WebNovels

Chapter 13 - Capítulo 3.10.6 — Ruidos que No Matan

La Puerta de la Vida y la Muerte nunca dejaba de sonar.Rasguños de garras. Ecos de gemidos. El crujido lejano de un hueso roto.Incluso cuando no había peligro… el sonido permanecía.

Por eso, Yun Yun tardó en reconocer ese otro ruido.

Uno nuevo.

Uno que no era muerte.

Uno que venía de Zhu Xian.

Él estaba… tarareando.

Era leve. Sin tono definido. Apenas un murmullo como viento cálido sobre roca.

Ella no lo interrumpió.

Solo lo observó desde el otro lado de la fogata improvisada, mientras él calentaba con paciencia un pequeño trozo de carne.No usaba fuego brillante, sino brasas controladas, colocadas sobre un lecho de polvo óseo.

Él sabía cocinar.

No como los cultivadores que improvisaban con furia.Sino como alguien que había aprendido de verdad.

"¿De quién aprendiste a hacer esto?", quiso preguntar.

Pero no lo hizo.

En su lugar, solo observó cómo él giraba el trozo, revisaba su textura con un cuchillo plano, soplaba… y luego partía la pieza en dos.

Le extendió una mitad, sin mirarla directamente.

Ella la tomó.

La carne estaba salada con polvo de raíces y aceite de médula.

Y sabía… a hogar.

Zhu Xian comió en silencio.

Ella también.

Después de varios minutos, él habló:

—Hoy no escuchamos ningún rugido.

—Lo noté —respondió ella.

—¿Molesta?

Ella sonrió, leve.

—Un poco. Me había acostumbrado a que todo intentara matarnos.

Él también sonrió.Su sonrisa era ese tipo que no mostraba dientes.Pero bastaba.

—Tal vez hoy no vinimos a sobrevivir —dijo él, mirando el fuego.

—¿Y a qué vinimos?

Zhu Xian sopló la ceniza de su cuchillo, lo limpió con tela y respondió:

—A vivir.

Ella bajó la mirada.

Comió otro trozo. Más lento.

Y en ese instante, en ese silencio…

el mundo pareció más lejano que nunca.

Después de la comida, Yun Yun se sentó sobre una roca plana.

Sacó una aguja de hueso que había conservado desde el inicio.Y un trozo de cuero serpiente.Comenzó a coserlo con hilo de tendones.

Zhu Xian la observó.No dijo nada.

Hasta que ella levantó la vista.

—¿Qué?

—Nada.

—¿Me estás juzgando?

—Te estoy admirando.

Ella desvió la mirada, pero no pudo evitar sonreír.

—Es solo costumbre. Me enseñaron a reparar mis cosas desde niña.

—Y sin embargo, tienes manos de cultivadora noble.

Ella lo miró, ladeando la cabeza.

—¿Y eso qué significa?

—Que puedes matar con una aguja… o coser una herida con la misma gracia.

Yun Yun bajó la aguja.

—Eso fue… inesperadamente poético.

—No lo fue —respondió él, mirando el cielo invisible—. Solo era verdad.

Esa noche, cuando se recostaron espalda con espalda para dormir, Yun Yun no cerró los ojos de inmediato.

La roca estaba fría. Pero su espalda, rozando la de él, era tibia.

No se tocaban en exceso.Pero tampoco dejaban espacio suficiente para olvidar que no estaban solos.

Y por primera vez en años, en vidas… en almas…

Yun Yun pensó algo que no se atrevió a decir.

"Si esto fuera un mundo normal…quizás yo estaría en una casa de madera,con una tetera caliente,y él… leyendo a mi lado."

Pero no era un mundo normal.

Era la Puerta.

Y sin embargo…

ese ruido.El tarareo.La risa silenciosa.El sonido de él soplando la carne…

Eran ruidos que no mataban.

Y por eso, Yun Yun los atesoró más que cualquier técnica de Dou Qi.

More Chapters