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Chapter 15 - Capítulo 11: Un Cierto Camino Un Tanto Complicado.

Volumen 3. La búsqueda del Proyecto "Ashcroft".

Prólogo. La meta para cierta chica llamada "Okamine Mikie".

"Lo siento, padre… No pude cumplir con tus expectativas…"

La voz de Okamine Mikie se escuchó como si estuviera pidiendo disculpas.

"Pero me esforzaré más… así que…"

A pesar de sus palabras sinceras, solo llegó el rechazo de su padre, Kotaro Okamine.

"No hay necesidad, fui un tonto al tener expectativas. Eres una desgracia para la familia Okamine."

La palabra que nunca olvidaría cayó sobre ella como una sentencia.

"Inútil."

"No tengo más palabras para ti."

La niña no pudo aguantar esas palabras, se dio media vuelta y salió de su hogar.

Ella lloró.

Pasó unos minutos cuando se cansó de llorar y caminó sin rumbo por las calles de ciudad Tenguu con una mirada perdida.

"¡Alerta de terremoto espacial! ¡Civiles, por favor evacuar al refugio más cercano"

Sin embargo, Mikie ni siquiera se dio cuenta de la alarma y siguió caminando.

"…hice mi mayor esfuerzo, y como a inútil que soy fracasé…"

No tenía intención de ir al refugio subterráneo más cercano.

"Padre se ha rendido conmigo… no tengo ninguna razón más para vivir…"

Si iba a morir que sea algo rápido.

Como si el mundo le hubiera dado el capricho de cumplirle ese último deseo, repentinamente "eso" apareció frente a ella.

En ese momento, Okamine movió su mirada hacia arriba y lo vio.

Un demonio.

Ese "demonio" apareció destruyendo un área de la ciudad.

"¡¿Una espada?!"

Esa espada en las manos de ese "demonio" parecía desafiar las leyes de la física.

Estaba lista para arrasar todo a su alrededor.

"¿Qué es esto?"

Su mente era incapaz de procesar lo que estaba viendo.

Ese "demonio" había descendido del cielo.

Pero entendió una cosa.

La muerte estaba frente a ella, frente a sus ojos.

La muerte en la que estaba pensando y deseando llegó.

"Yo… yo…"

Sus labios temblaron. Un frío indescriptible le recorrió la espalda. El miedo la paralizaba, su rostro se transformaba en una expresión de desesperación.

Creía que quería morir. Lo había repetido en su mente tantas veces.

Pero en ese instante, algo dentro de ella se quebró.

¿De verdad quería morir? ¿Era eso lo que había estado anhelando?

La espada venía hacia ella, directa, inevitable, cortando el aire con un silbido mortal.

"Mi vida…"

Ya era tarde para arrepentirse.

No había escapatoria. Sabía que, al instante siguiente, su vida se extinguiría.

"…no quiero morir."

Quería correr, quería gritar, pero sus piernas no podían moverse.

Sin embargo, en ese momento que en el que pensaba eso.

(¿-Eh?)

Un choque entre espadas metálicas sacudió el aire y levantó chispas brillantes.

Una onda expansiva de viento hizo volar todo su alrededor.

"Ahh…"

Cerró sus ojos por un momento y luego lo abrió.

Era una chica de cabello plateado que vestía un traje mecánico de estilo exhibicionista que lo había protegido de ese "demonio" que intentaba acabar con su vida.

Su expresión era estoica sin emociones, pero por un momento, pudo percibir algo de sorpresa.

—Civil Avistado. Para ganar tiempo para escapar, distraeré al enemigo.

La chica, que acaba de salvarla, abrió su boca con una expresión neutra, mirándola.

—La alarma del terremoto espacial aún suena. Te recomiendo que te alejes de aquí.

—Gra… gracias.

Con los ojos desbordados de lágrimas, Mikie respiró entrecortadamente, agradeciendo ese gesto.

Si no hubiera estado absorta en sus pensamientos, no habría corrido peligro.

Sin embargo, no se arrepintió de su tonta decisión ese día porque pudo comprender algo.

Mientras las evacuaciones ocurrían, el mundo exterior libraba una guerra más allá de su comprensión. Actuando por pura ira, el demonio seguiría diezmando y destruyendo todo su alrededor para detener al demonio, y luchar contra él, una chica con una armadura mecánica.

La lucha para proteger al mundo.

Esta guerra desconocida para muchos, sucedía desde las sombras...

El secreto fue revelado.

En ese momento, una razón para vivir llegó a su mente...

(¿Puedo ser apta para proteger al mundo?)

Ese fue el momento en que Mikie hizo una promesa hacia sí misma.

No será una chica débil.

No será una chica llorona.

No será una chica inútil.

Quería ser una persona que deba ser reconocida por sus capacidades y logros.

Quería ser una heroína para el mundo, como su salvadora.

Y también…

(Tengo que conocerla… a mi salvadora.)

Ella hizo todo lo posible para que su deseo se hiciera realidad.

"…"

Desde hace un año, ese día, la vida ordinaria de Okamine Mikie cambió para siempre con la existencia llamada "Espíritu" y ese encuentro con esa chica mecánica.

Capítulo 1: Un Cierto Camino Un Tanto Complicado.

Parte 1.

16 de mayo, 11:10 A.M.

Ella respiró hondo.

El "territorio personal" que rodea el cuerpo de un mago es capaz de controlar la gravedad, humedad, temperatura, así como todo lo imaginable.

"…"

La maga novata Okamine Mikie no se movió mientras mantenía apretada la espada láser de alta eficiencia "No Pain" en su mano.

No vestía un uniforme de escuela, sino un traje que tiene un dispositivo de empalme y una unidad Realizer hecha para el combate equipado que le sirve para ejecutar magia y portar armaduras mecánicas.

Esto era necesario para utilizar su "territorio personal" para realizar hazañas que podrían entrar en la categoría de "super humano".

Sin embargo, su oponente era una maga con experiencia.

—Estoy… preparada.

"…"

Tobiichi Origami, una de las magas más hábiles de la AST y su heroína.

Ella era su razón por la que entró en esta organización que se encarga de acabar con esos seres llamados "Espíritus" que provocaban los Terremotos Espaciales y que había acabado con la vida de millones de personas.

Okamine Mikie consiguió pasar los exámenes físicos y control del territorio para ser aceptaba en la organización de la AST.

Este era el momento adecuado para mostrar su habilidad y ser reconocida por su salvadora.

—¡Ahhh!

Con un grito agudo, Okamine descargó todo su poder mágico en un corte vertical. Una ráfaga luminosa dividió el aire, extendiéndose con la intención de impactar en su oponente.

Probablemente no sería suficiente para vencer a su oponente, pero quería mostrar que no es una novata.

Sin embargo, la espada no llegó a su objetivo.

—¿Eh…?

Tobiichi Origami había dado un simple paso al lado, esquivando sin esfuerzo.

La inercia arrastró a Mikie hacia adelante.

Su centro de gravedad se perdió cayendo al suelo boca abajo.

—Uuuh… estoy mareada.

Su espada láser se había resbalado de sus manos

Cuando Okamine Mikie trató de reincorporarse, una línea de luz se dibujó en su visión.

—Eehhh!

Tan cerca que casi fue cortada por su propia espada láser.

Era el fin de su oportunidad de ser reconocida.

—¡¡Bien, hasta aquí!! ¡¡Terminamos!!

Ryouko Kusakabe, capitana de la AST interrumpió el encuentro.

—Haa… Esta no es una escuela de baile.

Suspira.

—Tal vez sea un malentendido que Mikie haya salido tan mal en la prueba de adaptación del realizador.

Las palabras fueron como un cuchillo para Okamine Mikie.

—Últimamente ha habido ataques frecuentes a miembros del AST... Por eso, aunque todavía no te has enfrentado a los Espíritus, has terminado...

—Uhh... Lo siento... No puedo moverme bien cuando se trata de pelear…

Mikie parecía querer llorar, pero se levantó.

—pero… ¡aun así!

Apretó sus puños y dijo.

—Estoy segura de que algún día haré mi mayor esfuerzo para poder proteger a las personas.

Alzó la voz con una chispa de determinación en sus ojos.

—Entrenemos de nuevo, Origami-san, ¡por favor!

Origami no respondió.

Okamine Mikie vió como ella guardaba su espada en el traje cableado mientras caminaba hacia la salida del cuarto de entrenamiento.

—Ah… Origami-san. ¿A dónde vas?

Después de seguirla por los pasillos de la base de la Fuerza Terrestre de Autodefensa de Japón, ubicada a las afueras de la Ciudad Tenguu.

—Es...Espérame. Por favor, ¡Espérame!

Origami la ignoró y siguió caminando.

—Ehhh, sobre lo que dije antes... Disculpa si mi comportamiento te pareció extraño.

Mikie siguió siendo ignorada.

—Pero... Yo haré mi mayor esfuerzo.

No hubo respuesta.

Origami siguió caminando.

—Y bueno, ¡Después de todo el AST es genial! ¡Siempre he soñado con entrar al AST!

Mikie habló con entusiasmo, como si aún estuviera viviendo un sueño.

—Fuerzas especiales que protegen a la humanidad de la peor amenaza del mundo: ¡Los Espíritus! Ah… todavía no puedo creer que fui elegida para pertenecer a este equipo...

Sus palabras se mezclaban con los recuerdos. Todo había comenzado aquel día en que estuvo a punto de morir por no entrar a los refugios subterráneos. Fue entonces cuando la verdad del mundo se le reveló.

La causa de los "terremotos espaciales" que azotaban a la humanidad: los Espíritus.

Solo unas pocas instituciones conocían su existencia. Una de ellas era la AST (Equipo Anti-espíritu), bajo la JGSDF, compuesta por magos modernos que, con el apoyo de los Realizadores, podían desplegar su "Territorio Personal" para enfrentarlos.

Y su salvadora, la persona que la protegió de aquella aterradora criatura, ahora estaba caminando junto a ella como su compañera en el mismo equipo.

—No soy muy buena ahora, pero seguramente voy a ser un miembro de tiempo completo de la AST.

¡Auch! Mikie se detuvo bruscamente al chocar con la espalda de Origami.

—Este es el campo de batalla.

—Ehhh...

Mikie se sintió confundida.

—Debes ser fuerte hoy para poder triunfar mañana.

Finalmente, Origami decidió hablar después de salir de la sala de entrenamiento.

—Puede que no haya nadie que venga en tu ayuda cuando estés en problemas.

—Eh... Ah...

Mikie sintió cómo el mundo se detenía ante aquellas palabras frías.

La primera impresión no fue la mejor.

Parte 2.

Debió de haber pasado bastante tiempo desde que salió de la sala de entrenamiento y de la base de la AST de Ciudad Tenguu cuando el cielo se cubrió por la oscuridad de la noche.

En cierto apartamento de la zona residencial, Tobiichi Origami se encontraba desnuda en la ducha. El vapor empañaba el espejo mientras el agua recorría su cuerpo esbelto después de un día ordinario de entrenamiento físico y estudio.

"¡Después de todo el AST es genial! ¡Siempre he soñado con entrar al AST! Fuerzas especiales que protegen a la humanidad de la peor amenaza del mundo: ¡Los Espíritus! Ah, todavía no puedo creer que fui elegida para pertenecer a este equipo..."

Origami entrecerró los ojos, recordando aquellas palabras ingenuas.

(Era ella… esa niña.)

Ella piensa y recuerda.

Hace un año, el Espíritu "Princess" inició su serie de apariciones en Ciudad Tenguu.

En una de esas ocasiones, una niña de cabello castaño estuvo a punto de ser alcanzada por su ataque, pero Origami logró protegerla. La chica parecía absorta en sus propios problemas, tan distraída que ignoró la alarma de "terremoto espacial". Tal vez su angustia era tan profunda que, por un instante, dio la impresión de que quería suicidarse.

Lo cierto es que en el último segundo esa niña quiso vivir.

Ese deseo de vivir fue devuelto al ver al que su vida estaba en peligro ante el espíritu.

En teoría, un civil jamás debería haber tenido acceso a ese tipo de información. Sin embargo, no se tomaron medidas en su contra. Fue así como aquella niña descubrió la existencia de los Espíritus… y, con el tiempo, también la del AST.

(Es una ingenua. El campo de batalla no es agradable).

Durante el incidente del espíritu "Hermit" de forma "invertida" hace tres días, el campo de batalla se tiño de sangre.

Fue culpa suya. Esa bala debió haber acabado con la vida de "Hermit", pero no tuvo la misma suerte que en su encuentro con "Princess". El desencadenante fue la "muerte" del chico de preparatoria llamado Kamijou Touma que hizo que "Hermit" sucumbiera al poder oscuro.

En otras palabras, el campo de batalla era una lucha constante contra el miedo y la muerte.

"…"

El agua caliente seguía cayendo sobre su piel blanca mientras sus pensamientos se enredaban en lo ocurrido aquel día.

(Tengo que hacerme más fuerte…)

Origami cerró la llave de la ducha. El agua caliente cesó y el vapor comenzó a disiparse lentamente en el aire. Ella tomó la toalla y empezó a secar su cuerpo empapado.

"…"

Proteger a la humanidad de los Espíritus era la misión principal de la AST.

Sin embargo, Tobiichi Origami perseguía la venganza personal contra los espíritus, y aunque Okamine Mikie también quiera proteger a la humanidad de los espíritus y tener reconocimiento.

El enfoque era diferente.

Por ejemplo, Origami sería capaz de usar a otros si eso lo llevara a lograr su objetivo, y Mikie probablemente no sería capaz de hacer eso.

"…"

Después de vestirse con ropa ligera, Origami se recostó en la cama y comenzó a pensar.

El chico llamado Kamijou Touma, aquel que había muerto ante sus ojos por un error, había vuelto a la vida y lo salvó de morir a manos del espíritu "Hermit".

Era una contradicción. Estaba segura de que él había muerto, y sin embargo, después de ser salvada por él, lo vio enfrentar al Espíritu "Hermit" únicamente con su puño derecho.

Al final, "Hermit" desapareció, pero dudaba que ese chico hubiese elegido matarla.

(¿Qué ocurrió después?)

Incluso si siempre pensaba que solo los fuertes sobreviven y los débiles, sin importar sus sueños o esperanzas, terminan siendo devorados por la muerte.

Esa regla no se aplicaba a ese chico de preparatoria.

Parte 3.

El cielo había cambiado al cielo azul y soleado del día.

Cuando Origami abrió la puerta de su apartamento para dirigirse a la escuela, esta chocó contra algo. Un quejido de dolor se escuchó al instante. Extrañada, levantó la vista y descubrió que había una persona justo frente a ella.

—Ah... Muy buenos días, Origami-san.

—¿Por qué estás aquí?

Origami preguntó sin mostrar sorpresa, como si supiera que esto pasaría.

Okamine Mikie estaba ahí, vestida con el uniforme femenino de la escuela Raizen, la misma a la que asistía Origami, se frotó la cabeza por el golpe antes de levantarse del suelo.

—Me dijo la capitana Ryouko. ¡Me sorprendió mucho que estemos en la misma escuela!

—¿En serio?

Tobiichi Origami suspiró. Otra vez lo mismo, era similar al caso de Kamijou Touma.

Esa chica era la maga novata de la AST que apenas se unió el día anterior.

Lo había estado esperando a que saliera del apartamento.

—Lo siento, si te estoy incomodando. Discúlpame.

Inclinada en un ángulo de 45 grados en señal de respeto, Mikie levantó su mirada solo para darse cuenta de que Origami ya no se encontraba al frente. Mira hacia atrás y allí estaba Origami sosteniendo su propia mochila.

Mikie caminó hacia ella y la siguió mientras continuaba hablando.

—Bueno, no tardé mucho en convertirme en un miembro de la AST a tiempo completo como Origami-san y desempeño un trabajo ayudando a las personas.

¡Ahh! En ese instante, el ritmo de su andar se volvió más rápido.

—¡Espérame por favor Origami-san!

—Si quieres ayudar a la gente, hay otros trabajos. Además, de la AST que hacen los mismo. No necesitas apegarte solamente a esta elección.

Cuando Origami dijo eso, Mikie se detuvo.

—¿Eh? ¡No es posible otro trabajo, tiene que ser la AST!

Mikie protestó enérgicamente por la sugerencia de Origami.

Frente al piso del elevador, Mikie desvía la mirada y, como si fuera una confesión, dice.

—La AST es una organización importante que me ha dado un sueño... Sí... Muy importante. Es un poco vergonzoso, pero fue en ese momento que decidí ese objetivo. Proteger. Esa es la decisión que tomé desde que vi que ustedes, los magos AST, están luchando contra la amenaza que el resto de nosotros ni siquiera conocemos.

Era realmente una confesión cercana al amor.

—Puedo sentir ese sentimiento, ya que fui salvado por ti.

Después de que ambas chicas entraran al ascensor, Origami tecleó el primer piso y la puerta se cerró. Un sonido de "tic" indicó que el ascensor comenzó a descender.

—¡Es por eso que quiero hacer mi mayor esfuerzo! Origami-san, te lo suplico, ¡entréname por favor! Yo quiero ser igual de fuerte que Origami-san.

—...

Hubo silencio. La puerta del ascensor se abrió.

Origami sigue su camino sin siquiera prestarla atención.

—¡Espera!

—Pierdes tu tiempo. Yo no soy tan fuerte.

Estando a solo un metro de distancia, Mikie pudo oír esas palabras viniendo de su superior.

¿Era cierto lo que estaba escuchando? ¿Ella acaba de declarar que era "débil"?

—¿Eh?

—Estoy atrapada contigo. No puedo darme el lujo de entrenarte y perder el tiempo.

Esas palabras fueron totalmente inesperadas para Mikie, quien pensó que tal vez podría escuchar un "sí" o un "déjame pensarlo". Origami piensa que era débil, pero Mikie la consideraba una persona muy fuerte.

Pero lo siguiente lo hirió.

—Es molesto estar... Juntas.

—Molesto...

El cuerpo de Mikie se tensó.

Sus ojos se abrieron de par en par, los brazos se endurecieron y sus manos se cerraron en puños mientras sentía la mirada de Origami, fría, como si le dijera que continuar con aquella conversación era una pérdida de tiempo.

De inmediato, ese rincón oscuro de su pasado emergió en su mente.

Es verdad… ¿Por qué alguien como Origami se rebajaría a entrenar a una inútil?

Solo haría que ella perdiera su tiempo.

—Lo siento... yo... te... he molestado... una y otra vez...

Mikie contuvo sus lágrimas que amenazaban con salir.

—Yo... quiero cambiar...

El deseo de romper esa etiqueta de "inútil" que otros le habían impuesto.

A pesar de sentirse pequeña, estaba dispuesta a darlo todo para demostrar su esfuerzo.

—Entré al AST y lo único que hago es estorbar. No quiero... ¡No quiero ser una inútil! ¡Yo solo deseo apoyar!

Mikie aprieta su puño y entonces...

¡BOOMMMMM!

En ese instante, una explosión sacudió los alrededores y, a lo lejos, Origami vio cómo un edificio se desplomaba.

—¡¿Una explosión?!

Mikie se volteó hacia la visión de Origami y preguntó.

—¿Tal vez sea... un terremoto Espacial?

—No, —Origami negó. —Esto es una explosión causada por un arma.

No había alarma de terremoto espacial ni tampoco llegó la notificación sobre comportamientos extraños de algún Espíritu en la ciudad. Además, Origami dudaba que se tratara de un espíritu, ya que la magnitud del impacto habría sido mucho mayor.

En otras palabras, atraer a los magos en una emboscada.

Mientras sacaba su teléfono celular, Origami tecleó el número de contacto de cierta persona y llevó el teléfono celular a su oído.

(—¿Origami? Viste una explosión desde allí, ¿verdad? Reporta lo que viste.)

—El enemigo no es un Espíritu.

(—Lo sé, pero hay alguna anomalía en los datos. Eres la más cercana... Por favor investiga que ocurrió antes de que intervengan otras organizaciones.)

—De acuerdo, capitana.

La llamada fue finalizada.

Origami deslizó la mano hacia su bolsillo derecho y sacó una tarjeta de identificación metálica con un llavero con una forma rectangular.

—Identificación AST Tobiichi Origami.

Origami dijo eso al mismo tiempo que alzó ese objeto hacia la altura de su frente.

—Realizador Básico. Aprobación de Lanzamiento. Traje Mecánico de Combate.

Como si respondiera a su llamado, la tarjeta emitió un destello blanco y verde, expandiéndose en filamentos de luz que envolvieron su cuerpo. En cuestión de segundos, su uniforme escolar se desvaneció, reemplazado por el traje mecánico de combate de la AST, que se ajustó con precisión a su figura.

Así era como los miembros del AST invocaban sus armaduras, con un simple comando de voz, sin necesidad de transportarlas físicamente

Esta forma de invocación no era otra cosa que magia.

—¡Yo... yo también estoy cerca! —exclamó Mikie con entusiasmo—. Vayamos juntas.

Era la oportunidad que estaba esperando.

Su primera misión del día, y la oportunidad de ser reconocida por su heroína.

—No debes venir.

—¿Eh?

—Como Oficial Superior te ordenó que esperes.

—No! ¡Espera, por favor, Origami-san!

Origami sin decir nada más, saltó y se encontró a 50 metros sobre el suelo.

Fijó su mirada en la dirección de dónde venía la explosión y se dirigió volando hacia dicha dirección.

—No puedo permitirme no ser útil. Voy a hacerlo. Voy a demostrarte que no soy un obstáculo para ti, Origami-san.

Estaba decidida a actuar.

—Identificación AST Okamine Mikie. Traje mecánico de Combate.

La decisión fue tomada.

Después de eso, Okamine Mikie pateó el suelo haciendo que su cuerpo flotara varios metros sobre el suelo como lo hizo Origami y voló en la misma dirección.

Parte 4.

En esa misma mañana.

Ciudad Tenguu, ubicada al sur de la región de Kanto, es abrasada por el sol, sigue estando cubierta por aire fresco. Hay muy pocos peatones, eso se debe a que vive en una zona de la ciudad muy poco habitada debido a que su alrededor hay edificios abandonados.

Sin embargo, un cierto de preparatoria caminaba hacia la estación de bus.

—¿En… serio? ¿Es necesario ir a esa escuela después de mi recuperación?

Si hubiera la necesidad de recordar, vamos a tener que volver unos tres días antes, al 13 de mayo.

Esa noche, Kamijou pudo ver de cerca como un espíritu puede ser llevado a la oscuridad. Con el fin de salvar a Yoshino, él usó el poder de su mano derecha para traerla de nuevo.

Una cosa que hay que mencionar es que "traerla" era tratar de superar la barrera para llegar a su conciencia ya que ese "poder" oscuro se había apoderado de Yoshino al experimentar la sensación de desesperación absoluta.

Sin embargo, el Imagine Breaker no fue suficiente y tuvo que desatar un poder diferente.

—...Esa criatura no era Yoshino, pero ese poder parecía provenir de un núcleo. Puedo cancelar poderes sobrenaturales, pero no puedo deshacer tan fácilmente la forma "invertida" de un Espíritu. Si la única razón por la que Yoshino volvió fue porque se quedó sin reiryoku, pero eso debe pasar bastante tiempo y que el espíritu se pierda. Si tengo que explicar eso se debe a esa "cosa" que salió de mi mano derecha.

Hasta que, en ese momento, el brazo derecho de Touma fue cortado.

Un poder invisible se deslizó por el cuerpo de Yoshino.

—Si no hubiera retenido ese poder hubiera matado a Yoshino en ese instante.

A decir verdad, era la tercera vez que ese poder salía de su mano derecha. No, algo le decía que ese número era incorrecto. Un poder que crecía en su interior, esperando liberarse del sello que lo contenía.

Un dragón y un poder invisible.

(¿Qué es lo que estoy ocultando?)

Kamijou recuerda su estadía en el hospital después de caer inconsciente por la hemorragia durante esa noche.

Al día siguiente, su visión llegó al techo blanco de una habitación de hospital, su esfuerzo fue recompensado por la sonrisa y un "gracias" por parte de esa niña.

(Uu… no he vuelto a saber más de Yoshino.)

Kamijou aprieta los dientes y luego suspira. Si Ratatoskr lo tiene, debería preguntar a Itsuka Shido, pero, no estaba dispuesto por el momento a tener que mantener a otra persona.

Para Kamijou que sabe que es vivir con una compañera de cuarto que no sabe otra cosa mas que comer y llenar de facturas de fin mes, sabe lo caro y difícil que era llegar a fin de mes.

(Por lo menos, debería visitarla.)

Kamijou suspira.

Durante su estancia en el hospital, los doctores y enfermeras se sorprendieron por su rápida recuperación. Él no lo estaba. Su cuerpo había ganado una resistencia sobrehumana debido a la gran cantidad de peleas callejeras que tuvo.

—Me pregunto si debería confiar en ellos. Probablemente no tenga más opciones, estoy en un callejón sin salida… y acudir a la AST no es una opción.

Por otro lado, nunca supo la razón por la que volvió a la vida.

—Creo que no iré a la escuela por hoy.

Justo en ese momento, Kamijou se movió hacia otra dirección y se detuvo en un parque.

(¿Qué sucede con esto?)

En frente de una máquina expendedora de bebidas que estaba en medio del camino, Kamijou se quedó sorprendido e inmóvil.

(No, no puedes hacerme esto, por favor)

Kamijou había deslizado un billete de ¥1000 en la máquina expendedora. No estaba dispuesto a perder ese dinero sin nada a cambio, volteó la palanca de devolución de dinero en vano.

Incluso en este mundo diferente, su mala suerte vuelve a atacar.

(¡Tan mala suerte!)

La única opción era patear la máquina expendedora, pero eso haría que la alarma se encendiera. Esa acción tan brutal y poco civilizada era difícil de que hiciera eso.

(Ya no importa.)

Kamijou golpea con un puño débilmente la máquina expendedora y pega su cabeza.

(No puedo volver a mi mundo. No he logrado ningún avance. No tengo nada que comer el día de hoy. Es seguro que me hayan despedido del trabajo por la cantidad de faltas.)

En otras palabras, ese chico de preparatoria estaba en quiebra.

De repente, escuchó por detrás las pisadas de un par de zapatos.

—¿Vas a utilizar la máquina expendedora?

—Oh, disculpa… pero esta máquina expendedora se tragó mi billete de ¥1000.

Tan pronto como Kamijou dijo eso, volteó hacia atrás.

Era una mujer que parecía tener una edad de unos 20 años. Cabello negro y corto caía desordenado sobre su rostro pálido, sin rastro de maquillaje. Llevaba puesta una blusa negra de mangas largas y un pantalón negro polar. Esa forma de vestir era más cercana a un hombre que una vestimenta de mujer. Pero lo más aterrador era su mirada penetrante.

No debía juzgar a las personas antes de llegar a conocerlas.

—¿De verdad? Entonces, gracias por avisar.

Sin embargo, la mujer no se retiró y parecía decir que se apartara.

Kamijou entendió eso y se movió hacia un lado.

—Espera, no te lo dije, esa máquina expendedora está malograda. Se comió mi dinero.

Y entonces, observó como esa mujer de cabello negro levantó su mano derecha y lo pegó hacia la máquina expendedora.

¡Crack! El metal resonó un poco y las latas comenzaron a caer hacia la caja inferior.

—Parece que las bebidas comenzaron a caer.

—¡¡Eso no tiene sentido!!

Kamijou sabe que esa mujer hizo algo extraño a esa máquina expendedora.

Los poderes esper no existen en este mundo y aunque la magia existe, no podía acusar a aquella mujer ordinaria de haber usado magia.

—¿Vas a llevarte esas latas?

Kamijou preguntó al ver que la mujer se agachó para llevar unas latas en sus manos.

—¿Tienes algún problema?

—Ninguno.

Kamijou retrocedió y movió su cabeza de un lado a otro.

Era un aura intimidante.

—Entonces, me voy.

—Espera, no vas a quedarte con estas latas de bebida.

Al escuchar eso, la mujer voltea hacia el chico y dice.

—No es mi sabor favorito. Puedes quedártelas. Tu dinero se desperdició en esa máquina expendedora. Creo que eso es un buen cambio.

—¿En serio?

Después de eso, Kamijou ve como la mujer de cabello negro se aleja.

"…"

—Uuh, debería conseguir un trabajo lo más rápido posible.

Kamijou bebe de la lata y sigue hablando.

—Tengo que trabajar 12 horas.

Sigue bebiendo y hablando.

—Faltar a clases, comprando lo más barato y comer lo mínimo para vivir.

Sigue bebiendo y hablando, otra vez.

—Tengo dos semanas antes de que vence la mensualidad del apartamento.

Y estalla.

—¡¿A quién engaño?! ¡Kamijou-san tendrá que dormir en la calle al final de este mes!

Y entonces…

En ese instante.

¡BOOMM! Un ruido sordo se escuchó detrás de él.

La fuente de ese ruido estaba muy lejos.

Este era el sonido de la destrucción de alguna estructura muy grande.

—¡Una explosión!

Su mirada estaba puesta en la dirección en donde podría ser el origen de ese sonido.

(¿Sera acaso un terremoto espacial?)

Pero Kamijou no escuchó la alarma de terremoto espacial.

De repente, se dio cuenta de algo muy importante.

(Esa dirección está... mi apartamento.)

El chico parecía apenas poder hablar.

No podía tener tan mala suerte, ya que eso se debe a que en esa dirección se encontraba el edificio de apartamentos en donde residía.

(No...No. Espero que mi presentimiento no sea real. Ahh... Solo espero que no mi apartamento no haya destruido, sino estaré totalmente perdido.)

Kamijou se levantó de la banca y salió corriendo hacia esa dirección.

Parte 5.

Okamine Mikie llegó a una de las zonas afectadas por las explosiones de un "arma".

A su alrededor, el panorama era una vista desoladora. En un radio de 50 metros, todo había sido arrasado. Donde antes se alzaban complejos de departamentos, ahora solo quedaban montones de escombros, bloques de concreto apilados al azar, vigas de acero retorcidas y fragmentos de vidrio esparcidos como cristales rotos de lo que parecía ser hecho por un bombardeo de misiles.

—Seguramente esta área era un grupo de edificios no habitados.

Mikie murmuró mientras avanzaba entre los restos, una brisa levantó otra nube de polvo que le obligó a cubrirse el rostro. Por un instante, entre el gris del humo y el eco distante de la ciudad, ella sintió que estaba siendo observado.

—Que una explosión ocurra en un lugar así... es muy peligroso.

Hay gente que vió esa serie de explosiones a lo lejos.

Sabía que, si los civiles intentaban acercarse, podría traer problemas a la AST. Su misión era clara. Inspeccionar la zona lo más rápido posible, recolectar toda la información necesaria y retirarse antes de que alguien la viera.

—El enemigo no se encuentra… aquí.

—¡Ohh, por fin atrapé a uno!

La voz de una chica se escuchó hacia cierta dirección.

—¡?

En ese momento, los ojos de Mikie fueron robados al ver que alguien estaba ahí.

Sentada en una caja metálica de un metro, estaba una chica de cabello rubio blanquecino de unos 15 años. Estaba vestida con un similar a su traje mecánico de combate, igual de exhibicionista en las partes como el muslo, el vientre, estómago y parte del escote.

Okamine Mikie sintió un escalofrió cuando se dio cuenta que esa chica era una maga.

—Es muy fácil de robar, pero también es difícil deshacerse de él.

La chica de cabello rubio sonrió mientras sostenía un pedazo de papel.

Esa chica tenía la apariencia de una niña inocente, pero la sensación de que esa mirada era de todo menos infantil y buena, y más cuando sus palabras se soltaron.

—Bueno… qué más da, al fin y al cabo, la explosión anterior fue muy llamativa.

En ese momento, Mikie se dio cuenta que estaba al frente del culpable.

—¿Verdad? Okamine Mikie, Miembro de la AST de la JGSDF.

—¿Qué?

Mikie no entendía por qué esta chica sabía su nombre.

¿Quién era esa chica que sabía de la existencia de la AST?

—¿Me dejarías darte caza?

En ese instante, Okamine Mikie retrocedió.

El cazador y el cazado, cara a cara en espera de quien dará el primer paso.

—Parece que te pusieron números muy bajos en la prueba de realizador, ¿verdad? Supongo que es una cantidad muy considerable, ¿no?

La chica de cabello rubio bajó de la caja, y en una pose similar a una carrera de atletismo, continuó hablando.

—Yo soy un poco adicta a la vida oculta. Tú serás un buen calentamiento.

—Espera, ¿qué?

—¡¡Lo estoy esperando!!

Los pies de la chica patearon el suelo y una explosión de polvo se produjo, la aceleración aumentó y la chica rubia corrió hacia Mikie.

(¡Uwaah! ¡Allí viene, mi primera practica en combate real! ¡¡Divertirse no servirá de nada, Okamine Mikie!!)

La distancia de unos 15 metros se acortó en un instante.

El enfrentamiento era inminente.

(¡¡Debo seguir adelante!!)

Sin embargo, esto no era un enfrentamiento como las prácticas en salas de entrenamiento.

Ambas chicas tenían las manos entrelazadas, empujando con todas sus fuerzas como si estuvieran en una prueba de resistencia.

La mano derecha de Mikie estaba alzada sobre su cabeza, mientras que la izquierda se mantenía abajo, cerca del rostro, tratando de ganar terreno. Los músculos de sus brazos temblaban por la presión, y el sonido del esfuerzo se mezclaba con el crujir del aire entre ellas.

—¿Eso es todo? ¡Me pregunto si esa es toda fuerza!

—Ughh... Ah...Ahaha!

Al verse superada en fuerza, Mikie intentó pensar en una estrategia.

(¿Qué... qué hago? ¿¡Le agrego más poder al territorio!? ¡No...! ¿¡Si lo hago y me llegase a atacar con mis defensas bajas...!?)

No tenía más opciones, tenía que hacer algo si quería evitar la derrota.

(En ese caso... ¡Mi mayor es un buen ataque!)

—¡Blazer Blade! ¡No Pain!

Con un grito, Mikie desplegó desde su espalda una cuchilla láser anti-espíritu.

—¡!

—Muy tarde.

La maga rubia se rió burlonamente.

Una cuchilla láser se activó detrás de la maga rubia y rápidamente atravesó el territorio de Mikie, la fuerza fue suficiente para enviarla volando 15 metros.

(Fu....Fue inútil! ¿¡Que debo hacer a continuación!? ¿Debo usar acción evasiva para prepararme para la persecución? ¿A dónde se fue?... ¿A la derecha?)

Mikie chocó fuertemente contra el suelo, su mente comenzó a dar vueltas.

(¿Los palillos están a la derecha y la taza de té queda a la izquierda, ¿verdad? Las escaleras mecánicas de Kanzai están a la derecha y la de Kanto a la izquierda, ¿verdad?)

El cuerpo de Mikie está rodando por el suelo.

—Oye...

Al momento de que Mikie recuperara su visión, una patada golpeo su costado izquierdo.

Se escuchó el sonido de sus huesos crujiendo.

Una delgada línea roja se escapó de los labios de Mikie antes de que su cuerpo fuera lanzado hasta golpear el suelo con violencia.

—Uu… ¿Qué paso?

—Oye, oye, ¿Es en serio que eso es todo lo que tienes?

La chica de cabello rubio dijo con una voz decepcionada.

—Al menos debes poder manejar el territorio, ¿no es verdad?

—El territorio es literalmente, "un espacio donde el usuario puede manejar lo que sea" y...

La voz de Mikie se entrecortó por la falta de aire, pero hizo un esfuerzo más.

—Esta... puede expandirse como desees.

—¿No está mal la información?... Bueno qué más da. ¡Úsalo correctamente, maldita inútil!

La pequeña maga rubia estaba decepcionada del rendimiento en combate de Mikie. Pero, volvió a sonreír, y eso era porque esto se estaba volviendo un juego para ella.

—Ahh... Se siente realmente bien hostigar a los débiles.

Ya no veía a su oponente como un igual a igual, sino como un mero juguete.

Un juguete en el que puedes golpear tantas veces que quieras.

—Ah... Gu...

Mikie volvió escapar sangre de su boca mientras se retorcía de dolor.

(Uh... Esta es una verdadera batalla... Duele, es muy doloroso. ¡Que alguien me ayude!)

La maga rubia comenzó a caminar lentamente hacia su oponente.

En un movimiento tan rápido que apenas pudo ver, sintió que sus piernas dejaron el suelo mientras era agarrada por el cuello.

—No! ¡Duele! ¡Eso duele! ¡Soy solo una Kouhai! ¡Ten piedad!

—Te la pasas diciendo "¡Gya! ¡Guau!", pero no te servirá para nada yo no dejo libre a mi presa, pero puedo hacer una excepción...

La pequeña maga rubia suspiró y dijo.

—¿Tú sabes de alguien en la AST que se llama Tobiichi Origami? ¡Llámala y dile que venga aquí ahora mismo! Yo veo que la extrañas, maldita.

(¿Eh? ¿Me ayudara si llamo a Origami-san?)

Mikie empezó a considerar la posibilidad de aceptar aquella petición. No sabía qué podría ocurrir si se negaba, pero dudaba que fuera algo bueno.

—Oh... ¡Ok! La llamaré, pero… perdóname por favor.

—Haa... Es inesperadamente fácil vender a tus amigos. Bien, sabia elección.

La expresión de la pequeña maga rubia parecía más tranquila.

—¡Te estoy esperando! Después de que le hables deja la AST y vive tranquilamente.

(¿Qué renuncie? ¿A la AST? Detente, ¿Qué voy a hacer después? ¿Si renuncio a la AST? Incluso si soy torpe, yo quería ser... Como en esos días donde en los que podía hacer todo sin la ayuda de nadie.)

Eso era todo.

Eso era todo lo que tenía que hacer para evitar sufrir más.

—Espera, ¿Qué pasa contigo, inútil? No hiciste bien tu trabajo y llamaste atención no deseada.

Mikie sintió que el agarre hacia su cuello se aflojó un poco.

En ese momento, ella abrió los ojos para observar.

(¿Qué?)

Había alguien a lo lejos observando el combate. Allí estaba una persona normal que no tenía nada que ver y saber de este secreto.

Allí de pie estaba Kamijou Touma.

—¿Un civil?

—¡¿Qué demonios están haciendo?!

El chico dio un paso al frente, observando la escena con el ceño fruncido.

—¿No se supone que las magas de la AST están del mismo lado?

—¡Lárgate! ¡Esto no es tu problema!

La maga rubia no sabía qué hacer con el chico de preparatoria que había aparecido de repente. Esa era la acción que tomó.

—¿Tú fuiste el causante de esa explosión?

—No te importa.

—Ya veo. Deja a esa chica.

La maga rubia frunció el ceño ante las palabras de Kamijou.

—Sabes muchas cosas, ¿no? La existencia de la AST no está en manos del público. ¿Cómo sabes eso?

Mikie, que aún colgaba de su mano, sintió cómo la presión en su cuello aumentaba ligeramente.

—¡Agh... suéltame...!

Ante eso, el chico de preparatoria no se movió.

Sus ojos se fijaron en la maga rubia, sin mostrar miedo.

—Ella no parece que quiera seguir peleando. No tiene caso seguir con esto.

La chica rubia parpadeó una vez y luego sonrió.

—¿Sabes? No me gusta que interfieran en mis juegos. No te haré nada si ignoras esto. Si eres un chico inteligente sabrás cual es la respuesta correcta.

—¡¡Te puedes callar y déjala, perra!!

La ira de Kamijou cortó las palabras de esa maga.

—Me estás arruinando la caza. ¿Quién rayos te crees? ¿Sabes lo que te estás enfrentando?

La maga soltó el agarre y dejó caer a Mikie al suelo, y dijo.

—Supongo que tendré que mandarte al hospital.

—¡No! ¡Espera! ¡Él no debería meterse en nuestros asuntos!

En ese instante, la cabeza de Mikie fue golpeado por una patada de esa maga.

Voló a varios metros.

—¡…!

—Silencio.

Cuando Kamijou vio eso, apretó sus dientes y corrió hacia la maga.

BAM! *Un sonido de impacto.

El cuerpo de la maga se va volando, y cae al suelo.

Kamijou entierra el puño en la cara de la maga.

El cuerpo de la pequeña maga gira en el aire como un helicóptero, y se golpea el rostro en el suelo

En ese instante, los ojos de Mikie se abren de sorpresa.

(¿Qué? ¿Cómo es eso posible? ¿Acaso ella se dejó golpear?)

No lo entendía. Los magos pueden ejecutar magia mediante armaduras mecánicas.

Los magos pueden ser llamados "super humanos".

Pero ese chico de preparatoria la golpeó como si fuera una hoja de papel.

Parte 6.

El territorio es un espacio en el que los pensamientos del usuario pueden volverse realidad.

Esta habilidad le permite suavizar impactos externos, controlar la gravedad o ignorar ciertas leyes físicas, pudiendo volar a grandes alturas sin verse afectado por la falta de oxígeno ni la radiación del espacio exterior.

La fuerza y la velocidad del mago puede potenciarse, por eso son llamados "superhumanos".

Sin embargo, el resultado no fue lo esperado para esa maga.

"…"

—Eso es suficiente.

Kamijou bajó su puño derecho y miró a la chica de cabello castaño.

El Imagine Breaker podía destruir todo poder sobrenatural, incluso el de ángeles. No era sorpresa que también pudiera anular un territorio, ese campo invisible que los magos usaban para potenciar su cuerpo.

Aun así, Kamijou Touma se sorprendió de ese resultado. Un mago podría levantar un edificio grande de varios pisos con solo manipular y extender su territorio, aunque eso requería agregar una gran carga al cerebro humano.

No había duda que ante eso, él no tenía oportunidad de luchar contra eso.

Aun así, ese poder perdía todo peso contra el imagine Breaker.

—¿Tú debes ser una compañera de Tobiichi Origami, cierto? ¿Puedes explicarme que está ocurriendo aquí?

—¡¿Conoces a Origami-san?!

Okamine Mikie preguntó con sorpresa. Ese chico, que acababa de noquear a esa maga como si nada, conocía a su compañera y a su heroína.

—Bueno, supongo que sí.

Sin embargo, había un error aquí.

Ese chico no debería ser capaz de enfrentar a un mago.

—Espera, no tienes un traje de combate mecánico para utilizar un territorio. ¿Cómo es que tú…?

—¡¿Qué?! ¡¿Quieres verme desnudo?!

Ante la respuesta del chico, la cara de Mikie se encendió como un tomate.

—¡¡No…!! ¡¡No quise decir eso!!

—Ah, ¿por qué ustedes son tan exhibicionistas? No lo entiendo.

El chico parecía disfrutar burlándose de ella.

Okamine Mikie infló las mejillas, con pequeñas lágrimas en sus ojos, dijo.

—No sé cómo hiciste eso, pero gracias por tu ayuda.

—Lo siento, pero esto todavía no ha acabado.

Kamijou volvió la mirada hacia el frente.

A unos cinco metros, la chica rubia, que creyó inconsciente, se levantó con dificultad del suelo cubierto de polvo y escombros.

—Ese golpe me dolió mucho. Por un momento pensé que quedaría inconsciente.

—Oh, estamos en problemas.

Mikie dijo mientras su cuerpo temblaba un poco, pero luego apretó su puño derecho.

—Bueno… no puedo dejarte. Eres un chico, así que no debería permitir que te enfrentes a ella.

—No sé lo que pasó hace un momento, pero eso no volverá a suceder.

La maga rubia dijo mientras se tocaba la cabeza.

—¡Tú…! ¡¿Quién demonios eres?! ¡No importa! ¡¡Voy devolverte ese golpe!! ¡¡Así que prepárate para ser aplastado!!

—¡…!

En ese momento, Kamijou Touma entendió que esa maga no era parte de la AST.

La prioridad había cambiado. El objetivo de esa maga ya no era Okamine Mikie sino aplastar a este chico de pelo puntiagudo.

—¡En el mejor de los casos, solo tendrás unos huesos rotos! ¡Si sobrevives estarás varios meses en el hospital! ¡¡Te arrepentirás de haberte entrometido, cabrón!!

—¡¿Qué?! —Mikie exclamó. —¡No metas a un civil! ¡Nuestra misión como magas es proteger a los civiles sobre nuestros asuntos! ¡No está permitido...!

—¡Silencio!

La pequeña maga de cabello rubio dio el primer paso.

Su velocidad era tan grande que en un instante estaba al frente del chico.

Pero Mikie apareció delante de él.

—¡¡No puedo permitirlo!!

Los dos territorios chocaron.

Mikie y esa maga de cabello rubio blanquecino se enfrentaron a velocidades supersónicas.

—¿Eso es todo? No has cambiado nada.

—¡¡No debo ser débil de nuevo!! ¡¡Tengo que derrotarte!!

El suelo a su alrededor comenzó a quebrarse mientras las ondas de choque se intensificaban.

El no podía seguir ese ritmo de velocidad.

Su puño derecho no podía tocar a esa maga. Si fallaba, podría ser noqueado al instante.

(Tengo que hacer algo…)

Kamijou se movió y se lanzó hacia el enfrentamiento entre Mikie y esa maga.

Usar esa velocidad sobrehumana requería el uso de un territorio en el cuerpo del mago. Si su mano derecha tocaba a la maga, perdería el poder y el equilibrio para que pueda ser derrotada por Mikie.

(Cierto. Ella no conoce la existencia de mi habilidad. Aprovecharé el factor sorpresa.)

Al percibir la cercanía de Kamijou, la maga pateó a Mikie haciéndola volar varios metros.

—Por un momento, me olvide de ti.

—No dejaré que la lastimes.

Kamijou levantó su puño derecho hacia la maga.

No tenía armas, pero iba a enfrentarse a alguien capaz de destruir un edificio.

—¿…?

El puño derecho de Kamijou no acertó.

—¿En serio? ¿Quieres parecer ser un héroe frente a una chica?

La silueta de la maga desapareció de su visión.

—Solo estás haciendo el ridículo, idiota.

—¡:..!

Un golpe crítico.

La espalda de Kamijou fue pateada, mandándolo a volar diez metros antes de rodar sobre los escombros. Su brazo derecho se raspó con el concreto, empezando a sangrar.

Cuando levantó su mirada, su rostro impactó contra el suelo.

(¿Qué…?)

Ni siquiera tuvo tiempo de levantarse cuando la mano derecha de Kamijou fue aplastada.

—Gh…gheah…!

Entonces, él recordó que su mano derecha podía anular el territorio de un mago.

Un mago sin un territorio era un humano normal.

—¡Qué! ¡Oye!

Kamijou agarró la pierna derecha de la maga.

Ella forcejeó y pateó con todas sus fuerzas el rostro del chico para que la soltara.

En ese momento, la fuerza de la maga no parecía la misma con la que luchó contra Mikie. Se sintió débil e impotente ante ese chico. Ni siquiera pensó en utilizar su territorio para aplastar su cuerpo. De hecho, si lo hizo. Pero nada ocurrió como si sus órdenes en su mente fueran rechazadas por una fuerza desconocida.

—Sin tu territorio, no eres más que una chica de preparatoria.

—¡Cállate!

Pero Kamijou no la soltó. Su mano derecha seguía firmemente aferrada a su pierna.

—¡¿Qué demonios me hiciste?!

—¡¡…!!

La maga gritó con furia, sacando una espada de hoja blanca.

Kamijou soltó su agarre de la pierna de la maga y rodó hacia un costado.

Cuando giró su mirada pudo ver como el suelo fue partido en dos.

Si se hubiera quedado allí, lo habrían apuñalado sin piedad.

—¡¿Qué demonios?!

Se levanta del suelo y corre hacia la maga.

—¡¡OOOAAAAAAA!!

Otro paso. No puede retroceder, esquivar a la izquierda o derecha, o usar su Imagine Breaker para inutilizar el territorio, entonces, lo único que tiene que preocuparse era de esa espada láser y que ella no se dé cuenta de cómo funciona su habilidad.

—¡¡Te vas a arrepentir!!

Los escombros vuelan como polvo.

—¡¡Ah!!

Uno, dos, tres y siete cortes. Varios cortes en su camisa blanca dejaron ver que la sangre escapó de la piel de su espalda. Kamijou fue mandando a volar de nuevo por la fuerza sobrehumana de esa maga.

La velocidad era un problema.

—Ni siquiera puedo golpearla.

De repente, la visión del chico se tiño de rojo.

La maga saltó hacia un costado y el espacio donde estaba fue cortado.

—¿Eh? ¿Todavía puedes moverte? Qué obstinada.

—¡¡Tengo que vencerte!!

La voz de Mikie resonó.

En ese momento, Mikie y esa maga cruzaron sus espadas de nuevo.

—Wa-W-Waaaahhhhhh.

La maga retrocedió ante la extraña explosión que ocurrió en el territorio de Mikie.

Los ojos de Mikie comenzaron a brotar algo de sangre.

—Estoy abusando de mi territorio, pero tengo que detenerte.

—Tú… no deberías ser capaz de…

La maga escupió sangre y apretó la empuñadura de la espada.

—¡¡Ya me harté de ustedes!!

En un instante, Mikie chocó contra los escombros de una pared.

La maga voló hacia el chico a una velocidad impresionante.

—Eres una tonta.

Pero el puño del chico impacta contra el estómago de la maga.

Esa maga gritó de dolor.

—No es posible.

Justo detrás de ella estaba Mikie.

Esa maga estaba asustada. No podía explicar lo que estaba ocurriendo.

—¡¡Sujétala!! ¡¡No la sueltes!!

—Si.

Mikie obedeció sin dudar, lanzándose detrás de la maga y sujetándola con fuerza por los brazos. La maga forcejeó tratando de zafarse, pero Mikie resistió.

Entonces, el puño derecho de Kamijou llegó.

—¡Ahhhhhh!

La visión de la maga se volvió borrosa, casi inconsciente.

Esto era como si estuviera siendo torturada.

—…

Un leve gemido escapó de sus labios, mezcla de rabia y resistencia.

La fuerza brotó de su cuerpo. Tomó los brazos de Mikie que aún la sujetaban, giró su centro de gravedad y lo levantó. El cuerpo de Mikie se elevó por encima del hombro de la maga y fue lanzado con brutal precisión hacia Kamijou.

—¡¿Qué—?!

Kamijou no alcanzó a reaccionar. Su cabeza impactó contra la cabeza de Mikie.

Fue un golpe seco que lo hizo retroceder medio paso antes de perder el equilibrio.

En un parpadeo, la maga apareció detrás de él.

—Desaparece.

La maga lanzó una patada en la espalda de Kamijou, fue lo bastante fuerte como para proyectarlo contra Mikie. Ambos cuerpos chocaron contra los escombros con un estruendo hueco.

La velocidad de lanzamiento superó la velocidad del sonido.

Al mirar hacia abajo, Mikie se dio cuenta de que el chico estaba recostado sobre ella.

—Ah… No puede ser. No tuve la fuerza para ser capaz de proteger a alguien.

—La cabeza me esta doliendo mucho. Pero, eres la siguiente, Mikie.

En ese instante...

—¡…!

La maga tuvo que retroceder dejando un espacio entre Kamijou y ella.

Ahí estaba una chica de cabello blanco plateado con un traje mecánico de combate.

Era Tobiichi Origami.

—Origami-san... Llegaste. Yo... Yo... quería ser útil. Pero no pude hacerle frente.

—Eso no importa. Hiciste lo mejor que pudiste.

La maga de cabello rubio blanquecino no podía creer la situación en la que se encontraba.

—Entonces... Que hace él aquí

Origami pregunta a Mikie sobre la presencia de ese chico de preparatoria.

—¿Origami, tú conoces a este chico?

—…

Origami no dijo nada y mira a la maga.

—Eso estuvo cerca. Ah… pero si es… Tobiichi.

—¿Eres la responsable de este desastre? Espero una explicación...No. Voy a capturarte ahora.

—Eso lo veremos.

Origami desenvainó su espada.

Ambas chocaron sus espadas y una onda de choque hizo que el suelo debajo de ellas se destruyera y formara un cráter de un radio de 5 metros.

—Veo que tienes mucha fuerza en el brazo, ¿no? ¡¡Maldita cabrona!! Bueno da igual, ya estaba aburrida de la vida japonesa.

La maga sonrió y dijo.

—¡¡Déjame pasar un buen rato!!

—…

El enfrentamiento fue feroz.

Los choques se sucedían uno tras otro. El ojo humano no podía seguirlos.

Los choques de espada se sucedían sin pausa, cada impacto resonando como un trueno comprimido. Las chispas iluminaban el aire, y el ojo humano apenas podía seguir el ritmo.

Esto no era un problema. Los magos no dependían de la vista ordinaria. Su territorio amplificaba sus sentidos, permitiéndoles percibir y reaccionar a una velocidad que trascendía los límites humanos. Cada respiración, cada vibración del aire, se convertía en información que sus cuerpos procesaban de forma casi instintiva.

—¡¡Aaaaah!! ¡¡Qué molesto!! Es difícil prevenir tus ataques.

La maga retrocedió mientras decía.

—¡¡Nunca se si serán a la derecha o izquierda!!

Pateó el suelo con fuerza. Fragmentos de roca y polvo se alzaron como una cortina improvisada, tratando de cegar y romper el ritmo de su oponente.

—¡No obstante!

Y luego, la maga levanto su mano izquierda mientras sostenía una pistola.

—¡¡Los combates no se limitan al usar solo la espada!!

Disparo.

Un proyectil en forma de rayo salió frente a la rubia.

La maga sonrió maliciosamente.

Pero su sonrisa desapareció cuando escuchó la voz de Origami.

—Te tengo.

Ni siquiera pudo percibir cuando se movió su oponente.

La cabeza de la maga tocó la pistola de Origami.

—Uwah!

La maga llevó el torso hacia atrás arqueando el cuerpo en forma de "U" invertida, mientras los brazos se extendieron hacia atrás. El rayo de luz voló hacia ese espacio donde estaba hace poco su cabeza.

—Casi soy derrotada.

La maga volvió su cuerpo hacia adelante y se apoyo en el suelo con su mano izquierda.

—Maldita sea, mi cuerpo está a punto de colapsar… pero debo seguir adelante…

Se levantó y alzó su espada para cortar a Origami.

—y seguir sus movimientos…

En ese momento, la maga dejó de hablar y sus ojos se abrieron con un sobresalto.

Un destello blanco iluminó la escena.

La espada de Origami descendió con precisión letal, trazando un arco de luz que impactó contra la espalda de la maga.

Aunque el territorio intentaba protegerla, la fuerza del golpe fue abrumadora.

El cuerpo de la maga se golpeó contra el suelo con un estruendo ensordecedor. Esto hizo que el concreto debajo de ella se quebrara, el polvo se alzó como una ola, y los fragmentos de piedra fueron disparados por todas partes.

El golpe en la parte trasera de su cabeza fue suficiente para hacerla perder la conciencia.

Parte 7.

Origami tenía su mirada en la maga de cabello rubio blanquecino.

Lo había derrotado. Su oponente estaba inconsciente en el suelo después de recibir su ataque.

—Eh… Gracias por… tu ayuda, Origami-san.

—Creí que te había ordenado que esperaras.

Después de que Origami, Mikie inclinó un poco su cabeza hacia adelante.

—Ah… Uh… lo siento.

—El resultado de esta batalla será el mismo si el enemigo es un espíritu.

Las siguientes palabras fue algo que impactó a Mikie.

—Yo no soy tan fuerte, no puedo permitirme protegerte.

—¿Qué?

—Yo entro en la zona más peligrosa más rápido que nadie. Es por eso por lo que no debes quedarte conmigo. Si estamos juntas tú también estarás en peligro.

Había malinterpretado todo. Origami no estaba viendo a Mikie como una inútil o un estorbo.

Ella no se sentía capaz de protegerla.

(¿Ella estaba preocupada por… mí desde el principio?)

Desde sus ojos, Mikie comenzó a dejar sus lágrimas.

—Gracias por tus palabras… pero yo no pienso rendirme en absoluto.

—Ese chico…

Origami volvió su mirada de la maga rubia hacia el chico de preparatoria.

Él también estaba inconsciente.

—Él es fuerte. Mucho más que yo o que cualquier mago de la AST.

—Eso no puede ser cierto.

Mikie no entendía esas palabras y lo negó.

—A decir verdad, él tiene la fuerza suficiente para enfrentar un mayor peligro. No estoy a su nivel. Mientras que nuestro poder no es suficiente para tener una oportunidad real contra un espíritu. Ese chico tiene una fuerza misteriosa que es capaz de desafiar esa lógica.

—¡¿Qué…?! ¡¿Qué quieres decir con eso, Origami-san?!

La voz de Mikie sonó con sorpresa.

—Hace días atrás, un espíritu apareció en Ciudad Tenguu. Era de noche. La AST fue derrotada por un espíritu de forma "invertida". Era seguro que la desaparición de la ciudad era inminente. Entonces, algo pasó. Ese destino fue cambiado por el poder de ese chico.

—¿Poder? ¿Él es un mago?

Esa era la conclusión que había llegado antes, pero…

—No. Él no posee magia.

—Pero… entonces, ¿Cómo es eso posible?

Origami suspira y dice.

—Por ahora, vamos a trasladar a ese chico y a esa maga.

—¿Qué? Entonces, ¿Quién cargara a ese chico?

Esa pregunta era extraña para ella.

El uso de un territorio en un mago debería bastar para cargar a un chico de preparatoria por los aires. El peso del cuerpo era lo menos importantes ya que podían aumentar fu fuerza de levantamiento. Existe un límite y esa era la carga cerebral.

Pero en este caso, no debería ser un problema.

—Dado que no podrás utilizar tu territorio cerca de él. Lo mejor sería llamar a una ambulancia.

—¿Qué tiene que ver con mi territorio?

Ante la pregunta de Mikie, Origami recuerda que ella no sabe de la habilidad del chico.

—Por lo que veo, esa maga se enfrentó al chico, ¿cierto?

—Si… pero pasó algo extraño.

—Es simple. Su territorio fue cancelado. Ella volvió a ser una humana normal.

Origami declaró.

—Si eso es cierto. La ambulancia es una buena elección, pero…la ambulancia no podrá llegar aquí.

—Eso es un problema.

 Y entonces…

—Vaya, eso fue… irresponsable, Ashley.

—¡¿…?!

Origami volvió su mirada hacia atrás y preguntó.

—¿Quién eres?

No había detectado que alguien se había acercado.

Era una mujer de cabello rojizo con un cuerpo esbelto, y sus ojos eran azules. Tenía una unidad CR negra normal. Su arma era una espada láser blanca.

—¿Eres una conocida de esa maga?

Esa maga de estatura más alta que Origami, tenía cargado en sus hombros a la maga llamada Ashley. Sus rasgos no eran de una japonesa sino de una chica europea.

—Si, pero no puedo permitir que sea capturada por ustedes.

—¡¿Quién eres?! ¡¿Un mago?!

Origami gritó hostilmente.

—Vamos, no es necesario preguntar eso.

La maga respondió con un tono amigable.

No había peleado con ella, pero su aura sugería tenía un nivel de poder mucho mayor a lo que había enfrentado con respecto a otras magas de la AST.

Si iba a pelear en este momento, no estaba segura de si iba a ganar.

(Tengo que ganar tiempo hasta que llegue la AST.)

Pensó en el dispositivo de llamado para enviar su ubicación actual.

—¿Está segura?

No podía contar con la fuerza de Mikie debido a que era una novata.

Ese chico de preparatoria seguía inconsciente con su cuerpo ensangrentado.

No tenía otra alternativa.

—Esa maga ha destruido varios edificios abandonados. El uso inadecuado de un traje de combate cableado en zona urbana sin que una alarma de terremoto espacial suene es motivo suficiente para ser considerada una terrorista.

—Pido disculpas por el comportamiento tan infantil de mi acompañante. —La maga dijo. —Supongo que considero que eso fue la forma más llamativa de llamar a una maga de la AST para buscar una pelea.

—¡Ella…! ¡Ella buscaba a Tobiichi Origami!

Mikie gritó, pero la maga de pelo rojizo dijo.

—Eres conocida, ¿sabes?

—Era mejor ubicarme en la base de la AST.

—Si. Eso era otra opción.

La maga de cabello de pelo rojizo dijo con una voz tranquila.

—¿Qué vamos a hacer, Origami-san?

—Llévate a tu amiga antes de que me arrepienta.

—¡Buena elección!

—¿Qué? ¿Vamos a dejarla ir?

Mikie preguntó, confundida. Pensó que Origami iba a pelear y miró hacia esa maga.

—Evitar un combate innecesario es lo mejor. Supongo que también tienes algo que proteger.

—…

Origami dijo en silencio.

Esa maga observó a Mikie, y luego dijo.

—Por cierto, el nombre de mi amiga es Ashley Sinclair. Mi nombre es Cecile O'Brien. Soy una maga de Inglaterra, al igual que mi amiga.

La precaución de Origami se disparó un nivel cuando escuchó esa información.

Tenía idea de que en Inglaterra existía otra sede similar a la AST que tiene la misma misión.

Eliminar a los espíritus y proteger a la humanidad.

—¿Qué? ¿Qué hace una maga de Inglaterra en Japón?

—Vacaciones, tal vez.

Origami sintió la mentira, Cecile sólo dio una leve sonrisa.

Esa organización era el Servicio de Hechicería Especial.

—No te preocupes. Si es posible no quisiera tener problemas contigo. Voy a retirarme por ahora. Pero estoy seguro que no pueda evitar que volvamos a vernos.

Cecile estaba diciendo que no puede evitar las cosas empeorar.

La mirada en los ojos de Origami se volvió más severa, pero Cecile no cedió ante ella.

—También ese chico… Ashley ha sido una irresponsable al tratar de meter a un chico.

Ella suspira y luego se alza en vuelo.

—¡¡Espera!! ¡¡No puedo aceptar que escape!!

Mikie apretó el puño y alzó en el aire.

—Detente. No puedes vencer.

Origami dijo. Mikie se detuvo y descendió al suelo.

En ese instante, el chico abrió los ojos.

Origami volvió su mirada hacia el chico.

—Ella se fue. Qué bueno que todo haya terminado.

—¿Estuviste consciente todo el tiempo?

Kamijou levantó su mano derecha hacia arriba.

—Si. Lo siento por engañarte, Mikie. Ese es tu nombre, ¿no?

—…

Mikie asintió.

Kamijou volvió su mirada hacia la chica de cabello blanco plateado.

—Gracias por decidir no continuar con esto, Tobiichi Origami.

—No era necesario iniciar un nuevo conflicto.

—Chico… ¿estás bien?

Mikie preguntó.

Kamijou vuelve a ver a la chica de cabello castaño.

—Si, puedo moverme. No es la gran cosa comparado con mi anterior instancia en el hospital.

—¿Necesitas ayuda?

Mikie se acercó al chico.

—¿Estas bien?

—Si, pero tú eres la prioridad. Estas sangrando por los ojos.

—No soy la única. Tú necesitas ir a un hospital.

Entonces, Mikie volvió a mirar a Origami y dijo.

—Entonces, ¿Qué hacemos, Origami-san?

—Puedes llevártelo al hospital más cercano.

—¡Espera…! ¡¿Vas a dejarme con él?!

Al instante siguiente, Tobiichi Origami se alzó por los aires y se fue.

(¿Huh?)

Kamijou sintió una entraña sensación.

Parece que esa chica no suele expresar correctamente sus emociones.

Después de todo, Kamijou Touma había salvado a Origami de la muerte.

—Entonces, esas dos magas no son de la AST.

Parte 8.

Cargando a Ashley sobre sus hombros, Cecile O´Brien miró la Ciudad Tenguu desde la azotea de un edificio. Volvió su mirada hacia un costado y preguntó.

—¿Despertaste?

—Mm… gracias por rescatarme, Cecile.

Ashley respondió.

—No hay de qué.

Entonces, Ashley volvió su mirada hacia un lado y gritó.

—¿¡Ah!? ¡¿Porque estas llorando, Leonora?!

—Eso es porque... casi... yo te... pierdo.

Leonora balbuceó, con los ojos húmedos, mientras se secaba las lágrimas con las manos.

—Ah... No sucedió. No te preocupes, Leonora.

Ashley dijo eso con una sonrisa.

—¿Me puedes explicar lo de destruir edificios de manera indiscriminada?

Cuando Cecile dijo eso, el cuerpo de Ashley se tensó.

—Eh… solo eran edificios abandonados.

—¿Y qué pasa con ese chico?

—Primero, podrías bajarme, Cecile-san.

—¡¿Desde cuándo agregó el término japonés de "-san"?!

—Lo siento. Pero ese chico me sacó de mis casillas.

—¿Eh? ¿Qué hizo?

Leonora preguntó, intrigada. Ashley gritó.

—¡¡Me golpeó!! ¡¡Eso no debería ser posible!!

—Seguro que bajaste la guardia.

Cecile dijo.

—¡¡No es así!! ¡¡No soy tan descuidada!!

—Entonces…

—Creo que mi territorio no pudo manifestarse cerca de él. Casi soy derrotada por eso, incluso antes de que Tobiichi llegara.

La ceja de Cecile se alzó y preguntó.

—¿Era un mago?

—No lo creo. No tenía un traje de combate cableado como nosotras.

Ashley negó con la cabeza.

—Si. Ese chico no tenía ese equipamiento. Tú lo derrotaste al final.

—Ese cabrón se merecía ese trato.

Cecile bajó a Ashley de sus hombros y la dejó sobre el suelo.

—Ahora dime, ¿Cuál es el nivel de esas magas?

—Okamine Mikie, estuvo bien y Tobiichi Origami, no pude medirla, pero probablemente sea mucho más fuerte que yo. Probablemente, no se quedan tan atrás con respecto a los magos de Inglaterra.

Cecile suspira, y luego dice.

—Bueno, por ahora, tendremos que esperar un poco más.

 

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