WebNovels

Chapter 52 - Capitulo 50 – Descanso dia 5 (Parte final)

Capitulo 50 – Descanso dia 5 (Parte final)

Gwen bajó los escalones de la casa del árbol con pasos rápidos, pero no torpes.

No corría.

No huía.

Solo necesitaba espacio.

El aire nocturno le golpeaba la cara como si intentara calmarla, pero no funcionaba.

No esta vez.

La música aún flotaba en el fondo del campamento, como un eco lejano de algo que ya no quería recordar.

El beso.

La mirada de Heather.

La forma en que Cody no se apartó.

"No fue su culpa," pensaba Gwen, apretando los puños.

"Pero tampoco hizo nada."

La rabia no era explosiva.

Era esa clase de molestia que se instala en el pecho y no grita... pero tampoco se va.

Caminó hacia el borde del claro, donde los árboles empezaban a cerrar el paisaje.

No quería que la vieran.

No quería que la siguieran.

Pero lo hicieron.

Pasos detrás de ella.

No apresurados.

Pero decididos.

Gwen no giró.

No preguntó.

Ya sabía quién era.

Cody.

Se detuvo a unos metros de ella.

No dijo nada.

Solo esperó.

Gwen giró lentamente.

La luz tenue del cielo le daba a su rostro una sombra suave, pero sus ojos no la acompañaban.

Estaban tensos.

Molestos.

Y no por el beso.

Por lo que significaba.

Cody la miró.

No con culpa.

Pero sí con duda.

Como quien no sabe si hablar... o dejar que el silencio lo explique.

Gwen lo observó por un segundo más.

Y entonces lo vio.

El labial.

Una marca tenue, apenas visible, pero suficiente.

Heather no usaba colores fuertes.

Pero ahí estaba.

En la comisura del labio inferior de Cody.

Gwen apretó los labios.

No por celos.

Por incomodidad.

Por sentir que algo se había cruzado sin que ella pudiera evitarlo.

Cody notó su mirada.

Bajó los ojos.

Y entendió.

Pero no se movió.

Gwen dio un paso al frente.

No dijo nada.

No hizo ningún gesto dramático.

Solo levantó la mano.

Tomó el borde de su manga.

Y con un movimiento lento, le limpió los labios.

No con fuerza.

No con rabia.

Con precisión.

Como quien borra una palabra que no debió escribirse.

Cody no se apartó.

No se defendió.

Solo la miró.

Y Gwen, al terminar, bajó la mano.

La manga tenía una mancha apenas visible.

Pero eso no importaba.

Lo que importaba era que ahora...

él ya no tenía nada de Heather en la cara.

"¿Vas a decir algo?" preguntaba Gwen, sin suavidad.

Cody respiró hondo.

Pero no respondió de inmediato.

Porque lo que quería decir...

aún no sabía cómo.

Cody se quedó quieto un momento después de que Gwen le limpiara los labios.

No por el gesto en sí.

Sino por lo que significaba.

Era como si ella hubiera borrado algo más que maquillaje.

La incomodidad se le instaló en el pecho, justo donde antes vivía la ilusión.

Heather lo había besado.

Y por un segundo, se sintió como el protagonista de una comedia romántica mal escrita.

Pero ahora, con Gwen frente a él, entendía que no había nada gracioso en eso.

Dio un paso adelante.

Luego otro.

Y sin pensarlo demasiado, tomó la mano de Gwen.

Ella no se resistió.

No dijo nada.

Solo lo siguió.

El camino hacia el tronco cortado era corto, pero se sintió más largo de lo normal.

Quizás por el silencio.

Quizás por lo que no se decía.

Cody pensaba.

No en Heather.

Sino en Roxy.

En Eve.

En las otras chicas de la escuela que alguna vez lo habían puesto en situaciones incómodas.

"Y yo que pensaba que eso era lo peor," se dijo con una sonrisa irónica.

"Al menos con ellas no había labial involucrado."

La idea le sacó una risa interna.

Pero no la compartió.

No era momento.

Gwen caminaba a su lado, sin mirar atrás.

Su mano seguía en la de él, firme pero sin tensión.

Como si estuviera esperando a ver qué hacía con eso.

Al llegar al tronco, Cody soltó su mano.

No bruscamente.

Solo con naturalidad.

Ambos se sentaron.

No muy cerca.

Pero tampoco lejos.

Cody estaba sentado en el tronco, con los codos apoyados en las rodillas y la mirada clavada en la luna.

No la miraba por belleza.

La miraba como quien busca respuestas en algo que no puede responder.

A su lado, Gwen permanecía en silencio, con los brazos cruzados y la expresión tensa.

El aire nocturno era fresco, pero no frío.

Solo incómodo, como la conversación que estaba por comenzar.

Cody respiró hondo, y sin girarse, habló.

"Gwen... no sé qué decir en este momento." dijo Cody, con la voz baja, casi como si hablara consigo mismo.

"Me siento incómodo al verte molesta, pero entiendo el porqué." dijo Cody, apretando los dedos entre sí.

"Ya lo hemos hablado: me gustas. Mucho. Y sé que yo también te gusto." dijo Cody, girando apenas la cabeza hacia ella.

"Lo quiera o no, lo que pasó con Heather te afectó." dijo Cody, bajando la mirada al suelo.

Gwen no respondió de inmediato.

Su mirada estaba fija en el dibujo que Cody le había dado horas antes.

Lo sostenía entre los dedos, doblado por la mitad, como si no supiera si guardarlo o romperlo.

Cody tragó saliva, sintiendo el peso de lo que venía.

"Sé que no somos pareja, pero yo también me sentí raro al verte con Trent." dijo Cody, con una sonrisa nerviosa que se desvaneció rápido.

"Es egoísta e injusto, lo sé. Lo he dicho desde el principio: vine a divertirme al campamento, no a tener una pareja fija." dijo Cody, encogiéndose de hombros, como si intentara justificar algo que sabía que no se justificaba.

Se rascó la nuca, incómodo, evitando el contacto visual.

"Soy torpe. Y pervertido. Eso no lo oculto." dijo Cody, con una risa breve y amarga.

Gwen lo miró de reojo, frunciendo el ceño.

Su expresión era dura, pero no indiferente.

Había algo en sus ojos que mezclaba decepción con duda.

"¿Entonces solo estás jugando conmigo?" dijo Gwen, molesta, girando el cuerpo hacia él.

Cody levantó las manos, como si intentara detener una acusación que no sabía cómo responder.

"No quiero lastimarte. No te mereces eso." dijo Cody, con sinceridad en la voz.

"Y entonces... ¿qué deberíamos hacer?" dijo Cody, bajando las manos lentamente.

Se giró hacia ella por completo, esta vez sin evasivas.

Sus ojos buscaban los de Gwen, pero ella los esquivaba, mirando al suelo.

"No es como si no notáramos los ojos de las demás chicas. Y estamos aquí encerrados en esta isla, con emociones que se cruzan cada cinco minutos." dijo Cody, con un tono más firme, como si intentara poner orden en el caos.

Gwen apretó los labios.

El dibujo seguía en su mano, ahora arrugado por la presión de sus dedos.

Cody se inclinó un poco hacia ella, sin tocarla.

"Dime, Gwen... ¿quieres que seamos una pareja?" dijo Cody, con la voz más clara que en toda la noche.

La pregunta quedó suspendida en el aire.

No había música.

No había gritos.

Solo ellos dos, y la luna como testigo.

Gwen lo miró finalmente.

No con enojo.

No con ternura.

Con una mezcla de miedo y deseo.

Como quien sabe que decir "sí" cambia todo...

y decir "no" también.

Gwen seguía en silencio.

Sus ojos estaban fijos en el dibujo, pero su mente no.

Reflexionaba.

No sabía si lo que Cody decía era serio o solo parte de su torpeza emocional.

No sabía si lo que sentía era algo que debía proteger... o evitar.

Finalmente, levantó la mirada.

"¿Y qué cambiaría si digo que sí... y qué si digo que no?" dijo Gwen, con tono neutro, como quien no quiere mostrar vulnerabilidad.

Cody la miró.

Luego volvió a mirar la luna, como si buscara una respuesta en su brillo.

"No estoy seguro de todo." dijo Cody, con honestidad.

"El 'sí' significaría ser honestos el uno con el otro. No sé lo que harán las otras chicas, o si no intentarán algo." dijo Cody, bajando la mirada.

Gwen entrecerró los ojos.

No por enojo.

Por análisis.

"¿Y tú qué harías con ellas?" preguntó Gwen, sin rodeos.

Cody se quedó quieto.

El silencio se alargó.

Solo se escuchaba el crujido de las ramas bajo el viento.

"No lo sé..." dijo Cody, con voz baja.

Gwen lo observaba, esperando algo más que evasivas.

Cody se frotó las manos, nervioso, y finalmente habló.

"Gwen... cuando te veo, encuentro tantas cosas que me hacen querer estar contigo." dijo Cody, mirándola con sinceridad.

"Pero al verlas... no mentiré diciendo que no siento nada." dijo Cody, bajando la voz.

Gwen frunció el ceño.

Su cuerpo se tensó.

"Hay cosas... y son innegables." dijo Cody, tragando saliva.

"He besado a Courtney, Lindsay y a Bridgette." dijo Cody, sin adornos.

El silencio que siguió no fue como los anteriores.

Fue más pesado.

Más cortante.

Gwen apretó los labios.

Sus ojos se endurecieron.

El dibujo en su mano se arrugó aún más, como si absorbiera su molestia.

"¿Y eso qué significa para ti?" dijo Gwen, molesta, con la voz contenida.

Cody no respondió de inmediato.

Sabía que cualquier palabra podía romper lo poco que habían construido.

El silencio entre ellos ya no era incómodo.

Era denso.

Como si el aire se hubiera llenado de palabras que ninguno se atrevía a decir.

Gwen lo miraba con los brazos cruzados, el ceño fruncido, y el dibujo arrugado entre los dedos.

Cody seguía con la mirada baja, como si cada palabra que decía pesara más que la anterior.

"Tú tomaste una decisión en ese baile con Trent que yo no tomé en otros momentos." dijo Cody, con voz firme pero cargada de culpa.

"Nos han enseñado el valor y las responsabilidades afectivas... y yo he estado simplemente divirtiéndome, sin saber cómo impactaría a las personas." dijo Cody, apretando los puños sobre sus rodillas.

Gwen lo observó, sin interrumpir.

Su expresión era dura, pero no cerrada.

"Pero..." dijo Cody, dejando la frase colgada en el aire.

Y entonces se giró.

La tomó de la mano con decisión, y sin darle tiempo de reaccionar, la jaló hacia él.

Sus labios se encontraron en un beso profundo, inesperado, que hizo que el mundo se apagara por un instante.

Gwen se quedó rígida al principio, pero luego cerró los ojos.

El beso no fue suave.

Fue intenso.

Como si algo dentro de Cody hubiera explotado.

Como si los fuegos artificiales que no se lanzaron en la fiesta... se hubieran guardado para ese momento.

Se separaron lentamente.

Gwen aún tenía los ojos cerrados.

Cody la miraba, con el corazón latiendo como nunca antes.

"Eso nos dice que aquí hay algo." dijo Cody, con voz temblorosa pero clara.

Gwen abrió los ojos, aún perdida en lo que acababa de pasar.

Su respiración era rápida.

Su mente, un torbellino.

"¿Entonces qué esperas?" dijo Gwen, con tono cortante.

"¿Que esté dispuesta a aceptar tus aventuras mientras yo te elijo a ti?" dijo Gwen, dando un paso atrás.

Cody negó con la cabeza, sin dudar.

"No." dijo Cody, firme.

"No espero eso. Y no sería justo para ti." dijo Cody, mirándola directo a los ojos.

Gwen lo observó, buscando señales de mentira.

No encontró ninguna.

"Lo único que puedo prometer..." dijo Cody, bajando la voz.

"Es intentar hacerte feliz. Y ser honesto con lo que me preguntes." dijo Cody, con una sinceridad que no había mostrado antes.

Gwen bajó la mirada.

El dibujo cayó al suelo.

No lo recogió.

El dibujo seguía en el suelo.

La luna, testigo silente, parecía más brillante que nunca.

Cody no se movía.

Esperaba.

No por respuesta.

Por juicio.

Gwen lo miraba.

Pero no lo veía.

Su mente iba a mil.

Pensaba en su vida en casa, en los chicos que había conocido, en cada decepción, cada momento en que se sintió invisible o incomprendida.

Comparaba.

Uno por uno.

Y Cody...

Cody no encajaba en ninguna categoría.

Era torpe.

Era impulsivo.

Era emocionalmente desordenado.

Pero esa sensación que le daba al estar con ella...

eso jamás lo había sentido.

Gwen apretó los puños.

Su pecho subía y bajaba con fuerza.

Lo miró, y en medio de su lucha interna, dio un paso hacia él.

Y lo besó.

No como antes.

No como respuesta.

Como explosión.

Un beso que sacaba todo lo que tenía en el pecho.

Rabia.

Confusión.

Deseo.

Esperanza.

Cody se quedó quieto, sorprendido, pero no se apartó.

Sus manos temblaban, pero no la tocó.

Ese beso no era suyo.

Era de Gwen.

Se separó de golpe.

Y lo golpeó en el pecho con ambas manos, gritando.

"¡Eres un idiota!" dijo Gwen, con lágrimas en los ojos.

"¡Sin inteligencia emocional!" dijo Gwen, golpeándolo otra vez.

"¡Pervertido!" dijo Gwen, con la voz quebrada.

"¡Rompecorazones!" dijo Gwen, dando un último golpe.

Cody no se defendía.

Solo la miraba, con los ojos abiertos, sin saber si debía hablar o callar.

Gwen se quedó quieta, respirando agitada.

Las lágrimas corrían sin permiso.

Su cuerpo temblaba.

Y entonces, bajó la cabeza.

Y lo dijo.

"Y aun así..." dijo Gwen, con voz rota.

"Quiero que seas mi idiota." dijo Gwen, levantando la mirada.

"Quiero ser tu novia." dijo Gwen, sin esconder nada.

Cody no respondió.

No por falta de palabras.

Sino porque en ese momento...

todo lo que había deseado estaba frente a él.

---

Cody rodeó a Gwen con los brazos, tomándola de la cintura con una mezcla de nerviosismo y ternura. El silencio entre ellos era denso, pero no incómodo. Era el tipo de silencio que solo llega después de una tormenta emocional.

"Entonces... ahora eres mi novia", decía Cody, con una sonrisa que intentaba ser segura, pero que se quebraba en las comisuras.

Gwen lo miró con una ceja levantada, como si aún no creyera que todo eso estuviera pasando. Luego, sin decir nada, se inclinó y lo besó de nuevo. Esta vez sin rabia, sin dudas. Solo ella, y él, y el momento que habían construido a base de errores, disculpas y verdades.

"Sí", decía Gwen entre suspiros, apenas separándose de sus labios. "Y tú el mío."

Otro beso. Más largo. Más decidido. Cody la sostuvo con más firmeza, como si temiera que el mundo los interrumpiera.

"¿Esto significa que tengo que dejar de dibujar corazones con tu nombre en secreto?" decía Cody, medio en broma.

"Ahora puedes hacerlo en público", decía Gwen, sonriendo.

"Esas chicas van a estar furiosas", decía Gwen, con una sonrisa que mezclaba picardía y resignación.

"Ya veremos qué pasa", decía Cody, mirando hacia la luna como si buscara en ella una respuesta, o al menos un poco de paz.

Caminaron juntos hacia la cabaña, tomados de la mano. El bosque parecía guardar silencio por respeto, y las luces del campamento parpadeaban a lo lejos como testigos discretos.

Desde la casa del arbol, varias chicas los observaban. Algunas cruzadas de brazos, otras con los labios apretados. Cada una con sus propias ideas, sus propias teorías. Pero solo una pelirroja, sentada sobre una roca con la barbilla apoyada en la mano, no miraba la escena como las demás.

Su nombre era Izzy.

Ella no necesitaba suposiciones.

Sabía leer los labios.

Y lo que había visto... le daba mucho en qué pensar.

---

More Chapters