Justo cuando Lenear y Marlock iban a cruzar espadas en un intenso enfrentamiento, Susan llegó.
—Lamento mucho la tardanza. En el camino me encontré a unos guardias heridos y tuve que atenderlos —explicó Susan mientras aparecía en la zona de batalla.
Susan cuando observó el lugar con detenimiento, no pudo evitar esbozar un suspiro ahogado y taparse la boca con sus ya delicadas y un poco arrugadas manos.
—¡Por los dioses! —exclamó Susan un poco alterada.
Marlock bajó su espada y dirigió su mirada a la recién llegada Susan. Una sonrisa que mostraba maldad apareció en su rostro, y sarcásticamente dijo:
—Mi buen amiga Susan, cuánto tiempo sin verte. La última vez te fuiste sin despedirte.
—¡Susan, aléjate de nosotros dos ahora mismo! Ve a auxiliar a los de la zona Este —pronuncio Lenear mientras alzaba la voz.
Susan se sintió sorprendida por el cruce de palabras que le dirigieron. Ella pudo reconocer la voz de Lenear, por lo que no dudó en mirarlo, pero en ese momento sus ojos se posaron en los de Marlock. Susan al principio no pudo reconocerlo, pero después de prestar más atención, su semblante cambio a uno sombrío y lleno de furia.
—Menudo descarado traidor. No sabes cómo mi irá se encuentra revolviendo en mi pecho —Susan no dudó al instante en el lo reconoció, insultarlo y decir lo enojada que estaba—. No creas que saldrás vivo de aquí.
—Oh, vamos Susan... Tu y yo éramos muy buenos amigos, ¿Te acuerdas? Gracias a mi fue que pudiste entrar a las filas de la mirada del conde, ¿así es como me terminas agradeciendo?
Susan se sintió mucho más alterada y enojada que antes. Ella no podía durar más de dos minutos hablando con ese bastardo sin que su ira calcomiera su corazón. Susan no quiso responderle por lo que solo escupió hacia su dirección y de allí procedió a marcharse.
—Ni siquiera asesinandote sería una buena forma de agradecerte. Será mejor que no te hayas descuidado, porque no tendré piedad con un traidor bastardo como tú —expresó Lenear con su vos sumido en furia.
Marlock no quiso responder tampoco, simplemente se lanzó al ataque. Oir la palabra traidor de la persona que más resentimiento le tenía sin duda no era una buena forma de calmarlo.
Lenear sin mostrar un cambio de expresión, se enfrentó a la embestida de Marlock. La fuerza que se desató en ese momento creo una pequeña onda de aire que elevó el polvo del suelo e hizo que una suave pero repentina ráfaga esparciera el polvo. Aunque la espada "Avaricia plateada" era más fina que la de Marlock, la dureza y resistencia que mostraba sin problema alguno lo superaba.
No solo eso, la espada que yacía enfrentando a la espada de Marlock, tenía un filo incomparable. Tener un tamaño, peso, calidad, filo, resistencia, dureza y belleza sin igual, hacía que muchos corazones codiciaran semejante arma. Ser capaz de despertar dicha avaricia fue la causante de darle dicho nombre. La espada fue hecha con un mineral completamente puro, es decir, fue hecho con abundante plata.
Tanto el cuero que formaba parte de la empuñadura y de la vaina dónde se guardaba el arma, fueron hechos con la piel de una bestia salvaje. Una bestia que era muy temible y peligrosa. La espada "Avaricia plateada" fue creada por el padre del padre del antiguo y fallecido conde que Lenear le trabajó con lealtad y honor.
Una reliquia que pasó de familia en familia hasta que se terminó rompiendo dicha sucesión. Richard Valorant, quien fue el último en posar sus manos en dicha espada, sabía que su estadía en el asiento de conde no sería nada fácil y difícil de mantener, por lo que decidió guardar su espada en la oficina central donde estaría día y noche. Con ese gesto, daba a entender que el poseía algo mucho más valioso que su estado, y también daba a entender que tenía un tesoro de alto calibre.
Eso haría que las otras personas vieran el lado alto, lleno de poderío y misterio. Lastimosamente, nada de eso sucedió. Los problemas seguían abundando en su puerta hasta que todo terminó de forma trágica. Richard Valorant no quería dejar que nadie indigno tocará su preciado legado, y mucho menos las personas que ocasionaron su caída. Por esa razón, después de pensar, analizar y afirmar, decidió darle su preciada espada que era un alto legado familiar a su guardia que protegió a su familia con todo lo que tenía y siempre estuvo a su disposición sin titubear.
Esa persona era nada más que, Lenear. Lenear al principio se negó, pero al presenciar el insistente ofrecimiento de su señor, no pudo negarse y terminó tomando la espada que muchos deseaban. Él prometió que la cuidaría con todo su ser y que la mantendría intacta.
Valorant sonrió y con una mirada llena de sabiduría, dijo:
—Una espada jamás se mantendrá intacta e impune por mucho que la termines cuidando. Simplemente cuidala y haz que se manche con la única sangre que necesita, la sangre tomada por la venganza...
Con esas palabras, Lenear asintió y después pasó lo que pasó. El conde Valorant fue asesinado y su asiento fue tomado por otro.
Devuelta en su enfrentamiento, Marlock se sintió maravillado por lo bien que lucía y resistía la espada. El deseo de querer obtenerla se hizo más intensa y con una mayor fuerza, Marlock empujó a Lenear hacia atrás y rápidamente giró su cuerpo estirando su espada. Tal acto fue ejecutado sin vacilación y con rapidez. El ataque fue diseñado para partir a su oponente con una fuerza tremenda por la mitad.
Esa era la idea de Marlock, pero Lenear era un viejo con una basta experiencia en la lucha y sabía cómo reaccionar a tiempo y contrarrestara dichos ataques.
Lenear dejó caer su cuerpo al suelo y con la misma velocidad de reacción que tenía, lanzó un corte ascendente paralelo con la intención de cortarle los brazos a Marlock. Un ataque que incluía buenos reflejos y una rapidez capaz de dejar a su rival sin tiempo para esquivar. Marlock notó el ataque que realizó Lenear, y como pudo, detuvo todo su cuerpo y con esfuerzo se echó hacia atrás.
Marlock esquivó por poco el corte. Lenear no quiso dejarle tiempo a Marlock para tomar aire, por lo que se impulsó ya estando en el suelo y salió disparado para así propinarle una estocada. Marlock bloqueó la estocada con una poderosa barrida, ocasionando que el rebote echara el cuerpo de Lenear hacia un lado. Lenear sacó más fuerza y se detuvo abruptamente y volvió a lanzar otro corte.
Marlock no se quedó atrás y rápidamente los dos empezaron a chocar espadas de una forma tan feliz que si, alguien prestará más atención a su pelea, pensarían que sus espadas terminarían partiendose en pedazos.
••••
Light se encontraba parado junto a otros cuatro guardias más. La seguridad que ellos habían organizado se trataba de poseer cuatro guardias resguardando la zona afuera y dos guardias protegiendo desde adentro. La razón era por si, unos bandidos llegaban a derrotar a los de afuera, en el momento de entrar, se llevarían el ataque sorpresa y terminarían muriendo gracias a los dos guardias que se mantuvieron en guardia desde adentro.
Es por esa razón que ellos habían hecho una señal de toque para así saber que eran ellos mismos y no bandidos.
Light decidió quedarse afuera para así tener una mayor atención hacia el pueblo. La cosa era que su inquietud iba aumentando poco a poco y las ganas de ir al pueblo eran más intensas. La frustración y la impotencia que sentía se iba transformando en un sentimiento de enojo, enojo hacia él mismo por estar dudando en un momento así.
—Espero que la situación en el pueblo este mejorando a nuestro favor. El miedo que sentía al inicio me anda invadiendo nuevamente —confesó un guardia.
—Si, yo también ando igual, confiemos en que todo estará bien —dijo otro.
Pero, las cosas al parecer no sucedieron según sus palabras, puesto que, por más retirado que estaba el pueblo, el sonido estruendoso de una estructura cayendo al suelo se hizo presente. Los cuatro guardias incluyendo a Light, observando como dos casas que tenían la altura de tres pisos, se derrumbó debido al incendio que los rodeaba.
Una escena así dejó con un sabor lleno de inconformidad en los guardias. Sus ojos mostraban angustia y pánico. Ver cómo su pueblo y una cantidad considerable de su gente siendo destrozados los llenaba de tristeza y temor.
Light apretó con fuerza sus puños. Él sintió que ya había permanecido quieto lo suficiente:
—No puedo aguantar más, iré al pueblo a ayudar —exclamó Light corriendo con su espada en mano y si daga en su cintura.
El repentino comentario del muchacho y la acción que tomó después dejó sorprendidos a todos. Al ver cómo Light salía corriendo a una velocidad totalmente increíble, un guardia grito.
—¡Light, niño, no vayas! ¡Es peligroso ir allá!
—¡Niñato! ¡No seas tonto y vuelve aquí! —grito otro guardia abrumado por lo que acabada de hacer Light.
Por muy bien que ellos pensaran de Light, sin ninguna duda posiblemente, sabían que el peligro que se encontraba en el pueblo era demasiado para un niño pequeño como él. No único que terminaría sucediendo sería su repentino e imprudente muerte.
Tristemente Light ya se encontraba lejos de los guardias, por lo que gritar más allá de sus capacidades se les hacía imposible.
—¡Demonios! ¿como un niño de su edad puede correr tan rápido?
—Maldición, esperemos que llegue sano y Salvo al pueblo y dejemos que los de allá lo hagan volver.
—Tampoco notificaremos el suceso a su madre, no queremos formar un revuelo internamente.
Ellos no podían moverse de su lugar. Tenían que permanecer allí sin importar que, ya que de ellos dependía la seguridad de la gente que se encontraba resguardada en el lugar.
••••
La lucha entre los bandidos y los guardias se volvía más intensa al pasar de los minutos. Ambos bandos estaban dando todo para no retroceder, la cantidad de bandidos anteriormente superaba a la de los guardias, pero ahora estaban casi igualados.
Aunque habían bajas por parte de los guardias, los bandidos eran los que estaban sufriendo más en cuanto a perdida de personal. Pero, eso no quita que aún así el lado defensor haya sufrido sus masivas perdidas. Casas, puestos y zonas habían Sido destruidos y hechos polvo, incluso unos cuantos pueblerinos habían fallecido.
Nadie podía contar con exactitud las cifras, no había tiempo para hacer eso. Solamente se concentraron en pelear y defender como podían. Eso era antes de que un apoyo sumamente importante llegara al lugar.
Cuando un guardia era herido, un grupo lo protegía el tiempo suficiente para retirarse y llegar al lugar donde estaba Susan junto a un buen número de guardias protegiendola. Susan se encargaba de curar las heridas y reponer un cierta cantidad de energía a los guardias para así emprender su lucha otra vez.
Con esa táctica, ahora la ventaja de estaba haciendo poco a poco más clara. Los bandidos sabían que si no hacían nada para eliminar a Susan, las cosas irían de mal en peor para ellos. La cosa estaba en que cuando intentaban ir tras Susan, se encontraban con semejante protección, y para completar, los guardias con los que se enfrentaban, tampoco les dejaban tan libres el paso.
Adam permaneció en el grupo que protegía a Susan. Él sabía que entrar en una batalla en solitario sería muy contraproducente y terminaría muy mal. Aron se sintió aliviado al ver la decisión que tomó su hijo, por lo que la tensión y la preocupación que tenía había desaparecido y comenzó a luchar más ferozmente contra Klarer.
En una lucha dónde un grupo de bandidos, más o menos unos cinco, se unieron, fueron a atacar el lugar donde se encontraba Susan. Allí los guardias se percataron rápidamente de la situación y empezaron a formarse para proteger a Susan.
Adam también se unió a la formación de ataque, mientras que un grupo permaneció en la formación de defensa. La prioridad era cuidar y proteger a Susan, pero Adam tampoco quería dejar pasar su momento, él quería hacerle saber a todos que también era alguien con un buen talento merecedor de elogios.
Adam arrastró a un bandido para así él hacerle frente sin la intervención de otro guardia. Mientras se enfrentaban, Adam pensaba que si lo derrotaba, lograría ganarse la confianza de su padre y del jefe del pueblo y así lograr ascender a un mejor puesto. Adam tenía una sonrisa llena de confianza en su rostro cuando veía que llevaba la ventaja en la lucha.
La situación cambió en el momento en el que Adam, con su espada, intentó apuñalar al bandido para así matarlo. Un simple error que hizo que la jugada de volteara en contra.
Adam cuando intentó clavar su espada, una sensación de incomodidad y ansiedad lo invadió. Él nunca había asesinado a nadie, jamás había levantado su espada ni si quiera contra un animal, nada. Cuando Adam llegó a ayudar en la lucha, el solo intentaba dejar inconsciente a su oponente o dejarlo herido para que otro guardia le diera el golpe final.
Él, al intentar asesinar al bandido mientras estaba sumido en sus pensamientos, sintió como su pecho se llenó de una sensación poco agradable, como si su mente golpeara a su cuerpo para que no matara al bandido. Adam se congeló por un momento y en ese dicho momento, al bandido de le dibujó una sonrisa llena de alivio y malicia.
—¡No! —dijo Adam en un grito ahogado.
Tal grito fue escuchado por Aron, quien enseguida volteó y su rostro se volvió pálido al instante cuando veía como el bandido estaba a punto de cortarle la cabeza a su hijo.
—¡Ada...
El grito de Aron se cortó de repente. Su hijo ya no estaba en peligro pero... Lo que vió lo dejó pensando en que diferencia había. Su expresión pasó de estar llena de angustia y terror a un semblante abundante de preocupación.
Adam se sintió confundido y aturdido por el cambio repentino que sufrió su situación. Justo antes de que el bandido lo asesinara, Light apareció y saltó bruscamente hacia el bandido y con la empuñadura de su espada noqueó al bandido propinandole un buen golpe en la cabeza, dejándolo inconsciente.
—Oye, Adam, creo que me debes una —dijo Light mientras sonreía.
Susan, quien era la que estaba más cerca, no pudo evitar mirar en la dirección de Adam, y cuando presenció la llegada de Light, sus ojos se abrieron de la sorpresa y su mente en ese momento se abordó de preocupación.
—¡Light! ¡¿Para que demonios viniste?! —lo regañó inmediatamente Susan.