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Chapter 3 - Capítulo 3 Kakashi

Capítulo 3 Kakashi

 

Llegó el día de la graduación, donde les entregaron las

bandas ninjas. Naruto salió temprano de su casa por si los matones Hyuga le

daban otra paliza que le quitara tiempo, pero no se encontró con ellos en el

camino, así que supuso que o se habían rendido al ver que él los ignoraba, o el

Hokage se dio cuenta y había reprendido al jefe del clan, lo cual era lo más

probable.

Naruto recibió su banda ninja, pero siguió con su

entrenamiento rutinario y se dirigió al campo de entrenamiento. En el camino,

él no se encontró con los matones Hyuga y llegó sin problemas.

Esa noche, Naruto se acercó a Hinata, quien había creado una

fina aguja que parecía hecha de agua y era casi translúcida.

—Excelente, es una forma perfecta. Ahora puedes pasar al

siguiente paso —dijo Naruto emocionado.

Hinata y sus ocho clones se ruborizaron y bajaron la cabeza.

—Hinata, ahora debes practicar el lanzamiento. Mis clones te

ayudarán, siendo tus oponentes —dijo Naruto. Hinata asintió de forma apresurada.

Naruto hizo una señal a los clones que practicaban taijutsu,

y cien de ellos se acercaron.

—No tengo talento para esquivar, pero mi capacidad física no

es común, por lo que estos clones te darán trabajo para acertarles y sellar su

chakra.

»Los cuatro clones que practican la forma del chakra

comenzarán el entrenamiento de lanzamiento desde diez metros, y en esta fase,

los clones no atacarán —dijo Naruto. Hinata asintió, y Naruto regresó a su

propio entrenamiento físico.

Al día siguiente, todos fueron asignados a sus equipos, y

para decepción de Naruto, fue asignado con Sasuke y también con Sakura, por

quien ahora tenía sentimientos encontrados, ya que simplemente ya no le parecía

atractiva, solo era una niña gritona.

A diferencia de Hinata, que era linda y tierna, Sakura era

gritona y salvaje, no tenía modales en absoluto. Ino era más linda, pero ella

estaba irremediablemente ligada al trío Ino-Shika-Cho. En cuanto a Hinata, fue

asignada al grupo de reconocimiento, porque los Hyūga eran los máximos

exponentes de los ninjas sensores.

En cuanto a los demás alumnos, estaban muy por debajo de sus

niveles, y asignarlos a sus equipos sería un desperdicio de talento.

Naruto suspiró al ver a su equipo, el único que quedaba en el

salón esperando a que llegara el jōnin asignado a ellos. Naruto sabía que este

jōnin era Kakashi y que tardaría dos horas en llegar.

Naruto miró a sus dos compañeros, la niña gritona de pelo

rosa y el vengador emo cuyos objetivos carecían de sentido alguno. Sakura tenía

la misma altura que Hinata, con el cabello rosa largo, la piel algo pálida y

los ojos de un hermoso color verde agua. Su frente era algo grande, pero eso no

la hacía fea.

Sasuke tenía su característico peinado de “cola de pato”, la

piel pálida y los ojos negros. Podría decirse que su apariencia era destacable,

pero conociendo su historia y viendo lo absurdo y sin sentido de sus objetivos,

solo parecía un niño ridículo para Naruto. Además, Naruto sabía que

eventualmente se aliaria con aquellos que habían exterminado a su familia.

El único asesino del clan Uchiha que Sasuke asesinaba con sus

propias manos era Danzō, ya que su hermano se había suicidado. En cuanto a

Obito, uno de los principales culpables, Sasuke lo ignoró y se convirtió en su

aliado.

Sakura y Sasuke lo miraron debido a su suspiro, pero Naruto

no estaba de ánimo para hablarles, así que prefirió dormir.

—Hmmm… —carraspeó alguien y Naruto despertó.

Naruto levantó la cabeza para ver a un hombre de estatura

promedio, rostro parcialmente cubierto y cabello blanco, que llevaba un

uniforme de ninja estándar con algunas pequeñas modificaciones. El uniforme era

azul con un chaleco verde. Parecía tener entre veinte y veinticinco años. Sin

duda, era Kakashi, y al igual que en sus conocimientos del futuro, también era

irresponsable al llegar dos horas tarde a su cita con sus estudiantes.

Kakashi los miraba desde el frente de los asientos, pero

Naruto solo bostezó, ya que el que faltaba allí era su sensei, no ellos. Sakura

lo miró aturdida mientras Naruto levantaba una ceja a Kakashi, pidiendo una

explicación sobre por qué estaba allí. Kakashi hizo una mueca debajo de su

máscara.

—¡Síganme! —ordenó Kakashi y caminó fuera del salón.

Kakashi los llevó a una especie de templo y se presentó como

su sensei, preguntándoles quiénes eran y qué querían. Naruto, que estaba

sentado en el piso de piedra del lugar, se levantó y se señaló a sí mismo.

—Naruto Uzumaki, del clan Uzumaki, un gran clan destruido por

miedo a su poder. Soy hijo de Minato Namikaze, el cuarto Hokage, y de Kushina

Uzumaki, la anterior jinchuriki.

»Mi objetivo en esta vida es convertirme en un ninja

legendario, uno verdadero, no alguien que muera de agotamiento después de una

batalla. También tengo como objetivo darle una paliza a cada uno de los

ancianos del clan Hyuga y cobrarles algunas deudas en cuanto sea posible

—concluyó Naruto, dejando a todos atónitos.

—¡¿Qué?! —chilló Sakura, y Kakashi se apresuró a taparle la

boca.

—Eres Kakashi, según los recuerdos de mi padre, eras uno de

sus alumnos, aunque parece que te has vuelto flojo en los últimos años —suspiró

Naruto mientras miraba a Kakashi, quien tapaba la boca de Sakura.

La actitud de Kakashi era vergonzosa, parecía más un

discípulo del Sannin Jiraiya que del Cuarto Hokage. Kakashi tragó saliva y lo

miró incómodo.

—Chicos, estas cosas que han escuchado ahora no pueden

decirlas por ahí —dijo Kakashi a Sakura y luego a Sasuke, observando y mirando

a su alrededor por si alguien había escuchado.

—Solo lo he dicho porque ustedes son mi equipo, ya que esta

información solo la conoce el Hokage, usted y el Sannin Jiraiya —explicó

Naruto, mirando a Sasuke y a Sakura, esperando que se presentaran.

—Yo soy Sakura Haruno —dijo Sakura repentinamente tímida.

—Yo soy Sasuke Uchiha —se presentó Sasuke con sequedad, sin

decir nada más.

Kakashi hizo varias muecas debajo de su máscara, mirándolo a

él, quien había arruinado su evento de presentación.

—Sensei, ¿por qué quiere que nos presentemos? Usted debería

tener acceso a nuestros expedientes, ¿no los ha leído? —preguntó Naruto.

Kakashi carraspeó. Naruto tenía sus dudas.

—Sí, por supuesto, esto es solo un ejercicio para conocernos

mejor, eso es todo. Aunque en los expedientes no aparecen muchas cosas —dijo

mirándolo acusadoramente—. Bueno, antes que nada, debo evaluar sus habilidades,

así que espérenme mañana… —Kakashi les dio instrucciones de esperarlo al día

siguiente en uno de los campos de entrenamiento.

Después de marcharse, Naruto almorzó y se dirigió al campo de

entrenamiento. Después de cuatro días de práctica en el control de chakra, él

ya era capaz de crear más de mil quinientos clones.

Sin embargo, su control de chakra había alcanzado un límite,

y hoy solo había creado treinta clones más que el día anterior. Aunque con la cantidad

de chakra que necesitaba cada clon, suponía que su límite eran dos mil

quinientos. No poder alcanzar ese número significaba que su control de chakra

dejaba mucho que desear, aunque fuera superior al Naruto de sus recuerdos,

estaba muy lejos del nivel de Sakura o Hinata.

Al darse cuenta de esto, Naruto puso a seiscientos clones a

practicar el control de chakra. Él no se rendiría, no poder crear mil clones

más era algo que no podía tomar a la ligera. Significaba que había casi un cincuenta

por ciento de su fuerza que no podía controlar, y eso era inaceptable. Él

necesitaba tener un control absoluto para respaldar sus planes de convertirse

en un personaje poderoso en este mundo…

Naruto apareció en su mente frente a la prisión del Kyūbi.

—¿Liberarás este sello si decido aceptar tu propuesta?

—preguntó Kurama, que estaba acostado detrás de las rejas que los separaban.

Naruto asintió.

—La mayor parte de él. Ahora que conozco el sello, puedo

abrirlo y cerrarlo sin necesidad de su llave —explicó Naruto.

—¿Cuál es tu seguro en mi contra en caso de que me apodere de

tu cuerpo? —preguntó Kurama. Naruto sonrió.

—Kurama, todavía eres demasiado ingenuo. Tengo dos seguros,

no solo uno. Pero si rompes tu palabra una vez, te aseguro que no volverás a

tener una segunda oportunidad. No tengo tiempo para lidiar contigo, a pesar de

lo beneficioso que podría ser una cooperación entre nosotros —explicó Naruto.

—¿Piensas matarme? —preguntó Kurama con tono burlón. Naruto

rodó los ojos.

—Eres demasiado dramático. Solo voy a sellarte aún más de lo

que estás ahora. Pero te prometo que, ya sea que me ayudes o no, te liberaré en

un plazo no mayor de diez años —dijo Naruto sinceramente. Él no planeaba

mantener a este ser encerrado dentro de él de por vida—. Además, después de

ocuparme de mis propios asuntos, veré qué puedo hacer para liberar a tus

hermanos —agregó. Kurama gruñó.

—No te creo. Todos los humanos son iguales —dijo Kurama.

Naruto encogió los hombros.

—Solo tengo mi palabra, y a diferencia de mí, tú no tienes

ninguna forma de asegurarla —dijo Naruto, sin poder hacer nada al respecto—. Si

lo deseas, podemos continuar como hasta ahora, siempre y cuando no pongas

obstáculos. El simple hecho de usar tu chakra ya es de gran ayuda para mí

—agregó.

—Mocoso, no intentes hacer amigos conmigo. Puedo sentir tu

sinceridad, pero eso no significa que seamos amigos. Aunque tampoco significa

que no podamos ser socios.

»Debo admitir que tu talento es monstruoso, sin duda tendrás

la fuerza que prometes algún día. Sin embargo, si no te presto mi ayuda,

podrías morir joven. Este mundo es demasiado peligroso para alguien tan

despreocupado —gruñó Kurama—. Pero tengo una condición para ti. Solo podrás

usar mi poder en batallas reales, porque si no tienes intención de mantenerme

prisionero dentro de ti, no te traerá ningún beneficio entrenar con mi poder a

largo plazo —agregó.

—Estoy de acuerdo. El chakra que estás liberando ahora es

cuatro veces superior al mío. Eso es más que suficiente para potenciarme a mí

mismo sin perder el control sobre mi propio chakra. De hecho, me ayuda en mi

entrenamiento de control de chakra.

»Aun así, tus habilidades como sensor y el uso de tu chakra

puro para mis habilidades de curación no deben verse afectados, ya que no son

habilidades que pueda desarrollar por mi cuenta —explicó Naruto.

—Está bien, abre el sello cuando estés listo —dijo Kurama.

—No, abrirlo de repente causaría un gran alboroto y ejercería

una gran presión sobre mi cuerpo. Lo haré de manera gradual pero constante

—dijo Naruto mientras tocaba el sello.

Con un ejército de clones hurgando en la biblioteca, y su

estudio de los jutsus médicos, que incluían una gran cantidad de conocimientos

sobre sellos, que los ninjas médicos usaban en su trabajo para crear medicinas,

guardar ingredientes y hasta desactivar o crear sellos explosivos, Naruto ya

era capaz de hacer esto, y Kurama lo sabía, por lo que lo llamó allí. Él debía

estar ansioso de obtener algo de libertad.

El sello de los Ocho Trigramas se desgastaba con el tiempo, por

lo que el número de colas de Naruto aumentaba a medida que utilizaba más chakra

del Kyūbi. Por eso Minato había dejado una llave para él y dos seguros, que

eran su conciencia y la conciencia de Kushina.

Naruto apartó sus pensamientos y trató de absorber chakra del

Kyūbi. Este no se lo negó y Naruto lo mezcló con una pequeña cantidad de su

propio chakra para utilizarlo en el sello de los Ocho Trigramas, y acelerar su

desgaste natural docenas de veces. Con esto, Naruto volvió a la realidad y

sintió cómo el sello en su abdomen se debilitaba. A este ritmo, se abriría por

completo en una semana o dos.

Al volver a la realidad, Naruto miró a su alrededor y sonrió.

Sus sentidos y los de Kurama se habían fusionado. Más allá de los árboles,

había dos ninjas ocultos que debían ser los ambus del Hokage que siempre lo

vigilaban, transmitiendo una sensación neutral. También había otra presencia

más distante, que lo miraba con odio pero cuya atención estaba más centrada en

Hinata…

Naruto se volteó al sentir la conmoción de Hinata, quien lo

observaba desde el lugar donde entrenaba con sus clones, practicando su

puntería mientras estos corrían a su alrededor a toda velocidad.

—¡Naruto! —dijo con tono alarmado, mirando su abdomen. Ella

tenía su Byakugan activado. Naruto sonrió y negó con la cabeza.

—Tranquila, estoy haciendo esto por mi cuenta. Sigue

entrenando —dijo Naruto, y volvió a su propia rutina de entrenamiento, haciendo

sentadillas.

Hinata asintió y le lanzó una mirada de advertencia a su

sirvienta para que no se le ocurriera activar sus ojos y tratar de ver lo que

estaba pasando.

Una hora después, Naruto seguía con su entrenamiento físico.

Él llevaba pesas en su cintura, en las pantorrillas y una mochila llena de

piedras en la espalda. Estas pesas siempre estaban con él, ya fuera que llevara

su ropa de entrenamiento o su nueva ropa. Naruto sintió a Kakashi acercarse y

un minuto después este llegó a su lado.

—Naruto, ¿podemos hablar? —preguntó Kakashi, acercándose e

interrumpiendo su entrenamiento.

Naruto supuso que Kakashi estaría gritándole al Hokage hasta

ese momento, exigiendo explicaciones sobre sus conocimientos acerca de su

familia. Naruto, quien estaba haciendo abdominales, asintió sin detenerse.

—Naruto, lo siento, pero nadie podía enterarse de que eras el

hijo de mi Sensei —dijo Kakashi casi susurrando, y mirando incómodo a la

sirvienta Hyuga.

—Nadie lo sabía, ni siquiera yo. Así que no es tu culpa —dijo

Naruto también en voz baja—. Pero si quieres ayudarme, necesito aprender sobre

la naturaleza del chakra. También algunos jutsus de viento. Tengo una gran

cantidad de chakra y sería un desperdicio no aprovecharlo al máximo. También me

interesa aprender genjutsu —explicó Naruto. Kakashi suspiró.

—¿El Cuarto Hokage te habló del Rasengan? —preguntó Kakashi,

observando a los clones practicando el Rasengan, aunque eran pocos porque ya lo

habían dominado, solo necesitaban perfeccionarlo un poco más. Naruto negó con

la cabeza.

—Lo vi en los recuerdos de mi padre, mientras entrenaba, pero

fue muy poco tiempo y apenas pude entender algo. Aun así, parece ser algo

sencillo —dijo Naruto.

—Ese es un jutsu de rango A y muy peligroso —dijo Kakashi,

observando a los clones practicar sellos, Rasengan, jutsus médicos y parpadeo

corporal.

—Naruto, tu control de chakra es muy bueno. ¿Por qué sigues

practicándolo? —preguntó, mirando a los clones que practicaban el control de

chakra, que eran los más numerosos.

—Cuando logre controlar mi chakra a un nivel microscópico, me

convertiré en un dios —dijo Naruto con sinceridad. Kakashi no entendía a qué se

refería, ya que no sabía cómo funcionaba el cuerpo humano—. También me ayudará

a aprender genjutsu. Tengo entendido que tienes algunas nociones básicas

—añadió Naruto.

—Naruto, no estoy aquí para enseñarte jutsus —dijo Kakashi

frustrado.

—Kakashi-sensei, no pienses que soy malagradecido, pero ya he

crecido y no necesito niñeras —dijo Naruto con un suspiro. Por supuesto que

entendía por qué Kakashi estaba allí—. Estoy bien por mi cuenta y valoro mi

libertad. Ahora solo quiero fortalecerme, no quiero terminar como mis padres —dijo

Naruto sin detenerse en sus ejercicios. Kakashi suspiró.

—Realmente lo siento —dijo Kakashi antes de marcharse.

Naruto se preguntó de quién podría aprender genjutsu y luego

suspiró. “Ella de nuevo, y ya no sé con qué pagarle esta vez”, pensó Naruto con

desánimo, aunque tenía unos meses antes de los exámenes chunin y el genjutsu no

era algo que muchos ninjas utilizaran.

Al día siguiente era el día en que Kakashi llevaba a cabo su

plan de llevarlos al campo de entrenamiento sin comida, y Naruto suponía que

también planeaba retrasarse esta vez. Por lo tanto, él se preparó desayunando

adecuadamente y llevando un almuerzo bien preparado con carne y verduras.

Naruto llegó al campo de entrenamiento cinco minutos antes de

la hora indicada y se sentó a esperar debajo de un árbol, mientras Sasuke hacía

algunos estiramientos y Sakura lo observaba ilusionada.

Naruto realizó el Kage Bunshin no Jutsu y quinientos clones

aparecieron por todas partes para explorar el terreno y evitar caer en trampas.

Kakashi ya había visto sus clones y sabía que Naruto ahora podía utilizar el

parpadeo y el Rasengan. No sería tan descuidado como para subestimarlo.

Sasuke y Sakura quedaron en estado de shock al ver la

cantidad de clones que había creado.

—¡Naruto, ¿qué jutsu es ese? —preguntó Sakura con los ojos

muy abiertos.

—Es el Kage Bunshin no Jutsu, un jutsu para aquellos que,

como yo, poseen un chakra abundante —respondió Naruto.

—¿Por qué tienes tanto chakra? —preguntó Sasuke.

—Es parte de mi Kekkei Genkai, una ventaja exclusiva, al

igual que tus ojos —dijo Naruto.

—¿Estabas fingiendo antes cuando no podías hacer el Bunshin

no Jutsu? —preguntó Sakura con ira, parecía temer que se hubiera burlado de

ellos.

—No, hasta hace cinco días no sabía cómo crear el Bunshin no

Jutsu y mi control de chakra era muy malo. Pero ahora tengo muchos

conocimientos en mi cabeza y practicar mis habilidades ya no es un problema.

También conozco mi Kekkei Genkai y mis talentos principales.

—¿De dónde obtuviste esos conocimientos? —preguntó Sasuke

interesado.

—Antes de ser asesinados, mis padres sellaron parte de sus

conciencias en mi mente —dijo Naruto. Eso era cierto, pero no era lo que le

habían preguntado. Sasuke retrocedió con esta información, la mención del

asesinato debió recordarle a sus propios padres, pero Sakura intervino.

—¿Te refieres al Cuarto Hokage? —preguntó Sakura. Naruto

asintió, de todos modos, no sentía ningún vínculo emocional con Minato o

Kushina.

—Eso es asombroso —dijo Sakura. Naruto asintió y se recostó

para dormir. Sus compañeros no le preguntaron nada más.

Kakashi, sin sorpresa alguna, volvió a llegar tarde, pero

esta vez, al comenzar la prueba y quedar frente a ellos, Kakashi se quitó la

media máscara que cubría su ojo Sharingan. Naruto, que era un clon, sonrió.

—¿Conoces el Sharingan? —preguntó Kakashi. Naruto, que era un

clon, asintió.

—Kakashi-sensei, estás exagerando demasiado. Además, al

revelar ese ojo, has revelado muchas debilidades —dijo Naruto con calma.

—¿Qué debilidades? —preguntó Kakashi interesado.

—Kakashi-sensei, soy un ninja médico y en este momento hay

cien de mis clones leyendo todos los libros de la biblioteca médica. Ese ojo no

te pertenece, por lo que no puedes desactivar el Sharingan. El consumo de

chakra del Sharingan también es alto y parece que no puedes regular su uso, lo

que significa que te quedarás sin chakra rápidamente.

»Dado que mi chakra es abundante, si usas tu Sharingan, solo

tendré que enviar a mis clones tras de ti y en poco tiempo te agotarás —explicó

Naruto. Kakashi sonrió.

—Es un buen plan, Naruto, pero soy un jōnin y no tengo que

esperar a que vengas por mí —dijo Kakashi mientras usaba un jutsu de invocación

y ocho perros aparecían a su alrededor.

“Mierda”, pensó Naruto. Él se estaba tomando esto en serio de

verdad.

—Kakashi-sensei, ¿no crees que estás exagerando un poco?

—preguntó Naruto haciendo una mueca.

Con todos esos perros rastreadores, tratar de esconderse no

le serviría de nada a él, ya que el campo de entrenamiento era demasiado

pequeño y esos perros podían rastrear a personas a cientos de kilómetros de

distancia. Kakashi sonrió.

—Naruto, no es bueno que seas tan presumido. Debes comprender

que hay mucha distancia entre tú y un jōnin —dijo Kakashi con superioridad.

Naruto rodó los ojos. Si usara el poder de Kurama, podría

darle una buena paliza, perros incluidos, pero esto era solo un entrenamiento y

tendría que aguantar. Aun así…

Naruto utilizó el parpadeo corporal y con un puño potenciado

golpeó a Kakashi, quien se convirtió en humo. El desgraciado ya lo estaba

buscando, así que el clon se apresuró a deshacerse para que esta información

llegara al Naruto original.

Dos horas después, Naruto estaba atado de pies a cabeza

mientras los perros de Kakashi lo vigilaban. Sasuke y Sakura también habían

sido capturados, pero estaban libres mientras Kakashi lo observaba con una

sonrisa.

—Kakashi-sensei, esta es una prueba de nivel genin, ¡eres

demasiado bestia! —se quejó Naruto.

Apenas un minuto después de comenzar la prueba, él fue

localizado por uno de los perros rastreadores y, segundos después, Kakashi ya

estaba a su lado.

Naruto no se rindió y más de quinientos de sus clones

atacaron a Kakashi utilizando el parpadeo corporal y la fuerza potenciada, pero

no lograron golpearlo ni una sola vez.

Al verdadero Naruto solo le quedó correr al darse cuenta de

que el nivel de taijutsu de Kakashi no tenía nada que ver con el suyo. Kakashi

barrió a través de sus clones sin mucho esfuerzo, el parpadeo corporal solo le

planteaba una mínima cantidad de dificultad y parecía saber el lugar donde

aparecerían sus clones.

El Sharingan estaba muy por encima de lo que Naruto podía

enfrentar, y fue capturado quince minutos después, solo porque corrió como un

desesperado, enfrentándose a Kakashi con clones de sombra. Después de

capturarlo y atarlo de pies a cabeza para dejarlo bajo la vigilancia de sus

perros, Kakashi cubrió su ojo y se tomó su tiempo con Sasuke y Sakura.

Kakashi rio mientras uno de sus perros rastreadores se subía a

la cabeza de Naruto.

—Naruto, supongo que ya sabías el propósito de esta prueba,

¿verdad? —preguntó Kakashi. Naruto hizo una mueca.

—Hay algo similar en mis recuerdos —admitió Naruto.

—Aun así, en ningún momento planeaste colaborar con tus

compañeros —dijo Kakashi con un suspiro.

—Tienen potencial, pero son demasiado débiles en este

momento. Su ayuda no me serviría más que la de uno de mis clones —dijo Naruto.

Sakura lo miró con ira, y una vena latiendo en su frente, pero debido a

Kakashi, no gritó.

—¡A ti te capturaron primero! —gruñó Sakura.

—Kakashi sensei hizo trampa —se quejó Naruto impotente.

—¡Tonterías! —sentenció Kakashi—. Solo te he mostrado que

destacar por encima de los demás no significa que estés más seguro que ellos.

El enemigo siempre buscará deshacerse del mayor problema primero, y sin el

apoyo de tus compañeros, caerás tan rápido como ahora.

»Si sabes que ellos tienen potencial, podrías haber hecho

algo para mejorar su fuerza —dijo Kakashi.

—Sensei, ¿quieres que yo entrene a mis compañeros en tu lugar

mientras tú te relajas? —preguntó Naruto indignado.

Kakashi carraspeó, lo desató y lo amarró al sol. Luego les

advirtió a Sasuke y Sakura que no le dieran comida y se marchó.

Naruto puso los ojos en blanco, pero entendió la amenaza. Si

les revelaba el propósito de este ejercicio a sus compañeros, los reprobarían y

Naruto sabía que Kakashi lo haría. Kakashi era un holgazán y si podía encontrar

una excusa para evadir alguna responsabilidad, lo haría. Era posible que

también se atreviera a reprobar al hijo de su sensei.

—Hay comida en mi bolso, tómen un poco. A cambio, les ayudaré

en cuanto regrese el sensei —ofreció Naruto, siguiendo la trama. Sakura estiró

el cuello y Sasuke dudó un poco.

—¿Cómo te capturaron tan rápido si tenías tantos clones?

—preguntó Sasuke.

—Kakashi utilizó a los perros que me estaban vigilando para

rastrear mi verdadero cuerpo. Además, él no se contuvo en absoluto para

capturarme. Puedo usar el parpadeo corporal y fortalecer mi cuerpo con chakra,

pero él puede hacer lo mismo, y su taijutsu y el mío no se pueden comparar. Así

que solo pude correr y arrojarle clones.

»Podría haber utilizado métodos más extremos, pero esto es un

entrenamiento, no un combate a muerte, por lo que fui capturado —explicó.

Si fuera un combate real, Naruto no dudaría en usar el

Rasengan y lanzar shurikens y kunais como si no hubiera un mañana.

—¿Puedes enseñarme el jutsu del parpadeo corporal y cómo

fortalecer mi cuerpo? —preguntó Sasuke. Naruto hizo una mueca, este emo

vengador solo pensaba en sí mismo. Él suspiró.

—Libérenme y puedo hacer que en un mes, pocos chunin puedan

enfrentarse a ustedes —dijo Naruto con un suspiro, porque de todas formas,

Kakashi ya lo había amenazado con reprobarlo en la prueba si no se adaptaba a

su equipo, y para lograrlo, estos dos debían fortalecerse junto a él.

Sasuke avanzó sin dudar y Sakura miró a su alrededor antes de

apresurarse a ayudar.

Una vez liberado, Naruto corrió hacia su mochila para sacar

su almuerzo. Después de usar hasta el último de sus clones para tratar de

escapar de Kakashi, con la esperanza de agotar su Sharingan, él había gastado

todas sus energías y ahora tenía un hambre atroz.

—¿Cuándo comenzarás a entrenarnos? —preguntó Sakura,

acercándose a él junto a Sasuke.

—Esta tarde, vayan al campo de entrenamiento al este de

nuestra antigua escuela. Les explicaré todo —dijo Naruto con abatimiento.

Él no quería entrenar a estos dos porque no veía que los

necesitara, pero con Kakashi respirándole en el cuello, no tenía muchas

opciones. Si él intentaba ir por su cuenta, ese holgazán lo reprobaría.

—Interesante —dijo Kakashi apareciendo frente a ellos cuando

Naruto estaba a mitad de su almuerzo. Sakura dio un respingo, pero Sasuke lo

miró dispuesto a aceptar las consecuencias.

—Han aprobado. Pueden retirarse. Nos veremos aquí mañana a la

misma hora —dijo Kakashi con satisfacción al ver que los había obligado a

formar un equipo.

Naruto lo miró con frialdad mientras seguía comiendo, pero

pelearse con este tipo no serviría de nada, él no le dejaría ir por su cuenta,

y el Hokage también lo miraría mal si decidiera actuar como un lobo solitario.

—Kakashi sensei, espere un momento —dijo Naruto guardando su

comida y mirando a Sakura y a Sasuke—. No lo olviden, campo de entrenamiento al

atardecer —les dijo Naruto y caminó hasta Kakashi—. Kakashi sensei, tengo algo

que quiero venderle y me gustaría negociar el precio —dijo Naruto levantando

una ceja. Kakashi lo miró con sospechas, pero no se negó a caminar con él.

Cuando estuvieron fuera del alcance de la vista y el oído,

Naruto señaló el ojo Sharingan de Kakashi.

—Kakashi sensei, he notado que tu Sharingan siempre está

activo. ¿Te gustaría tener control sobre tu ojo para activarlo y desactivarlo a

voluntad? —preguntó Naruto y Kakashi, que ya fruncía el ceño, se tensó.

—¿Cuál sería ese método? —preguntó Kakashi con cautela.

—Nada de trucos sucios ni cosas que causen daño a otras

personas —dijo Naruto. Kakashi dejó de fruncir el ceño.

—¿Y qué quieres a cambio? —preguntó, sabiendo que esto era

una negociación.

—Quiero que me enseñes la naturaleza del chakra, todo lo que

sepas sobre genjutsu, las ocho puertas y tu taijutsu. No tiene que ser

exhaustivo, me basta con aprender la teoría. La práctica la haré por mi cuenta

—dijo Naruto.

—Naruto, la naturaleza del chakra es un jutsu de nivel chunin

y las ocho puertas son un jutsu prohibido. Si no eres un chunin, tendré

problemas… —Naruto se dio media vuelta e ignoró a Kakashi. Este tipo creía que

él era idiota.

Kakashi le había enseñado el Chidori a Sasuke cuando era

genin, simplemente no quería enseñarle a él la naturaleza del chakra porque no

quería más trabajo.

—¡Espera, Naruto! —dijo Kakashi apresurándose a detenerlo.

Naruto levantó una ceja al dar media vuelta.

—Está bien, acepto —dijo Kakashi con un suspiro abatido—.

¿Cómo planeas que pueda usar el Sharingan de forma normal? —preguntó Kakashi.

—Sellándolo —dijo Naruto.

—Naruto, no puedes sellar mi ojo. Eso sería como arrancarlo

de mi cara —dijo Kakashi haciendo una mueca de decepción. Naruto lo miró como

si fuera estúpido.

—Sé eso, no quiero sellar su ojo en específico. Verá, según

todo lo que he leído sobre los Kekkei Genkai, su problema es de control. Su

cuerpo no cuenta con los mecanismos necesarios para controlar el Sharingan, y

eso hace que siempre esté activo. Por lo tanto, la solución es simple: agregar

un mecanismo de control de forma artificial.

»En cuanto al desarrollo de esto, es realmente sencillo, ya

que lo que mantiene activo al Sharingan es su chakra. Si evitamos que este

chakra llegue a su ojo Sharingan, este se desactivará por su cuenta. Para

lograr esto, sellaré el acceso de chakra a su ojo Sharingan con un sello que le

permita abrirlo y cerrarlo.

»De esta forma, el Sharingan se activará o desactivará según

su voluntad. También podrá elegir en qué grado desea usarlo, ya que veo que el

paño que lo cubre puede reducir su consumo significativamente al cubrirlo y

evitar que sea estimulado por la luz a nuestro alrededor —concluyó Naruto.

Kakashi pensó durante un minuto.

—¿Qué sello usarías? —preguntó Kakashi.

—El mismo sello que mi padre usó para sellar el chakra del

Kyubi dentro de mí, el sello de los Ocho Trigramas. De esta manera, usted

tendrá un control total sobre su apertura y cierre —explicó Naruto.

Kakashi pensó unos segundos más y luego asintió en

comprensión.

—No es necesario sellar mi ojo, basta con sellar el flujo de

chakra —murmuró Kakashi. Naruto asintió.

—Puedo realizar el procedimiento esta misma tarde. Le aseguro

que no quedará con cicatrices, incluso puedo borrar la que tiene ahora —ofreció

Naruto. Kakashi se llevó la mano al rostro.

—No, mejor déjalo así. También consultaremos a un ninja

médico y traeré a alguien para que supervise el procedimiento —dijo Kakashi

observándolo con los ojos entrecerrados. Naruto se rio.

—Kakashi sensei, me interesa su ojo, pero le aseguro que no

voy a arrancárselo. Solo quiero estudiarlo, y con una pequeña muestra tengo

suficiente para hacerlo.

Dos horas después, al mediodía, Naruto estaba en el hospital

de Konoha, explicándole al médico de Kakashi en qué consistiría el

procedimiento: sacarle el ojo, colocarle el sello en sus conductos de chakra

para que pudiera abrirlo o cerrarlo a voluntad. El ojo no sería tocado en

ninguna forma.

—¡Kakashi, esto es espeluznante! —dijo Gai, un tipo con

cuerpo de estatua, un corte de pelo inusual y una cara cuadrada.

Gai era el mejor ninja en taijutsu de toda la aldea de la

Hoja y un usuario de las Ocho Puertas. También era el mejor amigo de Kakashi,

un jounin y la persona encargada de vigilar que Naruto no intentara robar el

Sharingan.

—Es un procedimiento simple, aunque la aplicación de un sello

sobre tejido blando puede causar graves traumas, y los canales de circulación

de chakra también podrían verse afectados. En un caso grave, podría perder el

ojo —advirtió el médico.

Naruto rodó los ojos y sacó un kunai para cortar su propio

ojo derecho. Gai fue el primero en llegar a él y logró detenerlo cuando el

kunai solo había llegado a la mitad de su trayectoria hacia el ojo.

—¿Qué estás haciendo? —reprendió Gai con ira, pero luego notó

que no salía sangre y el chakra rojo del Kyubi cubría su ojo y la herida.

Un minuto después, no quedaba ni una cicatriz. El médico se

apresuró a examinar el ojo de Naruto con asombro.

—Kakashi sensei, ya se lo dije antes, conmigo a cargo, no

quedará ni una cicatriz —sentenció Naruto.

—Regeneración celular. Debería consumir una gran cantidad de

chakra, además, el ojo no es algo que se pueda curar de esa forma —dijo el

médico exigiendo respuestas, pero nadie le dijo nada. Kakashi solo asintió,

permitiendo que continuara el procedimiento. Él y Gai sabían que Naruto había

usado el chakra del Kyubi.

—Naruto, ¿puedes usar el chakra del Kyubi a voluntad?

—preguntó Kakashi mientras el médico preparaba la sala de operación. Naruto

negó con la cabeza.

—Un poco —dijo Naruto sin dar más explicaciones.

Kakashi y Gai no estaban satisfechos, pero no podían hacer

nada para obligarlo a hablar.

El procedimiento quirúrgico para sacar el ojo de la cuenca y

exponer los nervios que lo conectaban al cerebro fue realizado completamente

por el médico de Kakashi.

Naruto se encargó de realizar el sello de los Ocho Trigramas,

siguiendo la descripción de los patrones de los canales de flujo de chakra en

un manual médico para los ojos.

Todo el procedimiento llevó tres horas debido a lo complicado

que resultó dibujar el sello en los nervios del ojo y sobre este.

Afortunadamente, Naruto tenía mucha práctica con ese sello y luego utilizó el

chakra de Kurama para curar las heridas. El médico despertó a Kakashi de

inmediato, y al ver que se movía, Gai también ingresó a la sala.

Lo primero que hizo Kakashi al levantarse fue hacer una mueca

al ver a Naruto sellando muestras de tejido en un pergamino de sellos. Pero no

era el único que lo miraba, y Naruto le dedicó una mirada fría al médico, quien

observaba sus muestras con avaricia.

—Solo eres un aprendiz. Te tomará años comprender algo para

llegar a estudiar esto adecuadamente —se quejó el médico porque no le habían

permitido tomar muestras.

—Aprenderé, y cuando lo haga, tendré muestras disponibles

—dijo Naruto con suficiencia mientras guardaba el pergamino en un bolsillo.

Luego miró a su paciente, cuyos ojos eran negros.

Gai, que también observaba la discusión entre el médico y

Naruto, siguió su mirada y abrió mucho los ojos.

—¡Ha funcionado! —dijo Gai con asombro al ver que el

Sharingan estaba desactivado.

—Suerte de principiante. Aún debemos revisar si no hay

efectos secundarios —dijo el médico, examinando el ojo de Kakashi para

verificar si tenía algún problema como falta de visión u otros.

Cinco minutos después, la revisión concluyó y todo estaba

normal. Kakashi pudo activar y desactivar el Sharingan a voluntad, por lo que

ahora solo tenía que practicar su eficiencia en el control de la cantidad de

chakra necesaria para cada propósito en combate. Este no era un sistema

perfecto, ya que los usuarios naturales del Sharingan lo controlaban con un

simple pensamiento, mientras que Kakashi se veía obligado a controlarlo

suministrando chakra. Aun así, era mil veces mejor que tenerlo siempre activo.

Al salir de la sala de operaciones, Kakashi volvió a

colocarse su máscara como si su ojo todavía necesitara estar cubierto. Era

evidente que él no tenía intención de revelar a nadie que ahora tenía control

sobre su ojo. A Naruto no le importaba, ya que la operación fue un éxito y él

obtendría los beneficios de este trato.

 

NA: Chat GPT, que es el programa que uso para traducir, puso

varios textos en rojo durante la traducción, cuando esto sucede, a veces cambia

algo del texto original, a veces pone cosas similares, a veces simplemente

reemplaza por cosas que no tienen sentido por que las palabras le parecen

ofensivas. Si ven algo así en el texto avisen para corregirlo.

 

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