Kisuke Urahara llegó a la nueva Sociedad de Almas con sus propios métodos.
¿Cómo lo sabía William?
Eso fue porque Kisuke lo buscó y se quejó porque no le había dicho que estaba comenzando a desarrollar la Sociedad de Almas en este universo. Por suerte para Kisuke, las dimensiones eran idénticas así que los métodos para acceder a la Sociedad de Almas son iguales.
Su zanpakuto podía abrir el Senkaimon y como todo shinigami, tenía la mariposa infernal para guiarle por el Dangai.
Ya que en este universo no era un criminal, no tenía miedo de viajar a la Sociedad de Almas así que lo intentó y llegó a esa escena.
"Dejarme fuera de esta increíble noticia es horrible de tu parte. ¿No somos camaradas? ¿Acaso para ti soy solo un simple tendero de una tienda en decadencia?" dijo Kisuke exagerando su tono tras el abanico.
Mientras Grisha Jaeger se reencontraba con su primera mujer Dina Fritz y se ponían al día, Kisuke se quejaba sobre William por no contarle sobre la nueva Sociedad de Almas.
Aunque sabía que Kisuke lo estaba molestando adrede y no se sentía dolido ni ofendido, en verdad le hizo sentirse incómodo por haberlo dejado fuera. Kisuke era un experto al manipular y molestar a las personas, William ahora podía entender cómo Hiyori Sarugaki siempre pateaba a Kisuke cuando estaban en la Sociedad de Almas.
A diferencia de la explosiva Hiyori, William no era de mecha corta como ella.
William solo pudo suspirar.
"¿Qué me dices, Kisuke Urahara?¿Te gustaría ser el capitán de la duodécima división de este nuevo Gotei 13?" dijo William.
Por un breve momento, Kisuke se quedó sin habla. Al parecer, no esperó que William le propusiera eso.
"¿Tanto confías en mi? ¿Me ofrecerías de una el puesto de capitán sin pensarlo? Solo nos conocemos por poco tiempo." preguntó Kisuke ahora serio.
Una sonrisa se formó instintivamente en el rostro de William. Probablemente la mayoría de las personas que conocieran la elevada y prestigiosa posición de un capitán del Gotei 13 aceptarían con gratitud si alguien les ofreciera esa posición. Era una posición respetada por los demás shinigamis, eran aquellos que se alzan en la cima de la Sociedad de Almas.
¿En cuanto a Kisuke?
Ese tipo se puso serio y en realidad intentó hacer entrar en razón a William ya que se habían conocido hacía poco más de un mes.
"Si no puedo confiar en la persona que es prácticamente familia de Yoruichi, ¿en quien debería confiar? ¿En ese loco de Mayuri? ¿o tal vez en el traidor de Aizen?" dijo William con desprecio al nombrar al villano del Hogyoku. "Además, sé que tú no harías esos experimentos inhumanos, eso solo demuestra tu moral humana y por eso confío en ti."
William confiaba plenamente en Kisuke.
Podría ser una persona molesta, engañosa y que se divierte a costa de otros, pero Kisuke tenía una línea que jamás traspasaría. Como investigador y como persona, era moralmente respetable. Además de eso, en los momentos de necesidad, Kisuke es una de las personas más confiables de Bleach que William podría recordar.
¿Quién podría ser mejor para ocupar el puesto de capitán de la división de la rama científica?
¿El capitán Mayuri Kurotsuchi?
William no tenía pensado tener a ese loco bastardo de moral totalmente cuestionable. Cuando estaba bajo el mando de Kisuke era una persona sobresaliente y limitada, pero en el momento que no hubo nadie controlándolo se volvió un investigador sin escrúpulos.
Kisuke Urahara abrió mucho los ojos, no esperando esa respuesta tan directa.
Poco después, William se levantó y extendió las manos, apareciendo misteriosamente un haori blanco doblado en el que se podía ver las letras que tenían el nombre de la duodécima división, la división científica.
Kisuke quería preguntar cómo había hecho aparecer eso de la nada, pero sabía que no era el momento ni el lugar para hacerlo. Aquel era un momento serio.
"Mi objetivo es crear un mundo que dé las mismas oportunidades para todas las almas, sin separaciones entre clases nobles y plebeyas. Un mundo donde todos puedan aspirar a la felicidad, un mundo en el que cada alma tuviera valor y aportase su granito de arena a la Sociedad de Almas. ¿Me ayudarás?" preguntó William.
Kisuke mantuvo su mirada bajo ese sombrero de tendero fija sobre el haori en las manos de William.
"¿Podría ser posible escoger a mi teniente entre las personas de mi universo?" preguntó Kisuke. "Es una Visored." terminó aclarando.
William entendió a quien se estaba refiriendo. A Hiyori Sarugaki, la visored de aspecto infantil y cabello rubio que tiene una personalidad explosiva. Pero en ese momento, una idea vino repentinamente a su mente.
¿Con suficiente fuerza mental no sería capaz de controlar cualquier cosa dentro de las dimensiones que le pertenecen?
¿No podría ser capaz de solucionar el problema de los visored?
"No hay problema. Si vienen aquí es posible que sea capaz de solucionar el problema de los visored." dijo William, haciendo que Kisuke se sorprendiera completamente.
"¿¡Cómo!?"
"De esta forma." dijo William y creó una ventana holográfica basándose en el aspecto de su sistema.
En ella, se mostró la idea de William. Los visored eran shinigamis infectados y sus almas se transformaron parcialmente en hollows. William usaría su capacidad para controlar sus propias dimensiones y limpiaría sus almas de la infección de la hollowficación, revirtiendo completamente el proceso por el cual terminaron de esa forma.
Kisuke trató de tocar la ventana holográfica, pero su mano lo atravesó misteriosamente. No fue una habilidad creada mediante reiatsu, era algo nuevo, algo misterioso.
Comenzó a creer que los misteriosos poderes de William podrían ser la clave y su mirada se iluminó por primera vez en más de cien años. Esa era la luz de la esperanza.
Podía ver el futuro un poco más brillante.
Kisuke no dudó más.
Con un rápido movimiento agarró el haori blanco de capitán y se lo colocó sobre sus hombros, sobrepuesto, de igual forma que siempre lo había llevado puesto.
William teletransportó el sombrero de rayas verdes y blancas de Kisuke a sus manos. Ya no le hacía falta el sombrero de tendero sombrío. Ahora sin él si se veía como en la época donde Kisuke era uno de los capitanes del Gotei 13.
Era realmente sorprendente a ojos de William que tras cien años ni siquiera hubiera cambiado algo de su aspecto.
"Encantado de tenerlo en el Gotei 13, capitán de la duodécima división." dijo William con una sonrisa.
"El placer es mío, rey de las almas de este universo." dijo Kisuke, adivinando su identidad en este universo con las pistas que mostró y el conocimiento que poseía.
William solo pudo sonreír, aunque todavía no había alcanzado esa altura, su habilidad para controlar las dimensiones que posee llevaron a Kisuke a deducirlo de esa forma.
En cierto sentido, aunque no poseyera los poderes del verdadero rey de las almas, seguía siendo dueño de la dimensión de la Sociedad de Almas y la dimensión del Hueco Mundo. Podría considerarse un rey de las almas en funciones.
William le dijo a Kisuke que trajera a los visored, y una vez curados los pondría a trabajar en la academia de shinigamis como los nuevos instructores.
Estarían trabajando como instructores por algunos pocos años, y por supuesto recibirían un sueldo justo por el trabajo.
William necesitaba contratar instructores para la academia de shinigamis que necesita abrir. En el universo de Attack on titan no había un solo shinigami calificado para enseñar que no fuera William, y él no quería perder años de vida siendo instructor.
William usó la habilidad Garganta para conectar el universo de Attack on titan con el universo de Bleach. Más específicamente, abrió la garganta en la sala subterránea de la tienda Urahara. Kisuke sin dudar cruzó al otro lado, llegando al universo de Bleach.
William estaba cansado.
Había rellenado un hueco de los trece puestos de capitán, pero todavía le quedaban doce.
William esperaba que Dot Pixis ocupase la posición del capitán comandante en la primera división, pero todavía se encontraba vivo. Por el momento le tocaría a William ocupar ese puesto para que todo fluyera conforme a sus planes.
Grisha Jaeger, dependiendo de su desempeño en las artes médicas, también conocidas como kaido, podría llegar a alcanzar la posición de capitán de la cuarta división. No, después de pensarlo mejor, decidió poner a Grisha Jaeger como capitán en funciones hasta que se ganase el puesto o apareciera alguien con el nivel suficiente.
Yoruichi Shihoin era la candidata perfecta para ocupar el puesto de capitán de la segunda división, una división de operaciones encubiertas.
¿Pero y los demás?
William se devanó los sesos para rellenar los huecos. Pensó en usar a los antiguos capitanes que se encontraban entre los visored y reasignarlos en sus antiguas posiciones, aunque aún deberían pasar un par de años instruyendo a las primeras generaciones de shinigamis.
Rose Otoribashi como el capitán de la tercera división.
Shinji Hirako como el capitán de la quinta división.
Love Aikawa como el capitán de la séptima división.
Kensei Muguruma como el capitán de la novena división.
Aun así, todavía seguirían existiendo divisiones sin nadie como capitán. Las divisiones sexta, octava, decima, onceava y treceava seguían sin ningún candidato que las liderase.
"Bueno, la sexta división que sirve para hacer cumplir las leyes entre la nobleza se quedará sin personal. Será el recordatorio para las generaciones futuras de que no existirá nobleza en este mundo." dijo William con desprecio sin disimulo.
Después de devanarse la cabeza sin encontrar una solución concreta, decidió continuar de esta forma, sin nadie ocupando esos puestos de capitán. Solo debía esperar a la llegada de la primera tanda de shinigamis graduados. Estaba seguro que en los primeros años, esos puestos cambiarán de manos varias veces, pero estaba seguro de que terminarían llegando shinigamis del nivel de capitán para ocupar los puestos.
Y si no son aptos para el puesto...
William siempre podría degradarlos en posición, es el único que tiene la última palabra.
Kisuke no tardó mucho en regresar por la Garganta que seguía abierta. Siguiéndole, estaban los ocho visored de Bleach: Shinji Hirako, Hiyori Sarugaki, Lisa Yadōmaru, Love Aikawa, Rose, Kensei Muguruma, Mashiro Kuna y Hachigen Ushōda.
Shinji caminaba al frente de los visored, se podía ver a simple vista que era el líder de los visored.
Hiyori caminaba como una delincuente, se veía malhumorada desde el primer momento.
Lisa, Love y Hachigen eran los más calmados.
Rose tenía ese aire a celebridad por su aspecto delicado y hermoso. Voltearía miradas si fuera por la calle.
Kensei caminaba sin dudar, como un hombre, era recto y muy directo, aunque su aspecto tenía un aire a matón peligroso.
Mashiro caminaba alegremente, como una niña inmadura y energética.
Aquellos ocho eran los visored de Bleach que William conocía. Al verlos juntos como grupo en la realidad, William se emocionó un poco. Eran el grupo completo de visored.
Cuando uno escucha 'shinigami' la mente viaja directamente a recordar a los capitanes del Gotei 13, cuando se piensa en los 'Quincy' la mente recuerda a Ishida y Yhwach, ¿pero y cuando alguien piensa en los visored?
Exacto, este grupo de ocho es en los que la gente piensa.
"¿Este es el joven rey de las almas de otro universo? ¿Aquel que nos podrá quitar el hollow de nuestras almas?" dice Hiyori con la ceja levantada y una mueca de fastidio. "Te dejaste engañar por un mocoso, maldito Urahara."
Urahara no se molestó por Hiyori, y aunque trató de explicarle, siguió con su mala actitud. William solo podía ver aquello con cierta diversión.
"No pasa nada Urahara, una persona menos que tratar." y sin advertencia ni nada, los siete visored restantes sintieron sus almas purificándose de la oscuridad del hollow.
Para ellos, fue una liberación, un renacimiento, una paz mental que los liberó de la oscuridad que crecía en sus almas. Las expresiones de todos se volvieron más relajadas y vibrantes.
"¡Ya no siento al hollow tratando de consumir mi conciencia!" dijo asombrado Shinji.
"¡Yo tampoco!" añadió Hachigen con sorpresa. "...y no se trató de kido ni de alguna técnica con reiatsu, que misterioso."
"¡Waaaaah! ¡Mashiro es libre! ¡Ahora Mashiro es Mashiro al 100%!" gritó Mashiro con una energía inagotable.
Uno por uno iban comentando su gran mejoría. Mientras que algunos trataban de conocer el proceso, otros declaraban directamente el perfecto estado en el que se encontraban o incluso trataban de forzar sus máscaras en vano.
Hiyori ya no discutía con Kisuke.
"¡Yo también! ¡Cúrame también a mi!" imperó Hiyori, con una fachada dura para esconder la vergüenza de pedir ayuda en algo.
"¿Curarte? No. Aprende a respetar a los demás y me lo pensaré. No ayudo a personas desagradecidas y malhabladas." dijo William y tras eso abandonó la Sociedad de almas para regresar al mundo humano.
Quería dejarles a los visored recuperados con Kisuke para que él les pusiera al tanto. Después de todo, luego de tanto tiempo se han recuperado, sería desconsiderado hablar de temas laborales justo después de sus recuperaciones.
En cuando a Hiyori...
"Que aprenda una lección de humildad." murmuró William.