Desde tiempos inmemoriales, han existido artefactos cuya naturaleza sigue siendo un enigma para la humanidad.Son conocidos como Gears: medallas antiguas, portadoras de un poder que trasciende toda lógica humana.
Nadie sabe con certeza de dónde provienen.No hay acuerdo sobre quién los creó.Solo se sabe una cosa: han estado aquí desde el principio.
Los registros más antiguos se remontan a la época de los mayas.En sus escritos y tallados se narran historias de guerreros que obtenían fuerza, sabiduría y habilidades sobrehumanas gracias a objetos místicos.A esos portadores se les llamó dioses, seres capaces de cambiar el destino de su pueblo con un solo gesto.
Uno de ellos fue Quetzalcóatl, la serpiente emplumada.Un guerrero cuya luz era tan inmensa que su figura trascendió el paso del tiempo, convirtiéndose en leyenda.Se dice que su poder provenía de un Gear primigenio, uno tan antiguo que incluso los otros dioses temían mencionarlo.
Lo que nadie imaginaba es que aquel poder, alguna vez venerado, sería el origen de la mayor oscuridad que la humanidad enfrentará.