Dos días habían pasado de la pequeña batalla que había sucedido en la biblioteca, tiempo en el que la situación había mejorado para la creciente familia.
"¿De nuevo?" - preguntó Saya Takagi con el ceño fruncido al ver cómo Alicia salía de la habitación de Cloud con el rostro rojo porque había sido captada con las manos en la masa, solo para ver cómo Prim salía detrás de ella - ". . ."
"Hola, Takagi-chan ~" - dijo Prim antes de salir caminando dando saltitos, siendo seguida por su prima mayor, quien estaba roja como un tomate.
"En serio" - suspiró Saya, solo para entrar a la habitación de su amado, ignorando la mirada de su madre, quien luego de unos minutos decidió seguirla.
"¿Esto es normal?" - preguntó Claudia, la madre de Cloud, quien estaba mirando a la sonriente Shizuka, quienes habían venido a hablar con su hijo sobre algo importante.
"Oh, más normal de lo que piensas" - respondió Shizuka mientras ladeaba la cabeza - "¿A caso es extraño que un esposo tenga relaciones sexuales con sus esposas?"
"Creo que hay muchas esposas en esa oración" - dijo Claudia mientras sacudía la cabeza - "En serio, recién me vengo enterando de que soy abuela"
Shizuka sonrió cuando escuchó esto porque ella también quería ser madre, pero sabía que todavía no era el momento, no cuando estaban a punto de iniciar un ataque contra un grupo extremadamente peligroso, que alguien embarazado estuviera entre los atacantes, era simplemente causar problemas para el resto.
"¿Por qué no vas a hablar con esas chicas elfos?" - preguntó Shizuka mientras ladeaba la cabeza, observando detenidamente a su suegra.
"Porque no las conozco" - respondió Claudia con el ceño fruncido - "Tampoco a sus maestras"
"Eso se soluciona fácil" - dijo Olga Discordia mientras aparecía desde las sombras con una expresión amable en su rostro - "Suegra"
"Oh, Olga-chan" - dijo Claudia con sorpresa, porque de todas las esposas de su hijo, ella, junto a Celestine y Tifa, eran las que más parecían querer ponerse en su lado bueno, cosa que comprendía, el resto mostraba respeto, pero parecía dejarla tranquila porque sentían que era mejor no forzar la relación entre ellas.
"Si quieres ver a los descendientes de mi esposo, puedo solucionarlo fácilmente, parte de ellos son de mis subordinadas" - respondió Olga con calma mientras se cruzaba de brazos, resaltando sus enormes pechos.
Claudia movió inconscientemente su mirada hacia los enormes globos de carne, solo para sacudir la cabeza porque no había tiempo para eso, ella tenía cosas más importantes qué hacer, así que asintió, solo para desaparecer con Olga y llegar a lo que parecía ser un pequeño pueblo, solo que en vez de haber casas en el suelo, estas estaban en los árboles, tomando una apariencia mágica por el brillo del maná que brotaba de estos.
"¡Chicas!" - exclamó Olga, solo para ver cómo 7 siluetas aparecían, cuatro elfas de piel blanca como la leche, y tres elfas oscuras.
"¡Olga-sama!" - exclamaron Delva Celebrían, Evelyn Celebrían, Misery Stentrem, Elda Ballad, mientras que las otras chicas hacían una pequeña reverencia, aunque solo por respeto.
Claudia observó con sorpresa a las siete mujeres de la raza élfica, cada una hermosa a su manera, aunque el detalle más grande era que cada una de estas seductoras damas tenía un pequeño bebé en sus brazos - "¿Esos son mis nietos?"
Las mujeres élficas rápidamente reconocieron a la otra mujer que acompañaba a una de sus líderes, solo para arrodillarse y extender sus brazos, mostrando a sus bebés como si fueran su más grande orgullo.
"¡Nosotras, las habitantes de Elfheim, saludamos a la matriarca!" - exclamó Nol, quien estaba usando su apariencia adulta ahora que no necesitaba guardar su maná.
"¡Saludamos a la matriarca!" - exclamaron las otras mujeres élficas con miradas serias en su rostro, después de todo, a pesar de que Claudia no era pareja de su maestro, ella era su madre, lo que la hacía más importante ante sus ojos, incluso Olga, en toda su poderosa gloria, tenía que agachar la cabeza en esta mujer.
"¡No tienen que arrodillarse, o mostrarme tanto respeto!" - exclamó Claudia con el rostro rojo por la vergüenza, después de todo, es primera vez que ella recibía este tipo de atención que honestamente ella sentía que no se merecía.
"Es un placer por fin conocerla, Okaa-sama" - dijo Lucie Menelumia con una amigable sonrisa mientras se paraba y le mostraba a su hijo - "Mi nombre es Lucie, y este es mi hijo Ren"
Claudia bajó la mirada porque este pequeño infante, era la viva imagen de Cloud cuando era un bebé, aunque obviamente descontando las largas orejas que demostraban su raza, lo que causó que el corazón de la madre de Cloud se derritiera - "Es hermoso"
"¡Este esta es Alicia, la princesa de nuestro clan!" - exclamó Firis Hagerhelm mientras mostraba a su hija con orgullo, quien era una copia suya, los mismos ojos rojos, y cabello plateado.
El resto rápidamente empezaron a mostrar a sus hijos, causando que Claudia no supiera cómo reaccionar porque era obvio que estas mujeres estaban emocionadas, como si estuvieran esperando algo de ella, aunque no había necesidad de pensarlo mucho, era obvio que las chicas elfo estaban nerviosas, porque sabían que ella necesitaba decir una palabra para arruinar sus vidas, pero eso era imposible, porque Claudia era la mujer más amable que podría existir.
"Cada uno de ellos son tan hermosos, que siento que voy a morir de tanto azúcar" - dijo Claudia con una feliz sonrisa - "Gracias, gracias por darme tanta felicidad"
"Nosotras somos las que deberían de darle las gracias. Claudia-sama" - dijo Nol mientras tomaba a su hijo y jugaba con su nariz - "Si no fuera por usted, ninguna de nosotras estaría aquí en estos momentos"
"Nol tiene razón, si no fuera por usted, es posible que nuestros destinos hubieran sido una catástrofe" - dijo Delva Celebrían con una expresión seria mientras miraba a su hermana menor, quien estaba con una feliz sonrisa al jugar con su hijo, lo que causó que ella también sonriera - "Hemos podido ver nuestro destino, y aunque no es tan malo, con tantas posibilidades, la probabilidad de que un jugador con malas intenciones cayera en nuestro mundo..."
Delva Celebrían no necesitaba decir nada más para que el resto comprendiera lo que ella trataba de decir, asintiendo firmemente porque sabían que ella decía la verdad.
"Entiendo" - asintió Claudia mientras soltaba un suspiro pesado, solo para sonreírles a las madres de sus nietos - "Cuando necesiten cualquier cosa, pueden venir a hablar conmigo, tal vez no pueda ayudarlas directamente, pero puedo hacer que ese idiota empiece a moverse"
Las chicas sonrieron cuando escucharon esto mientras recordaban a su maestro, el mismo que les había dado a sus mayores tesoros, los bebés que tenían en sus brazos.
Olga miró a las chicas elfo con clara expresión de celo, aunque rápidamente sacudió la cabeza porque sabía que no era el momento para esto, no cuando el ataque a la base de operaciones de los sabios estaba a la vuelta de la esquina.
Pero como si el mundo estuviera escuchando sus pensamientos, el sonido de una alarma resonó en el lugar.
"¡¿Qué es eso?!" - exclamó Claudia, sorprendida de esta señal tan inoportuna.
Las chicas elfo también estaban confundidas, y apuradas por calmar a sus bebés porque esa alarma fue demasiado estruendosa.
Nol frunció el ceño, porque ella había escuchado que estaban a punto de atacar a sus enemigos, y aunque quería ayudar, ella sabía que no estaba al nivel de hacerlo.
"Es hora" - murmuró Olga antes de mirar a sus subordinadas, para luego mirar a la madre de su esposo - "Claudia Okaa-sama, le recomiendo que se quede con ellas, así podrá pasar tiempo con los hijos de Cloud"
"¿A caso está sucediendo algo que no debo de saber?" - preguntó Claudia con el ceño fruncido.
Olga se quedó en silencio antes de sacudir la cabeza - "Lo siento, pero no puedo hablar del tema"
Claudia asintió con debilidad antes de desearle suerte.
Olga respondió con una sonrisa antes de desaparecer, solo para materializarse fuera de la mansión, notando cómo ella era la última en llegar - "Lamento la demora"
"Cloud todavía no aparece, así que no tienes que preocuparte" - respondió Medaka Kurokami mientras negaba con la cabeza, ella estaba de brazos cruzados, mirando hacia la entrada de la mansión, lugar donde Cloud apareció con el rostro serio - "Es hora"
Cloud asintió en silencio mientras miraba alrededor, concentrando su atención primero en Medaka, la persona que los guiaría hacia su nuevo destino, para luego moverse hacia Saeko Busujima, Chifuyu Orimura, Kyōka Kagamiin, y finalmente Yue, las únicas personas que lograron salir del control del sistema debido a su última evolución.
"No necesito explicar la situación" - dijo Cloud mientras miraba alrededor con una expresión seria - "Kyōka, Saeko, Chifuyu, Yue, ustedes vendrán conmigo, el resto se quedará"
El resto de los subordinados/amantes de Cloud gritaron en protesta, pero la mirada del joven rubio pareció silenciarlas.
"Sé que no les agrada, pero es la mejor solución, no solo porque ustedes podrían ser afectadas por los sabios al estar todavía bajo el 'control' del sistema, sino también porque necesitamos mantener esta base protegida" - dijo Cloud con el rostro serio mientras veía cómo un portal rojo aparecía delante de él.
"Esta todo listo" - dijo Medaka mientras su silueta aparecía delante del portal, solo para entrar en silencio.
Las personas que Cloud había mencionado, rápidamente empezaron a entrar, siendo el último Cloud, quien les pidió que tuvieran cuidado, solo para desaparecer junto a su método de viaje.
"Buena suerte" - pensaron las chicas con preocupación, porque sabían que esta era la aventura más peligrosa que su amado iba a tener que superar.