La explosión en Oscorp dejó una herida abierta en la ciudad, pero para la familia Osborn, fue un tajo profundo. Mientras el Dr. Otto Octavius era llevado a una institución de máxima seguridad, las consecuencias del desastre resonaban con fuerza en el elegante, pero gélido, penthouse de los Osborn.
Peter, en su día a día como estudiante, fue testigo de primera mano del impacto en Harry. El brillante, aunque volátil, imperio de Norman había sido sacudido. Las acciones de Oscorp se desplomaron, y los medios de comunicación no dejaban de hablar de la "negligencia" y las "fallas de seguridad" que llevaron a la explosión.
"¡Es una locura, Peter!" exclamó Harry un día en la cafetería, golpeando la mesa con frustración. "Mi padre está enloqueciendo. ¡Están hablando de perder contratos, de investigaciones detenidas! Y todo por ese... ese desquiciado Octavius."
Peter escuchó con empatía. Sabía que la presión sobre Harry era inmensa. "Entiendo que sea difícil, Harry. Pero nadie esperaba que algo así pasara." Peter omitió el detalle de que él sí lo había esperado, y lo había advertido.
Lo que más preocupaba a Peter era la reacción de Norman Osborn. Con su imperio bajo asedio y su reputación dañada, Norman se volvió aún más frío y distante con Harry, culpándolo implícitamente por la asociación de la familia con el desastre. Peter notó el creciente resentimiento y el aislamiento en Harry, una sombra que amenazaba con devorarlo.
Peter hizo lo que pudo para ser un ancla para su amigo. Lo invitaba a estudiar, lo animaba en el baloncesto, e incluso lo distraía con largas conversaciones sobre cómics y películas, intentando que Harry se desconectara de la constante presión en casa.
"Mi padre está obsesionado," le confió Harry una tarde, durante una de sus sesiones de estudio forzadas en la biblioteca de la UES. "Está metido en el laboratorio otra vez, trabajando en 'proyectos secretos' para 'recuperar la grandeza de Oscorp'. Apenas come, apenas duerme. Da miedo, Peter."
Peter sintió un escalofrío. Sabía lo que significaban los "proyectos secretos" de Norman. El Duende Verde. La semilla estaba siendo plantada, y la presión de la explosión de Octavius solo la estaba regando.
Intentó abordarlo sutilmente. "Harry, ¿crees que tu padre debería tomarse un descanso? Parece que está bajo mucha presión. A veces, un descanso puede ayudar a ver las cosas con más claridad."
Harry se encogió de hombros. "No puedes decirle a Norman Osborn que tome un descanso. Es como decirle a un volcán que no erupcione."
La preocupación de Peter se disparó. La historia se estaba repitiendo, pero esta vez, con él como un observador consciente y activo. No quería que Harry sufriera, ni que Norman se convirtiera en el monstruo que sabía que podía ser. La explosión de Oscorp no solo había generado a Doc Ock; también había acelerado el descenso de Norman hacia la locura y el Duende Verde.
Peter se dio cuenta de que su intervención no había evitado la tragedia para los Osborn, solo la había transformado. Ahora, además de sus deberes como Spider-Man, tenía una nueva misión personal: vigilar a Norman y, más importante aún, proteger a Harry de la inminente tormenta que se gestaba en su propia familia.