia ella, cruzando los brazos. "Como es costumbre, habrá una bienvenida en tu honor y en el mío. Mis hombres han estado esperando mi regreso desde hace un año, y creo que es apropiado que te presente como mi nueva patrocinada. Tendrás la oportunidad de conocer a los líderes de mi facción, los que están justo por debajo de mí en la jerarquía."

Su mirada se endureció por un momento. Podía ver cómo procesaba la idea, su mente trabajando en todos los posibles escenarios. No confiaba plenamente en nadie, y eso la hacía aún más cautelosa.

"¿Debo suponer que esperan que me quite la máscara?" preguntó, su tono directo y firme.

Negué con la cabeza, esbozando una ligera sonrisa. "No. Nadie te obligará a hacerlo, ni siquiera yo. Puedes mantenerla tanto tiempo como desees. Aquí, la decisión de mostrar quién eres recae completamente en ti, y no hay fuerza en esta facción que pueda doblegarte para que lo hagas. Aunque…" hice una pausa, inclinándome ligeramente hacia adelante, "…dudo que exista alguien capaz de imponerte algo, con o sin máscara."

Ella pareció relajarse un poco ante mi respuesta, aunque todavía había una chispa de desconfianza en sus ojos. No la culpaba. Había estado luchando por sobrevivir durante demasiado tiempo, y en su mundo, confiar significaba debilidad.

"También tendrás la oportunidad de conocer a mi sucesor", añadí, cambiando ligeramente de tema. "En caso de que decida retirarme, cosa que no planeo hacer pronto, aunque nunca se sabe. Él será una figura importante para ti, si decides permanecer bajo mi patrocinio por un tiempo más prolongado."

Ella asintió lentamente, procesando todo lo que le había dicho. Sus ojos se desviaron hacia la ventana por un momento, como si tratara de evaluar qué implicaciones podría tener esta presentación pública. Aunque no lo dijo en voz alta, estaba segura de que ya planeaba cómo manejaría la situación.

"Te dejaré instalarte", dije finalmente, dando un paso hacia la puerta. "El evento será esta noche. Asegúrate de estar lista. Y recuerda, nadie aquí te subestimará, pero tampoco todos te aceptarán de inmediato. Algunos necesitarán ser convencidos."

Antes de salir, hice una última pausa, mirando sobre mi hombro. "Pero eso es algo que sé que puedes manejar."

Sin esperar respuesta, cerré la puerta detrás de mí, dejando que reflexionara en la privacidad de su habitación. Mientras caminaba por los pasillos hacia mi propio espacio, no podía evitar pensar en lo peculiar que era esta situación. Ella no era como ninguna otra patrocinada que hubiera tomado antes. No solo por las esencias que albergaba en su interior, un fenómeno que desafiaba toda lógica, sino por la fuerza de voluntad que emanaba de ella, incluso en los momentos de vulnerabilidad.

La presentación sería un desafío tanto para ella como para mí. Mis líderes y mi sucesor tendrían preguntas, dudas, incluso recelos. Pero algo me decía que Thyra Auren estaba más que preparada para enfrentarlos, con o sin mi apoyo. 

 

Al llegar a mis aposentos privados, noté el silencio solemne que se extendía por la habitación, a pesar de la evidente expectación en el aire. Sabía que mis líderes y sucesor me esperaban, y mientras cruzaba el umbral, no pude evitar sentir el peso de sus miradas. Todos estaban sentados en el suelo, organizados en dos filas, una clara demostración de respeto y jerarquía. Al frente, en el centro, estaba mi sucesor, una figura que no necesitaba ser presentada, pues su presencia hablaba por sí misma.

Cuando me vieron, se levantaron de inmediato, sus cuerpos adoptando una postura más erguida. Los murmullos y risas llenaron el aire, una mezcla de alegría y alivio por mi regreso después de una ausencia tan prolongada.

"¡Finalmente! El gran consejal regresa tras tanto tiempo perdido", dijo uno de los líderes con una sonrisa burlona, mientras el sucesor me observaba con una leve inclinación de cabeza, mostrando respeto y también una pizca de interés por lo que traía conmigo.

"Espero que no nos hayas dejado demasiados líos para arreglar", añadió otro líder con una sonrisa amplia, cruzando los brazos. "Aunque, si soy honesto, tuvimos algunos momentos bastante difíciles con las otras facciones. No es fácil mantener el control cuando no estás cerca."

Las bromas continuaron, pero las miradas ansiosas no tardaron en aparecer. Sabían que mi regreso no solo significaba un respiro para ellos, sino también que traía consigo algo importante. Algo diferente.

"Y, por supuesto", continuó el mismo líder que había hablado antes, "todos nos preguntamos sobre la mujer que has traído contigo. Sabemos que su historia no es común, y muchos se están cuestionando qué la hace tan especial para que hayas decidido tomarla bajo tu patrocinio."

El ambiente cambió de inmediato, el tono de las conversaciones se tornó más serio, los ojos de todos se centraron en mí. Ellos esperaban respuestas, como siempre lo hacían. Mi sucesor, quien había permanecido en silencio hasta ese momento, dio un paso adelante.

"Rechazó el patrocinio de cuatro consejales", dijo con voz grave, un indicio de intriga en su tono. "Eso no es algo que se vea a menudo. Y además, acabó en malos términos con Vaker, ¿verdad? Por lo que entiendo, también enfrentó a un patrocinado de él. Esto no solo ha llamado la atención, sino que ha sido... llamativo para otros consejales."

Las palabras resonaron en la habitación, pesadas con la incertidumbre que traían consigo. Sabían que una mujer que podía rechazar a varios consejales, enfrentarse a un patrocinado y salir relativamente ilesa, tenía que ser más que simplemente una simple aspirante a poder. El desafío era saber qué la hacía tan interesante y, sobre todo, cómo encajaba en la dinámica que estaba por venir.

"Vamos, consejal", insistió otro de los líderes con una sonrisa forzada, claramente buscando aligerar la situación. "¿Por qué no nos cuentas un poco más sobre ella? Después de todo, si alguien tiene la respuesta, eres tú."

Mi sucesor no dijo nada más, pero su mirada era penetrante, esperando una explicación. Sentí la tensión en el aire mientras me acomodaba en mi asiento, cruzando los brazos. Sabían que no compartiría todos los detalles, especialmente sobre la mujer, pero había algo que debía dejar claro.

"Lo que puedo decir es que su situación es compleja, y está lejos de ser un desafío fácil de manejar. Sin embargo, estoy convencido de que tiene el potencial para aportar mucho a nuestra causa. Además, la decisión de aceptar su patrocinio no fue tomada a la ligera", respondí, con voz firme, mirando a todos y cada uno de ellos. "Estaba en una encrucijada, enfrentando presiones tanto internas como externas. No se le puede subestimar, ni por su historia ni por su carácter. Eso es todo lo que puedo compartir por ahora."

Hubo un murmullo colectivo, cada uno procesando mis palabras a su manera, evaluando las posibilidades, calculando las implicaciones. Mi sucesor no dijo nada, pero el brillo en sus ojos indicaba que había captado el mensaje.

"Lo importante ahora", continué, "es que el camino hacia adelante no será fácil. Hay mucho que está en juego, y todos tenemos que estar preparados para lo que venga. Pero lo que sé con certeza es que, con el tiempo, todos entenderán por qué tomé esta decisión."

Al terminar de hablar sobre la situación de Thyra, me volví hacia uno de mis líderes, un hombre conocido por su experiencia en sanación y manipulación de energía.

"Harak", le dije, haciendo una señal con la mano para captar su atención, "necesito que te encargues de la recuperación de la mujer. La batalla contra el patrocinado de Vaker fue caótica, y se encuentra en un estado bastante grave. No solo por las heridas físicas, sino también por la desestabilización de su energía. Te encomiendo que la ayudes a sanar lo más rápido posible."

Harak asintió, su rostro serio, y en su mirada había una mezcla de respeto y cautela, como era habitual con los casos complicados. Sabía que no se trataba de una simple tarea, sino de algo mucho más complejo.

"Entendido, consejal. No será fácil, pero haré todo lo que esté a mi alcance para estabilizarla. No parece ser un caso común." Harak hizo una pausa antes de preguntar, claramente preocupado por los detalles. "Dime, ¿es cierto que la lucha entre ella y el patrocinado de Vaker fue la que causó que una aldea entera fuera borrada, junto con el bosque a su alrededor? ¿Realmente esa pelea llegó a ese punto?"

Mi mirada se endureció al recordar los informes de lo sucedido. No era un detalle fácil de manejar, pero no podía ocultar la verdad.

"Sí, es cierto", respondí, mi voz grave. "La batalla fue brutal. La energía que se desató entre ellos fue más allá de lo que cualquiera de los dos había anticipado. No fue solo el patrocinado de Vaker el que sufrió, sino todo lo que estaba a su alrededor. La aldea, el bosque, todo fue destruido. El impacto fue devastador, y el control de su energía se desestabilizó por completo. Fue un caos puro."

Harak frunció el ceño, consciente de las implicaciones. "Eso no suena como algo que se pueda reparar fácilmente, consejal. Si esa energía ha quedado tan desordenada, será muy difícil restablecer el equilibrio de su mana."

Asentí, mi rostro reflejando la gravedad de la situación. "Lo sé. Thyra utilizó todo su poder, sin la capacidad de controlarlo adecuadamente en ese momento. Pero con tu ayuda, sé que podrá recuperar sus fuerzas y retomar el control. El problema es que su herida en el abdomen está directamente relacionada con la inestabilidad de su mana. No puede sanar correctamente porque la regeneración que normalmente brinda el mana no puede activarse debido a esta perturbación."

Harak asintió nuevamente, ahora con una expresión de concentración. "Eso lo complica aún más. Sin la capacidad de regeneración, las heridas seguirán agravándose, y no podremos acelerar el proceso de recuperación sin estabilizar primero su mana."

"Exactamente", confirmé. "Por eso, quiero que te concentres en eso. Ayúdala a restablecer el equilibrio dentro de ella. La herida en su abdomen podría ser letal si no se atiende pronto, pero es el desajuste de su mana lo que la está manteniendo en un estado vulnerable."

"Harak, tienes mi plena confianza en esto", añadí, mirando fijamente al líder. "No hay margen para errores. Ella es importante para nosotros, y no podemos permitirnos perderla por un mal manejo de sus energías."

Él no respondió de inmediato, pero sus ojos mostraron determinación. Sabía que se tomaría el tiempo necesario para asegurarse de que Thyra recibiera el mejor tratamiento posible.

"Me ocuparé de ello, consejal", dijo finalmente, y se inclinó ligeramente en señal de respeto antes de retirarse para comenzar con la tarea.

Cuando la puerta se cerró detrás de él, me quedé pensativo. Las piezas se estaban moviendo, y había mucho en juego. Aunque mi promesa a Thyra de ayudarla se mantenía firme, también sabía que los desafíos que enfrentaba eran monumentales. Pero era consciente de que si alguien podía ayudarla, era Harak. Y si ella lograba estabilizar su energía, tendría la oportunidad de realmente alcanzar su potencial.

Pero ese era un "si" que aún debía demostrarse.

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