WebNovels

Chapter 2 - Capítulo 2 Hinata

Capítulo 2 Hinata

Después de entregar a Mizuki Naruto no dejó de entrenar,

aunque ya era algo tarde y solo quedaban dos horas para la media noche, él fue

a uno de los campos de entrenamiento cercanos a la escuela y creó ocho clones,

usando el Kage Bunshin no Jutsu.

—Muy bien, hagan tantos clones como puedan —dijo Naruto.

Los clones asintieron con determinación y comenzaron a hacer

los sellos, creando ocho clones más cada uno de ellos, hasta llegar a un total

de setenta y dos clones.

Como Naruto había creado doscientos clones antes, ahora no

pensaba exagerar el número de clones porque tenía que seguir practicando su

control de chakra, pero setenta clones aún no era el límite y los clones

crearon más clones.

Los setenta y dos clones volvieron a realizar el Kage Bunshin

no Jutsu. Esta vez cada uno de ellos solo creó cuatro o cinco clones. Aun así,

ya había más de trescientos clones en el campo de entrenamiento.

—Doscientos de ustedes, practiquen el control de chakra, cien

de ustedes el taijutsu y el resto, lanzamiento de shurikens —ordenó Naruto y,

de inmediato, él comenzó a correr alrededor del campo de entrenamiento.

Los clones se apresuraron a cumplir sus órdenes y su

entrenamiento masivo comenzó. Por esta razón, el Kage Bunshin no Jutsu era el

más desequilibrado, y no solo se aplicaba a Naruto. Otros también podían

aprovecharlo de la misma forma, acelerando su velocidad de entrenamiento entre

cuatro y diez veces más rápido.

Solo imaginar a alguien como Sakura creando diez clones y

utilizándolos para estudiar y practicar jutsus médicos o genjutsus era una

locura. El Emo Vengador, debido a su talento, quizás podría crear más de veinte

clones y, con su talento, podría aprender jutsus avanzados en tan solo un días.

En cuanto a los requisitos, genin como la Pelirrosa, y Emo tenían

mejor control de chakra que él, y si él podía controlar el numero de clones que

creaba, ellos lo harían aun mejor, por lo que no sería peligroso.

Por otro lado, el otro requisito era el que planteaba un

problema para los novatos, y era la carga mental de usar este jutsu, porque su

usuario recibiría todo el estrés que experimentaran sus clones. Con novatos

como el Emo Vengador no habría problemas, pero si los novatos eran como Sakura,

no podrían usar el jutsu en combate sin sufrir un shock emocional, por lo que

tampoco era algo que todos podrían usar y se entendía porqué era un jutsu de

nivel jounin.

Naruto pensó en todo esto mientras corría. Él era el único

que estaba haciendo ejercicio físico, porque para él no tendría ningún

beneficio que los clones entrenaran su cuerpo. Solo el entrenamiento de su

cuerpo físico real fortalecería su resistencia.

En cambio, cuando se trataba de practicar habilidades de

combate, lanzamiento de jutsus, control de chakra, genjutsus y otras

habilidades, los clones podían encargarse. De esta manera, cada hora de

entrenamiento en estas áreas se multiplicaba por el número de clones.

Por ejemplo, si cien clones practicaban el control de chakra

durante una hora, eso equivalía a cien horas para cualquier otro ninja.

Normalmente, un ninja común como máximo podría practicar sus habilidades

durante tres horas al día, ya que dependían de su chakra, el cual era limitado.

Si dividimos esas cien horas de práctica entre un ninja

común, eso sería más de un mes de entrenamiento. Entonces, si solo esos cien

clones practican el control de chakra durante tres horas, eso ya equivaldría a

tres meses de práctica para un ninja común. Y Naruto no era un ninja común, él

podía hacer que esos clones practicaran durante seis horas seguidas, lo que

significaba que para el día siguiente ya habría realizado un entrenamiento

equivalente a seis meses en cuanto al control de chakra.

Por eso, en este mundo, en lo que respecta al aprendizaje o

la práctica, él era como un dios capaz de aprender cualquier jutsu en tan solo

un día si se enfocaba en ello. Siempre y cuando no ejecutara un jutsu que

consumiera una gran cantidad de chakra, como el Kage Bunshin no Jutsu, podía

practicar sin límites y avanzar rápidamente.

Naruto entrenó por una hora antes de cambiar de correr a

hacer flexiones. Los clones también cambiaron su entrenamiento, para que

cincuenta de ellos practicaran jutsus médicos utilizando el chakra de Kurama

que lo maldijo por aprovechado, pero su chakra corría libre por su cuerpo, y

Naruto se excusó diciendo que debía gastarlo para que no estorbara.

Los jutsus médicos no eran algo que Naruto hubiese estudiado,

pero él sabía que podía usar el chakra de Kurama para curar heridas, aplicándolo

sobre su células. Por ahora, eso era todo lo que podía hacer, ya que no tenía

más conocimientos. Sin embargo, eso no significaba que curar sus propias

heridas y las de otros en tiempo récord fuera su único objetivo.

Uno de los requisitos indispensables para convertirse en alguien

poderoso en este mundo, era dominar el conocimiento médico y agregarlo al

conocimiento que ya poseía sobre su propio mundo, que incluía genética,

anatomía y clonación.

De genética, él conocía el ADN. De la clonación, sabía acerca

de las células madre y cómo crear clones, ya que lo había visto en un programa

y no era demasiado complicado: solo se trataba de reemplazar el material

genético de una célula que fuera el objetivo a clonar.

De anatomía, Naruto conocía lo básico sobre los órganos del

cuerpo y sus funciones, así como los tipos de sangre y la probabilidad de

herencia, entre otras pequeñas cosas que había aprendido en la televisión y en

el bachillerato. Sin embargo, al combinar estos conocimientos con los

conocimientos médicos de este mundo, él creía que sería suficiente. Además, en

cuanto a aprender, Naruto sabía que su capacidad no tenía límites…

—Naruto, no deberías hacer prácticas secretas por las noches.

Aún eres un niño y necesitas dormir para crecer —dijo el anciano Hokage

mientras se acercaba a su cuerpo real, que hacía flexiones con pesas y un bolso

lleno de piedras sobre su espalda.

El Hokage parpadeó y Naruto supuso que era porque él continuó

con su rutina de ejercicios sin perturbarse en lo más mínimo por su repentina

aparición.

El Tercer Hokage, un anciano que aparentaba unos setenta

años, era bajo y llevaba la túnica y el sombrero que indicaban su posición como

el tercer Hokage. Para muchos fanáticos de la historia, él era el Kage más

inútil de todos los tiempos y de todas las aldeas debido a sus numerosos

errores.

—Viejo, no estoy haciendo ningún entrenamiento secreto. Solo

vengo aquí al anochecer porque a esta hora ya no hay nadie que pueda molestarse

por mi presencia e interrumpir mis ejercicios con tonterías.

»En cuanto al secreto, es evidente que no hay ninguno, porque

sentí algunos chakras mirándome cuando practicaba en la escuela, aunque nadie

se acercó. Supongo que usted les prohibió molestarme, así que gracias —dijo

Naruto con sinceridad. El viejo Hokage quedó aturdido y carraspeó.

—Ah, bueno, entonces deberías tratar de ser más discreto con

tus habilidades. Un ninja nunca debe revelar todas sus cartas de triunfo —dijo

el viejo Hokage mientras miraba a los cientos de clones practicando sin

descanso ni distracción—. También deberías cuidar tu sueño —agregó sin olvidar

su primera advertencia.

—No hay problema. Hacer seis horas de ejercicio y gastar mi

chakra no es nada. Hoy amanecí sin sentir ningún cansancio en absoluto. Y ahora

que he mejorado mi dieta porque puedo conseguir más comida, siento que podría

entrenar al salir de la escuela. Pero los campos de entrenamiento están

ocupados a esa hora —dijo Naruto, quien necesitaba un campo de entrenamiento

entero para él solo debido a su ejército de clones. El anciano Hokage miró a su

ejército de clones.

—Este método de entrenamiento es sin duda único —dijo el

anciano, tratando de obtener más información. Naruto sonrió.

—Esto es solo mi chakra Uzumaki. Ese zorro solo gruñe cuando

trato de hablar con él, pero me da igual. No lo necesito. Mi chakra ya es

enorme y sigue creciendo. A medida que uso más mi propio chakra, el chakra del

zorro de nueve colas sellado dentro de mí se filtra a través del sello de los

ocho trigramas —explicó Naruto. El viejo hokage se tensó.

—¿Quién te dijo que el Kyubi estaba en tu interior? —preguntó

el viejo Hokage con preocupación.

—Mis padres dejaron una parte de sus conciencias selladas

junto al Kyubi. Ahora sé sobre mi origen y muchas otras cosas —dijo Naruto,

diciendo parte de la verdad y parte de una mentira, ya que lo que sabía no

tenía que ver con sus padres. El anciano abrió mucho los ojos.

—Viejo, voy a convertirme en el ninja más fuerte de este mundo.

Ese antiguo dios ninja y Madara Uchiha serán solo pequeños gatos en comparación

conmigo —aseguró Naruto.

El anciano Hokage dio un respingo y luego suspiró,

recuperándose de la sorpresa que le causaron esos nombres. Naruto también

aprovechó su declaración anterior para explicar su repentino cambio de

comportamiento. El Hokage pareció aceptar su explicación y carraspeó con incomodidad.

—Naruto, me alegra que hayas conocido a tus padres, pero hay

algo más —dijo con incomodidad—. ¿Por qué usas el jutsu de transformación para

entrar a las tiendas y estafar a sus dueños? —preguntó el Hokage con una tos

seca.

—¿Pregunta por qué me convierto en una mujer sexy para pedir

descuentos? —preguntó Naruto con una sonrisa. El Hokage carraspeó—. Porque esos

tipos me cobraban de más cuando no podía usar el jutsu de transformación, lo

que me obligaba a comer solo ramen.

»El ramen es mi plato favorito, pero creo que habría crecido

más si hubiera podido comer otras cosas. Así que esos tenderos tienen que pagar

por mi infancia atrofiada, y como antes me hicieron aumentos, ahora tienen que

hacer descuentos y regalos —explicó Naruto. El Hokage suspiró.

—¿No vas a dejar de hacerlo? —preguntó con impotencia. Naruto

negó con la cabeza mientras seguía haciendo flexiones, y sus clones seguían

practicando.

—Supongo que tampoco estarías dispuesto a dejar de ver a

Hinata Hyuga —preguntó el Hokage.

Naruto parpadeó, pero

por las palabras y el comportamiento de Hinata, él ya sabía que su padre la

había reprendido, lo que le sorprendía era que los Hyuga ya habían ido a

quejarse con el Hokage.

—¿Usted quiere que haga eso? —preguntó Naruto.

—Los Hyuga podrían ser más descarados que los aldeanos si

decides ignorar sus advertencias —advirtió el Hokage con seriedad.

—Anotaré todos sus golpes y luego se los cobraré al jefe de

su clan cuando me convierta en el ninja más fuerte de este mundo. De todas

formas, ya pensaba darle una paliza a ese viejo miserable por cada vez que hizo

llorar a Hinata —dijo Naruto con despreocupación.

El anciano Hokage sonrió por un segundo, pero luego recuperó

la calma y adoptó una expresión seria.

—Naruto, ordenaré que este campo de entrenamiento esté libre

para ti después de clases —dijo el Hokage, y Naruto levantó una mano antes de

que se retirara. El anciano frunció el ceño.

—¿Necesitas algo? —preguntó el Hokage. Naruto asintió,

volviendo a sus ejercicios.

—El chakra del Kyubi puede curar, y lo hace a una velocidad

increíble. Incluso puedo recuperar mi propio chakra, por lo que creo que podría

convertirme en el ninja médico más increíble que este mundo haya visto. Sin

embargo, no creo que llegue muy lejos con mis conocimientos actuales —dijo

mientras miraba a sus clones practicando cortes menores en sí mismos y luego

curándose rápidamente. El viejo también observó a los clones.

—Sí, parece que podría ser útil —dijo con tono neutral.

—Tonterías, ningún ninja médico podría igualarme. Yo podría

crear dos mil clones y curar a toda una aldea al mismo tiempo, porque el chakra

del Kyubi, a diferencia del chakra de los ninjas médicos, puede regenerar el

chakra y el cuerpo.

»Por eso, aunque hace una noche estaba exhausto y pensé que

moriría, porque cuando llegué a casa solo encontré un par de huevos y un cuarto

de cartón de leche para comer, me he levantado sintiéndome con todas mis

fuerzas y solo un poco hambriento —dijo Naruto.

—Naruto, ¡no debes actuar de esa forma! —reprendió el viejo

con preocupación.

—Fue un error, estaba demasiado emocionado por todo lo que obtuve,

y olvidé mis pobres reservas de alimentos —dijo Naruto con sinceridad—.

Volviendo al tema, quiero un ninja médico que pueda responder todas mis

preguntas y todos los libros de medicina de la aldea, empezando por los más

básicos.

»Trataré de no molestar demasiado al médico, incluso puedo

usar el jutsu de transformación para que no se entere de que soy yo —dijo

Naruto.

—Eso es encomiable de tu parte. Un ninja médico con tus

habilidades sería un gran recurso para la aldea. También es bueno que hayas

decidido tomarte tu tiempo para estudiar con seriedad —dijo el viejo Hokage con

satisfacción al escuchar sus planes de estudio. Naruto lo miró con desprecio.

—Mañana enviaré cinco clones a su oficina mientras yo voy a

la escuela. Ellos estudiarán los libros y jutsus médicos —dijo Naruto. El

anciano frunció el ceño al ver que sus planes consistían en hacer el vago

mientras sus clones estudiaban.

—¿Quién te enseñó este método de entrenamiento? —preguntó el

Hokage. Parecía que alguien se metería en problemas si Naruto revelaba su

nombre.

—Nadie me lo dijo, lo he descubierto por mí mismo —dijo

Naruto, diciendo la verdad—. En la parte sellada de la conciencia de mis

padres, hay muchas de sus memorias. Allí he visto otras técnicas que practicaré

una vez que mejore mi control de chakra, como el Rasengan.

»También quiero practicar la naturaleza del chakra, que era

muy poderosa allí y no necesita sellos para activarla. Mi naturaleza del chakra

es viento, pero no tengo conocimiento sobre cómo practicarla. Solo la he visto…

—El anciano carraspeó para interrumpirlo.

—Naruto, tengo que irme. No te vayas a acostar demasiado

tarde —dijo el tercer Hokage, escapando apresuradamente del lugar al darse

cuenta de que Naruto le pediría que le enseñara la naturaleza del chakra.

Naruto continuó haciendo ejercicio. De todas formas, él ya

había logrado su objetivo principal, que era estudiar el conocimiento médico.

Naruto siguió practicando, y un rato después volvió a su casa.

Lo que él no esperaba, era que en el camino, un grupo de matones enmascarados

le propinó una paliza severa y, antes de irse, le advirtieron que no volviera a

juntarse con Hinata.

Naruto, que no se defendió en absoluto, se arrastró hasta un

callejón y, unos minutos después, salió caminando con solo algunos moratones

que desaparecieron a medida que avanzaba. En ningún Naruto momento gritó, ni

pidió ayuda, simplemente ignoró todo y utilizó el chakra del Kyubi para curarse

sin dejar rastro. En cuanto a su ropa, las roturas no le importaban, ya que era

el mono naranja llamativo que había dejado para el entrenamiento y que luego

remendaría.

...

Al día siguiente, Naruto se levantó con más energía que el

día anterior. Después de desayunar y tomar un baño, él se vistió con ropa azul

oscuro, llevando un chaleco negro con muchos bolsillos, al igual que su

pantalón. Él creó cinco clones con el potencial de hacer otros cien y los envió

al Hokage antes de dirigirse a la escuela.

Lo único que Naruto había conservado de su antiguo look era

el símbolo del clan Uzumaki, ubicado en el lado izquierdo de su pecho, sobre su

corazón.

Hoy sería el último día de clases, el día siguiente sería el

registro ninja, luego les entregarían sus bandas de genin, y por último les

presentarían a sus tutores jounin.

Al llegar a su salón de clases, todos los estudiantes ya

estaban allí, ya que faltaban solo unos minutos para que comenzara la clase.

Los niños empezaron a susurrar, pero Naruto los ignoró a todos y solo prestó

atención a Hinata, quien suspiró aliviada al verlo.

—¡Naruto! ¿Estás bien? —preguntó con preocupación cuando él

se acercó a su asiento para averiguar por qué parecía tan preocupada. Naruto

asintió, fingiendo examinar su propio cuerpo.

—¿Me veo mal? —preguntó Naruto, fingiendo no haber entendido

y creyendo que ella se refería a su nueva ropa. Hinata se apresuró a negar con

la cabeza al ver que su familia no le había hecho daño ni lo había amenazado.

—Hinata, ¿puedo sentarme a tu lado? Creo que me das suerte

—dijo Naruto. Hinata se ruborizó y los demás niños murmuraron y criticaron,

pero ella aceptó en un susurro. Naruto los ignoró a todos y se sentó junto a

Hinata.

—Naruto, ¿alguien de mi clan ha venido a verte o te ha dicho

algo? —preguntó Hinata, casi al finalizar el recreo. Ellos estaban sentados

debajo del árbol sin hacer nada en especial, simplemente manteniendo el

silencio.

—Creo que he visto a algunos Hyugas por ahí, pero no decían

nada que me interesara, así que no les presté atención. ¿Quieres que hable con

algún Hyuga en particular? —preguntó Naruto, y Hinata se apresuró a negar con

la cabeza.

—Naruto, si alguien te molesta, debes decírmelo —dijo Hinata

con seriedad. Naruto sonrió.

—Por supuesto, si me molestan, te lo diré —dijo Naruto,

considerando a los Hyugas apenas como un pequeño contratiempo. Hinata pareció

satisfecha.

—Hinata, ¿quieres ir a cenar esta tarde? —preguntó Naruto.

Hinata dudó por unos segundos, pero finalmente bajó la cabeza y asintió.

—Hinata, ¿te gustaría ser más fuerte? ¿Tan fuerte como para

que nadie en tu clan pueda ignorar tu voluntad? —preguntó Naruto.

Hinata, que caminaba a su lado rumbo a Ichiraku Ramen, dio un

traspié y luego se mordió los labios, pero no dijo nada. Naruto tampoco

insistió.

—Naruto, ¡quiero ser más fuerte! —declaró Hinata apretando

los puños después de echar un vistazo a un hombre del clan Hyuga, que fingía

mirar algunas baratijas en la calle a una cuadra de ellos. Era una advertencia

tanto para Hinata como para él.

—Hinsta, si deseas ser más fuerte, ven al campo de

entrenamiento que está al este de nuestra escuela al anochecer —dijo Naruto.

Hinata lo miró con aprensión y temor—. Hinata, para volverte fuerte, lo primero

que necesitas es dominar tus propios miedos a través de tu voluntad. Si estás

dispuesta a pagar el precio por algo, los demás no tendrán ningún poder para

retenerte, y todos serán insignificantes —explicó Naruto. Hinata asintió con

dudas y se marchó.

Naruto no sabía si ella iría al campo de entrenamiento, así

que siguió su rutina normal, yendo a casa para cocinar antes de regresar del

entrenamiento y cambiarse su ropa nueva por uno de sus monos naranjas.

Al salir de su casa y dirigirse al campo de entrenamiento,

Naruto recibió otra paliza brutal, incluso peor que la del día anterior.

Después de golpearlo, los Hyugas disfrazados le advirtieron que le lisiarían un

brazo si volvía a ignorar sus advertencias.

Naruto les ignoró, y antes de que pasaran cinco minutos, él

ya estaba saliendo del callejón donde le habían arrastrado.

Naruto llegó al campo de entrenamiento, que como el Tercer

Hokage prometió, estaba vacío.

Naruto deshizo los clones de sombra que envió a aprender

medicina, adquiriendo una gran cantidad de conocimientos.

El Hokage le había dado acceso a la biblioteca médica y

también le asignó a un ninja médico recién graduado, que no sabía que él era su

alumno porque Naruto se disfrazó de una chica extremadamente linda. El tutor

respondió todas sus preguntas, esforzándose al máximo. El Tercer Hokage solo

podía parpadear.

Naruto sonrió. Los conocimientos que obtuvo ese día eran

básicos, pero al menos aprendió los fundamentos de la palma curativa.

Naruto, que estaba completamente recuperado, creó ochocientos

clones, y asignó cien a practicar el nuevo jutsu medico, trescientos al control

de chakra, cincuenta al lanzamiento, cincuenta al taijutsu y los últimos a

practicar los primeros pasos del Rasengan. Gracias a su control de chakra y a

la no interferencia de Kurama, él no tenía problemas para realizar el

entrenamiento del rasengan con una sola mano.

—¡Naruto! —exclamó Hinata al llegar al campo de entrenamiento

y ver a los clones practicando taijutsu, jutsus curativos, control de chakra,

rasengan y su último añadido, el jutsu de cuerpo parpadeante, que consistía en

potenciar el cuerpo con chakra para impulsarlo a gran velocidad.

Este entrenamiento podía resultar mortal si no se conocía la

forma adecuada de hacerlo, pero él ya sabía en qué proporciones era seguro

insertar chakra en los músculos y huesos de su cuerpo. Si algo salía mal, no

importaba, porque los que practicaban, eran los clones.

Por otro lado, insertar chakra en el cuerpo no solo se

utilizaba para el parpadeo corporal. Si se tenía un control de chakra preciso

como el de Tsunade, también se podía desatar una fuerza capaz de derribar

fortalezas y muros de un solo golpe. Por lo tanto, este entrenamiento era de

vital importancia para él.

—Hinata, estoy aquí, acércate —gritó Naruto desde el centro

del ejército de clones, donde realizaba abdominales llevando pesas en los

brazos y pantorrillas, que se ocultaban bajo su ancho mono naranja. Hinata se

acercó a él, caminando aturdida mientras observaba los clones.

—Hinata, mi madre pertenecía al clan Uzumaki, y la cantidad

de chakra que poseo no puede ser igualada por ningún otro ninja. Cuanto más

desarrolle mi control de chakra, más clones podré crear y mi entrenamiento

avanzará más rápido. Todo esto es gracias a ti, que me ayudaste, así que te

estoy agradecido —dijo Naruto, aunque no mencionó que en este momento, solo con

el uso de su chakra, podría crear como máximo quinientos clones. El resto era

obra del monstruoso chakra de Kurama, y esto solo era una pequeña cantidad

liberada en su cuerpo debido al sello de los Ocho Trigramas.

Si Kurama colaborara con él y se liberara el noventa por

ciento del sello, él podría crear decenas de miles de clones. Sin embargo, en

este momento, sin la colaboración de Kurama, el sello solo le permitía liberar

el poder equivalente a una cola, y con su control de chakra actual, eso era lo

máximo que podía hacer.

Naruto dejó sus ejercicios y se sentó, indicándole a la

aturdida Hinata que se sentara frente a él. Hinata se acomodó, mordiéndose los

labios. Aunque la luna proporcionaba algo de luz, la vista de Naruto era buena,

incluso en la oscuridad, y todo estaba claro para él.

—Hinata, ¿estás bien? —preguntó Naruto. Hinata parpadeó

varias veces antes de asentir.

—Naruto, eres muy fuerte —elogió Hinata, ligeramente

ruborizada.

—Todo esto es gracias a ti. Por eso, quiero ayudarte de la

misma manera en que tú lo has hecho conmigo —dijo Naruto, mirándola a los ojos.

Hinata pareció un poco nerviosa, pero su expresión reflejaba

confianza mientras asentía. Ella creía en él. Naruto no se anduvo con rodeos y

extendió la mano para crear un bisturí de chakra.

—Hinata, ¿sabes qué es esto? —preguntó Naruto. Hinata pareció

sorprendida nuevamente.

—Es un bisturí de chakra. Naruto, ¿eres un ninja médico?

—preguntó Hinata.

—Estoy aprendiendo, apenas conozco cosas básicas, como la

palma curativa, el bisturí de chakra y algunas mejoras en mi control de chakra,

pero no es de eso de lo que quería hablarte.

»Lo que quería mostrarte era el jutsu para crear este bisturí

de chakra, que es una solidificación del mismo, para utilizarlo en un jutsu

como este. Creo que te podría ser útil. Ahora, activa el Byakugan —dijo Naruto,

y Hinata siguió sus instrucciones.

Naruto se concentró en su mano, cambiando la forma de su

chakra y extendiéndolo por toda su mano. Los clones que estaban cerca abrieron

paso, y un clon que se encontraba a cincuenta metros se quedó inmóvil como un

maniquí de práctica.

Naruto apuntó al clon, y una masa de chakra amorfa salió

disparada de su mano, golpeando al clon en la cabeza. El clon puso los ojos en

blanco y cayó desmayado al suelo. Hinata abrió los ojos sorprendida.

—¡Puño suave! —exclamó Hinata. Naruto se rio y luego negó con

la cabeza.

—Sí y no —dijo Naruto, mientras Hinata lo miraba asombrada.

—El jutsu se basa en los mismos principios, utilizar el

chakra para atacar los puntos de circulación de chakra del oponente. Esa es la

base del puño suave, y en eso, esta técnica es similar. Sin embargo, su

ejecución es muy diferente.

»Por ejemplo, me lleva varios segundos concentrar y dar forma

a mi chakra. Los Hyuga hacen lo mismo en microsegundos debido a su Kekkei

Genkai, lo cual les permite expulsar chakra de sus cuerpos de manera natural,

como respirar. En un segundo, pueden golpear cien veces, emitiendo chakra en

cada golpe sin fallar ni una sola vez.

»En segundo lugar, está la precisión. Yo no tengo la

capacidad de ver los canales de circulación de chakra ni sus puntos vitales,

por lo que me veo obligado a usar una gran cantidad de chakra para atacar la

zona completa donde se encuentran los puntos de chakra que sé que producirán el

efecto que deseo.

»Si yo tuviera el Byakugan, con un hilo de chakra sería

suficiente. Es una relación de mil a uno, y eso, sumado a los varios segundos

que toma reunir y dar forma al chakra, hace que ningún ninja pueda imitar

eficientemente el puño suave o utilizarlo en combate, incluso si conocen sus

fundamentos —concluyó Naruto.

Los Kekkei Genkai eran adaptaciones físicas, incluso el

Sharingan no podía copiarlos. Hinata asintió, mostrando comprensión.

—Naruto, sabes muchas cosas —alabó Hinata. Naruto sonrió.

—No te explico esto para presumir. Solo quería que vieras que

tu puño suave también se puede utilizar a distancia, porque esa es la base de

mejora que te propongo ahora —dijo Naruto, concentrando nuevamente su chakra en

su mano.

Después de unos minutos, y con mucha dificultad, Naruto había

creado la forma de un clavo de chakra. Naruto hizo un rápido movimiento de su

mano y lanzó el clavo contra un clon que se encontraba a cien metros,

impactándolo en la espalda.

—Eso duele —se quejó el clon, retirando el clavo de chakra de

su espalda.

Hinata abrió mucho los ojos y Naruto supo que ella había

comprendido su idea.

—En mi opinión, el clan Hyuga posee todas las ventajas para

convertirse en los mejores francotiradores del mundo ninja, pero insisten en el

puño suave, desperdiciando todo su potencial.

»Hinata, creo que esta técnica es mil veces superior al puño

suave, y si la entrenas, en una batalla, ganarás noventa y nueve de cada cien

veces enfrentándote a alguien de tu mismo nivel, y nueve de diez veces si te

enfrentas a alguien como Neji Hyuga.

»Pero esa es solo mi opinión, y probarlo depende de ti y de tu

confianza en mí —dijo Naruto con seriedad. Hinata lo miró con nerviosismo.

—Naruto, ¿crees que seré fuerte si uso esta habilidad?

—preguntó Hinata. Naruto rodó los ojos.

—Hinata, en nuestra clase, si luchas en serio, solo yo podría

hacerte frente, y eso sería gracias a esta técnica de clones y a que mi cuerpo

tiene una especie de inmunidad al puño suave.

»Sin embargo, tu taijutsu es cien veces superior al mío, y

Sasuke sería derrotado al instante si te enfrentaras a él. Hinata, si evaluamos

a todos en la escuela en términos de ninjutsu, taijutsu y conocimientos, tú

serías la más fuerte de la academia ninja.

»Por eso, lo que acabas de decir es una tontería, porque ya

eres muy fuerte en este momento. Así que no se trata de volverte fuerte con

esta técnica… —Naruto levantó la mano para interrumpir las palabras de Hinata—.

Neji y tu hermana son genios, tú no lo eres, pero ser un genio no significa que

no puedan ser superados.

»Solo significa que no puedes competir con ellos siguiendo su

mismo camino. Es como si yo intentara competir contigo en tu Kekkei Genkai;

todas las circunstancias estarían en mi contra desde el principio. Pero si

utilizo mis propias ventajas —dijo Naruto señalando su ejército de clones—,

entonces tendría una oportunidad de ganar, porque estoy utilizando algo en lo

que soy bueno.

»También creo que este estilo de lucha, el puño suave, se

adapta mejor a tu personalidad y habilidades que el taijutsu de los Hyuga.

»Pero debes tener dos cosas claras en todo momento, Hinata.

En primer lugar, ya eres muy fuerte. En segundo lugar, todos podemos ser genios

si logramos adaptar nuestras ventajas a nuestros talentos naturales. No se

trata de imitar a los demás, se trata de desarrollar nuestro propio potencial

—explicó Naruto con seriedad, ya que Hinata era tímida y carecía de confianza

en sí misma. Hinata dudó un segundo y luego asintió con determinación.

Naruto estaba seguro de que la confianza de Hinata en sí

misma se debía más a sus sentimientos por él, pero eso aún le sería útil.

Siempre que ella confiara en algo, podría avanzar y, con el éxito, ganar

confianza en sí misma.

—Muy bien, entonces comenzaremos tu práctica. Primero, te

enseñaré el Kage Bunshin no Jutsu. Con tu control de chackra, crear ocho clones

no debería ser problema, pero este jutsu es peligroso y primero debemos ver

cuánto presión pone esto en tu mente por lo que crearas cuatro clones.

Estabilizar el tiempo de duración de cada clon, también es algo difícil.

»Luego de dominar el Kage Bunshin no Jutsu, con tu cuerpo

real, realizarás ejercicios aeróbicos para aumentar la resistencia. Con dos

clones, practicarás el parpadeo corporal, mientras que los otros dos se

sentarán y trabajarán en tu control del chakra, para crear una aguja que sea al

menos cien veces más fina que el clavo de chakra que yo he creado, pero sin

aumentar la cantidad de chakra.

»En resumen, debes crear al menos cien agujas a partir del

clavo de chakra que he creado, sin gastar ni un gramo adicional de chakra.

También debes reducir los veinte segundos que yo he empleado para hacerlo,

hasta ser capaz de crear cien agujas en un segundo. Si puedes lanzar cien

golpes y combinarlos con cien ataques de puño suave, también puedes crear cien

agujas.

»Una vez que hayas alcanzado este paso, será el momento de

practicar el lanzamiento de agujas de chakra hacia los puntos de flujo de

chakra de tu oponente, para inmovilizarlo a distancia —explicó Naruto.

En realidad, el puño suave podía causar estragos en los

órganos de una persona, pero Hinata tenía una personalidad suave, por lo que

Naruto decidió ignorar este efecto y se centró en hablar solo sobre el sellado

del chakra, sin el cual la mayoría de los ninjas quedaría indefenso, aunque

había excepciones, como la Bestia Verde de Konoha, que se basaba en el taijutsu

y seguiría siendo una gran amenaza incluso con su chakra sellado.

—Naruto, no dispongo de tanto chakra. Me agotaré en una hora

—dijo Hinata con preocupación.

—No te preocupes, yo me encargaré de recuperar tu chakra

—dijo Naruto, mientras Hinata lo miraba sin comprender—. Ya lo verás —añadió

Naruto, y Hinata asintió.

Naruto calculó que, con el control de chakra de Hinata, ella

podía crear hasta veinte clones utilizando el jutsu varias veces, pero eso

agotaría todo su chakra y el objetivo era practicar la forma del chakra, no los

clones de sombra.

—¡Muy bien! —alabó Naruto con un aplauso, y veinte de sus

clones se acercaron.

—Hinata, ellos te ayudarán en tu entrenamiento. Yo continuaré

haciendo ejercicios, pero no te preocupes, en cuanto estos clones desaparezcan,

sabré todo lo que has practicado y también tu progreso.

»Lo mismo sucederá con tus clones, todo lo que aprendan, tú

también lo sabrás, lo que acelerará tu progreso en el entrenamiento por cinco

—explicó Naruto.

Hinata vio a los clones entrenando a su alrededor y abrió

mucho los ojos. Naruto sonrió.

—Sí, aprovechar al máximo tus propios talentos puede tener

ese efecto —dijo Naruto.

Naruto se levantó para tomar una mochila llena de rocas,

ajustarla a su espalda, pecho y cintura, y comenzó a correr alrededor de su

ejército de clones.

Naruto no hizo que Hinata realizara los mismos ejercicios

físicos que él, porque en primer lugar, su cuerpo era especial y una persona

normal sufriría graves daños si intentara imitarlo. Además, Hinata no estaba

entrenando para pelear cuerpo a cuerpo, ella sería una atacante a distancia,

por lo que debía centrarse en mejorar su resistencia y flexibilidad. Los

ejercicios de fuerza estaban descartados, y para los movimientos rápidos, ella

podría usar el jutsu del cuerpo parpadeante.

Naruto no tenía dudas de que Hinata dominaría la forma del

chakra en poco tiempo. Ella era más talentosa que el Naruto de sus recuerdos y

tenía una gran ventaja en cuanto al control y la emisión de chakra gracias a su

Kekkei Genkai.

Naruto no entendía cómo el clan Hyuga, con ojos que

literalmente les permitían ver a través de las paredes, se enfocaban en las

técnicas de combate cuerpo a cuerpo.

Naruto corregiría ese error con Hinata, ya que los demás

Hyuga no le agradaban.

Naruto continuó corriendo durante una hora. En estos últimos

tres días él había estado entrenando su cuerpo físico al límite, y en este caso

no podía usar clones. Afortunadamente, él no había sido perezoso en el pasado y

hacía ejercicio todos los días. Sumado a su físico Uzumaki y al hecho de ser el

jinchuriki del Kyubi, él tenía una condición física superior a la de un chunin.

Sin embargo, no se conformaría con eso, ya que aspiraba a convertirse en un

dios.

Mientras corría, Naruto utilizaba su chakra para potenciar su

fuerza, fortaleciendo sus músculos y acostumbrándolos a ser mejorados con

chakra. Esto era algo que sus clones no podían hacer, ya que solo podían

practicar el uso de la habilidad sin experimentar los efectos físicos en sus

cuerpos.

A medianoche, Naruto deshizo el Kage Bunshin no Jutsu y tanto

él como Hinata, exhaustos, regresaron a sus hogares. Naruto había concluido que

podía regenerar el chakra de Hinata hasta tres veces, pero por lo que podía

ver, si mejoraba su habilidad, ese número podría aumentar.

Al día siguiente, Naruto creó cinco clones para practicar y

estudiar jutsu médico, y luego se dirigió a la escuela. Sin embargo, fue

interceptado por los matones de siempre, quienes le propinaron una paliza

matutina y le advirtieron que se mantuviera alejado de Hinata. Como antes,

Naruto no se defendió y, como lo habían llevado a un callejón donde no había

gente, no tuvo que arrastrarse. Después de curarse, corrió a su casa para

cambiarse de ropa.

Los matones Hyuga habían ensuciado uno de los pares de ropa

nueva que Naruto había conseguido de manera dudosa, así que decidió incluir

este incidente en la factura que presentaría a su jefe de clan.

Después de cambiarse, Naruto, se apresuró a ir a la escuela. Hoy

era el registro de los ninjas que habían pasado el examen, y Naruto no se lo

perdería, ya que al convertirse en genin tendría un mayor acceso a la

información. Aunque sabía que este registro podía ser anulado si no aprobaban

con su instructor designado, era un paso importante y él debía asistir. Al día

siguiente sería la ceremonia de graduación, donde les entregarían sus bandas

ninjas, también conocidas como protectores frontales con el símbolo de la hoja.

Por la tarde, mientras se dirigía al campo de entrenamiento

después de regresar a casa, cocinar y cambiarse al mono naranja, Naruto recibió

otra paliza.

Al anochecer, Hinata regresó al campo de entrenamiento, y

esta vez estaba acompañada por una joven mujer del clan Hyuga. La mujer vestía

el tradicional atuendo blanco del clan y tenía los ojos blancos. Era delgada,

de piel pálida y cabello negro que llegaba hasta la cintura.

La sirvienta se acercó y observó al ejército de clones que

las rodeaba a ella y a Hinata mientras parpadeaba. Hinata estaba completamente

sonrojada y, al acercarse, hizo una reverencia. Parecía querer disculparse,

pero al final no pudo hablar. La sirvienta vio su aturdimiento y tomó la

palabra.

—Soy una sirvienta de la señorita Hinata. Usted puede ignorar

mi presencia y no mencionaré nada sobre las prácticas de la señorita. Lo juro

por el honor de la familia Hyuga —dijo la sirvienta en un tono formal. Naruto

se encogió de hombros y veinte de sus clones se acercaron.

—Hinata, tu dominio de la forma del chakra es demasiado

inestable. Tus clones continuarán practicando mientras tú, con tu cuerpo real,

realizarás ejercicios de resistencia y flexibilidad —dijo Naruto, a lo que

Hinata asintió con la cara enrojecida.

Naruto no necesitaba preguntar por qué la sirvienta estaba

allí. Eso era evidencia de que Hinata se había enfrentado a su familia para

estar con él. Ella estaba bajo presión, pero no cedía. Ahora, al insistir en

salir por la noche, le habían asignado una sirvienta para asegurar su

reputación, en caso de que los otros clanes hablaran.

Naruto ignoró a la acompañante de Hinata y continuó con sus

ejercicios mientras ella se apartaba para practicar la forma del chakra e

intentar crear una aguja.

La sirvienta tenía los ojos bajos, pero de reojo observaba el

entrenamiento de los numerosos clones, especialmente aquellos que practicaban

el Rasengan, jutsus médicos y el parpadeo corporal. En un momento, la sirvienta

quiso usar el Byakugan, pero Hinata la miró de inmediato y la sirvienta se

disculpó haciendo una reverencia por su indiscreción.

 

 

More Chapters